En mi sueño me encuentro reclinando1
de lado ante una mesa muy, pero muy larga.2 Miro al otro lado de la mesa y reconozco miembros de mi familia.3 Conversamos y nos reímos.4 Cuando miro hacia la derecha y la izquierda, puedo ver individuos de distintos tamaños. Algunos son muy altos.5Ahora veo que el sitio donde estoy reclinado tiene mi nombre nuevo6
grabado en símbolos de oro reluciente que describen mi carácter.7 Mientras lo miro mi mente repite, “Eso me describe a mí; eso me describe a mí.”Entonces miro hacia arriba y veo lo que parecen ser aves largas, iridiscentes, volando por el aire, pero no veo que tengan alas. Cantan un canto hermoso, cuatro notas a la vez.
Ha pasado bastante tiempo a la mesa, pero no hay ningún sentido de urgencia. Mientras esperamos ser servidos, nos maravilla la gran variedad de alimentos.8
También noto que mi ángel9
guardián está de pie detrás de mí. Es alto y lleva un manto blanco que parece niebla seca. Su parecer es muy noble y sonríe con amabilidad y ternura. Frecuentemente converso con él. Casi quiero llorar y pedir disculpas por todas las cosas que hice en la tierra, como le hice pasar por tanto al cuidarme y por todas las veces que me vio pecar.10 Con voz suave me dice que no debo preocuparme ni mencionar nada sobre eso, porque está en el pasado.11 Me dice que Jesús, el gran Anfitrión, hubiera hecho todo12 lo necesario para traerme a la mesa y servirme.1. | ↑ | The Day Star (La Estrella matutina), 24 de enero de 1846Gritamos, ¡Aleluya! ¡Gloria! y entramos en la ciudad. Vi una mesa de plata pura. Aunque era muchas millas de largo, nuestros ojos podían ver su extensión… Todos nos reclinamos a la mesa.[Trad.] |
2. | ↑ | Lucas 22:29-30 Por eso, yo mismo les concede un reino, así como mi Padre me lo concedió a mí, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. |
3. | ↑ | Apocalipsis 19:9 El ángel me dijo: «Escribe: ‘¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!’» |
4. | ↑ | Isaías 35:10 Y volverán los rescatados por el Señor, y entrarán en Sión con cantos de alegría, coronados de una alegría eterna. Los alcanzarán la alegría y el regocijo, y se alejarán la tristeza y el gemido. |
5. | ↑ | Génesis 6:4 A partir de entonces hubo gigantes en la tierra. |
6. | ↑ | Apocalipsis 2:17 El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná Escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que sólo conoce el que lo recibe. |
7. | ↑ | La Conducción del niño, p. 147Un carácter formado conforme a la semejanza divina es el único tesoro que podemos llevar de este mundo al venidero. |
8. | ↑ | Primeros escritos, p. 19 Y vi el fruto del árbol de la vida, el maná, almendras, higos, granadas, uvas, y muchas otras clases de fruta. |
9. | ↑ | Salmo 91:11 Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. |
10. | ↑ | 1 Juan 2:1-2 Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguna peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo. |
11. | ↑ | Hebreos 10:16-17 Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. |
12. | ↑ | Juan 3:16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. |