La Universidad Oakwood solía enseñar las doctrinas y normas correctas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Ahora la universidad se jacta de cosas como su colaboración con grandes empresas que producen armamentos para la guerra. Además, su asociación de egresados patrocina y trae artistas y músicos mundanos para entretener. Éstos son sólo dos ejemplos recientes de una altanera progresión hacia abajo, fomentada por cosas tales como la competencia, la pompa, y el hambre de premios y reconocimientos mundanos.
¿Qué le ha pasado a la educación adventista?
