En mi sueño, estoy parado en el fondo de un valle grande que tiene la forma de un cono. El fondo del valle es redondo y está cubierto de flores y árboles frondosos. Hay una variedad inmensa de aves y animales. Todo es verdaderamente bello. Las murallas del valle suben casi en forma vertical y al aproximarse a la cima se inclinan más hacia afuera. En las mismas murallas crecen muchos árboles, flores y hierba. La altura de las murallas es de unos 1.500 pies (unos 500 metros).
Al mirar hacia arriba, vislumbro el cielo de un azul oscuro. Mi ángel está de pie junto a mí. Me explica que hay 800 pajaritos negros que han sido entrenados1
a volar todos de una vez. Deben volar hasta salir del valle grande y profundo.2 Mi ángel me mira y sonríe, y me doy cuenta que es el Heraldo. Mira hacia arriba y dice, “Gran Creador, estamos listos para ver.” De repente, todos los pajaritos comienzan a volar y parecen muy emocionados. Al subir más y más alto, tienen un gran fervor por ascender hasta la cima. El Heraldo me mira y sonríe. Me llama por mi nombre celestial y me pide, “¿Me das tu mano?” Le extiendo mi mano izquierda. Él me mira, entonces mira mi mano izquierda, y entonces me vuelve a mirar a mí. Sonríe una sonrisa aún mayor, me llama por mi nombre celestial y vuelve a pedir,3 “¿Me das tu mano derecha?”Le extiendo mi mano derecha y los dos ascendemos. Al volar hacia arriba, a veces estamos rodeados por todos los pájaros. Los miro y es como si todavía sintieran esa emoción acerca de lo que están haciendo. El Heraldo y yo seguimos nuestro ascenso y pasamos todos los pájaros. Pronto llegamos a la cima del valle tan grande. Nos dirigimos hacia una plataforma blanca para observación panorámica construida en la misma muralla del valle. Nos volteamos y miramos hacia abajo al valle inmenso. Observamos que los pájaros siguen volando y volando, algunos en un círculo y otros en ángulos distintos. Cada uno se esfuerza por subir más y más alto para salir del valle.
Después de un rato noto que muchos de los pájaros4
se cansan y se dan por vencidos. Voltean y vuelan o se deslizan hacia el fondo del valle.5 Otros pierden interés en salir del valle. Se distraen6 con la gran cantidad de flores hermosas y árboles. Otras aves comienzan a pelear y tratar de impedir7 que otros vuelen fuera del valle. Muestran una tendencia avara8 y egoísta. Hacen todo lo que pueden para adelantarse a los otros pájaros, malgastando energías necesarias para poder ascender de ese valle tan inmenso. Observo mientras otros9 se detienen a discutir los libros antiguos tocante a los mejores métodos de vuelo. Sacan cartas de navegación para trazar y estudiar por dónde soplan los vientos para calcular la mejor manera de ascender. Muchos siguen subiendo, pero muchos renuncian al esfuerzo y se deslizan hacia el fondo. Otros, al ver los hermosos árboles, vuelan hacia ellos y10 comienzan a construir nidos. Algunos se detienen para disfrutar las hermosas flores fragantes.Entonces el Heraldo señala hacia un pajarito. Dice, “Fíjate cómo ése siempre mantiene la vista en lo alto. Mantiene sus ojos fijos en la cima de la muralla del valle.” Al observar, le digo al Heraldo que ese pajarito parece estar muy cansado. El Heraldo dice que es verdad, pero no ha perdido de vista su blanco. Observo los pocos pájaros que quedan. Muchos se han cansado, se han dado por vencidos y han regresado al fondo del valle.11
Mientras tanto, ese pajarito mantiene su vista fija en la cima del valle. Al acercarse al blanco, queda solo. Todos los demás han abandonado el vuelo. Al descender lentamente, muchos pelean y tratan de adelantarse a los demás. Sin embargo, ese pajarito solitario se acerca más y más a la cumbre. Tiene un aspecto muy cansado, pero mantiene sus ojos fijos en el cielo abierto. No mira hacia atrás. Cuando nos pasa, sé que pudiera haberse detenido para descansar en la plataforma, pero no lo hace. Sigue volante hacia arriba hasta salir del valle.
Mirando al Heraldo, le digo que parece que sólo12
un pajarito logró salir del valle. Me dice, “Ven, tengo que mostrarte más.” Le pregunto por qué se me mostró eso. Asido de mi mano, él y yo atravesamos la pared blanca en el costado del valle, donde está construida la plataforma. Nuevamente nos encontramos en el pasillo y nos sentamos en un sofá. Me dice, “Muchos no van a comprender lo que se te acaba de mostrar. Muchos tampoco comprendieron las cosas que se te mostraron en el último sueño. Te voy a dar algo para leer una vez que estés despierto. Comparte esto para que los que creen lo lean y estudien a fin de poder comprender. Nuestro Creador le indicó a su profetisa Elena de White que escribiera lo que ahora está escrito en Maranata, página 253, y también en el capítulo 12 del libro Eventos de los últimos días. Muchos creen que porque se les ha dado un certificado, serán admitidos al cielo. Comprenderás lo que te he mostrado ahora una vez que hayas leído de nuevo lo que ya has leído. Recuerda que sólo uno de los 800 pájaros logró salir del gran valle. Lo mismo con el último sueño—muchos leen, pero sólo pocos pudieron comprender lo que se estaba enseñando. El Heraldo me mira y me llama por mi nombre celestial. Me dice, “Quítate los zapatos y usa este paño13 para quitar la tierra y polvo de tus zapatos. Una vez que hayas terminado, vuelve a ponerte los zapatos y seguiremos, porque hay algo que debo mostrarte otra vez.”Me paro y el Heraldo y yo atravesamos la pared. Nuevamente me encuentro donde estaba no hace mucho tiempo en otro sueño—muy alto sobre la superficie de la tierra. El Heraldo dice, “Debo mostrarte otra vez las cosas que pronto van a sobrevenir a la tierra. Aférrate a tu fe, pues yo estaré aquí contigo y ningún mal le acontecerá a ‘los que son.’” Mientras observo, de repente bolas de fuego14
nos pasan chillando a una velocidad muy grande. Atraviesan la atmósfera y explotan, causando destrucción desde donde están hasta la superficie abajo. Otras la penetran y golpean la tierra. Al caer, la tierra tiembla y vibra. Veo que muchos edificios se derrumban. Otros se queman, consumidos en un instante. Sólo puede describirse como ondas de choque que ondulan a lo largo de la superficie de la tierra. Carreteras y autopistas enteras desaparecen, bien sea porque la tierra se abrió o porque se disolvieron y desaparecieron dentro de la tierra. Observo mientras esas bolas de fuego caen sobre el mar,15 lo cual hace que el agua suba como una gran muralla. Choca contra muchas de las ciudades costeñas que todavía están en pie. Las murallas de agua disuelven los puentes y edificios como si fuesen simples construcciones de arena.Veo, oigo y siento explosiones por todas partes. Llamaradas calientes de fuego se disparan hacia arriba centenares de pies. Ríos inmensos de fuego derriten todo en su camino. Observo edificios que se retuercen y doblan por el movimiento de la tierra. Los océanos se ondulan a causa de la vibración de la tierra. De repente, todo queda en calma. Es como si Dios mismo extendiese su mano poderosa para detener la destrucción que se le permitió a Satanás hacer. El humo se desvanece, los incendios se apaciguan y el agua regresa de nuevo al mar. Ahora veo destrucción como nada que jamás haya visto. Ciudades enteras han desaparecido por completo. Muchos pueblos están destrozados en escombros, y muchas carreteras y puentes han desaparecido. Los aviones no pueden salir porque las pistas están destruidas. Me doy cuenta que acabo de ver algo que hizo morir a mucha gente. Muchos eran del pueblo de Dios y muchos otros, no.
Me dirijo al Heraldo y le vuelvo a preguntar si todos han sido destruidos. Mirándome con ojos pacientes me dice, “Observa con mucha atención.” Veo a muchos salir a lo que quedan de las calles. Muchos se juntan y comienzan a orar pidiendo perdón. Muchos dicen que todo esto es culpa suya y que se han extraviado del culto al Dios verdadero. Veo en un puesto de periódicos un rótulo que dice, “Este domingo vayamos todos a adorar a Dios.” Otro dice, “Domingo, el día del Señor.” El Heraldo dice, “Lo que te voy a mostrar ahora voy a velar de tus ojos y oídos, pero se me ha instruido que te lo diga.16
Un gran rey se levantará y andará por la tierra clamando que él hará todas las cosas nuevas. Sanará todos los enfermos y todas las cosas serán como si nunca hubiesen sido. Andará hacienda milagros, pero esto solo durará poco tiempo. Él les dice, ‘Ustedes han pecado contra mí, pero yo soy su rey y les serviré, pero ustedes tienen que someterse y servirme a mí. Ahora quiero que sólo me doren a mí en el nuevo día santo. Aquéllos que no obedezcan tendrán que ser controlados de la manera como yo sé que conviene hacerlo.’” El Heraldo dice, “Basta ya con esto. Lucifer no muestra ni amor ni compasión, sólo mentiras. Nuestro Padre tiene el único libro verdadero y se llama la verdad. Vámonos de aquí.”El Heraldo y yo regresamos al pasillo. Estoy allí parado, mirándolo. Él se da cuenta que yo estoy muy afectado por todo lo que he visto. Me mira y dice, “Aférrate a tu fe. Quédate en el sendero que Dios te ha mostrado.” Al sonreír me dice, “Se me ha instruido que debo llevarte a un lugar más.”
Atravesamos la pared y al instante estamos en un jardín de una belleza incomparable que no se puede expresar con palabras. Al caminar a lo largo de un sendero, llegamos a un área abierta. Veo a muchos ángeles a cada lado del sendero. Todos forman un punto de enfoque, que es Jesús, sentado en un trono bellísimo. El Heraldo me lleva a Jesús. Caigo de rodillas a sus pies. Me llama por mi nombre celestial y coloca sus manos sobre mis hombros. Me dice, “Tengo un mensaje que debes compartir, junto con lo que se te ha mostrado.” Entonces, con su mano izquierda me abraza y siento su mano grande, abierta contra mi espalda al acercarme hacia sí mismo. Su gran mano derecha toma mi mejilla izquierda al acercarme hacia su pecho. Siento su fuerza que me acerca hacia él. Entonces me dice, “Diles a mis hermanos,17
nuestro Padre les ama mucho, pero mucho. Diles que está esperando con paciencia, pero que quiere que ya18 lleguen al hogar. Diles que estén alertas y escuchen. Diles que jamás se den por vencidos. Diles que fijen sus ojos y oídos en el horizonte. Diles que no se distraigan con las cosas de este mundo. Diles que se aferren a lo que está arriba y justamente adelante.” Entonces me abraza aún más fuertemente. Siento el calor de sus manos en mi cara mientras me dice, “Diles que voy para traerlos al hogar. Diles,19 ‘¡Prepárense!’”1. | ↑ | Lucas 1:17 Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará un pueblo bien dispuesto para recibir al Señor. |
2. | ↑ | Joel 3:2 Reuniré a todas las naciones y las hare bajar al valle de Josafat. Allí entraré en juicio contra los pueblos en cuanto a mi propiedad, mi pueblo Israel, pues lo dispersaron entre las naciones y se repartieron mi tierra.Joel 3:14 Multitudes y multitudes en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. |
3. | ↑ | Salmo 73:23 Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me sostienes de la mano derecha. |
4. | ↑ | Primeros escritos de Elena G. de White, página 13 Mientras estaba orando ante el altar de la familia, el Espíritu Santo descendió sobre mí, y me pareció que me elevaba más y más muy por encima del tenebroso mundo. Miré hacia la tierra para buscar el pueblo adventista, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: “Vuelve a mirar un poco más arriba”. Alcé los ojos y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero, en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo el ángel, era el ‘Clamor de Medianoche’.” Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, y alumbraba los pies de los caminantes para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual dimanaba una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaba: “¡Aleluya!” Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. |
5. | ↑ | Lucas 8:11 Éste es el significado de la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Lucas 8:14 La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero, con el correr del tiempo, los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran. |
6. | ↑ | 1 Juan 2:15 No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. |
7. | ↑ | Mateo 10:28 No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. |
8. | ↑ | Isaías 56:11 Son perros de voraz apetito; nunca parecen saciarse. Son pastores sin discernimiento; cada uno anda por su propio camino. |
9. | ↑ | Juan 10:1 Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido. |
10. | ↑ | Apocalipsis 2:4-5 Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio. Si no te arrepientes, iré y quitaré de su lugar tu candelabro. |
11. | ↑ | Filipenses 3:14 Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. |
12. | ↑ | 1 Corintios 9:24 ¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. |
13. | ↑ | Marcos 6:11 Y si en algún lugar no los reciben bien o no los escuchan, al salir de allí sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos. |
14. | ↑ | Evangelismo, página 25-26 En la mañana del viernes pasado, justamente antes de despertar, se me presentó una escena sumamente impresionante. Tuve la sensación de que despertaba del sueño en un lugar que no era mi casa. Desde las ventanas veía una terrible conflagración. Grandes bolas de fuego caían sobre las casas, y de ellas salían dardos encendidos que volaban en todas direcciones. Era imposible apagar los incendios que se producían, y muchos lugares estaban siendo destruidos. El terror de la gente era indescriptible. Desperté después de cierto tiempo y descubrí que estaba en mi hogar. |
15. | ↑ | Eventos de los últimos días, página 24 La tempestad se avecina y debemos prepararnos para afrontar su furia mediante el arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesucristo. El Señor se levantará para sacudir terriblemente la tierra. Veremos desgracias por todas partes. Miles de barcos serán arrojados a las profundidades del mar. Armadas enteras se hundirán, y las vidas humanas serán sacrificadas por millones. Estallarán incendios inesperadamente y no habrá esfuerzo humano capaz de extinguirlos. Los palacios de la tierra serán arrasados por la furia de las llamas. Serán cada vez más frecuentes los desastres ferroviarios; en las grandes vías de tránsito habrá confusión, choques y muerte sin la advertencia de un momento. El fin está cerca, el tiempo de gracia termina. ¡Oh, busquemos a Dios mientras puede ser hallado, llamémosle en tanto que está cercano! |
16. | ↑ | Eventos de los últimos días, páginas 169 – 170 Satanás . . . vendrá haciéndose pasar por Jesucristo, hacienda grandiosos milagros, y los hombres se postrarán y lo adorarán como a Jesucristo. Se nos ordenará a adorar a ese ser a quien el mundo glorificará como a Cristo. ¿Qué haremos? Decidles que Cristo nos ha advertido precisamente contra un enemigo tal, que es el peor adversario del hombre, y que, sin embargo, pretende ser Dios; y que cuando Cristo haga su aparición será con poder y gran gloria, acompañado por diez mil veces diez mil ángeles y millares de millares, y que cuando venga conoceremos su voz.” Satanás está tratando de ganar toda ventaja… Disfrazado como ángel de luz, caminará por la tierra como un hacedor de maravillas. Con un lenguaje hermoso presentará sentimientos elevados; hablará palabras nobles y realizará acciones buenas. Cristo será personificado. Pero en un punto habrá una diferencia marcada: Satanás desviará a la gente de la ley de Dios. A pesar de esto, falsificará tan bien la justicia que si fuera posible engañaría a los mismos escogidos. Cabezas coronadas, presidentes, gobernantes en altas posiciones, se inclinarán ante sus falsas teorías.” Habrá enfermos que sanarán delante de nosotros. Se realizarán milagros ante nuestra vista. ¿Estamos preparados para la prueba que nos aguarda cuando se manifieste más plenamente los milagros mentirosos de Satanás? |
17. | ↑ | Juan 16:27 Ya que el Padre mismo los ama porque me han amado y han creído que yo he venido de parte de Dios. |
18. | ↑ | Mateo 24:36 Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre. |
19. | ↑ | Mateo 24:44 Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. |
Maranata: El Señor Viene, p. 261
Ante los Grandes Hombres de la Tierra
Y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. Mateo 10:18.
No está lejos el tiempo cuando se llevará al pueblo de Dios a dar su testimonio ante los gobernadores del mundo. No hay uno en veinte que comprenda con cuánta rapidez nos acercamos a la gran crisis de nuestra historia... No hay tiempo para la vanidad, para la frivolidad, para ocupar la mente en cosas sin importancia...
Los reyes, los gobernadores y los grandes hombres oirán de vosotros a través de los informes de aquéllos que estén enemistados con vosotros, y vuestra fe y carácter serán desfigurados delante de ellos. Pero los que sean acusados falsamente tendrán la oportunidad de comparecer delante de sus acusadores para responder por sí mismos. Tendrán el privilegio de llevar la luz delante de los que son llamados grandes de la Tierra, y si habéis estudiado la Biblia, y si estáis listos para dar respuesta a cada persona que pregunte acerca de la esperanza que hay en vosotros, con humildad y temor, vuestros enemigos no serán capaces de contradecir vuestra sabiduría.
Ahora tenéis la oportunidad de alcanzar el mayor poder intelectual a través del estudio de la Palabra de Dios. Pero si sois indolentes, y dejáis de cavar profundamente en las minas de la verdad, no estaréis preparados para la crisis que pronto os sobrevendrá. ¡Ojalá que comprendierais que cada momento es de oro! Si vivís de cada palabra que procede de la boca de Dios, no seréis encontrados desprevenidos. The Review and Herald, 26 de abril de 1892.
No sabéis adónde seréis llamados a dar vuestro testimonio en favor de la verdad. Muchos deberán comparecer ante asambleas legislativas; algunos tendrán que presentarse ante reyes y ante los sabios de la Tierra, para dar razón de su fe. Los que sólo tienen un conocimiento superficial de la verdad no estarán capacitados para exponer claramente las Escrituras, y dar razones definidas respecto de su fe. Se confundirán y no serán obreros que no tienen de qué avergonzarse. Nadie se imagine que no necesita estudiar porque no debe predicar en el estudiar en el púlpito. No sabéis lo que Dios puede requerir de vosotros.
Eventos de los Últimos Días, pp. 147-155
Capítulo 12: El Zarandeo
Ser miembro de iglesia no garantiza la salvación
Es una solemne declaración la que hago a la iglesia, de que ni uno de cada veinte de aquéllos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia se halla preparado para terminar su historia terrenal, y que estaría tan ciertamente sin Dios y sin esperanza en el mundo como el pecador común.—Servicio Cristiano Eficaz, 52 (1893).
Aquéllos que han tenido oportunidades de oír y recibir la verdad y que se han unido a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, llamándose el pueblo de Dios que guarda los mandamientos, y que sin embargo no poseen más vitalidad ni consagración a Dios que las iglesias nominales, recibirán las plagas de Dios tan ciertamente como las iglesias que se oponen a la ley divina.—Manuscript Releases 19:176 (1898).
La paja separada del trigo
En la iglesia ocurrirán divisiones. Se formarán dos grupos. El trigo y la cizaña crecerán juntos hasta el momento de la cosecha.—Mensajes Selectos 2:130 (1896).
Habrá un zarandeo del cedazo. A su tiempo la paja debe ser separada del trigo. Debido a que la iniquidad abunda, el amor de muchos se ha enfriado. Es precisamente el tiempo cuando lo genuino será lo más fuerte.—Carta 46, 1887.
La historia de la rebelión de Datán y Abiram se está repitiendo y se repetirá hasta el fin del tiempo. ¿Quiénes estarán del lado del Señor? ¿Quiénes serán engañados y a su vez se convertirán en engañadores?—Carta 15, 1892.
El Señor viene pronto. En cada iglesia debe haber un proceso de purificación y de zarandeo, porque entre nosotros hay hombres impíos que no aman la verdad ni honran a Dios.—The Review and Herald, 19 de marzo de 1895.
Estamos en el tiempo del zarandeo, en el tiempo en que todo lo que puede ser sacudido será sacudido. El Señor no disculpará a los que conocen la verdad y no obedecen a sus órdenes en palabras y acciones.—Joyas de los Testimonios 2:547-548 (1900).
La persecución purifica a la iglesia
La prosperidad contribuye a que ingresen en la iglesia multitudes que meramente profesan la religión. La adversidad las elimina de la iglesia.—Joyas de los Testimonios 1:480 (1876).
No está lejos el tiempo cuando cada alma será probada. Se nos presionará para aceptar la marca de la bestia. A aquellos que paso a paso hayan cedido a las demandas mundanales y se hayan conformado a las costumbres del mundo, no les resultará difícil ceder a las autoridades imperantes antes que someterse a la burla, los insultos, las amenazas de cárcel y la muerte. La contienda es entre los mandamientos de Dios y los de los hombres. En este tiempo, el oro será separado de la escoria en la iglesia.—Testimonies for the Church 5:81 (1882).
Debido a la falta de persecución, han ingresado en nuestras filas hombres que aparentan estar firmes y tener un cristianismo incuestionable, pero quienes, si la persecución surgiese, se apartarían de nosotros.—El Evangelismo, 264-265 (1890).
Cuando se invalide la ley de Dios la iglesia será zarandeada por pruebas terribles, y una proporción más elevada de la que ahora anticipamos, prestará atención a espíritus seductores y a doctrinas de demonios.—Mensajes Selectos 2:422 (1891).
Los creyentes superficiales renunciarán a la fe
La obra que la iglesia no ha hecho en tiempo de paz y prosperidad, tendrá que hacerla durante una terrible crisis, en las circunstancias más desalentadoras y prohibitivas. Las amonestaciones que la conformidad al mundo ha hecho callar o retener, deberán darse bajo la más fiera oposición de los enemigos de la fe. Y en ese tiempo la clase superficial y conservadora, [AQUÍ ELENA DE WHITE NO DISTINGUE ENTRE LOS DE TEOLOGÍA CONSERVADORA DE SUS CONTRAPARTES LIBERALES; ELLA DESCRIBE A LOS QUE PRIMERO CONSIDERAN LA “CONFORMIDAD CON EL MUNDO” Y EN SEGUNDO PLANO LA CAUSA DE DIOS.] cuya influencia impidió constantemente los progresos de la obra, renunciará a la fe.—Joyas de los Testimonios 2:164 (1885).
Si Satanás ve que el Señor está bendiciendo a su pueblo y preparándolo para que discierna sus engaños, trabajará con su poder maestro para introducir fanatismo por un lado y frío formalismo por el otro, a fin de asegurarse una cosecha de almas.—Mensajes Selectos 2:21 (1890).
Aquéllos que han tenido privilegios y oportunidades para llegar a comprender cabalmente la verdad, y sin embargo continúan contrarrestando la obra que Dios quisiera haber realizado, serán desechados, porque Dios no acepta el servicio de ninguna persona cuyos intereses están divididos.—Manuscrito 64, 1898.
Cuando aumenten las pruebas a nuestro alrededor, se verán en nuestras filas tanto separación como unidad. Algunos que ahora están listos para tomar armas de guerra, en tiempos de verdadero peligro pondrán de manifiesto que no han edificado sobre la roca sólida; cederán a la tentación. Aquéllos que han tenido gran luz y preciosos privilegios, pero no los han aprovechado, bajo un pretexto u otro se alejarán de nosotros.—Testimonies for the Church 6:400 (1900).
El testimonio directo produce un zarandeo
Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el testimonio directo que exige el consejo del Testigo fiel a la iglesia de Laodicea. Tendrá este consejo efecto en el corazón de quien lo reciba y le inducirá a ensalzar la norma y expresar claramente la verdad. Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él. Esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios.—Joyas de los Testimonios 1:61 (1857).
Entre nosotros están aquellos que, como Acán, harán confesiones demasiado tardías como para salvarse [...]. No están en armonía con lo correcto. Desprecian el testimonio directo que llega al corazón y se regocijarían de ver silenciado a cualquiera que dirige un reproche.—Testimonies for the Church 3:272 (1873).
El Señor quiere que se repita la proclamación del testimonio directo dado en los años pasados. Desea una renovación espiritual. Las energías espirituales de su pueblo han permanecido adormecidas por mucho tiempo; pero deben resucitar de esa muerte aparente. Por la oración y la confesión de nuestros pecados, debemos preparar el camino del Rey.—Joyas de los Testimonios 3:275 (1904)
La crítica injusta causa pérdida de almas
Ha habido y continuará habiendo familias enteras que una vez se regocijaron en la verdad, pero que perderán la fe a causa de las calumnias y las falsedades que les fueron llevadas con respecto a aquéllos a quienes han amado y de quienes recibieron dulce consejo. Abrieron su corazón a la siembra de la cizaña; ésta creció en medio del trigo; se fortaleció; la mies de trigo decreció más y más y la preciosa verdad perdió su poder para ellos.—Testimonios para los Ministros, 411 (1898).
Las doctrinas falsas desvían a algunos
La así llamada ciencia y la religión serán colocadas en mutua oposición debido a que hombres finitos no comprenden el poder y la grandeza de Dios. Se me presentaron las siguientes palabras de las Escrituras: “Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”. Hechos 20:30. Esto se verá ciertamente entre el pueblo de Dios.—El Evangelismo, 431 (1890).
Cuando viene el zarandeo, por la introducción de falsas teorías, estos lectores superficiales, que no están anclados en ningún lugar, son como la arena movediza. Se deslizan hacia cualquier posición para acomodar el contenido de sus sentimientos de amargura.—Testimonios para los Ministros, 112 (1897).
No habiendo recibido el amor de la verdad, serán engañados por el enemigo; prestarán atención a espíritus seductores y a doctrinas de demonios, y se apartarán de la fe.—Testimonies for the Church 6:401 (1900).
El enemigo presentará falsas doctrinas, tales como la doctrina de que no existe un Santuario. Éste es uno de los puntos en los cuales algunos se apartarán de la fe.—El Evangelismo, 167 (1905).
El rechazo de los Testimonios conduce a la apostasía
Una cosa es cierta: los adventistas del séptimo día que adoptan su posición bajo la bandera de Satanás, primero abandonarán su fe en las advertencias y reproches contenidos en los testimonios del Espíritu de Dios.—Mensajes Selectos 3:93 (1903).
El último engaño de Satanás se hará para que no tenga efecto el testimonio del Espíritu de Dios. “Sin profecía el pueblo será disipado”. Proverbios 29:18 (V. Valera). Satanás trabajará hábilmente en diferentes formas y mediante diferentes instrumentos para perturbar la confianza del pueblo remanente de Dios en el testimonio verdadero.—Mensajes Selectos 1:54-55 (1890).
El enemigo ha hecho esfuerzos magistrales para perturbar la fe de nuestro pueblo en los Testimonios [...]. Esto es precisamente lo que Satanás se propuso que ocurriera, y los que han estado preparando el camino para que la gente no prestara atención a las advertencias y los reproches de los Testimonios del Espíritu de Dios, verán que una ola de errores de toda clase aparecerán.—Mensajes Selectos 3:92 (1890).
Es el plan de Satanás debilitar la fe del pueblo de Dios en los Testimonios. Luego sigue el escepticismo respecto a los puntos vitales de nuestra fe, los pilares de nuestra posición, después la duda hacia las Sagradas Escrituras, y luego la marcha descendente hacia la perdición. Cuando se duda y renuncia a los Testimonios, en los cuales una vez se creyó, Satanás sabe que los engañados no se detendrán allí; redobla sus esfuerzos hasta que los lanza en abierta rebelión, la que se torna incurable y termina en destrucción.—Testimonies for the Church 4:211.
Deserciones entre los dirigentes de iglesia
Más de una estrella que hemos admirado por su brillo se apagará entonces en las tinieblas.—La Historia de Profetas y Reyes, 140 (1914).
En las escenas finales de la historia de esta tierra, hombres a quienes él [Dios] ha honrado grandemente, imitarán al antiguo Israel [...]. Un abandono de los grandes principios que Cristo ha establecido en sus enseñanzas, la implementación de proyectos humanos, usando las Escrituras para justificar un curso de acción equivocado bajo la operación perversa de Lucifer, confirmarán a los hombres en el error, y la verdad que necesitan para protegerlos de prácticas erróneas se filtrará de su alma, así como el agua de un vaso agrietado.—Manuscript Releases 13:379, 381 (1904).
Muchos mostrarán que no son uno con Cristo, que no están muertos al mundo como para que puedan vivir con él; y serán frecuentes las apostasías de hombres que han ocupado cargos de responsabilidad.—The Review and Herald, 11 de septiembre de 1888. {EUD 152.3}
Los ministros no santificados serán erradicados
El gran asunto que pronto afrontaremos [la imposición de las leyes dominicales], eliminará a todos aquellos a quienes Dios no ha señalado, y él tendrá un ministerio puro, verdadero, santificado, preparado para la lluvia tardía.—Mensajes Selectos 3:440 (1886).
Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo en las manos la antorcha de la falsa profecía encendida por la infernal tea satánica [...].
Algunos que no querrán seguir llevando el arca saldrán de entre nosotros. Pero éstos no podrán levantar vallas para obstruir la verdad; ésta irá hacia adelante y hacia arriba hasta el fin.—Testimonios para los Ministros, 409, 411 (1898).
Ministros y médicos pueden abandonar la fe, como la Palabra lo dice y los mensajes que Dios ha dado a su sierva declaran que lo harán.—Manuscript Releases 7:192 (1906).
Puede parecer que la iglesia está a punto de caer
El zarandeo de Dios avienta multitudes como hojas secas.—Joyas de los Testimonios 1:480 (1876).
La paja será llevada por el viento como una nube, aun de lugares donde sólo vemos terrenos de rico trigo.—Testimonies for the Church 5:81 (1882).
Pronto los hijos de Dios serán probados por intensas pruebas, y muchos de aquéllos que ahora parecen ser sinceros y fieles resultarán ser vil metal [...].
Cuando la religión de Cristo sea más despreciada, cuando su ley sea más menoscabada, entonces deberá ser más ardiente nuestro celo, y nuestro valor y firmeza más inquebrantables. El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando la mayoría nos abandone, el pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean pocos, ésta será nuestra prueba. En este tiempo, debemos obtener calor de la frialdad de los demás, valor de su cobardía, y lealtad de su traición.—Joyas de los Testimonios 2:31 (1882).
Puede parecer que la iglesia está por caer, pero no caerá. Ella permanece en pie, mientras los pecadores que hay en Sión son tamizados, mientras la paja es separada del trigo precioso. Es una prueba terrible, y sin embargo tiene que ocurrir.—Mensajes Selectos 2:436 (1886).
Conforme vaya acercándose la tempestad, muchos que profesaron creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados por la obediencia a la verdad, abandonarán su fe, e irán a engrosar las filas de la oposición.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 666 (1911).
Los fieles de Dios serán dados a conocer
El Señor tiene siervos fieles que en el tiempo de prueba del zarandeo serán dados a conocer. Hay siervos preciosos, ahora en oculto, que no han doblado su rodilla ante Baal. No han tenido la luz que ha estado brillando sobre vosotros con un resplandor intenso. Pero puede ser que el brillo puro de un carácter cristiano genuino se revele bajo una apariencia tosca y no atractiva. Durante el día miramos al cielo, pero no vemos las estrellas. Están allí, fijas en el firmamento, pero el ojo no puede distinguirlas. Durante la noche contemplamos su genuino resplandor.—Testimonies for the Church 5:80-81 (1882).
Siempre que ocurre la persecución, los testigos toman decisiones, ya sea por Cristo o en contra de él. Aquéllos que simpatizan con los hombres condenados injustamente, que no muestran encono contra ellos, revelan su afecto por Cristo.—The Signs of the Times, 20 de febrero de 1901.
Dejad que la oposición se levante, que el fanatismo y la intolerancia vuelvan a empuñar el cetro, que el espíritu de persecución se encienda, y entonces los tibios e hipócritas vacilarán y abandonarán la fe; pero el verdadero cristiano permanecerá firme como una roca, con más fe y esperanza que en días de prosperidad.— El Conflicto de los Siglos, 660 (1911).
Nuevos conversos tomarán el lugar de los que salgan
En el zarandeo, algunos fueron dejados al lado del camino. Los descuidados e indiferentes que no se unieron con quienes apreciaban la victoria y la salvación lo bastante para perseverar en anhelarlas orando angustiosamente por ellas, no las obtuvieron, y quedaron rezagados en las tinieblas, y sus sitios fueron ocupados en seguida por otros, que se unían a las filas de quienes habían aceptado la verdad.—Primeros Escritos, 271 (1858).
Las filas raleadas serán llenadas por aquéllos a quienes Cristo representó como viniendo a la undécima hora. Hay muchos con quienes el Espíritu de Dios está contendiendo. El tiempo de los juicios destructores de Dios es el tiempo de la misericordia para aquéllos que [hasta el momento] no han tenido oportunidad de aprender qué es la verdad. El Señor los mira con ternura. Su corazón misericordioso se conmueve, su mano todavía se extiende para salvar, mientras la puerta se cierra para aquéllos que no quisieron entrar. Será admitido un gran número de los que en los últimos días oirán la verdad por primera vez.—Carta 103, 1903.
Estandarte tras estandarte quedaba arrastrando en el polvo, mientras que una compañía tras otra del ejército del Señor se unía al enemigo, y tribu tras tribu de las filas del enemigo se unía con el pueblo de Dios observador de los mandamientos.—Joyas de los Testimonios 3:224 (1904).