En mi sueño estoy mirando por la ventana de un edificio. Hacia abajo noto que no es un edificio nuevo y que tiene un techo viejo de metal. Cuando miro al otro lado de la autopista, veo edificios nuevos y brillantes. Por la manera como están colocados me doy cuenta que son edificios de distintas ciudades. Uno de los edificios es redondo y está cubierto de vidrios azules. De repente, los edificios comienzan a sacudirse. Al tercer sacudión, los edificios se mueven tan fuertemente que caen, desmoronándose hacia el suelo. Veo lo que parece ser miles de hojas de papel cayendo hacia el suelo. Pero al fijarme me doy cuenta que en realidad son personas. Con un gran sentimiento de pesar, capto que nuestro Dios poderoso todavía está en control y que estas cosas deben suceder.