En mi sueño, estoy parado en una montaña en alguna parte, cerca de un riachuelo. En todas partes hay piedras inmensas. Cuando miro hacia el riachuelo, queda claro que el agua corre enfurecida. El riachuelo ha recogido y movido basura y muchos árboles grandes. Más abajo, atascados entre las piedras grandes, yacen los restos de grandes árboles. La violencia de la tormenta produjo mucha destrucción. Cuando me inclino para obtener un vistazo mejor del riachuelo rugiente, me sorprendo momentáneamente al ver a un ángel allí, evitando que me caiga.
Oigo pronunciar mi nombre celestial no una, sino tres veces. Es Perceivous, la cual veo descender lenta y suavemente. Me sonríe y dice, “El hecho que no nos veas no quiere decir que no te estemos vigilando constantemente, manteniéndote a salvo.”
Nuevamente escucho mi nombre celestial. Alzo la vista y veo descender al ángel Guía. Me dice, “Hemos sido enviados para darte un mensaje.”
Vuelvo a escuchar mi nombre celestial y luego el sonido de una trompeta. Es el ángel Anunciador quien dice, “También hay algo que debe entenderse como en este tiempo. El tiempo debe entenderse como un constructo que generalmente no se entiende.” Sonríe y añade, “Recibirás mucha ayuda mientras preparas este mensaje.”
El ángel Anunciador comienza a explicar lo siguiente. “Según tu entendimiento, el tiempo no tiene un principio, sino que se extiende infinitamente hacia el pasado. Sin embargo, el tiempo se extiende infinitamente hacia el futuro, y no tiene fin. Nadie, sólo nuestro Creador, conoce y entiende los eventos de nuestro futuro, y los cambios en nuestras decisiones afectan los resultados del futuro. Debido a que nuestro Creador es el Creador, todo sucede conforme Él lo diseñó. Con nuestro Creador no hay principio ni fin; Él es y siempre será.”
Vuelvo a escuchar mi nombre celestial. Miro hacia arriba y veo descender al Heraldo con un séquito de ángeles. Me doy cuenta de que voy a recibir un mensaje muy importante. También me doy cuenta de que estoy dormido y soñando.

El Heraldo extiende la mano y me pide que lo acompañe a un sitio más tranquilo, donde no se oiga el rugido del agua. Al instante, todos estamos parados en una hermosa playa de arena blanca. Él extiende la mano y, como anteriormente, bancas de cristal hechas de agua salen de la arena. Me detengo para admirar las bancas, y veo que no son simples bancas ordinarias hechas de agua, sino que están ornamentadas de arriba abajo con diseños intrincados. Cuando me siento, noto que la banca no está caliente ni fría, y es sumamente suave y cómoda.
Miro al Heraldo y le pregunto si a él y a todos los ángeles les ha sido dada la habilidad de producir creaciones tan hermosas hechas de agua. Él sonríe y dice con paciencia, “Lo que nosotros hacemos en realidad no es importante. Tal como todos nosotros que servimos a nuestro Señor y Creador hemos dicho, Quiénes somos no es importante. El único que lo es, y cuyo nombre es el único que debe ser mencionado, es Jesús.” Cuando él pronuncia “Jesús,” cada ángel presente repite el nombre, pero como si lo estuviera cantando. Es muy difícil explicar el sonido de una sola palabra cantada por esa vasta asamblea de ángeles. Pienso en ese día glorioso, al comienzo de ese primer sábado durante nuestro viaje, cuando escucharemos a todos los ángeles cantar su canto. Nuestras imaginaciones son incapaces de siquiera comenzar a meditar de la belleza de los dones que tienen para cantar.
Dice el Heraldo, “Nosotros somos ángeles; nosotros servimos. Nosotros pedimos, y si Él lo permite, alzamos nuestra mano. Pero Él, el Creador, es quien crea. Nosotros los ángeles sencillamente servimos. Pero vosotros que estáis en pie y camináis, vosotros hechos a su imagen, todavía no sabéis quiénes sois. Nosotros también anhelamos que llegue el día cuando a nosotros, los ángeles, se nos dé el privilegio, y aun la oportunidad, de serviros a vosotros, a vosotros que sois los hermanos de Jesús, los hijos e hijas de Dios, nuestro Creador.”
Él sonríe y dice, “Ansiamos que llegue ese sábado cuando vosotros alzaréis vuestras voces para cantar, cada uno con el propio canto de Moisés. ¡Cuán grande será ese día cuando Jesús se siente en su trono y mire a sus tesoros, los redimidos. Mientras las lágrimas corren por sus mejillas, el Padre extenderá su mano hacia el Hijo para enjugarlas. Todos esperamos que el Padre diga que está muy complacido en su Hijo.”
El Heraldo baja el rostro y todo queda en silencio. Lo único que se escucha es el sonido suave de las olas que llegan a la orilla del mar. El Heraldo alza el rostro, sonríe suavemente y comienza a hablar con voz suave. Dice, “Nosotros, los que servimos, hemos observado varias ocasiones cuando nuestro Creador ha llorado, y no sólo llorado, sino sollozado.
“Nosotros observamos cuando Él destruyó la tierra con un diluvio. Observamos cuando mandó que las aguas inundasen la tierra, las cuales le quitaron la vida a cada criatura viviente que caminaba, se arrastraba, volaba o crecía. Lo observamos sollozar con gran tristeza cuando destruyó casi cada ser viviente que había creado a su imagen.
“Estuvimos presentes el día cuando Jesús dejó su trono y ya no estuvo sentado junto al Padre, sino que fue colocado en María para nacer como un bebé. El día cuando Jesús nació, el Padre lloró grandes lágrimas de regocijo.
“El día cuando Jesús fue torturado y luego crucificado en la cruz, el Padre gimió con mucho remordimiento, sollozando y llorando, con la cabeza en las manos. Su tristeza era tan grande, que no podía mirar la escena.
“Ese sábado, después de la muerte de su Hijo, en todo el cielo reinaba la quietud y el silencio. Fue un sábado de un luto tremendamente grande. El Padre con los ángeles lamentaron con lágrimas.
“La mañana siguiente, cuando el Padre vio a su Hijo salir de esa tumba de muerte, lloró lágrimas de una felicidad nunca vista. El Padre se paró de su trono y bajó los escalones para ver a su Hijo conquistar la muerte y nuevamente caminar y vivir. Hubo llanto como nunca se había visto. La felicidad que todos observaron no se ha visto desde entonces.
“Pero ahora todos hemos venido aquí para entender el tiempo. Has escuchado la palabra tiempo muchas veces: Todo será en su tiempo. ¿Qué hora es por tu reloj? Dios proveerá, pero a su tiempo. ¿Por qué será que Dios todavía no ha contestado mis oraciones?
“Muchos han preguntado, ¿Dónde están las bolas de fuego? ¿Dónde está la destrucción que se ha mencionado tantas veces? Y muchos preguntan en cuanto al clima extraño que está sucediendo ahora mismo, mientras se prepara este mensaje. ¿Por qué llueve tanto en los lugares bajos? ¿Por qué hay tanta nieve en los sitios más elevados?
“Al principio de este sueño observaste gran destrucción y árboles aplastados entre las piedras inmensas del riachuelo poderoso. Eso fue alto en las montañas, pero no es nada comparado con la destrucción en las regiones bajas. Se ha dicho que la lluvia que cae son las lágrimas de Dios. Si fuese así, sería especialmente cierto ahora.”
El Heraldo baja la vista y guarda silencio. Vuelva a alzar la vista, pero no sonríe. Su rostro revela una mirada muy seria. Comienza a decirme que nuestro Padre está sentado en su trono apoyando la cabeza en las manos. Mientras llora, mientras derrama lágrimas, mientras solloza, se le oye decir cuánto lo siente. Repetidas veces dice cuánto lo siente, y sigue llorando. Él enjuga las lágrimas de todos, pero nadie enjuga las lágrimas del Creador.
El Heraldo vuelve a bajar la vista. Alza la cabeza de nuevo y veo que lágrimas corren por sus mejillas. Mira a Perceivous, quien se acerca y coloca una mano suave sobre su hombro. Es un gesto que nunca he visto antes, un ángel consolando a otro ángel. El Heraldo se da vuelta y toma unos pasos hacia atrás.
Perceivous se acerca y se para delante de mí. Coloca sus manos sobre mis hombros y dice, “No hace mucho que estuve parada a tu lado durante las primeras horas de la mañana, cuando apenas te estabas despertando. Me incliné y hablé suavemente en tu oído. Era la mañana del 22 de junio, 2007, cuando te dije: ‘TAL COMO JUNIO ES UN MES CORTO, ASÍ TAMBIÉN LO ES EL TIEMPO. PREPÁRENSE PARA LA IRA DE DIOS.’ Muchos se han preguntado acerca de este mensaje. Ese mes tenía cinco sábados. Casi siempre el mes de junio tiene cuatro sábados.
“Primero y, ante todo: No hay ni habrá mención de fijación de fechas después de 1844, porque Dios es el único que conoce los eventos y cuando ellos suceden dentro de lo que se llama tiempo.1
Pero nosotros, los que servimos, los que observamos en un tiempo cómo los hilos del tiempo pasan rectos, sabemos que Dios ha enviado muchas advertencias. Son muchas las veces que Él ha dicho, Preparaos. Él ha enviado muchos mensajes para que siempre vigilen y estén listos. Nosotros los que servimos ahora lo observamos sentado y sollozando, pidiendo disculpas por lo que hace ahora.“Nosotros, los que observamos las señales, los que defendemos la verdad y seguimos sirviendo, observamos y nos preguntamos a nosotros mismos. ¿Será este junio el junio en el cual junio será un mes corto? ¿Será este junio cuando Él pedirá la destrucción? ¿Será éste el tiempo cuando el derrame su ira? ¿Estará Él llorando y sollozando porque es en su tiempo cuando Él pide que se derrame sobre la tierra mucha muerte y destrucción? ¿Será éste el tiempo cuando pida que caigan bolas de fuego para destruir? ¿Cambiarán los planes y programas de todos los momentos que se desarrollen en junio? ¿Abreviarán ese mes las cosas que ocurran? ¿Serán destruidas grandes masas de sus creaciones? ¿Será éste el motivo por el cual ahora Él solloza y llora? ¿Será ésta la razón por la cual Él está sentado en su trono llorando, diciendo cuán triste se siente porque ahora decide destruir a tantos que transgreden sus leyes? ¡Él no ha sollozado así desde los tiempos de Noé!
“Pero ten por seguro, nosotros los que servimos simplemente esperamos, porque todo ocurre en el tiempo de Dios. Su tiempo siempre es su tiempo. Él puede, y tiene el derecho de nuevamente aplazar el mandato de destrucción. Debe entenderse por qué le es difícil, aunque nada es imposible para Él. Pero se debe entender que, sin importar el tiempo, Él es y siempre será la verdadera fuente de todo amor. Si Él destruye, lo hace a causa de su gran amor y las restricciones del tiempo, todo lo cual le pertenece.”
Ahora, el ángel Guía se acerca y dice, “Como guía, con frecuencia te guío a sitios y te digo cosas que sucederán. También te guío a sitios que ya existen. Pero ahora voy a mostrarte algo del pasado. Los que toman una bandera para hacerte la guerra por ser un mensajero, son engañados fácilmente. Es necesario que se les muestren los que fueron guiados por Satanás en el pasado.
Hay individuos a quienes se les ha mostrado la verdad. Las evidencias se les han puesto frente a los ojos. Sin embargo, no les agrada el mensaje que se les dio personalmente. A veces es difícil aceptar la verdad. Algunos piensan que son mejores que Dios, quien manda lo que ha de ser.
“En ‘las casas de marfil’ están los que se colocan en un pedestal por encima de Dios, por encima de nuestro Creador. Ellos no aceptan a Jesús ni piden que se les muestren sus pecados para poder arrepentirse. Al contrario, te señalan a ti, al mensajero, y afirman que eres culpable de cometer errores. Detallan acusaciones inventadas.2
Declaran que los mensajes no vienen de Dios el Padre. El que guía a los de ‘las casas de marfil’ es Satanás, el ángel caído.“En ‘las casas de marfil’ están los que entregan sus almas y cometen el pecado imperdonable.3
Ellos estarán en pie con los que se unen a Satanás. En ‘las casas de marfil’ están los que extienden la mano pidiendo dinero, mientras que a puerta cerrada viven una vida de inmoralidad en el pecado de la perversión sexual.4 En ‘las casas de marfil’ está la vaca que pare becerro tras becerro, vez tras vez, repetidas veces, mientras que el toro vaga por los pastos, sin ocuparse del rebaño. En los compartimentos del establo y en los pastos hay muchos terneros desatendidos y abandonados. Mientras tanto, en ‘las casas de marfil’ la vaca se queja de la mano que había alimentado a ese rebaño.“Dios ve lo que esa vaca ha hecho. Él ha observado y visto a esta vaca hablar muchas cosas negativas. Cuando no había suficientes chismes, la vaca y otros que logró reunir fabricaron informes falsos y no hablaron en contra de los mensajes, sino en contra del mensajero. Nadie ha podido probar que hay errores en los mensajes, y el Padre celestial ha dicho específicamente que no los hay.
“No hace mucho que presentaste un sermón en el cual presentaste información que ahora se debe repetir. Hablaste de la obediencia a las leyes, a los mandamientos de la conducción, e ilustraste a Dios como un policía de tránsito.
“¿Qué debes hacer si ves a un policía parado en una intersección, dirigiendo el tránsito? Supongamos que la luz está verde, pero el policía te manda a parar. ¿Debes seguir adelante? Al fin de cuentas, todos pueden ver que la luz está verde. Queda claro que la desobediencia podría causar heridas por un accidente grave, y podrías ser demandado por daños y perjuicios.
“Por otra parte, ¿te multarían si, para obedecer la instrucción del policía, no le haces caso a la luz verde, sino que detienes tu auto? Claro que no. Pero ¿te impondrían una multa si decides obedecer la luz verde y no hacerle caso a la orden del policía para detenerte? ¡Claro que sí! ¿Por qué? Porque el código de tránsito vehicular dice:
Al conductor de un vehículo se le prohíbe rehusar obedecer una orden o mandato de un policía autorizado que regula y dirige el tránsito.
“Esto muestra claramente que la autoridad de un policía es mayor que las leyes de tránsito que se lo contrata para defender. Entonces, ¿tiene Dios menos autoridad que un policía? ¿Tienen los humanos la autoridad de ir en contra de lo que Dios dice? ¿Deben los cristianos que afirman amar y obedecer a Dios desatender las instrucciones divinas?
“¿Acaso no tiene Dios el derecho y la responsabilidad de cambiar sus mandatos, conforme Él vea necesario, para purificar y perfeccionar el carácter de los individuos que Él anhela salvar? ¿Por qué es que algunos insisten en hacer su propia voluntad, en vez de aceptar los cambios de Dios?5
“Repasemos la historia de Oseas. Sabemos que Dios le dijo que tomase por esposa a una prostituta. Piensa cómo le daba una bienvenida cariñosa cada día. Sin embargo, ¡Dios legitimó ese matrimonio! ¿Le habría dado la mayoría de la gente una bienvenida a la iglesia a esa ‘pareja casada’? ¿Le pedirían a la junta de iglesia que invitase a un tal ‘Oseas’ a ocupar un puesto? Al fin de cuentas, Dios le pidió que fuese su profeta.
“¿Han pensado en el hecho que Dios aun le dio a Oseas los nombres de los tres hijos que su esposa tendría en su trabajo como prostituta? Esto nos muestra que ella estuvo involucrada con varios hombres distintos durante un período de varios años. Sólo Dios sabe quiénes fueron los verdaderos padres de esos niños.
“Dios, quien no muda, mandó a Oseas a casarse con Gomer. También le pidió a Isaías a andar desnudo, y a Ezequiel a consumir temporalmente un régimen alimenticio inusual. ¿Quién tiene el derecho o la autoridad de dudar o emitir juicio si Dios decide mandar algo inusual en estos días modernos?
“Hoy en día, muchas personas están interesadas en mantener una dieta saludable. Ahora sabemos que es importante beber agua pura y lavar las frutas y las verduras antes de consumirlas. Muchos incluso se esfuerzan por consumir sólo alimentos orgánicos. ¿Cómo resistiría la historia de Ezequiel los estándares de aquellos que están en las ‘casas de marfil’? Su dieta consistía en pan hecho de granos y frijoles cocidos con la materia fecal de un animal. Dios le mandó a consumir esta dieta inusual durante más de un año. Imagínate lo que ‘las casas de marfil’ escribirían, publicarían o colocarían en YouTube acerca de ese hombre. ¿Creen los individuos en ‘las casas de marfil’ que, por ejemplo, Dios sólo prueba a individuos en cuanto a cómo guardar el sábado? ¿Será que estas personas no quieren aceptar que Dios sigue enviando nueva luz?6
“Dentro de poco, vamos a tratar a Rahab, tal como aparece en el libro de Josué. Ella era una prostituta que aun mintió y engañó a su rey. Pero Dios la usó, y ella protegida cuando cayeron los muros de Jericó. Su fe le permitió ingresar a la tribu de Judá u llegar a ser familia de Jesús. Debe notarse que Acán, el hombre que Dios destruyó pertenecía a la misma tribu; sin embargo, él perdió todo. En nuestros días del internet y la información que se obtienen fácilmente, nos preguntamos cómo tratarían a los individuos fieles, tales como Rahab, Isaías, Ezequiel, Oseas o aun Abraham, a quien se le pidió tomar la vida de su propio hijo. ¿Cómo los tratarían ‘las casas de marfil’?”
El ángel Guía se pone de pie, mira hacia Perceivous y coloca la mano sobre su banca hecha de agua. Se me acerca, parándose casi directamente frente a mí. Cuando extiende la mano, veo salir de la arena una silla muy ornamentada hecha de agua. Él se sienta y toma mis manos. Mirándome, me dice, “Lo que te voy a decir ahora es muy importante. Escrito está en Amós 3:15:
Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová.

“Este versículo de la Biblia menciona dos casas distintas que los ricos tenían—una para vivir durante los meses de invierno, y otra para los meses de verano. Llenaban ambas casas de artículos vistosos de marfil y adornos que exhibían la riqueza del dueño de una manera desmesurada. “Pero en este ejemplo, el mensaje debe entenderse como una manera de decir que la casa de verano es una temporada del año, y la casa de invierno también es una temporada del año. Se le está dando este sueño durante los meses de invierno. Tal como se ha señalado, este junio será un tiempo de tiempos, cuando todos los que observan el tiempo continuo de Dios lo verán alzar la mano para ‘detener el tiempo’ o para mandar que el tiempo siga adelante.7
“Y, ¿qué de los comentarios en contra del mensajero, de los mensajes y los mandatos de Dios, incitados por los que están en ‘las casas de marfil’? ¿Qué será de ‘las casas de marfil’ que a lo bueno llaman malo? El Padre ha dicho, conforme está escrito en Amós 7:17:
Por tanto, así ha dicho Jehová: Tu mujer será ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será repartida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda, e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra.
“En esto se entiende que la esposa, representada como una vaca, el esposo como un toro, y los hijos e hijas como becerros, serán destruidos. Todo en ‘las casas de marfil’ perecerá en una tierra destruida e inmunda. Esto ocurrirá, porque el que está sentado en su trono ha oído las mentiras y acusaciones en contra de su mensajero y el Ministerio Para Mi Pueblo. Él ha visto de primera mano las falsedades y los inventos. Debe entenderse que, ni la destrucción de ‘las casas de marfil’ ni la destrucción pronosticada para la ciudad de Nashville, es un cumplimiento de Ezequiel 9.”
El ángel Guía sigue diciendo, “Recuerda el relato de Eliseo cuando llegaba a Betel, cuando varios niños se burlaron de él e hicieron chistes de su calvicie. Eliseo los miró y los maldijo en el nombre del Señor. Entonces, dos osas salieron del bosque y destrozaron a 42 niños.
“Tal como ha sido mencionado anteriormente en los sueños, los niños pequeños son inocentes. Pero, es importante notar en este ejemplo que a los padres se los tendrá por responsables de la muerte de sus hijos. Esos niños no entrarán al reino de los cielos, sino que estarán en pie junto a sus padres cuando ellos sean destruidos, igual que los niños de Sodoma, Jericó, los hijos de Acán y otros más.
“Dios te ha dado la responsabilidad de ser su mensajero. Por lo tanto, como Eliseo tú das mensajes. Cuando te atacan repetidas veces con mentiras difamatorias, chismes y acusaciones falsas, Dios ve y oye todo. Ellos no están hablando de ti ni en contra tuya, sino en contra y acerca de Dios. Él se ofende en gran manera con las cosas que hace esa vaca y los que la siguen, y Él derramará su ira sobre ella, como también sobre los que están de acuerdo con ella y la apoyan. Esa vaca, sus becerros y el toro que los procreó serán enviados al matadero, junto con los que se alborotaron contra ti, el mensajero de Dios.
“Entiende y recibe consuelo de lo que fue escrito en Maranata, página 195:
Los amigos demostrarán su perfidia y nos traicionarán.
“Y en Palabras de vida del gran Maestro, página 276:
Muchos se permiten criticar y acusar a otros libremente. Al dar expresión a las suspicacias, los celos y el descontento, se convierten en instrumentos de Satanás.
“Éste es y será el fin de su tiempo de gracia. Sus vidas han sido selladas. Como tantos otros que han muerto, ellos no recibirán una corona ni un manto. El Padre conoce su corazón y su futuro. Éstos son individuos que no serían felices en el cielo.8
“Nosotros los que servimos debemos recordar constantemente que estamos en el tiempo del zarandeo. No es que Dios no los haya elegido a ellos. Estos individuos están fracasando porque no han elegido cumplir con lo que Dios les ha pedido que hagan. Estos críticos que no pueden hallar defectos en los mensajes buscan defectos en el mensajero.
“Leemos en El Deseado de todas las gentes, p. 433:
Porque Jesús hablaba la verdad y la decía con certidumbre, no fue recibido por los dirigentes judíos. Era la verdad lo que ofendía a estos hombres que se creían justos. La verdad exponía la falacia del error; condenaba sus enseñanzas y prácticas, y fue mal acogida. Ellos preferían cerrar los ojos a la verdad, antes que humillarse para confesar que habían estado en el error. No amaban la verdad. No la deseaban, aunque era la verdad.
“¿Están los críticos cerrando su propia puerta de misericordia? Como resultado de sus acciones, ellos estarán fuera de los muros, esperando que Jesús levante su mano para mandar a caer el fuego sobre ellos. El orgullo es lo que les impide humillarse y arrepentirse. Es triste que hay, y habrá, individuos que comparecerán ante Dios y pagarán una restitución final.
“Alienta tu corazón con lo que está escrito en Amós 9:8-10.
He aquí los ojos de Jehová el Señor están contra el reino pecador, y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice Jehová. Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra. A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No se acercará, ni nos alcanzará el mal
“Se debe entender que, a su tiempo, Dios actuará conforme a su horario para purificar a Israel, la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Al ver que la iglesia se torna cada vez más apóstata, Él derramará su ira. Y cuando lo haga, no sólo será su ira, sino también el cierre de la gracia para los que están en esa iglesia. Para obtener respuestas a esto, lee lo que está escrito en Amós 4:12.”
Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.
El ángel Anunciador se dirige hacia donde está sentado el ángel Guía y coloca una mano sobre su hombro. El ángel Guía se para, y el asiento de agua simplemente se disuelve de nuevo en la arena. Dice el ángel Anunciador, “Todavía falta mucho por ilustrar. Esto no es para ti, pero por ser un mensajero, hay mucho que debes enseñar.” Extiende la mano y me pide que lo acompañe. Alzo mi mano derecha y me doy vuelta para mirar la banca donde estaba sentado. Igual que el asiento, simplemente se disuelve en la arena.
Al instante, me encuentro en un aula muy grande, y me siento en uno de los asientos vacíos. Al frente hay algo que parece una pizarra blanca. El ángel Anunciador camina hacia el frente y señala hacia la pizarra. Cuando él comienza a hablar, las palabras aparecen en la pizarra.
Estas palabras aparecen en una columna a la izquierda:
Dios dio instrucciones claras y detalladas en cuanto a dónde colocar el diezmo.
A la derecha, él comienza otra columna que muestra lo siguiente:
Dios dio instrucciones claras y detalladas en cuanto a la conquista de Jericó.
El ángel Anunciador dice, “Debo hablar sin mencionar los nombres de aquellos en cuyas frentes Dios ha marcado ‘culpable.’ Una de esas personas fingió ser una familia en apuros, y pidió que se les devolvieran sus diezmos. Esa persona es la que ha distribuido información para difamar el carácter del mensajero. Ella enfatizó que la familia urgentemente necesitaba alimentos y dinero, porque el hombre de la casa no estaba supliendo los fondos necesarios para alimentar a todos sus hijos que tienen.
“No fuiste detenido con un mensaje diciendo que no ayudaras a esa mujer y a su familia. Se te permitió ayudarlos, y esto sucedió vez tras vez. Durante todo ese tiempo, no sabías que su corazón ya estaba endurecido. Además, ella andaba con Satanás mientras despertaba la incredulidad entre los que le prestaban atención.
“Nuestro Padre celestial podría haberte detenido. Él podría haberte enviado un mensaje muchas veces, pero Él permitió que esto continuase. Esto debía suceder, porque esto es y debía ser una parte del zarandeo. Ella se esforzó por reunir a los que se pusieran de su lado y la ayudasen a distribuir propaganda, a fin de señalarte como un mensajero no calificado. Ella y otros tienen un deseo ardiente de a difamar tu carácter. Queda claro que ellos no han hallado ningún error en los mensajes de Dios, pero en un sitio web siguen publicando documentos inventados para destruir el ministerio de Dios, como también tu reputación como mensajero de Dios.
“Hay otra persona cuyo nombre tampoco será mencionado. Él recibió consejo en cuanto a la correcta colocación de los diezmos, pero él y su esposa hicieron caso omiso del consejo dado y se opusieron a lo que Dios había dicho. Se les mostraron sus errores, pero ahora presentan historias falsas y documentos inventados para producir un caso de difamación en contra del mensajero de Dios. También es importante notar que éste es otro ejemplo en el cual tú, el mensajero, ayudaste financieramente a esa pareja que tiene niños pequeños. Ellos fueron estafados y perdieron todo su dinero. Tu les ayudaste financieramente durante su dificultad financiera. Ahora, ellos muerden la mano que los alimentó cuando ellos tenían hambre. Hay que preguntar si fue Dios quien los guio a pedir ayuda financiera y después a enviar documentos con la intención de destruir el ministerio que los ayudó. ¿Es Dios quien guía a un individuo a escribir tales súplicas, y luego a pedir que otros se unan a su campaña santurrona de hacerle la guerra a este ministerio?
“Éstos son sólo dos ejemplos de individuos que conocían la forma correcta de devolver a Dios un diezmo fiel, pero se opusieron al consejo divino e hicieron las cosas a su manera. Es interesante que ambos dijeron que los mensajes son verdaderos y provienen de Dios, pero se esfuerzan por señalar tus supuestos pecados.
“A lo largo de la historia de este mundo, la mayoría ha odiado a los mensajeros de Dios. Muchos siervos fieles fueron asesinados o torturados de alguna manera. Lo que estos individuos te están haciendo constituye un caso claro de tortura verbal y un esfuerzo por asesinar tu reputación.”
El ángel Anunciador señala a la parte derecha de la pizarra blanca y dice, “Por favor, mira el paralelo entre la conquista de Jericó y las instrucciones de Dios en cuanto a cómo diezmar. Dijo Dios en Josué 6:17:
Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella.
“Dios dio instrucciones detalladas en cuanto a la conquista de Jericó. En Josué 6:18 se presenta una advertencia clara.
Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis.
“Sin embargo, a pesar de la advertencia, Acán codició algunos artículos, los tomó y los escondió en la tierra, debajo de su tienda. Su familia sabía de este pecado. Al enterrar los artículos en la tierra dentro de su tienda, involucró a toda su familia en el robo y el engaño. Dios afirmó que Jericó, la primera ciudad conquistada en Canaán, era suya. La llamó maldita, es decir, dedicada a Dios. Los israelitas no debían tomar nada de la ciudad para sí mismos, porque Dios había dicho que todo le pertenecía a Él. Llamarla maldita y dedicada se refiere a dar las cosas a Dios en forma permanente.
“Los artículos que Acán robó le pertenecían a Dios, no al hombre. Israel no podía prosperar, ser bendecida ni ayudada hasta que el pecado fuese quitado. El silencio obstinado de Acán en cuanto a su comportamiento era una mentira actuada, y su confesión al final dio gloria a Dios. Desenterraron los artículos de la tienda de Acán, los presentaron ante Dios, y todo el pueblo pudo ver quién y qué los había perturbado durante su ataque sobre Hai. Este versículo enfatiza el hecho que el pecado de un hombre trajo la ira de Dios sobre todos los israelitas.
“Josué le dijo a Acán que, por haber perturbado a Israel, ese mismo día el Señor lo iba a perturbar a él y a su familia. Está escrito que Josué y todo Israel tomaron los artículos que Acán se había robado para sí mismo. Tomaron el lujoso manto babilonio, la plata y el pequeño lingote de oro. Tomaron a su mujer, sus hijas, sus hijos, su ganado, sus asnos y sus ovejas. Tomaron su tienda y todas sus pertenencias. Entonces, Josué y todo Israel, con Acán, su esposa, sus hijos e hijas y todos los animales comenzaron a caminar a un valle que ahora conocemos como Acor, a unos 5 kilómetros de allí. A toda esa gente y los animales les habrá tomado más de una hora para llegar. Durante ese tiempo, Acán, su esposa y los hijos que tenían edad suficiente para comprender, entendían muy bien que se dirigían al lugar donde serían ejecutados.
“Imagínate los gemidos y sollozos de las mujeres israelitas que eran familiares o amigas de la esposa de Acán. Piensa en los gritos y llantos de los hijos de Acán mezclándose con los lamentos de sus amiguitos y compañeros de juego mientras el pueblo les arrojaba piedras. Imagínate a los jóvenes amigos de los hijos e hijas de Acán mirando y gimiendo mientras con sus propias manos apedreaban y magullaban a sus amigos hasta verlos morir.
“Fíjate que todo Israel apedreó a Acán. Cuando terminaron de apedrearlo, apedrearon al resto de su familia, primeramente, a su esposa y luego a sus hijas. Los hijos varones, los que hubiesen continuado el linaje, fueron los últimos en ser apedreados. Entonces, mataron a los animales. Cuando terminaron de matarlos, tomaron todos los cuerpos muertos y la tienda de Acán y todo lo que le pertenecía, y apilaron todo. Luego, le prendieron fuego a todo. Imagínate el hedor. Cuando el fuego se apagó, el pueblo amontonó piedras sobre el lugar.9
“A la mensajera de Dios se le mandó a escribir lo siguiente, y fue publicado en The Signs of the Times, mayo 5, 1881.
Por un manto babilonio y un insignificante tesoro de oro y plata, Acán consintió venderse al mal, a acarrear sobre su alma la maldición de Dios, a renunciar a su derecho a una hermosa posesión en Canaán y perder toda posibilidad de la herencia futura e inmortal en la tierra nueva. Pagó un precio terrible por sus ganancias mal habidas.
Aquellos que, como Acán, abrigan el egoísmo, la avaricia y el engaño, pueden estar seguros de que el ojo de Dios está sobre ellos. Tal como descubrió a Acán, Él los descubrirá. Tal como pronunció una maldición sobre Acán, ciertamente pronunciará una maldición sobre ellos.
“Todos deberían ver un paralelo íntimo entre este evento y la santidad del diezmo de Dios, la santidad de lo que Dios llama suyo. El Padre te llama un mensajero suyo, su propiedad. Le perteneces. Porque eres suyo, ¿será correcto y apropiado que esos individuos te juzguen y hagan afirmaciones negativas y te presenten—a un mensajero de Dios—en un aspecto desfavorable?”
Ahora, el Heraldo da un paso adelante. Junto a él están Perceivous, el ángel Guía y el ángel Anunciador. El Heraldo mira hacia el ángel Anunciador, se vuelve hacia mí y dice: “Hoy se establece una marca en los libros, y se ha colocado en las frentes de los que están en ‘las casas de marfil’ que han tomado lo que le pertenece a Dios. Es la condena final de los que han presentado declaraciones falsas y acusadoras acerca del mensajero de Dios. Los padres acusadores, junto con cada uno de sus hijos, han recibido la marca. Cada uno se enfrentará a la condena de Dios. El Padre toma muy seriamente sus instrucciones y sus mandatos.”10
Entonces el Heraldo dice, “Aquellos que te han atacado verbalmente sepan en el día de hoy que Dios derramará su ira sobre cada acusador. Tendrá por responsable a cada uno de ellos por la falta de respeto que te han mostrado, por el consejo que han pisoteado y por las cosas que han escrito contra ti. Éste es un tiempo, y en este tiempo se cumplirá lo que está escrito en Amós 3:15.
Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová.

“Sabed vosotros, los de las ‘casas de marfil,’ que habéis provocado la ira de Dios.”
El Heraldo vuelve a mirar al ángel Anunciador. Entonces, él, Perceivous y el ángel Guía dan un paso hacia atrás. El ángel Anunciador me mira y entonces vuelve la mirada hacia la pizarra blanca. Todo lo escrito cae al suelo, como si fuese hojas. En ese momento me doy cuenta de que todas las citas y el resto de la información había aparecido en la pizarra. El ángel Anunciador se vuelve hacia mí y dice, “Ahora vamos a aprender de Rahab.” Cuando habla, las siguientes palabras aparecen en la pizarra en letras mayúsculas grandes: LA CASA DE RAHAB.
El ángel Anunciador continúa, “También aprenderemos por qué se escribió lo siguiente.” Mientras él habla, estas palabras aparecen en la pizarra blanca:
Benditos Sean Aquéllos
que Creen Antes de que
Aumenten las Pruebas
El ángel Anunciador explica, “Un tiempo antes de que cayeran los muros de Jericó, sus habitantes se burlaban del Creador, el Dios de los israelitas, el Padre celestial. Mientras esa ciudad fortificada se burlaba de Dios, llevaba una vida idólatra y adoraba a la luna.
“En una casa construida entre los muros de esa ciudad rica, la cual había sido edificada sobre una colina, vivía una joven llamada Rahab. Aunque su vivienda era pequeña, podía recibir visitas. Rahab era de baja calaña, una prostituta que mantenía a sus padres y hermanos con su trabajo sexual, entregándose a los placeres de muchos hombres. La gente de la ciudad observaba que hombres la visitaban día y noche.
“Mientras servía a sus visitas, los escuchaba hablar y discutir las cosas que ellos habían visto desde el terreno alto donde ellos vivían. Sus clientes ricos hablaban de las hazañas asombrosas del Dios de Israel. Mientras escuchaba a cada hombre admitir su temor del poder del Dios israelita, en su corazón nació hambre por una vida mejor. Cada día veía muchas cosas desde su ventana. Sin embargo, su fe no se fundamentó en lo que veía, sino en lo que había escuchado.
“Cuando Josué envió a dos jóvenes a espiar la ciudad, ella los recibió en su casa, y los escondió en el techo bajo puñados de lino. Ella y los hombres acordaron que, a cambio de su protección y de mantener secreta su visita, cuando los israelitas tomasen la ciudad les perdonarían la vida a ella y a su familia. Para ayudar a los espías a escapar, consiguió una soga roja y los bajó por una ventana que miraba al valle. Después de que se fueron los espías, ató la soga a la ventana para marcar su vivienda como un sitio que debía ser protegido durante la destrucción.
“Debes entender que, en lo espiritual, Rahab no ocupaba una situación ideal para llegar a ser creyente en el Dios verdadero de los israelitas. Ella formaba parte de una cultura pagana pervertida. Pertenecía a una ciudad tan malvada que, igual a Sodoma, estaba bajo la condena de Dios. Ella no había tenido la oportunidad de beneficiarse del liderazgo piadoso de Moisés ni Josué. No obstante, Rahab tenía una ventaja—había oído de los hombres con quienes se relacionaba que los israelitas debían ser temidos. Había oído las historias de su escape de Egipto, del cruce del Mar Rojo, de sus andanzas por el desierto y su reciente victoria sobre los amorreos. Aprendió lo suficiente para llegar a una conclusión acertada y salvadora. Dice Josué 2:11:
‘Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.’
“A pesar de tener un fundamento limitado para su fe, Rahab creyó que el Dios del cielo es el único Dios verdadero. Ella creyó antes de ver la evidencia—la caída de los muros de su ciudad.”
El ángel Anunciador vuelve a señalar a la pizarra blanca, y mientras habla, estas palabras vuelven a aparecer, esta vez de un hermoso color dorado.
Benditos Sean Aquéllos
que Creen Antes de que
Aumenten las Pruebas
El ángel Anunciador explica que, tal como dice Hebreos 11:31, el Padre halló mucha gracia para esta joven cananea.
Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
El ángel Anunciador también menciona que Rahab habló con sus familiares, y ellos le creyeron, a diferencia de la familia de Lot. Es más, muchos atestaron su casita durante la semana cuando los israelitas marchaban alrededor de la ciudad. La crónica está escrita en Josué 6:17, 22, 23.
Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos… Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis. Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera del campamento de Israel.
Sigue diciendo el ángel Anunciador, “Dios había mandado a destruir todas las rameras madianitas que habían entrado al campamento de Israel mientras se preparaban para cruzar el Río Jordán. Con una plaga también destruyó a los 24,000 israelitas que habían pecado con ellas (Números 25 y 31:15, 16). Sin embargo, Dios perdonó la vida de Rahab, una ramera cananea, a quien su pueblo consideraba una pecadora desgraciada, y aun les perdonó la vida a todos sus familiares y protegió todo lo que tenía.”
El ángel Anunciador añade, “Nosotros los que servimos sabemos que los que han sido creados a la imagen de Dios no pueden ver ni comprender cómo el que está sentado en su trono ve.” Mientras él habla, las siguientes palabras aparecen en la pizarra blanca:
Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Ahora, el ángel Guía se acerca, y el ángel Anunciador da unos pasos hacia atrás. El ángel Guía mira la pizarra blanca y, como antes, todas las palabras se caen, como las hojas de un árbol. Todo lo que había estado escrito en la pizarra ha desaparecido.
El ángel Guía se aproxima más hacia mí y dice que me va a mostrar una comparación entre Acán y Rahab. La pizarra blanca, que siempre ha sido una sola, ahora se divide y se convierte en dos distintas pizarras blancas.
En el centro de la pizarra a la izquierda aparece la palabra | En el centro de la pizarra a la derecha aparece la palabra | |
ACÁN | RAHAB | |
Un soldado israelita |
Una prostituta cananea |
|
Escondió lo robado debajo de su tienda |
Escondió a dos espías en su techo |
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Causó la muerte de su familia y 36 soldados israelitas |
Salvó su vida y la de sus familiares |
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Fue ejecutado |
No fue ejecutada |
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Su castigo se convirtió en una advertencia “hasta hoy” |
Llegó a formar parte del linaje israelita “hasta hoy” |
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Fue sacado de Israel |
Fue sacada de Jericó |
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Su nombre se asocia con un montón de piedras en el Valle de la Desgracia |
Su nombre aparece entre los fieles mencionados en Hebreos 11 |
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Provocó el fin de su linaje |
Llegó a formar parte del linaje de Jesucristo |
“Acán, de la tribu de Judá, deliberadamente desobedeció los mandatos de Dios, justo cuando los israelitas comenzaron a ver el cumplimiento de las amenazas y promesas de Dios. Lo mismo está sucediendo hoy. Justo cuando los que son de la verdadera iglesia comienzan a ver el cumplimiento de las amenazas y las promesas y experimentan milagros, hay quienes deliberadamente no sólo desobedecen los mandamientos de Dios, sino también sus nuevos mandatos.11
“Hay quienes están sucios espiritualmente, y hieden desde la cabeza hasta los pies. Sin embargo, se envuelven a sí mismos en una sábana blanca y limpia y señalan a los demás con un dedo de desaprobación. Acusan de desnudez a los que están limpios, sin el hedor del pecado y cubiertos con el manto de la justicia de Cristo, porque son veraces y cumplen con lo que Dios les pide. Aquellos que se envuelven en una sábana blanca crean fábulas y cuentos, y señalan con un dedo acusador a los que se esfuerzan por formar parte del remanente de Dios.”
Dice el ángel Guía que cuando las palabras desnudo o desnudez son mencionadas, los que tienen una actitud puritana auto colocada, no comprenden de qué se está hablando. Sin embargo, éstos son los incapaces de ver un cuadro y comprender todo lo que representa.
Alzando la mano, el ángel Guía señala hacia el costado del salón y dice, “Recibiste un mensaje llamado ‘Dos autos,’ fechado el 12 de marzo de 2010. Algunos no comprendieron ese mensaje.” Mientras las palabras se desplazan, recuerdo lo siguiente.
Ahora el Heraldo me dice que, junto con Becky, debe llevarme a otro lugar. Ahora nos encontramos en un salón grande, de color rosado claro. Allí hay miles de personas que tienen puestas muchas prendas de ropa, incluyendo abrigos gruesos, guantes, sombreros, y botas encima de sus zapatos. Muchos cargan una mochila sobre la espalda. Tienen consigo cajas, baúles, carretillas y maletas.
Cuando miro hacia el techo, veo pintado un compás sin aguja. Está pintado en el centro del techo. Los indicadores del norte, sur y oeste están a la misma distancia del centro. Sin embargo, el indicador hacia el este (el oriente) es tres veces más largo y señala hacia las únicas puertas que tiene el salón. Hay dos puertas que se abren hacia afuera, formando una abertura estrecha con escasamente suficiente espacio para que pase una persona.
Las puertas sólo las puede abrir un aparato que está encima de las puertas. El aparato parece un reloj, pero sin cara, sólo tiene una manija que se mueve muy lentamente. Encima y hacia la izquierda hay una tolva de oro transparente. Tiene bolas plateadas, grandes y redondas que resplandecen. Cuando la manija única señala hacia arriba, las bolas caen de la tolva, una a la vez, a lo largo de un carril y caen en un recipiente, cosa que da ímpetu a la manija del reloj. Cuando la manija única casi señala hacia arriba, una bola casi ha llegado al recipiente y otra toma su lugar. Entonces la manija única comienza nuevamente su trayectoria alrededor del reloj. Ya quedan muy pocas bolas en la tolva. Una vez que la última bola haya atravesado el aparato, las puertas se abrirán por un tiempo muy breve y entonces se volverán a cerrar, para no volver a abrirse jamás. Los que no pasen permanecerán en el salón para siempre.
Becky y yo comenzamos a decirles a las personas que ya casi se han agotado las bolas; las puertas se abrirán pronto y necesitan prepararse para pasar. Les explicamos que tienen que dejar sus cajas, maletas, baúles y la cantidad de ropa que llevan puesta, de otra manera no van a caber por la puerta. Sin embargo, no nos hacen caso y muchos nos dan la espalda y se forman en grupos. Muchos se burlan y ríen de nosotros. Algunos de los grupos tienen un hombre que se torna en dirigente. Él se sube encima de algunas de las cajas para hablar a los grupos grandes de personas, enseñándoles acerca de un gran plan que él tiene. Él les instruye diciendo que ellos van a ser salvos si le escuchan a él. Él les mostrará cómo salir del salón. Algunos de los hombres dicen que la gente se salvará si los escucha a ellos, pero que deben darles algunos de sus bienes para ayudar a preparar a otros para ser salvos. Dicen que cuesta mucho salir, pero que pronto tendrán su libertad si confían en lo que se les enseña.
Algunos de los grupos proponen que cada uno tenga en la mano una caja, maleta o baúl y cuando las puertas se abran, van a correr hacia ellas. Aunque les dijimos que no cabrían con su equipaje, ni nos escuchan ni nos creen. A otros grupos se les enseña que es un acto fraternal cargar a otro hermano mientras que él lleva una caja, maleta o baúl. Nuevamente tratamos de mostrarles que por la abertura sólo cabe una persona, que no hay espacio para que nadie traiga sus efectos personales. Les volvemos a explicar que las puertas sólo estarán abiertas un tiempo muy corto y que entonces se cerrarán. Todos los grupos tienen a alguien que les está enseñando que todo les irá bien y que podrán pasar.
Mientras Becky y yo enseñamos a la gente, nos deshacemos de nuestros efectos personales. Entonces notamos que algunos otros comienzan a hacer lo mismo. Sin embargo, hay otros que se apresuran para recoger o vender las cosas que hemos descartado. Seguimos mirando hacia el aparato con el reloj y sabemos que quedan muy pocas bolas. Nuevamente le decimos a la gente que se deshagan de sus pertenencias, porque las puertas se van a abrir muy pronto. Sin embargo, se ríen y burlan de nosotros. Sintiendo tristeza por ellos, nos dirigimos hacia las puertas. Nos paramos junto al umbral con un grupo pequeño y tarareamos el himno, “Tal como soy”. Me doy vuelta y veo que los otros grupos están absortos en lo que los otros hombres les han enseñado.
Ahora, la última bola sale de la tolva. Al rodar por el carril, el aparato se torna un color azul hermoso. Cae al recipiente y se oye una voz sin igual que dice, “Porque fuiste fiel en las cosas más pequeñas, te otorgo las cosas más grandes. Entra en todo lo que he creado para mis amados fieles.” Entonces se abren las puertas y salimos, uno a la vez. Los otros grupos que estaban atrás notan las puertas abiertas y corren hacia ellas, pero no pueden pasar debido a su equipaje. Algunos tratan desesperadamente de deshacerse de sus pertenencias, pero ahora las puertas comienzan a cerrarse. Oigo sus gritos y llantos. Las puertas se cierran y jamás se volverán a abrir. Ahora noto que cada uno en nuestro grupito resplandece con una luz brillante que nos rodea.
Con mi mano izquierda he tenido a Becky de la mano, y ahora alguien toma mi mano derecha. Me doy vuelta y veo al Heraldo. Me sonríe y me dice que me aferre fuertemente de la mano de Becky. Todos nos damos vuelta, caminamos a través de una pared y nos encontramos parados en un pasillo. El Heraldo me llama por mi nombre celestial, nos mira a mí y a Becky y dice, “Lo que acaban de ver y experimentar tiene un significado más profundo. Alcancen a los que puedan, pero, sobre todo, prepárense ustedes mismos, porque el tiempo de salida es corto antes de que sean sellados los que van a ser sellados. Los que quieren salir no desean nada del sitio de donde vienen. Los que salgan dejarán lo que tienen, porque todo les espera. Sean fieles y mantengan sus ojos fijos en el reloj.
El ángel Guía explica que los que pasan por las puertas muy estrechas son los que están dispuestos a abandonar todo lo que pertenece a este mundo. Cuando Dios pide que su pueblo abandone todo—que renuncie todo pecado—Él espera que ellos entiendan que los que traten de vestirse con varias “capas de ropa” no cabrán por las puertas que llevan a la vida eterna.
No obstante, hay quienes eligen seguir vistiendo sus “capas de ropa.” Como resultado, están sucios y su hedor es grande. Ellos toman una sábana blanca, se envuelven en ella y andan en su propia justicia.12
“Para los que no entienden: Es una comparación entre los verdaderos creyentes adventistas del séptimo día—la iglesia remanente de Dios—y los israelitas. Pero estos desobedientes en su auto colocada sábana de injusticia, son como Acán. Tanto los individuos que componen ‘las casas de marfil’ como sus pertenencias, serán destruidos. No sólo van a perder los tesoros terrenales que han codiciado y robado, sino que perderán la vida eterna que han anhelado. Los dirigentes de cada familia traerán sobre sí mismos y sus hijos una muerte terrible, y todos perderán la vida eterna.
“Rahab, una cananea pagana que vivía en Jericó mantenía a sus padres, hermanos y otros familiares con su trabajo como prostituta. Ella vivía en un albergue humilde dentro de los muros de Jericó. Tenía una ventana pequeña donde podía mirar y observar a los viajeros ir y venir. Pero allí, en su humilde albergue, ella servía a muchos hombres. Ella vivía en un lugar donde otra gente podía ver el ir y venir de los hombres. Muy por encima de allá, en otra parte de Jericó, vivía la gente rica. Por su vida y su servicio, se la consideraba inferior, la más baja de todos.
“Cuando los hombres la visitaban, ella les preguntaba de la huida de los israelitas de Egipto, guiados por un hombre llamado Moisés. Los oyó contar de la apertura del Mar Rojo y cómo toda esa gente cruzó en tierra seca. Oyó decir que viajaron por muchos años, sin embargo, ni su ropa ni sus zapatos se desgastaron. Le maravilló oír que cada día los israelitas hallaban en el suelo un alimento blanco y pequeño (el maná). Cada sexto día lo recogían y guardaban para el día siguiente, el cual llamaban el sábado. Le encantaba escuchar las historias que le contaban.
“Al escuchar estas historias, llegó a creer en el Dios de los israelitas. Entonces, Dios la probó. Por fe accedió al pedido de refugio de los espías, aunque eso puso en riesgo su vida y la de sus familiares.13
Esto la obligó a mentir deliberadamente no sólo a los guardias, sino al mismo rey. Su gran fe se basaba en las historias que había oído. Por consiguiente, Dios no sólo salvó la vida de Rahab y la de todos sus familiares, sino que protegió todos sus bienes terrenales de la destrucción. No sólo le perdonó sus pecados, sino que también le dio un lugar de honor entre los israelitas. Fiel a su promesa, Dios halló en Rahab alguien en quien Él podía confiar. De Rahab se puede escribir: Bendita fue la que creyó antes de ver cualquier evidencia tangible.“Dios no sólo bendijo a Rahab, una prostituta, sino también a Rut, una moabita pagana, y las incorporó a su pueblo escogido. También hizo que ambas fuesen antepasadas del rey David y de su Hijo, Jesús.
“La genealogía pecadora de Rahab y Rut culminó en María, cuya pureza la distinguió como lo opuesto a ellas. María jamás había estado con un hombre, pero dio a luz a Jesús; y por su vida perfecta, Jesús interrumpió el largo registro del pecado. Él demostró que los seres humanos pueden vivir vidas irreprochables, a pesar de su genealogía pecadora, como los antepasados de Rahab y Rut.”
El Heraldo se dirige hacia el frente del salón y señala a la pizarra blanca, como diciendo que esta parte de la clase ha terminado. Al señalar la pizarra blanca, ésta se desliza por la pared y disuelve en agua, la cual queda absorbida por el piso.
Me dice el Heraldo que ahora debe mostrarme otra cosa, y pide que yo y todos los ángeles presentes vayamos con él a un lugar. Alzo mi mano derecha y al instante me encuentro parado junto a un arroyo grande que tiene muchos árboles a cada lado.
A lo lejos veo las ruinas de muchos edificios destruidos y abandonados. El Heraldo dice que, para entender el futuro, a veces es necesario que nos recuerden el pasado. A veces olvidamos que se nos ha dicho lo que traerá el mañana y es necesario que nos lo recuerden.14
Recibiste un mensaje que titulaste, “Eventos finales y la primera cena,” fechado el 12 de diciembre de 2012. Hoy día no ha cambiado nada de ese mensaje. Hay algunos que se esforzarán por impedir que obres como un mensajero de Dios. Lo que no se entiende claramente es el por qué. Los que te condenan luchan con su agenda, porque los controla Satanás. Pero también hay que comprender que Dios destruirá a los que hablan y preparan declaraciones dañinas de su mensajero.”
El Heraldo y yo nos dirigimos hacia uno de los árboles. Él señala al suelo, y de la tierra junto a la orilla aparece un tipo de butaca reclinable, pero como anteriormente, toda hecha de agua. Me invita a sentarme y recostarme. Señala al arroyo grande, y de él veo salir una lámina de agua.
Dice el Heraldo, “Debes recordar el mensaje en el sueño titulado ‘Eventos finales y la primera cena.’ Después de leer este trozo pequeño, todos deberían leer el sueño completo y recordar su importancia.”
Él señala hacia la lámina de agua, y lentamente aparecen palabras en el medio de la lámina. Mientras leo, las palabras suben a lo largo de la lámina, y cuando llegan a la parte superior, las palabras sencillamente caen hacia atrás.
El Heraldo y yo subimos más alto por el aire. Es sábado por la mañana, y vemos que sube un humo negro de muchas iglesias Adventistas del Séptimo Día alrededor del mundo. Al mismo tiempo, veo que algunas iglesias no sufren daños. Veo a muchos que se reúnen en compañías pequeñas para adorar a Dios debidamente. Muchos se reúnen en iglesias casa. También veo que iglesias de otras religiones no sufren daños, porque todavía no han recibido la luz.
Ahora me lleva a una extensión de agua que parece un mar de vidrio puro. De repente me doy cuenta de que Jesús está de pie junto a mí. Me llama por mi nombre celestial, señala hacia el cielo azul oscuro, y me manda a registrar estas palabras, para que todos las lean. Cada palabra aparece en un color dorado oscuro con bordes blancos brillantes.
Benditos Sean Aquéllos
que Creen Antes de que
Aumenten las Pruebas
Cuando me doy vuelta, veo que dondequiera que miro, las palabras se ven reflejadas perfectamente en las aguas cristalinas, como en un espejo, pero las letras no se ven al revés. No importa dónde mire, veo su mensaje clara y perfectamente. Ahora Jesús pregunta cuántos esperarán ver una señal antes de creer en sus mensajes. Para muchos, la prueba final llegará en un abrir y cerrar de ojos. Para ellos será demasiado tarde. Jesús guarda silencio, mira hacia abajo y entonces hacia arriba, y dice, “Tal como he preguntado tantas veces, ¿hallaré fe? ¿Hallaré fe antes de que aumenten las pruebas”? Jesús me toma de la mano derecha y al caminar sobre el agua, siempre vemos las palabras delante de nosotros. Mientras caminamos, Jesús revela que Él ve en muy pocos la fe que ha pedido de muchos. Dice que muchos son los llamados, pero pocos los escogidos; muchos son llamados, pero pocos eligen. Dice que Dios ha enviado muchos mensajes por medio de profetas. Sin embargo, ellos han sido odiados, algunos han sido asesinados o calumniados, y la mayoría ha hecho caso omiso de sus mensajes.
El sueño cambia, y ahora estamos caminando por una de las calles de oro en el cielo. Es la misma calle por la cual caminé con Jesús en mi sueño titulado, “Un Cuadro del Cielo”. Jesús me dice que apenas fue “ayer” que caminó conmigo por esa calle, que prometió sanarme y me pidió que compartiera sus mensajes. Me explica que Satanás entró y trató de destruir los mensajes, y que yo caí y pedí perdón. Me explica que Él me levantó y volvió a cubrir con su manto. Me recuerda que los críticos pronto esparcieron comentarios negativos acerca de mí, y la directiva de la iglesia rápidamente descartó los mensajes que yo compartía.
Jesús se detiene y me recuerda que antes de que yo fuera concebido, Dios había escogido mi nombre, Ernesto, que significa verdad, y también mi papel de mensajero para su iglesia. Me explica que debo servir como Elías para llamar al pueblo al arrepentimiento. Dice que también debo servir como Juan el Bautista, para dar amonestaciones cuando Él me pida que lo haga. Tal como Juan el Bautista preparó un pueblo para su primera venida, yo debo preparar un pueblo para su segunda venida.
Comenzamos a caminar de nuevo y Jesús me dice lo siguiente. Él ha preguntado si hallará fe cuando regrese. Dios les ha pedido a muchos profetas hacer cosas que nunca se les pide a otros que hagan. Ésas son señales de fe. Moisés, Abraham, Ezequiel, Isaías, Oseas, Elías y Juan el Bautista son algunos de los profetas a quienes se les pidió que mostrasen fe. Jesús dice que yo he mostrado fe al compartir fielmente los mensajes de Dios, incluyendo las amonestaciones.
Nos detenemos de nuevo, y Jesús se dirige hacia mí y enfatiza que los que hablan y hacen cosas en contra de los profetas de Dios, los que pisotean sus mensajes y esparcen mentiras y acusaciones falsas, estarán en pie para recibir su ira. Pronto se derramará su ira sobre la faz de la tierra.
El Heraldo señala hacia la lámina de agua, y ésta cae de nuevo en el arroyo. Dice el Heraldo, “Tal como ha ocurrido antes, hay quienes son usados por Satanás, y es importante comprender que debe llevarse a cabo un tamizado. Aquellos que ven mucho valor en el marfil, también son los que se ciegan con las riquezas del oro, la plata, los diamantes y las joyas preciosas. Pero el Padre ve a los que depositan sus tesoros en el cielo. Seguramente también ve a los que dan al marfil un sitio alto entre sus prioridades.
“Tal como Acán fue destruido, junto con su familia y todo lo que le pertenecía, el Padre en su trono ha visto las acusaciones que han hecho en contra tuya, su mensajero. Él ha jurado solemnemente destruir a todos los que se han alzado en contra tuya. A esos individuos, la historia de Acán es un recordatorio de que ellos no han recibido la marca especial de Dios, sino que han sido marcados con la palabra ‘culpable.’ Han sido marcados para recibir la ira de Dios.
“En otro mensaje titulado, ‘Dos autos,’ fechado el 12 de marzo de 2010, se te mostró algo que muchos no han comprendido.” Vuelve a señalar al arroyo grande, y de allí sale una lámina grande de agua. Cuando señala hacia la lámina, lentamente aparecen palabras en el medio. Mientras leo, las palabras suben a lo largo de la lámina y, nuevamente, caen hacia atrás cuando llegan a la parte superior.
Nuevamente cambia mi sueño e instantáneamente me hallo afuera, observando desde un ángulo superior. Veo que varios hombres se quitan sus túnicas negras y las colocan en una máquina lavadora grande. Añaden varios litros de detergente para ropa y varios litros de lejía. Después de lo que parece unos minutos, sacan las túnicas y deciden que no están suficientemente blancas. Deciden volver a lavarlas y añaden varios paquetes de tinte blanco. Después de unos minutos, las sacan y comentan que todavía no están suficientemente blancas. Deciden rociarlas con pintura para telas. Entonces colocan un número siete grande y dorado al frente de cada túnica y se las ponen, y se cuelgan fajines plateados y azules alrededor de sus cuellos.
Entonces, los hombres van y se paran frente a un durazno gigantesco, y se dan vuelta hacia muchas personas, las cuales se inclinan y arrodillan frente a ellos. Muchos repiten el sonsonete, “Enséñennos, ustedes los ilustres; les escuchamos y ustedes nos dirán qué debemos hacer”. Ahora subo más alto por el aire y vuelvo a ver a esos hombres enfrentarse al durazno gigantesco. Cuando miro hacia la derecha, veo caer una gran piedra que aplasta el durazno gigantesco. La piedra desaparece y veo bajar del cielo lo que parecen ser muchas pequeñas ascuas ardientes que queman el sitio donde estaba el durazno. Tanto el durazno como todos los hombres y los que se arrodillaban han desaparecido.
El Heraldo, quien me ha tenido de la mano todo este tiempo, me llama por mi nombre celestial y me dice que lo que acabo de observar puede ocurrir, pero que debemos comprender que Aquél que está sentado en el trono y conoce todas las cosas sabe lo que es mejor y puede ser que no permita que esto ocurra.
El Heraldo vuelve a señalar hacia la lámina de agua, y ésta vuelve a caer en el arroyo. Él dice, “En la vida de muchos no ha existido la paciencia. Jesús ha preguntado muchas veces, ‘¿Hallaré fe cuando regrese?’ Todo lo que se ha visto y dicho hace que el Padre llore grandemente. Le duele pensar que hay algunos que siguen dudando y desean creer a los que malinterpretan y señalan acusaciones. Hay muchos ejemplos de ocasiones cuando Dios ha probado la fe de ciertos individuos. Muchos se adelantan y proclaman, ‘Aquí estoy para que me uses,’ pero cuando Dios les da una tarea, y les pide que hagan lo que les pide, cambian de parecer. Ellos no pueden ser usados.
“Sin embargo, en cuanto a los de las ‘casas de marfil,’ Dios se ha ofendido grandemente por la manera como han tratado a su propiedad. Las cosas que Acán se robó pertenecían a Dios. Las declaraciones que han sido hechas en cuanto al carácter del mensajero de Dios y de su ministerio son igual a lo que Acán robó. Aquellos que han robado la credibilidad del mensajero del Padre recibirán su ira.”
El Heraldo baja la cabeza y reina el silencio. Entonces, alza la vista y con una mirada muy solemne me dice que en ‘las casas de marfil’ están los que salen, colocan una caja en el suelo y se suben encima. Desde allí pregonan que nadie aún debe tomar en cuenta las advertencias, las reprimendas, las instrucciones y los consejos dados en este mensaje. Ellos señalan los errores de los que caminan con Jesús, y siguen un mapa que Dios ha mandado que sus escogidos sigan. Explica el Heraldo que, tal como en ‘las casas de marfil’ y a lo largo de la historia, siempre ha habido quienes se alzan, difunden información falsa y señalan con el dedo acusador a los mensajeros de Dios. Señalan y se ríen de los profetas de Dios. Ridiculizan, como los que criticaban a Noé mientras construía el arca. Luego, después de que la puerta del arca se cerró, se quedaron afuera riéndose de Noé y de su familia. Cogieron piedras y las arrojaron a la puerta, mientras se reían y lo ridiculizaban.15
El Heraldo se acerca y coloca sus manos sobre mis hombros. Me llama por mi nombre celestial y dice, “He aquí una cita corta tomada de lo que Dios le mandó a escribir a su mensajera. Aparece en el tomo 1 de Mensajes selectos, pp. 76, 77
Pero ¿ha fallado la palabra del Señor? ¡Nunca! Debiera recordarse que las promesas y amenazas de Dios son igualmente condicionales.
“Ten en cuenta que lo que Dios promete y lo que amenaza son iguales. Sobre los que dudan, los que comparten chismes y publican declaraciones negativas para robar la credibilidad de su mensajero, Dios ha dicho que derramará su ira. Lo que Él dice, Él cumple.
“Debes saber que los que andan orgullosamente hablando de ti como mensajero de Dios, y roban tu credibilidad como mensajero, recibirán su ira. A los que moran en ‘las casas de marfil,’ a los que han hablado y publicado sus falsedades, Dios ha hecho una promesa y también una amenaza. Debes saber y creer que Dios ha colocado en sus frentes una marca que dice, ‘CULPABLE.’ El ángel destructor los visitará a ellos y a sus hijos. Recibirán una porción grande de la ira del Padre, tal como la recibieron Acán y los que quedaron fuera del arca.”
El Heraldo da unos pasos hacia atrás, y Perceivous viene y se para frente a mí. Pide mi mano, porque quiere llevarme a un sitio muy especial que a ella le gusta. Dice, “Éste es un lugar que yo visito con mucha frecuencia.” Extiendo mi mano y me levanto de la butaca reclinable tan cómoda. Ahora, se disuelve hacia el suelo y vuelve a integrarse al arroyo.
Mientras nos elevamos lentamente del suelo, miro hacia abajo al sitio donde estábamos, pero no lo reconozco. Cuando miro hacia arriba, veo que estamos ascendiendo más y más. Pronto estamos tan alto, que puedo ver la tierra a lo lejos. Tengo una sensación de calidez, pero sé que donde estoy no hay aire para respirar y debe hacer mucho frío. Yo no debería poder existir en este lugar. Desde mi punto de vista, veo el planeta entero con la luna cerca. Es un cuadro que ningún telescopio puede proveer. Me dice Perceivous cuánto disfruta venir aquí y simplemente observar este panorama maravilloso.
Perceivous toma mi mano derecha, y me doy cuenta de que detrás de mí están el Heraldo, el ángel anunciador, el ángel Guía y un sinnúmero de otros ángeles. Es entonces que me pregunto si Dios ha despedido a todos los ángeles mientras Él se lamenta, llora, solloza y está de luto por los que ama más de lo que somos capaces de comprender.
Dice Perceivous, “Mientras te escucho reflexionar en cuanto a la divinidad de Dios, debe entenderse que, con Él, Él es la fuente de todo amor. Con Él yace la tarea difícil, gravosa y ardua de destruir a los que ama. Éstos son los que Él sabe no serían felices en el cielo. Él sabe que ahora es el tiempo de destruir a los que andan y luchan como Acán.”
Perceivous sigue diciendo, “Entiende que yo miro hacia esta tierra que Él creó, la misma tierra que Él ama tanto. Su amor por los que ha creado a su imagen es tan grande que permitió que su Hijo, su único Hijo que siempre estuvo sentado junto a Él, viniese a esta tierra y fuese sacrificado por todos los que Él había creado. Lo único que pide es que cada uno crea en Él.
“Entiende que lo que yo veo, Él ve. Con sus ojos Él ve una tierra que Él creó y puso en ella seres distintos a los que hay en todo el universo. Ahora, Él tiene que destruir a algunos que fueron creados a su imagen. Ahora debe retirar de ellos el aliento de vida—la parte de sí mismo que le dio a cada uno cuando fue creado.”
Perceivous coloca la otra mano sobre la mía y explica, “En mi caso, yo sólo conozco esta tierra, porque cuando entró el pecado, yo fui creada para ayudar a los que serían procreados. A diferencia de todos los que están reunidos aquí, yo no conozco las cosas que ocurrieron desde cuando tú llamas el tiempo en el principio. Yo no estaba presente cuando el que se llama la Verdad fue creado para observar la creación del primer ángel. Yo no estuve presente cuando la Verdad defendería el honor y la integridad de Dios.
“Pero yo vengo aquí, porque éste es el lugar que he llamado mi hogar. Mi corazón está aquí, con todos los que he ayudado a tomar su primer aliento al nacer. Fui creada para acompañar a cada uno cuando cae, para enjugar las lágrimas de sus ojos y rodearlos con mis brazos consoladores.
“Entiende que yo rodeo a cada uno con mis brazos; yo enjugo las lágrimas de sus ojos; yo recojo a los que caen, y estoy presente cuando toman su primer aliento. Es el Padre quien hace todo esto a través de mí, y mucho más. Recuerda que, a causa del pecado, Él mismo no puede hacerlo, pero a través de mí Él siempre puede estar con cada uno.”
Perceivous calla, como tratando de no llorar. Su voz suave y sus palabras alentadoras hablan del gran amor que el Padre tiene hacia cada uno de nosotros. Ella vuelve a hablar, “Ésta es la razón por la cual esto es tan difícil para Dios. Se trata de su ira a causa de lo que ha visto; se trata del rechazo constante de los que no muestran interés en hacer lo que Él ha ordenado; es el saber que los mismos de los cuales habló, los que planeó antes de que se colocasen los fundamentos de la tierra, se niegan a hacer lo que Él pide. Rehúsan hacer su voluntad. Al contrario, hacen su propia voluntad. Es el estar viendo las cosas pecaminosas que está haciendo la organización Adventista del Séptimo Día.”
Perceivous se da vuelta y se para frente a mí. Toma mis dos manos, sonríe, me llama por mi nombre celestial y dice, “Viejo creado, llamado Verdad y llamado para servir: Es con grande angustia que el Creador solloza y siente un temor grande y profundo, una gran ansiedad y una gran preocupación por la condición de la humanidad—los creados a su imagen. Él llora porque está tremendamente preocupado por cada individuo en esta tierra.
Es con una tremenda angustia que Dios ve lo que ‘las casas de marfil’ han escrito y publicado, sabiendo quién tú eres, cómo y por qué fuiste creado, y el hecho de que sirves en verdad, desde lo más profundo de tu ser. Guiados directamente por Satanás, ellos incluyen a muchos otros que no se dan cuenta quién es el que realmente los conduce a cometer pecados imperdonables en contra de los que Dios ha llamado. Es por ellos que Él agoniza, porque sabe que ha llegado el momento de castigar. Nosotros, los que servimos, mientras observamos y comprendemos la seriedad y las consecuencias eternas del hablar y publicar informes falsos, hallamos que sólo hay una palabra que describe lo que han hecho los de ‘las casas de marfil:’ ¡INCREÍBLE!”

Perceivous suelta mis manos y se da vuelta para mirar el cuadro de la tierra con la luna en órbita alrededor de ella. Ambos podemos distinguir los detalles pequeños de las nubes que cubren distintas partes de la tierra. Sé que esas partes están recibiendo lluvia, nieve o algún otro tipo de actividad climática fuerte. En algunas partes hay tornados o huracanes; en otras partes hay inundaciones, y aún en otras partes del mundo hace un calor insoportable.
Perceivous gira la cabeza, me mira, me llama por mi nombre celestial y dice, “Debo mostrarte una cosa más que ocurrirá pronto. Ya has visto que hay varias cosas que van a suceder inmediatamente. Pero, recuerda que tu tiempo es distinto a lo que es en realidad. Todas las señales están en su lugar, y los que son malvados permanecerán malvados y recibirán la condena de Dios. Cada uno recibirá una porción específica y medida de la ira de Dios. Los que son ignorantes serán castigados, pero los que han tenido mucha luz recibirán una porción grande de su ira.”
Perceivous sigue diciendo, “Pronto, Jesús va a salir del Lugar Santísimo. Entonces, se preparará para recibir a los que son suyos. Sin embargo, antes de esto, ocurrirá un tiempo distinto a cualquiera.” Se da vuelta y mira hacia la tierra. “Pronto, muy pronto, ocurrirá un evento que tomará de sorpresa a muchos en la tierra. Muy pronto llegará el tiempo más oscuro de la tierra—‘a la medianoche,’ como si anunciara una nueva y brillante mañana de primavera. La superficie de la tierra se sacudirá fuertemente y en muchas partes del mundo se abrirá. Ciertos individuos específicos saldrán rápidamente de la tierra donde han estado durmiendo el sueño de la muerte. No saldrán sucios del polvo de la tierra; tampoco aparecerán envejecidos, discapacitados ni deteriorados. También saldrán de las profundidades del mar, y de sitios que sólo un ángel marcador hubiese marcado como un lugar de descanso.
“Pronto, muchos verán esta resurrección parcial. El que tiene las llaves de la muerte resucitará a un grupo selecto de individuos: Los que han muerto en la fe del mensaje del tercer ángel, desde que Jesús comenzó su obra en el Lugar Santísimo. Los resucitados sirvieron a Jesús con su vida dadivosa.
“Pronto, algunos dirán que Elena de White vive otra vez. Ven hablar a Guillermo Miller. A James White y Urías Smith se los ve hablando, mirando y preguntándose cuánto tiempo descansaron. Aquellos incluidos creyeron en el mensaje del tercer ángel y dieron todo con fe; creyeron antes de que aumentasen las pruebas. Durmieron durante un corto período de tiempo, esperando hasta ver esa grande y bendita esperanza, ese espectáculo del cual habían hablado toda su vida. Serán resucitados para acompañar al grupo que sirvió a Dios sin ver la muerte, aquéllos que tendrán un canto para cantar. Ese canto será un mensaje de los eventos que ellos experimentaron y de las pruebas que soportaron.
“Al mismo tiempo que el grupo de los justos sea resucitado en la resurrección parcial, otro grupo único será resucitado para sufrir gran angustia. Ese grupo incluirá a los que se opusieron a Jesús, los que lo acusaron falsamente, mintieron de Él y esparcieron comentarios corruptos. Los que lo torturaron y crucificaron serán resucitados, aunque murieron hace unos 2000 años. Serán resucitados los peores opositores de Dios y de su pueblo, aunque hayan vivido hace centenares de años. Mirarán maravillados las cosas que los hombres inventaron después de que ellos fallecieron. Algunos inmediatamente querrán ser grandes líderes mundiales, y se unirán a Satanás.16
“Para algunos, el espectáculo de los que han sido resucitados por la bendita esperanza será un tiempo para ocultar sus ojos de las cosas que se ven. Los que han anhelado este momento serán los que han tenido sus ojos fijos hacia el oriente, cada uno en busca de su Libertador.”
Perceivous alza la mano, y cuando señala hacia la tierra, veo que aparece algo como letras muy transparentes. Ella me dice que, a la mensajera de Dios, Elena de White, se le mandó a escribir las siguientes palabras acerca de lo que ocurriría. En el cielo, leo lo siguiente:
Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. “Los que le traspasaron” (Apocalipsis 1:7), los que se mofaron y se rieron de la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los fieles y obedientes. El conflicto de los siglos, p. 621
Añade Perceivous, “Los malvados que salen de la tumba—los que mofaron, torturaron y mataron a Jesús—agonizarán al ver su brillante gloria. Los individuos fieles saldrán de la tumba glorificados—físicamente perfeccionados. Habrán descansado y estarán listos para aceptar el regalo prometido—la vida eterna. Ellos creyeron antes de ver el aumento de la evidencia. Los otros fieles vivos en ese tiempo cobrarán ánimo al verlos.”
Perceivous baja la mano, y cuando lo hace, las palabras desaparecen lentamente. Ella dice, “Durante un período breve, esos dos grupos nuevamente caminarán por la tierra. Ambos grupos observarán las cosas en la tierra, y la ruina y desprecio que Satanás ha esparcido durante su reinado en este planeta. En el nombre del Creador, los fieles testificarán de lo que ocurrió antes de su sueño de muerte. Ellos dirán la verdad en cuanto al Creador y los grandes engaños de Satanás. Hablarán de las promesas de Dios y de las decisiones que tomaron, a pesar de los esfuerzos de Satanás por engañarlos. Ellos repetirán lo que Dios les dijo a Adán y a Eva—que la desobediencia resulta en muerte. Ellos testificarán del hecho de que cayeron en el pecado y, como resultado, recibieron la muerte. Con gozo y gratitud compartirán la promesa de Dios que todo el que crea en su Hijo recibirá la vida eterna. Testificarán que Dios es justo y siempre cumple sus promesas. Esos pocos selectos, resucitados en esta resurrección parcial, presentarán pruebas en contra de Satanás y en contra de los que lo han seguido como perros. Aquéllos resucitados en esa resurrección parcial que siguieron y obedecieron a Satanás, se darán cuenta de que ellos eligieron servir al que Jesús conquistó en la cruz.
“Los resucitados en esa resurrección parcial estarán en pie junto a los que han tenido una marca especial en la frente que sólo los ángeles pueden ver. Serán los que viven como Jesús; mostrando que es posible dejar de pecar. Habrá 144,000 individuos a lo largo de la tierra que tendrán esa marca especial en la frente y seguirán a Jesús por la eternidad. Ese grupo numerado, junto con los resucitados en la resurrección parcial, verán a Jesús regresar a la tierra—una promesa cumplida, el cumplimiento de la bendita esperanza. Al mirar hacia el cielo, parecen faros luminosos de bienvenida. Ellos son los que oirán la voz de Dios pronunciar la fecha y la hora del regreso de Jesús a la tierra. A lo largo del mundo, ambos grupos gritarán aleluyas de regocijo, porque su Libertador viene. Mientras estos grupos esperan que llegue ese día y hora, sus ojos están fijos mirando hacia el cielo oriental. No quieren perderse ni un momento de la llegada de Jesús, el que han llamado su Salvador.”
Perceivous alza la mano y vuelve a señalar hacia unas letras transparentes. Me dice que la mensajera de Dios también escribió las palabras siguientes.
Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y un terremoto… Y al anunciar Dios el día y la hora de la venida de Jesús, cuando dio el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía de hablar mientras las palabras de la frase rodaban por toda la tierra… El espectáculo era pavorosamente solemne, y al terminar cada frase, los santos exclamaban: ‘¡Gloria! ¡Aleluya! Sus rostros estaban iluminados con la gloria de Dios, y resplandecían como el de Moisés al bajar del Sinaí. A causa de esta gloria, los impíos no podían mirarlos. Primeros escritos, pp. 15, 34
Perceivous baja la mano y, como anteriormente, las palabras desaparecen lentamente. Ella dice, “Los que eligieron a Satanás y le permitieron engañarlos no pueden mirar a Jesús cuando llegue. Su temor no se asemeja a ningún miedo que jamás hayan experimentado. Buscan sitios donde esconderse del fulgor de su venida.
“Cuando Jesús aparece sobre la tierra, suena su trompeta. Cuando habla, tiembla la tierra, y de todas partes del mundo el resto de los justos sale de los sitios donde descansaban, los cuales un ángel marcador había estado cuidando. Resucitan a una nueva vitalidad. Ahora, sus cuerpos degradados se tornan en cuerpos perfectos. Resucitan a la vida eterna para recibir su recompensa eterna. Un gran reencuentro durante una semana de viaje al cielo marcará el comienzo de una celebración que durará mil años.
“Ninguno de los que siguieron a Satanás será resucitado para encontrarse con Jesús, y el fulgor de su venida destruye a todos los malvados vivos. Satanás y sus ángeles se verán obligados a vagar por la tierra destruida durante un milenio, después de lo cual caerá fuego del cielo para destruirlos permanentemente. El pecado y la muerte también serán destruidos para siempre.”
Al terminar Perceivous de hablar, del sinnúmero de ángeles detrás de nosotros que ha estado escuchando silenciosamente, estalla un grito unido de alabanza. Me doy vuelta para ver esa gran variedad de ángeles, y me doy cuenta de que Dios creó a cada uno individualmente. Cada uno eligió ser fiel al Creador. Yo sé que sería más fácil contar las estrellas en la galaxia que contar todos los ángeles reunidos aquí. He oído decir a los científicos que no hay sonido en el espacio sideral. Esa idea me hace reír cuando oigo al Heraldo cantar una nota y más ángeles de lo que se puede contar entonan un canto mucho más glorioso que el Coro Aleluya.
1. | ↑ | Eventos de los últimos días, p. 36 Nuestra posición ha sido de esperar y velar, sin que se proclame un tiempo [o fecha] que tenga lugar entre el fin de los períodos proféticos en 1844 y el momento de la venida de nuestro Señor. |
2. | ↑ | Comentarios de E. G. de White (Comentario bíblico adventista del séptimo día), tomo 7A, p. 152
… [H]ombres caídos y ángeles caídos están unidos en la misma conspiración, para trabajar contra el bien… Él [Satanás] sabe que si puede inducir a los hombres… a que se unan en rebelión mientras aparentan ser siervos de Dios, tendrá en ellos sus mejores aliados… Bajo el nombre de piedad puede inspirarlos con su propio espíritu acusador, y los induce a acusar de mal y engaño a los siervos de Dios. Suplico a todos los que se ocupan de la obra de murmurar y quejarse porque algo ha sido dicho o hecho que no les agrada … que recuerden que están haciendo la misma obra que Satanás comenzó en el cielo. Están siguiendo sus huellas… Ésta es la raíz de amargura que surge y por la cual muchos son contaminados. [Satanás] Forma una coalición con los hombres que pretenden estar en la fe… La raíz de amargura se arraiga profundamente y se comunica a otros… Sus declaraciones son vagas y engañosas, son inescrupulosos en sus principios, y Satanás encuentra en ellos los instrumentos que precisamente necesita. |
3. | ↑ | El Deseado de todas las gentes, p. 292 Insultamos al Príncipe de la vida, y le avergonzamos delante de la sinagoga de Satanás y ante el universo celestial cuando nos negamos a escuchar a sus mensajeros, escuchando en su lugar a los agentes de Satanás que quisieran apartar de Cristo nuestra alma. Mientras uno hace esto, no puede hallar esperanza ni perdón… |
4. | ↑ | El hogar cristiano, p. 112 Las palabras “carne,” “carnal,” o “concupiscencias carnales” abarcan la naturaleza inferior y corrupta; por sí misma la carne no puede obrar contra la voluntad de Dios. Se nos ordena que crucifiquemos la carne, con los afectos y las concupiscencias. ¿Cómo lo haremos? ¿Infligiremos dolor al cuerpo? No, pero daremos muerte a la tentación a pecar. Debe expulsarse el pensamiento corrompido. Todo intento debe someterse al cautiverio de Jesucristo. Todas las propensiones animales deben sujetarse a las facultades superiores del alma. |
5. | ↑ | Manuscript Releases, tomo 2, p. 100 Os envío este asunto para que no cometáis un error; porque las circunstancias alteran los casos. |
6. | ↑ | Historical Sketches of the Foreign Missions of Seventh-day Adventists, p. 197 Los que se aferran a las antiguas costumbres y los errores gastados han perdido de vista el hecho de que la luz siempre va en aumento por la senda de todos los que siguen a Cristo. Al pueblo de Dios, la verdad constantemente se desenvuelve. The Signs of the Times, mayo 26, 1890Se ha perdido mucho porque nuestros ministros y el pueblo han concluido que ya hemos recibido toda la luz esencial para nosotros como pueblo; pero esa conclusión es un error y concuerda con los engaños de Satanás; porque la verdad siempre seguirá desenvolviéndose. Manuscript Releases, tomo 11, p. 290El Señor manda a su pueblo a ir adelante, de la luz hacia una luz mayor. … No han logrado obtener una fe mayor ni una experiencia más amplia, porque no han recibido la luz de la verdad que se desenvuelve constantemente a los que siguen a la Luz del mundo. La sangre de Cristo nos limpia de toda injusticia, pero tan pronto como el alma deja de andar por la fe, queda envuelta en tinieblas. |
7. | ↑ | 2 Tesalonicenses 2:6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Eclesiastés 3:11Todo lo hizo hermoso en su tiempo … Isaías 60:22… Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto. |
8. | ↑ | El conflicto de los siglos, p. 531 … años de prueba les fueron concedidos para que pudiesen formar caracteres para el cielo; pero nunca se acostumbraron a amar lo que es puro; nunca aprendieron el lenguaje del cielo, y ya es demasiado tarde... La pureza, la santidad y la paz que reinan allí serían para ellos un tormento; la gloria de Dios, un fuego consumidor. Ansiarían huir de aquel santo lugar… La suerte de los malos queda determinada por la propia elección de ellos. Su exclusión del cielo es un acto de su propia voluntad y un acto de justicia y misericordia por parte de Dios. |
9. | ↑ | Conducción del niño, p. 218 ¿Habéis pensado por qué fueron sometidos al castigo de Dios todos los que estaban relacionados con Acán? Fue porque no habían sido preparados y educados de acuerdo con las instrucciones dadas en la gran norma de la ley de Dios. Los padres de Acán lo habían educado en tal forma, que se sentía libre para desobedecer la Palabra del Señor. Los principios inculcados en su vida lo indujeron a tratar a sus hijos en tal forma que ellos también se corrompieron. La mente actúa sobre otra mente y recibe su influencia, y el castigo que incluyó a los familiares de Acán revela el hecho de que todos estaban implicados en la transgresión. |
10. | ↑ | Testimonios para los ministros, p. 453 Dios ha señalado medios… Pero si despreciamos y descuidamos estas provisiones y privilegios, Dios no obrará un milagro para salvar a ninguno de nosotros y nos perderemos como Judas y Satanás. |
11. | ↑ | Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. The Signs of the Times, marzo 16, 1882Nuevas verdades se desenvuelven constantemente; a cada paso, brilla una luz nueva y más brillante sobre el sendero del pueblo de Dios, para que puedan ir adelante y hacia arriba. |
12. | ↑ | Manuscript Releases, tomo 21, p. 298 El yo y la justicia propia son como trapos de inmundicia, sin embargo, se aferran a ellos y rehúsan recibir las ropas de la justicia de Cristo. Dice Cristo de estos siervos infieles, “Vosotros no me habéis honrado al recibir mis mensajeros; no me habéis honrado con vuestras primicias. A mí no lo hicisteis. La oportunidad ha venido y ha pasado, y así permanece vuestro registro en el gran libro de cuentas.” |
13. | ↑ | The Review and Herald, septiembre 16, 1862 Dios examinará y pondrá a prueba a su pueblo… Debemos vencer como Cristo venció, a través de pruebas y sufrimientos. No debemos rehuir la cruz ni el sufrimiento que nos corresponde en la religión. Sea el lenguaje del corazón, Hazme conocer la comunión con el Cristo sufriente. Hazme sufrir con Él, para que pueda reinar con Él. |
14. | ↑ | Manuscript Releases, tomo 8, p. 413 El Señor no repite cosas que no son de gran importancia. Ministerio de publicaciones, p. 194Se me ha mostrado repetidamente que las experiencias del pasado del pueblo de Dios no deben considerarse como si fueran sin valor… Hay que tener presente lo registrado, porque la historia se repetirá. |
15. | ↑ | The Review and Herald, julio 6, 1886 Encontraremos la más terrible oposición de parte de los que se oponen a la ley de Dios; pero, a semejanza de los edificadores de los muros de Jerusalén, no debemos dejarnos desviar de nuestro trabajo ni ser estorbados de él por informes, por mensajeros que desean discutir o crear controversias, o por amenazas intimidatorias, por la publicación de falsedades, ni por ningún artefacto que Satanás pueda instigar. Nuestra respuesta debiera ser: “Estamos ocupados en una gran obra, y no podemos dejarla.” |
16. | ↑ | Daniel 12:1-3 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. |