En mi sueño estoy solo en un salón social que tiene varias mesas y sillas. Estoy orando porque estoy muy turbado por cómo la gente reacciona hacia los sueños. Entonces percibo que debo mirar hacia arriba y noto que Jesús entra, atravesando la pared. Me llama por mi nombre celestial. Hay un sentido de seriedad. Ahora Él contesta cuatro preguntas sobre las cuales yo había estado orando y que nunca había pronunciado en voz alta. Contesta cada una en forma específica a lo que le había preguntado.
Jesús contesta una de las preguntas como sigue. (Debido a la naturaleza personal de las otras tres preguntas, no serán mencionadas en este documento.)
- Lo que Becky y yo estamos haciendo con el ministerio es exactamente lo que Él ha planeado.
- No hay ningún error en lo que hemos hecho.
- Éstos son mensajes que Él ha enviado a su pueblo. Él es el Autor e Inspiración, no sólo de los sueños, sino también de la correspondencia y el sitio en el internet. Es muy importante Para Mi Pueblo Ministerio.
Le contesto, “Me desconciertan mucho los comentarios de la gente y como dudan lo que me has mostrado.” Le relato que las cosas que dicen me preocupan profundamente a causa de lo que Él y el Heraldo me han mostrado. Le digo que yo comprendo que no debo mirar las cosas de este mundo, sino que debo meditar sobre las cosas que nos aguardan. Él me recuerda el sueño, Vayan Adelante. Menciona a Anónimo y cuán complacido está con ese individuo. Dice que le gustaría que otros fueran como esa persona. Explica que la fe de ese individuo es tan firme que podría “decirle a una semilla de mostaza que se torne en un monte.” Y se cumpliría por su fe.
Le digo que hay tantas personas que tienen preguntas y dudan los sueños y que no saben quiénes somos. ¿Por qué no estamos alcanzando a muchos con los mensajes que debemos compartir? ¿Habrá alguien con quien yo pueda relacionarme para que estos mensajes salgan con mayor rapidez? Jesús me contesta, “Sí, te pondré en contacto con _______________.”
Me doy vuelta y veo que _______________ entra por la puerta. Le digo a _______________, “Tengo entendido que usted cree en Hechos 2:17.” Me contesta, “Y usted tiene mensajes que debe compartir.” “Sí,” le contesto, “y me es muy difícil compartirlos porque la gente duda.” Le digo al individuo que Jesús acababa de estar allí y me había dicho que me iba a poner en contacto con _______________. Le digo a _______________ como Jesús y yo hablamos acerca de que la gente sospecha y duda, y que es difícil impresionarlos. Pronto, muchos se acercan, queriendo oír todo lo que estamos diciendo. Entonces, antes de salir para cumplir con un compromiso, _______________ me dice, “Cuéntales tu historia y lo que Jesús dijo. Entonces hay que comenzar. Tenemos mucho que hacer y poco tiempo.”
Nota: No se ha mencionado el nombre del individuo porque estamos esperando que Jesús nos ponga en contacto, sin que la persona se entere de antemano. Comprendemos que esto nos ayudará a aprender a ser pacientes y a confiar en el momento propicio de Dios
(Hemos compartido el nombre con algunas personas selectas que puedan servir de testigos.)