[Favor de tomar nota de que una porción de este sueño puede no ser apropiada para niños pequeños o muy sensibles.]
Favor de notar: Es importante leer este sueño con mucha oración. Pida que el Espíritu Santo le ayude a discernir los mensajes de importancia crítica que Dios ha enviado. Él le dará tiempo para leer lentamente y entender lo que está tratando de decirle.
Es necesario entender lo que estuvo involucrado en la cronología y la escritura de estos mensajes. No son el resultado del sueño de una noche. Ciertos mensajes en este sueño, sin un orden específico, comenzaron en septiembre de 2019 y siguieron hasta diciembre. Cada noche recibía una parte de este sueño, la escribía y la guardaba en mi computadora. Esto continuó diariamente por cuatro meses. Entonces, en la mañana del 4 de enero, se me mandó a comenzar a compilar los mensajes que forman este sueño.
Lo que el lector no sabe es en qué consistió la preparación de este sueño. Durante la noche recibía instrucciones de la siguiente parte que debía preparar de los mensajes recibidos durante los últimos cuatro meses de 2019. Después de unas pocas horas de sueño, era despertado, lleno de energía y con pleno entendimiento de lo que debía escribir o corregir. Al amanecer, me volvía a acostar, dormía unas dos horas, y entonces me despertaba para cumplir con mis tareas cotidianas. Durante la noche, muchas veces me despertaba el sonido de una voz suave que llamaba mi nombre. “Ernie, Ernie; es hora de despertar. Tienes mucho que hacer”. Durante cuatro meses, he existido con unas cuatro horas de sueño al día.
En tanto que preparaba este sueño, recibí otro mensaje la mañana del viernes, 10 de abril, 2020. Esto aún no ha sucedido, pero ocurrirá pronto. Sólo se me mostró cómo serán afectadas áreas específicas de los Estados Unidos, aunque también ocurrirá en otras partes alrededor del mundo.
Se me mostró que ocurrirá la peor infestación de hormigas jamás vista. Comenzará en la parte norte de la costa oriental (de los EE. UU.), y rápidamente bajará hasta la parte sur de la costa oriental. La plaga se extenderá rápidamente por el país, hasta llegar a toda la costa occidental. Vi en sitios específicos muchos tipos distintos de hormigas, desde muy pequeñas hasta grandes. Las vi en sitios como la ropa de cama y los suministros de alimentos. Estaban adentro y afuera de las casas, de los apartamentos y las oficinas. En las tiendas, los suministros para controlar plagas rápidamente desaparecieron de los estantes. Recordemos que las promesas o las amenazas de Dios son condicionales.
Ahora considero todo lo que se me muestra en este sueño largo: La infestación de hormigas a grande escala, los terremotos, los incendios, los huracanes, los tornados, la nieve y el hielo, la gran enfermedad, los estantes vacíos en las tiendas, y el aumento desenfrenado de la codicia y el egoísmo aprovechador. Se me recuerda cuántos morirán rápidamente alrededor del mundo, y no será solamente a causa de la gran enfermedad que impide las normales actividades cotidianas. Muchos buscan respuestas, pero no pueden asistir a la iglesia. Se exige que los seres humanos se distancien de otros. Algunos se ven obligados a permanecer en régimen de aislamiento. La triste realidad es que muchos quedarán pobres y otros sufrirán una gran pobreza, porque no pueden trabajar o encontrar empleo. Muchos no podrán comprar comestibles, pagar la hipoteca, el alquiler o las facturas de los servicios públicos. No se puede gastar dinero cuando no lo hay.
Cuando repaso todo lo que Dios ha compartido conmigo, queda claro que estamos presenciando los últimos días de esta tierra. Si sucede pronto todo lo que se me ha mostrado, esta tierra cambiará permanentemente. Si Dios decide retener algunas cosas, entonces debe entenderse que Él está extendiendo su gracia para que corrijamos y perfeccionemos nuestros caracteres. Pienso de la gran enfermedad que recorre la tierra como un mal viento. Además de la enfermedad, casi diariamente ocurren inundaciones, terremotos, incendios, granizo y tornados con vientos que lamen los edificios y los destroza. Temprano en el año hay mucho frío, nieve y hielo. Si Dios decide destruir una ciudad con una bola de fuego, ¿tendrá eso realmente un efecto en los corazones pecaminosos de la humanidad? [Fin de la nota]
En mi sueño, me veo con Perceivous, el ángel Guía y el ángel Anunciador caminando por una casa que nunca he visto antes. Nos detenemos, y el Guía se para frente a mí para explicar lo siguiente: “Aunque has sido visitado muchas noches durante varios meses con muchos sueños distintos que se repiten, esta noche vas a comenzar a escribir los mensajes que se te han mostrado. Tomará bastante tiempo preparar este sueño, porque hay mucho, [él repite] hay mucho en tu largo viaje de compartir. El calendario muestra que apenas comenzamos el cuarto día de este nuevo año. Al preparar este mensaje, entenderás por qué este año verdaderamente será ‘el año de ver claramente’”.
El ángel Anunciador se para delante de mí y me manda a compartir los siguientes versículos de Génesis 1:14-19.
Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
Entonces, el ángel Anunciador dice, “Sin embargo, en este día cuarto del primer mes en un nuevo año de la ‘creación’, Dios ha dicho que todos deben ver claramente con gran ‘luz’. Haya señales para las próximas nuevas temporadas. Véase ‘la luz’ claramente en la tierra. Señoree esta gran ‘luz’ durante el día y la noche. A partir de este cuarto día, vean todos claramente las señales para prepararse.
Perceivous se para frente a mí y comienza a hablar casi en un susurro, aunque sé que nadie nos puede ver ni oír. Me llama por mi nombre celestial y explica que se me está mostrando la primera de varias situaciones, para permitirme entender. Como antes, nadie me verá.
Al entrar por una puerta abierta, inmediatamente veo a una joven sentada en una cama. La habitación está muy oscura y lúgubre. Tiene una esencia de pecado y muerte. Mi mente busca palabras que puedan describir no sólo lo que veo, sino lo que experimento. Sólo se me ocurre que éste es un sitio oscuro y lúgubre. La mujer está llorando y tiene las rodillas y las piernas dobladas junto a su cuerpo. Varios ángeles están de pie y algunos están sentados a su lado en la cama. Los ángeles parados han abierto sus alas, cubriéndola como un dosel. Otros colocan sus manos y brazos sobre ella para consolarla. Ella no se da cuenta de que los ángeles están allí, ni que le brindan ayuda. Tampoco sabe que lloran con ella.
Como si entendiera que éste es un momento de tranquilidad solemne, pregunto qué pasa. Todos los ángeles me miran, mientras las lágrimas corren por sus mejillas. Entonces me doy cuenta de que los ángeles sentados junto a ella son muchas Perceivous. Al instante, me doy cuenta de que ella siente la aflicción de la mujer. Miro a Perceivous, quien tiene mi mano derecha en la suya. Mis ojos comienzan a lagrimear. Ella me sonríe y dice, “¡Muchos todavía no saben quiénes son! Ella había concebido y un niño había comenzado a crecer en su matriz de la vida. Sin embargo, a causa del pecado, el bebé dejó de vivir. Todavía falta entender que un bebé no es simplemente un bebé. Es preciso entender la importancia de cada bebé”.
Vamos a otro cuarto y hallamos a quien entiendo es el esposo de la mujer. Ahora él está viendo un programa en la televisión, y varios ángeles lo rodean. Perceivous dice que él sabe lo que ha pasado, y ya ha llorado con su esposa al pensar en el hijo que no va a nacer. Pero él no comprende plenamente lo que siente su esposa, porque él fue creado distinto a ella. Ella fue creada para ser una madre, y él fue creado para ser un padre. Pero juntos, son padres. Él está pensando que intentarán otra vez cuando sea el momento propicio. No es que él no sienta una tristeza profunda. No se lo debe condenar por no sentarse a llorar, porque él no fue diseñado de esa manera. Perceivous y yo nos paramos un momento y sólo se oye el sonido del programa en la televisión.
Entonces, Perceivous dice, “Ven, porque es preciso que se te muestre más.” Al instante, estamos en una sala de parto de un hospital. Veo a una esposa con su esposo junto a ella. Están a punto de ser padres.
Mi mente se llena de todos los preparativos que hicieron como resultado de este tiempo especial. Con su primer aliento un niño nuevo llegaría al mundo, y el sonido de su primer llanto serviría de anuncio de su llegada. Hubo la preparación de una habitación que sería el cuarto del bebé, con sus muebles y los colores o diseños apropiados, dependiendo si el bebé es un niño o una niña. Habría una fiesta para celebrar al nuevo bebé, y los regalos incluirían varios artículos que serían primicias, como un asiento de bebé para auto, pañales, ropa, biberones (mamaderas, pomos de leche), ropa de cama, juguetes, y demás. Los padres aprendieron cómo cuidar al bebé. Colocaron salvaguardas por toda la casa, como cerraduras de gabinetes, protectores de esquinas y tapas de tomacorrientes. Celebraron reuniones familiares con sus padres, quienes llegarían a ser abuelos por primera vez.
Parado ahí, sé que desde hace varios meses han hecho mucho para prepararse para este momento muy especial. La nueva madre experimentó cambios en el apetito y la ropa, así como dolor mientras su niño crecía en su vientre.
Observo a la futura madre y a los que se ocupan de cuidarla. Un momento más tarde, oigo los sonidos del bebé recién nacido, quien llora fuertemente por primera vez. Oigo al médico decir que va a cortar el cordón umbilical. Veo que una enfermera le entrega un instrumento quirúrgico. De repente, todo queda en silencio, y los asistentes inmediatamente llevan al bebé a una mesa. Segundos después de haber nacido, el bebé murió. Miro hacia la madre acostada en la cama de parto con el esposo junto a ella. Ambos de preguntan qué está pasando con su bebé. La enfermera se acerca y les explica que el bebé murió debido a complicaciones. En ese momento me doy cuenta de que hay muchas Perceivous paradas alrededor de la madre. Al presenciar el nacimiento y la muerte trágica de su niño, al esposo ya no le quedan fuerzas para seguir parado. Nuevamente, Perceivous me dice, “¡Muchos todavía no saben quiénes son! Éste no fue un simple caso de otro bebé que falleció. Repito, muchos no entienden la importancia de cada bebé”.
Entonces, Perceivous dice que me va a mostrar otro ejemplo que debe entenderse. Veo a otra joven pareja. La esposa acaba de recibir evidencia de que ha concebido un niño. Llena de alegría, comparte la evidencia con su esposo emocionado.
Juntos, comienzan a hacer los preparativos para la llegada de su primer hijo. Compran ropa y muebles para el bebé, y hacen los preparativos para el cuarto de su niño. Tienen que aprender lo necesario para cuidar a su niño. En tanto que crece su bebé, deben seleccionar y visitar a un médico que dirija el embarazo y el nacimiento de su niño. Cuando es necesario, la madre consigue ropa de maternidad y se cuida de mantener un buen régimen alimenticio para proteger la salud del bebé. También se asegura de que su medio ambiente promueva el bien de su bebé. Ella cuida lo que escucha y lo que ve para que ella y el bebé se mantengan calmados. El esposo le da muchos masajes a los pies y la espalda.
Una mañana, ocho meses y dos semanas después de concebir, la madre se para a la puerta de la habitación para el bebé, y ve que todo está listo. Todos los pañales, la ropita nueva para el bebé y la ropa de cama están guardados en la cómoda. El monitor para bebé está montado. Su esposo se le acerca por detrás y suavemente la rodea con sus brazos. Le susurra que la ama y le da un beso en el cuello. Ella el dice suavemente que necesitan ir al médico.
Después de llegar, veo a la pareja en el consultorio del médico. Él está escuchando los latidos del corazón de la madre y del bebé. Pide que venga una enfermera y le pide que traiga cierto equipo. Ella regresa inmediatamente con un carrito especial. La enfermera ayuda a la madre a acostarse, y el médico comienza a usar un dispositivo de ultrasonido. Al terminar de hacer la prueba, recoge los cables y guarda el dispositivo. La enfermera lo mira mientras él toma las manos de la madre. Luego, le dice que el bebé ha dejado de crecer, y que no hay evidencia de vida. La enfermera rápidamente se acerca para rodear a la mujer con sus brazos. El médico le explica que el bebé ha muerto. El esposo se debilita y se sienta. La enfermera envuelve a la mujer en sus brazos. Ambas se abrazan y lloran. Ahora, la vida que casi había terminado de formarse se ha ido.
Durante meses, la mujer pasó por el proceso del crecimiento de un niño dentro de ella. Ella sintió las pataditas y el ansia especial de cuidar a su niño. Hizo todo lo que pudo para salvaguardar su salud y la del bebé, pero ahora el médico le dice a ella y a su esposo que el bebé ha muerto. Les explica que, si ella espera algunas semanas, su cuerpo expulsará el bebé por sí solo. Luego, recomienda que ella programe un parto inducido dentro de los próximos días. Su esposo acepta que se programe para la seguridad de su esposa.
Por varios días, ella lleva en su vientre los restos de un bebé sin vida. Cumple con sus tareas cotidianas con todos los dolores de una futura madre. Los extraños la miran y sonríen. No saben que ha muerto la vida que llevaba adentro. Cada día, al pasar por la puerta del cuarto para el bebé, lo veía sin usar. La camita para el bebé estaba vacía, y el monitor para bebé permanecía apagado. Cada día lidiaba con emociones que los hombres no pueden entender. Me detengo a pensar en las conversaciones silenciosas que ella tuvo con el Padre celestial y las preguntas de por qué había muerto su bebé. Más allá de su control, Dios había decidido que su niño no debía seguir viviendo. Él es el que otorga el aliento o lo quita. La decisión es suya, y sólo Él conoce el por qué.
Después de esperar unos días, veo que llevan a la mujer al área de partos. Todo está preparado como si fuera un parto normal. La colocan en posición con su esposo a su lado. El bebé inánime con el cordón umbilical todavía conectado ahora sale del útero, y lo colocan sobre el pecho de la madre. A pesar de que ya no vivía, se había formado un vínculo entre la madre y el bebé. En su pecho yace el cuerpecito inánime de un bebé que había crecido casi nueve meses. Ahí yace una madre que sufrió todo el dolor y agonía de dar a luz a un niño que ella nunca oiría respirar, llorar, reír o pronunciar su primera palabra.
Miro a Perceivous, la cual está parada con muchas de sí misma que se abrazan, mientras siguen siendo una. Me pregunto quién consuela a la que vigila un nacimiento como éste. ¿Cuántas veces ella habrá observado este evento trágico?
Me doy cuenta de que un hombre no puede comprender el vínculo que existe entre una madre y el bebé que crece, ni las emociones que ella experimenta durante un parto de feto muerto. Sin embargo, esto es algo que ocurre con mucha frecuencia.
Me quedo ahí parado un rato. Luego, Perceivous me mira y explica que la muerte es un resultado del pecado, y todos deben entender que Jesús ha proporcionado el medio para que cada uno de los que muere vuelva a recibir el aliento y tener vida eterna. Ese pequeñito puede ser devuelto a los brazos de la que le sirvió de vasija donde crecer. Si ella es fiel, se le devolverá aquel con el cual formó un vínculo.
Ahora, instantáneamente, se me lleva a la escena de una situación terrible. Se llevan a una joven sin su consentimiento. Como resultado de un acto de violencia sexual forzada, ella queda embarazada. Varias semanas más tarde, entiendo que ella está en un lugar donde el niño indeseado será eliminado.
La escena cambia nuevamente, y me hallo observando a una joven que tiene varias semanas de embarazo. Ella también ha ido a un lugar donde eliminarán a su niño no planeado ni deseado. Muchas otras mujeres allí también van a eliminar la vida que crece dentro de ellas.
Perceivous interrumpe el silencio diciendo nuevamente que, ¡muchos todavía no saben quiénes son! Éste no fue simplemente el caso de eliminar otra vida de un ser que no ha nacido. Debemos entender la importancia aun de los que no han nacido.
Ahora me encuentro en la escena de un accidente automovilístico. Inmediatamente veo que una madre joven que manejaba su auto acaba de perder sus cuatro hijos—un bebé, un pequeñito, y sus otros dos hijitos. Veo a muchos ángeles parados con las manos a los costados. A cada uno se le mandó a bajar las manos que siempre ayudan y no proveer protección. Cada ángel tiene lágrimas en los ojos.
Llamándome por mi nombre celestial, Perceivous explica que esas cosas me han sido mostradas porque, ¡muchos todavía no saben quiénes son! Éste no fue simplemente el caso de otro accidente. Las vidas de niños pequeños fueron tomadas. Nuevamente, debe entenderse la importancia de cada niño. A nuestro Padre, que ve todo desde su trono en el cielo, le agrada mucho la existencia de cada niño. ¿Se entiende a quién pertenece cada uno de estos inocentes?
Cambia la escena, y estoy en un sitio oscuro, iluminado solamente con la gran luz brillante de muchos ángeles. Mentalmente pienso que es un gran honor estar en la presencia de estos ángeles tremendos. Ellos se iluminan aun en las tinieblas.
De repente, habla el ángel Anunciador, aunque por lo general él es callado. Pregunta, “¿Recuerdas que en el sueño ‘La Tierra Nueva’ un ángel pidió permiso para tomar tu corona de su estante y colocarla en tu cabeza? Para los ángeles, será un gran honor servir a los redimidos de la tierra”. Se me dijo en el sueño, “¿Sabes quién eres?” que, como resultado del sacrificio de Jesús, en la Tierra Nueva los salvados ocuparán un lugar por encima de los ángeles.
De repente, el área oscura se ilumina grandemente, y veo una gran compañía de ángeles parados frente a mí. Perceivous se acerca, toma mis dos manos y me dice que debo darme cuenta de algo. “Se te ha mostrado, y en sueños anteriores has documentado, en cuanto a ciertos individuos que fueron seleccionados para servir mucho antes de que se pronunciara la palabra que comenzó la construcción y la existencia de tu galaxia y la Tierra.
“Muchos individuos fueron planeados para servir en distintas maneras, pero unos pocos serían llamados para servir de una manera simbólica y muy especial al mismo fin de la historia de la Tierra. Te fue mostrado que el primerísimo ser, llamado la Verdad, sería llamado para servir en ese tiempo. También se te mostró que habría dos que serían llamados para servir como el Alfa y la Omega. Habría otros dos que servirían como la Lluvia Temprana y la Lluvia Tardía. Habría otro que sería llamado para servir como un Juan el Bautista.
“También se te mostró una que fue escogida para servir como la iglesia perfecta. Tal como la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Dios ha caído en una profunda apostasía, ella también se apartó completamente de Dios y eligió no permitir que Él la guiara. Ella fue muy rebelde cuando eligió seguir a Satanás. Ella se asió de las manos de individuos guiados por poderes demoníacos. En su condición apóstata, concibió y dio a luz un hijo que no formaba parte del plan ni el diseño de Dios. Ella podría haber sido colocada en el camino diseñado por nuestro Creador, pero ése no es su plan. Él nunca usa la fuerza. A ella se le dio libre albedrío para tomar el sendero que escogió”.
Perceivous calla; baja la vista y da pasos hacia atrás. El ángel Guía se acerca y explica muy seriamente algo que es literal. Enfatiza que la que Dios había diseñado para servir como un símbolo perfecto de su iglesia perfecta, no sólo había apostatado, sino que había permitido que el que tomó por esposo, alguien controlado por un demonio, la dejara embarazada.
El ángel Guía calla; baja la vista y da pasos hacia atrás. Ahora, el ángel Anunciador se me acerca y coloca sus dos manos sobre mis hombros. Me dice que, en el sueño, “¿Sabes Quién Eres?” una joven que debía servir como símbolo de la iglesia perfecta de Dios recibió el nombre de María. Me dice que cuando María dejó de andar cada día con aquellos que Dios había colocado alrededor de ella, algo ocurrió por primera vez como resultado de su decisión. Cuando ella concibió, nuestro Padre Dios le quitó toda su protección. Por primera vez en la historia de la tierra, Perceivous no estaría presente para el nacimiento de ese niño creado por un hombre completamente controlado por un demonio. Todo el universo observó el nacimiento de un niño de quien el Padre había apartado su rostro.
El ángel Anunciador cita las cosas que están escritas que el Padre mandó a Moisés a enseñar a Aarón y a sus hijos a decir a los hijos de Israel:
Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.
En cuanto a este nacimiento, el Padre dice esto:
Jehová te maldiga y te pase por alto:
Jehová aparte de ti su rostro y te desatienda:
Jehová cubra de ti su rostro y sea para ti oscuridad, y para ti la paz no existirá.
Y quitarán mi nombre de ti, hijo de Satanás; porque te maldigo.
Por primera vez, este niño no será uno de los hijos de Dios. Debe entenderse que Dios está diciendo que Él ha permitido que esto ocurra. Él no quiere que nadie sirva como un símbolo de su iglesia perfecta, sino la que Él escogió. Cuando Dios esté listo, Él destruirá ese niño, tal como va a destruir a Satanás y a todos los que le siguen. El niño de María será como si nunca hubiera existido.1
Por medio de la angustia, María, como el símbolo de la iglesia perfecta de Dios, será purificada con “fuego”.Después de la destrucción del niño, María no tendrá adónde ir. Entonces, en ella arderá el deseo de nuevamente estar con su madre y sus dos hermanas. Sin embargo, para ellas será sumamente difícil confiar en cualquier cosa que María haga o diga. Habrá un amor sin condiciones, pero para la Verdad será sumamente difícil volver a confiar en ella.
Entonces, el ángel Anunciador me recuerda que, a partir del 4 de enero de 2020, pronto será casi un año y dos meses desde que se me dio un sueño que debía compartir titulado “Tierra Infértil”. Nótese lo siguiente de ese sueño:
Después de un corto tiempo, vuelve a nevar por tercera vez. El suelo se calienta, crece la hierba y brotan las flores. Los dos árboles están firmes con sus raíces entrelazadas. El otro árbol sigue separado. Sin embargo, esta vez las malezas se mueren y la hierba crece rápidamente, tornándose un verde hermoso. Florece una variedad innumerable de flores hermosas, y algunas se envuelven alrededor de la base del árbol. Sé que este árbol es muy especial para el Creador, y que por algún motivo Él permitió que padeciese esas cosas. Una parte de este árbol debía morir y regresar al lado de los otros dos árboles para cumplir con lo que fue creado para hacer. Entonces, miro hacia arriba y veo que todo su cabello seco y lacio cae de sus ramas y el viento se lo lleva. Inmediatamente, el árbol crece más alto, y de sus ramas brotan nuevos cabellos ondeados, de un color rubio casi blanco y muy resplandecientes.
Ahora miro hacia abajo, y debajo de la tierra veo que las raíces de los tres árboles se han entrelazado. Entiendo que los tres se mantendrán firmes y juntos como un solo árbol para hacer lo que fueron creados para hacer.
El ángel Guía explica que lo que he visto es simbólico y literal, y que Dios permite que ciertas cosas sucedan por algún motivo. El árbol solitario debía soportar lo que padeció, porque tendrá que soportar más durante la peor parte de una tormenta inminente. Debe aferrarse firmemente a los otros dos árboles que están juntos como uno. El ángel Guía sonríe y dice, “Comprende que, en el fondo, los tres deben ser una sola cosa, y para ser fuertes deben sostenerse los unos a los otros. Por sí mismo, el árbol solitario caería. Juntos, irán adelante para servir.”
[Fin de la selección]
Dios sabía que María (uno de los tres árboles) concebiría un niño. Nótese que una parte del árbol tendría que morir. Nótese también la sutil atención a las malezas que mueren alrededor de ella, las cuales representan a los que apoyan y convencen a María a permanecer en un lugar demoníaco.
La parte del árbol que muere representa la destrucción del niño causada por Dios. Lo que Dios ha sembrado, Él ha estado vigilando mientras crece y madura. Es entonces que la hierba crecerá rápidamente hasta tornarse en un verde hermoso. Entonces, María regresará para hacer lo que Dios ha planeado.
El ángel Anunciador se da vuelta y se aleja. Entiendo que el mensaje que acaba de dar fue un mensaje que le fue entregado directamente de los labios del Padre celestial. Él sirvió como mensajero, y yo sé y entiendo lo que me fue dicho, y ahora me toca compartir y hacer el papel de mensajero.
Perceivous se me acerca y extiende la mano hacia el piso. Del piso sube un sofá muy intrincado hecho de los tallos entrelazados de flores. Los tallos se tejen a sí mismos para formar un sofá muy suave y cubierto de flores pequeñas. Ella sonríe y pide que me siente, porque hay algo que se debe tratar.
Ella comienza a explicar que la Verdad ha existido desde el principio. Ella habla de cómo la Verdad defiende el honor y la integridad de nuestro Creador. La Verdad asegura a todos que nuestro Padre Dios es justo y correcto en lo que decide. Algunos no estarán de acuerdo en que Él permita la muerte de ciertos individuos. La Verdad establece que el que instituyó el camino del pecado siempre ha abundado, y seguirá abundando, con dudas y preguntas en cuanto a las decisiones del Creador. Lo que debe entenderse es que la muerte no existiría si no fuera por la maldición iniciadora del que originó el pecado.
Perceivous hace una pausa para respirar profundamente. Entonces habla de los que dirán que el niño de María es inocente, y que Dios es amor; por lo tanto, no destruiría al niño. Sin embargo, no se dan cuenta de que éste es precisamente el argumento de Satanás. María recibió instrucciones de que no era la voluntad de Dios que ella formase una unión con ese individuo rancio. No obstante, ella hizo caso omiso de lo que Dios instruyó y eligió su propio camino. El hijo de ella no le pertenece al Padre celestial, sino que es el resultado de un hombre que es un agente de Satanás. Ese niño no sería feliz en el cielo, y los que dudan esto apoyan a Satanás. Ellos no estarán ni podrán estar con los que concuerdan que Dios es justo e imparcial en todo lo que hace, incluso en esta situación.
Ahora Perceivous toma mis dos manos. Me dice se me mostró algo muy importante que todavía no se entiende. Hace unos dos años fue escrito en el sueño, “¿Sabes quién eres?” Ella dice que lo repasaremos para dejar muy claro quién cada uno es, y lo que cada uno puede hacer y hará.
Ella continúa diciéndome que el sendero que se me ha pedido andar no puede ser caminado suavemente. Mi enfoque no debe desviarse del punto principal. Llamándome por mi nombre celestial, dice que se me está mostrado tanto más; sin embargo, muchos están mirando un cuadrito pequeño que tienen en las manos. Si tan solo alzaran la vista, verían por delante un cuadro enorme. A pesar de todo lo que ha sido mostrado, ¿por qué sigue siendo tan difícil para muchos entender quiénes son? Ha sido mencionado en otro mensaje. Ahora, en este mensaje, ha sido mencionado varias veces.
Luego, Perceivous dice que ahora me va a mostrar algo para ayudar a todos entender quiénes son. Ella se para, y el sofá de tallos y flores entretejidos se retrae al suelo.
Ella extiende la mano y pide que la acompañe. Me dice que debe mostrarme algo que pasó hace mucho tiempo, aun para ella. Eso ayudará a entender quiénes somos.
Tomo la mano de Perceivous y al instante soy llevado del lugar donde estaba el sofá de flores a uno de los atrios del cielo. Delante de mí están parados la Deidad. Se me los muestra de una manera que yo pueda entender. Ellos comienzan a caminar lentamente mientras discuten la creación de los que deben existir. Ahora noto que se detienen y a una sola voz hablan de la importancia del primero que fue hablado a la existencia. Discuten que antes de llevar a cabo toda la creación, la Verdad debe existir primero, para presenciar y testificar de lo que ocurre. La Verdad existiría para defender al Creador y testificar de que todo lo que Él hace es perfecto.
Mientras estoy parado allí, observo mientras la Deidad pronuncia una palabra, y delante de mí aparece una luz pequeñita y muy brillante que crece exponencialmente hasta ser una luz alta y brillante que toma una forma específica. El ser hablado a la existencia es muy alto, de aspecto noble, e inmediatamente habla con una voz profunda. (Me referiré al ser como “él”, a pesar de que no es masculino ni femenino.) Sé y entiendo que sólo hablará la verdad. Se le conoce como la Verdad y siempre existirá.
La Deidad comienza a caminar y la Verdad los sigue. Ahora, la Deidad habla de las leyes vigentes que deben implementarse para mantener el equilibrio, pero lo más importante, para mostrar que el fundamento de cada ley es el amor. Sin las leyes, no habría un equilibrio de amor verdadero, constante y sin condiciones.
La Deidad se detiene y nuevamente los Tres pronuncian una palabra. Veo un núcleo de luz brillante que arde con tanta intensidad que protejo mis ojos del intenso fulgor. Aumentan el tamaño y el fulgor. Mientras observo, se forma un hermoso muro. Es muy grande y bellamente adornado. Parece un diamante puro hecho con oro. Hay algo esculpido profundamente en el muro que lo atraviesa completamente y es difícil de describir. No son letras, números ni símbolos.
Perceivous, quien ha estado de pie junto a mí, dice que estoy mirando las leyes vigentes de Dios—los Diez Mandamientos.2
Debemos entender que en esas leyes está la esencia pura del amor de Dios. Él es la fuente de todo amor. Sin estas leyes no hay un amor puro, sin condiciones. Y allí con el Padre está Jesús, quien es el Amor del Amor de los Amores. La Verdad presenció la creación de la Palabra Hablada, la cual fue y es el amor de Dios en los Diez Mandamientos. Ha sido colocada permanentemente como un recordatorio constante del equilibrio del amor y la paz, siempre continuos.La Deidad vuelve a caminar. Ellos hablan, y se forman tres tronos que suben del piso. Están dispuestos en un círculo exterior, de manera que mientras están sentados, se pueden ver el uno al otro. Comienzan a hablar de los que van a dar existencia para servir. El que es la Verdad está presente como testigo de lo que se hace. Como antes, los tres de la Deidad pronuncian una palabra, y aparece una luz brillante que se transforma inmediatamente en un ser con una apariencia muy noble. Les oigo decir que se llamará Lucero. Se le indica que se pare junto al trono de Dios.
Los tres continúan, mientras la Verdad sigue como testigo. Como antes, la Deidad pronuncia una palabra y aparece una luz brillante que inmediatamente toma la forma de otro ser distinto del primero, pero noble también. Oigo decir a la Deidad que se llamará Gabriel, porque él será nuestra fortaleza.3
Se le indica que debe pararse al lado de Lucero.Perceivous y yo observamos mientras este proceso continúa. Cada vez que hablan a la existencia un ángel nuevo, se le da un nombre. Ninguno es idéntico a los demás, pero algunos se agrupan con otros a causa de su parecido, como los serafines, los querubines o los ángeles que se destacan por su fuerza. Encuentro que el grupo de ángeles que se destaca por su velocidad es bastante interesante. Sigo observando mientras hablan a la existencia un gran número de seres angélicos.
Entonces, Perceivous dice que estos seres angélicos no son los únicos que fueron creados. Me dice que mire hacia arriba y entienda por qué Dios es el Creador. Cuando lo hago, me asombra ver muchas galaxias con planetas por todo el universo.
Mientras observo, veo una galaxia aparecer con sólo una palabra.4
Al hablar una sola palabra, en muchos planetas aparece una gran multitud de seres que caminan, hablan y disfrutan de la vida que recibieron instantáneamente. La apariencia de cada ser es distinta, pero mantiene una similitud en la forma. Cada ser recibe un nombre.Perceivous comienza. “Voy a recordarte otra cosa que ocurrió en el sueño, ‘¿Sabes quién eres?’. Estabas con Gabriel, el que tú llamas el Heraldo, quien te explicó la creación más importante de todas. Sin embargo, lo que fue observado, escrito y leído no se entendió claramente. Repasaremos ese momento con mayor detalle para lograr un mejor entendimiento.
“Mientras ustedes dos hablaban juntos, fuiste llevado al hermosísimo huerto de Edén con su vegetación exuberante. Fue antes de la creación del hombre y los animales. Ustedes dos caminaban por un jardín para el cual no hay palabras humanas que describan su belleza.
Primeramente, entiende que los atrios celestiales son el lugar donde moran el Padre celestial; Jesús, el Rey de reyes; y el Espíritu Santo. Sin embargo, éste es el huerto de Edén donde Adán, quien sería el príncipe de los príncipes, se pasearía, disfrutaría y tendría dominio.
“Ustedes dos se acercan a la entrada al jardín. Hay un pasaje abovedado con muchas enredaderas, hojas y flores. Hay flores de distintas formas que brillan con muchos colores vivos. Se nota que las flores parecen responderles, como queriendo que las miren. El diseño de una sola flor es distinto a cualquier cosa que hayas visto. Es una muestra de un diseño de belleza incomparable y de vida eterna. También hay una variedad maravillosa de aromas. De las enredaderas y las ramas cuelgan muchas clases de fruta. El pasaje abovedado es como un túnel corto, lo suficientemente ancho para que varias personas caminen juntas al entrar o salir de este jardín único e inimitable. Es la entrada al huerto más hermoso en toda la creación. Fue creado para un ser especial que aún no había sido creado—un ser que sería un príncipe. Ese príncipe sería Adán. De ese príncipe vendría todo un mundo de otros que serían príncipes y princesas, gracias a la procreación de Eva, la que Dios colocó junto a Adán.
“Después de pasar por la entrada y salir del túnel, aparece un gran panorama de ese inmenso jardín maravilloso. Ningún ser humano ha visto una belleza tal desde que la tierra fue destruida por el diluvio. No hay empinadas montañas. Al mirar lejos a la distancia, ves muchos árboles distintos con hermosas hojas verdes. Hay árboles frutales con una variedad de frutos muy grandes, listos para ser cosechados. El cielo refleja un riquísimo tono azul. Por todas partes hay árboles, hojas, y hierba de un verde vivo.
“A medida que ustedes se pasean lentamente, el Heraldo repite la pregunta, ‘¿Quién eres’? Te dijo que lo que veías se te mostraba de una manera que pudieras percibir. Tú sabes que eso fue al comienzo del sexto día de la creación.
“Lo que ves en esta oportunidad es importante, y ayudará a todos entender quién es cada uno. Tú miras a lo lejos y entiendes que estás viendo al Creador paseándose por su hermoso jardín recién creado. Se detiene y se arrodilla cerca del borde de una corriente pura. Notas que la corriente se forma en un Ser supremamente majestuoso que se arrodilla junto al Creador. También notas que el Creador y el Ser de la forma de agua parecen iguales, como si el agua tuviese la capacidad de tener el mismo aspecto que el Creador. O, ¿serán Ellos iguales?
Sigues mirando y ves a un Creador, pero en realidad son tres en una forma juntos. Inmediatamente sabes que cada ángel y cada ser creado en todo el universo está observando este evento. Lo que se va a llevar a cabo ahora nunca ha ocurrido—la creación del primer ser hecho a la imagen del Creador”.
Llamándome por mi nombre celestial, Perceivous me dice que observe atentamente y entienda. Miro detenidamente mientras Dios el Creador se arrodilla al borde de la corriente pura. Coloca sus manos en la tierra y comienza a darle forma. Es muy interesante que esta vez noto que la mezcla de la tierra con el agua le da brillo al barro, como el reflejo de un espejo. Mientras Dios mira el suelo, ve el reflejo de su propio rostro, y forma la tierra conforme a lo que ve. La tierra refleja sus ojos, su nariz, sus labios, sus orejas y su frente. Está formando la tierra de manera que refleje su propia apariencia. Luego, moldea la tierra semejante a su propio torso, hombros, brazos, manos, piernas y pies. Los rasgos en el espejo del suelo no son exactamente idénticos, pero el parecido es muy marcado. Veo en el suelo la forma y la apariencia del que acaba de crear esa figura de la tierra—es una imagen completa del Creador. Para terminar, el Creador se inclina y sopla en la boca de la forma de tierra.
Habla Perceivous, y todo lo que veo se inmoviliza, como si ella hubiese presionado un botón de pausa. Me vuelve a llamar por mi nombre celestial y me manda a fijarme muy atentamente en lo que ocurre a continuación. Lo que veo es la primera vez que se le dio vida a un ser creado en la forma en que se hizo. El sinnúmero de ángeles y seres en incontables planetas en sus galaxias (que habían sido creados con una sola palabra), observan con mucho interés la creación de un ser semejante al Creador. Es una creación como ninguna otra.
El Creador se inclina hacia atrás, y veo una tremenda transformación. No me atrevo a pestañear por temor de perder algo. Lo que era solo tierra y barro se convierte en un hombre vivo que respira. Su cabello crece y se riza, y luego su piel adquiere un hermoso tono bronceado. Ese ser fue creado en cosa de segundos.
Alzo la vista hacia Perceivous, sonrío y le pido que vuelva a presionar el botón de pausa. Ella sonríe, y permanezco de pie mirando una escena donde todo está detenido mientras contemplo todo lo que acabo de observar. Sé que es muy importante que yo reflexione y documente todo lo que acabo de observar.
Comienzo a repasar todo lo que acabo de presenciar. Hago un resumen mental de todo lo que fue creado. Primero, vi la creación de uno llamado la Verdad, su lugar y lo que fue creado para hacer. La ley fue erigida por toda la eternidad. Fue creada con una sustancia que jamás puede ser destruida, y nada escrito puede ser cambiado. Es permanente.5
Con una sola palabra, la Verdad y la ley fueron llamadas a la existencia. Todos los ángeles fueron hablados a la existencia con una palabra, además de un sinnúmero de galaxias y planetas con grandes multitudes de seres, y cada uno recibió un nombre. Todo vino a la existencia de la nada. Entonces, en el día especial durante la semana de la creación de la tierra, veo al Creador arrodillarse junto a una corriente, donde forma del barro una semejanza de sí mismo.Entonces, el Creador se inclina y coloca sus labios sobre los labios formados del barro y sopla vida al ser. He presenciado el primerísimo “beso”. No fue un caso de dos “varones” besándose, sino del Creador y un ser no sexual hecho de tierra.6
Era el Creador mostrando su amor ilimitado e incondicional hacia un ser hecho a su propia imagen. Éste era un príncipe como el propio hijo de Dios, que no sólo caminaría libremente por los pasillos del cielo, sino que también sería el dueño y viviría en un lugar muy especial llamado "El Huerto de Edén". Con eso, los fundamentos de “De tal manera amó Dios al mundo…” fueron colocados en este mundo, adonde Él enviaría a “su Hijo unigénito”. El polvo mismo que Jesús creó con su palabra sirvió de material estructural para la creación de Adán. Él fue creado de la misma tierra sobre la cual gobernaría.Aquí Perceivous pausa y me dice que es importante señalar algo muy importante. Cuando Dios nuestro Creador se inclinó y mezcló el polvo con el agua, la tierra adquirió una apariencia brillante, como un espejo. Al darle forma a la tierra, Dios formó una imagen que era un reflejo de sí mismo. Adán aún no recibió partes reproductivas masculinas, porque fue creado a la imagen de Dios. Si Dios le hubiera dado partes reproductivas a Adán, él no habría sido hecho a la imagen de Dios, ya que Dios no tiene partes reproductivas masculinas.
Adán fue hecho masculino después de que Jesús le presentó los animales para que les diera nombre. Él debía darle nombre a cada uno, porque a él se le dio dominio sobre ellos. Fue entonces que Adán notó que cada animal tenía una pareja. Fue entonces que Adán le pidió a Dios que le proporcionara una pareja también. Fue entonces que Jesús lo mandó a acostarse y dormir. Ahora, se me muestra una representación de lo que ocurrió cuando Dios nuestro Creador llevó a cabo la primera y muy especial cirugía.
Debido a que Adán estaba siendo preparado para ser fructífero y multiplicarse, necesitaba cambios físicos. Ahora tendría las características externas que tendrían todos los seres humanos, para diferenciarlos de los ángeles y otros seres que fueron hablados a la existencia.
Mientras Adán estaba profundamente dormido, Dios comenzó con la colocación de dos marcas de identificación en su pecho. Estando Adán acostado de lado, Dios usó su dedo para hacer un pequeño agujero parecido a un ombligo en el abdomen de Adán. Entonces Dios quitó una porción de Adán que usó cuando creó a Eva. Esa porción que Él colocó en el vientre de ella le dio vida. Ella fue hecha de Adán. La única diferencia era los cromosomas del ADN.7
En un sentido, Eva fue el primer ser procreado, porque ella fue hecha de Adán.Los tres cambios externos serían una señal de hombres y mujeres. El linaje de todos los seres humanos viene de Dios el Padre. Debido a que Jesús vino a la tierra para ser un humano, Él llevará las tres marcas por toda la eternidad, tal como lo hará cada ser humano. Incluso su linaje será un testimonio de que él llama a Dios el Padre, su Padre. Eso dio como resultado su instrucción para la oración, “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre…”
Entonces, Perceivous vuelve a hablar de algo especial que ocurrió que debe entenderse. Ese primer aliento es lo que la gente pasa por alto, porque no se da cuenta de lo que realmente sucedió.8
Entonces, ella explica que fue en ese aliento especial—en ese beso—donde algo sucedió. Ella comienza con ejemplos que pueden ayudar a entender. Cuando colocas un globo entre tus labios y le soplas aire, no sólo estás inflando el globo, sino que una parte tuya entra en ese globo. Es tu aliento. El aliento de Dios entró en Adán. Aun la reanimación cardiopulmonar [RCP], la administración de respiración a la boca mientras se oprime la nariz, se llama [en inglés] el aliento de vida dado por Dios. Cuando el Creador con gran amor colocó un beso sobre esa figura, también le dio su bendito aliento de vida—una parte de sí mismo. Por primerísima vez, un ser recibió una parte de la composición genética del Creador. Ésa es la diferencia de otros seres que no fueron creados a la imagen de Dios. Sin embargo, eso no hizo que el ser fuera igual a Dios el Creador. Pero sí produjo un vínculo específico entre ambos, como entre un padre y un hijo. La humanidad estaría sujeta a un estándar distinto a otros seres en todo el universo.Perceivous hace una pequeña pausa y luego dice, “¿Entiendes exactamente quién eres? ¿Entiendes por qué para los ángeles será algo de gran valor poder colocar tu manto sobre tus hombros, y un honor poder tomar tu corona y colocarla sobre tu cabeza? Entiende que Jesús abandonó su trono en el cielo para convertirse en un ser como tú, igual al ser hecho de barro que recibió el aliento de vida. Entiende lo que el Creador renunció para tomar su lugar como uno de vosotros y llegar a ser tu Hermano. A los ojos de Dios, cuando Jesús abandonó su trono y vino a esta tierra, vosotros fuisteis situados como iguales. Tanto Jesús como tú son hijos suyos. Esforzaos para que, cuando el Padre vea a cada uno de vosotros, diga que verdaderamente ve a su Hijo”.
Perceivous pausa un momento y mira al suelo, como pensando. Vuelve a dirigirme la mirada y dice que algunos no van a entender esto plenamente. Habrá quienes dudarán y cuestionarán. Ella señala hacia abajo y del suelo sube un muro. Mientras señala hacia el muro, ella habla y aparecen las siguientes palabras.
Jesús contestó las preguntas de sus críticos diciendo:
¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? Juan 10:34-36
Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo. Salmo 82:6
Debemos recordar que Satanás le dijo a Eva que ella sería como Dios. Satanás ya sabía que ella lo era, y él no.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Génesis 3:4-5
Cada uno de los creados a la imagen de Dios tiene la semejanza de Dios.
Jesús no reveló cualidades ni ejerció facultades que los hombres no pudieran tener por la fe en él. Su perfecta humanidad es lo que todos sus seguidores pueden poseer si viven sometidos a Dios como él vivió. El Deseado de todas las gentes, pp. 619-620
La vida de Cristo ha mostrado lo que la humanidad puede hacer participando de la naturaleza divina. Todo lo que Cristo recibió de Dios, podemos recibirlo también nosotros. Palabras de vida del gran Maestro, p. 115
Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Efesios 4:7
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. Colosenses 2:9-10
… el poder divino no le fue dado de una manera diferente a la que nos será dada a nosotros… Sermons and Talks, tomo 2, p. 111
Todos los que han llevado con Jesús la cruz del sacrificio, compartirán con él su gloria… Son colaboradores con Cristo, y el Padre los honrará como honra a su Hijo. El Deseado de todas las gentes, p. 577
La obra de la redención es llevar a la humanidad a Cristo, efectuar la unión de la raza caída con la divinidad. Cristo tomó la naturaleza humana para que los hombres puedan ser uno con él, así como él es uno con el Padre; para que Dios ame al hombre como ama a su Hijo unigénito; para que los hombres puedan ser participantes de la naturaleza divina y puedan ser completos en Cristo. Mensajes selectos, tomo 1, p. 294
La mente humana apenas puede comprender cuál es la anchura y la profundidad y la altura de las adquisiciones espirituales que se pueden alcanzar por llegar a ser participantes de la naturaleza divina. Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, Comentarios de Elena G. de White, p. 385
Perceivous me vuelve a mirar y sonríe. Hay que preguntar de nuevo, “¿Aún no sabes quién eres”?
“Los seres de la tierra son distintos de todas las demás creaciones de Dios. Sólo en este planeta, y en ninguna otra parte del universo, existen seres humanos capaces de procrear. Cuando el aliento de Dios penetró la tierra, dio a Adán y a Eva una parte de sí mismo”.
Nuevamente señalando a la pared, Perceivous muestra lo siguiente.
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Génesis 2:7
Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. 2 Pedro 1:4
En Cristo habitaba corporalmente toda la plenitud de la Deidad … ¿No hemos nosotros también de llegar a ser participantes de esa plenitud, y no es así, y sólo así, como podemos vencer como Cristo venció? … Sin Cristo, el hombre no es nada. Pero, si Cristo mora en nosotros, obraremos las obras de Dios. Signs of the Times, 10 de octubre, 1892
En todo lo que hacía, Cristo cooperaba con su Padre. Siempre se esmeraba por hacer evidente que no realizaba su obra independientemente; era por la fe y la oración cómo hacía sus milagros. El Deseado de todas las gentes, p. 493
Perceivous vuelve a hacer una pausa, y el muro se disuelve en el suelo. Ella sonríe y dice, “Nosotros sabemos quiénes sois. Sabemos a quién servimos. Nosotros miramos el rostro de nuestro Creador. Nosotros, los que fuimos hablados a la existencia, sabemos quién es nuestro Creador. Os miramos a vosotros, quienes Él moldeó conforme a su propia imagen. Sabemos y entendemos quién es cada uno de vosotros, y nos asombra por qué vosotros no sabéis verdaderamente quiénes sois”.
Ahora, oigo una voz conocida pronunciar mi nombre celestial. Miro hacia mi derecha y veo al Heraldo que desciende hacia mí. Me dice que ha sido enviado para darme información adicional para el mensaje que estoy preparando. Me enfatiza que saber "quiénes somos" es imprescindible a medida que cada uno avanza en la batalla que se avecina cuando el Gran Consolador (el Espíritu Santo) sea removido de la tierra. Cada uno deberá aferrarse fuertemente a esa comprensión.
El Heraldo sonríe y dice, “Ahora serás colocado en un sueño distinto. Sin embargo, debes preparar lo que se te ha mostrado y aguardar instrucciones adicionales”.
Cambia mi sueño. Me encuentro caminando a lo largo de un pasillo muy largo. En ambos lados hay cuadros enmarcados que parecen ser videos cortos en vivo. Todos muestran a un hombre o una mujer en las vestiduras de sus tiempos, bien sea con túnicas o la ropa de hoy. Al caminar lentamente mirando cada uno de los videos enmarcados, noto que debajo de cada uno hay un letrero pequeño. Muestra el nombre del individuo y las instrucciones que recibió para una tarea que se le asignó. Resume los acontecimientos históricos de lo que le sucedió a cada uno mientras servía. Es una evidencia visual de cómo cada uno salió victorioso en el sendero donde fue colocado.
Me detengo, doy vuelta y miro por donde he estado caminando. El pasillo continúa muy lejos detrás de mí. Se presentan muchos individuos, como si cada una fuese un registro. Me vuelvo a dar vuelta, comienzo a caminar y noto que estoy casi al final de este pasillo largo, o quizás es la entrada. Noto que a lo lejos hay un tipo de puerta iluminada con un arco brillante. Mientras sigo a lo largo de este pasillo sumamente largo, observo con cuidado el nombre de cada uno representado y repaso la tarea que se le asignó a cada uno.
Al acercarme al arco, me detengo y vuelvo la vista hacia atrás. Al mirar a lo largo de este pasillo tremendamente largo, quedo asombrado, porque parece que continúa por una gran distancia. Contemplo lo que está escrito en cada letrero, y noto que a algunos individuos se les asignó una tarea muy difícil, mientras que otros recibieron una tarea más fácil. Cada día traía estrés, pero cada uno soportó. Al caminar toda la distancia del pasillo, mi mente repasaba el sendero en el cual cada uno fue colocado y los obstáculos que superó.9
Lo que se le pidió hacer a un individuo no era lo que se les pidió a todos. Comprendí claramente que el nombre en el letrero sólo le correspondía a ese individuo. La tarea que se le asignó y el sendero específico que ese individuo recorrió era solamente para ese individuo. Pienso de ocasiones cuando se le asignó una tarea específica a más de un individuo, pero eso es decisión del Creador, y nadie tiene el derecho de cuestionar esa decisión.
Mi mente razona que sólo a Noé se le pidió construir un arca. Sólo a Abraham se le pidió sacrificar a su hijo. José perdonó a sus hermanos, aun cuando lo vendieron como esclavo. Sólo Jesús fue sacrificado por los pecados de todos sus seres creados. Sin embargo, muchos viajaron a países lejanos para compartir la verdad de Dios. Como Martín Lutero, muchos han tenido el deber de pararse en la iglesia y presentar la verdad.
Me doy vuelta para salir del pasillo largo. Al hacerlo, me sorprende ver en el aire sobre la salida un marco muy grande y brillante que cambia a muchos tonos dorados. En el marco no hay ninguna imagen, pero debajo hay un letrero que muestra lo siguiente.
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. [1 Corintios 13]
Oigo una voz que reconozco de otras ocasiones que pronuncia mi nombre celestial. Me doy vuelta y veo al ángel Guía. Él dice, “He sido enviado para darte un mensaje que debe ser compartido. Repasaré algunas instrucciones del pasado, así como nuevas instrucciones. La luz nueva siempre es progresiva y necesaria en los momentos más oscuros”.10
El Guía baja la vista y pausa un momento. Alza la vista, sonríe y dice, “Si te mandaran a caminar por un sendero durante el día, tu camino estaría iluminado. Pero, si te mandan a caminar el mismo sendero en la oscuridad de la noche, vas a querer llevar una linterna (lámpara). Si fueras a viajar por un sendero largo y oscuro, pondrías baterías nuevas en la linterna. La luz nueva te evitaría tropezar con muchos obstáculos.
“Fuiste colocado en un pasillo largo para que repasaras las vidas de individuos a quienes Dios colocó en un sendero con una tarea específica solamente dada a esa persona. A todos se les mandó a observar y guardar los mandamientos sagrados de Dios. Sin embargo, para demostrar su valía, Dios sólo dio instrucciones adicionales a individuos específicos.
“Un ejemplo es cuando Dios mandó a Abraham a sacrificar a su hijo, Isaac. Sin embargo, Dios detuvo la mano de Abraham en el momento preciso cuando iba a demostrar su obediencia a Dios. Otro ejemplo es Jefté. Cuando salió a la guerra, hizo un voto a Dios de ofrendarle al regresar lo primero que saliera de su casa. Imagínate su espanto cuando su única hija le salió al encuentro. En este ejemplo, Dios no detuvo la mano de Jefté. Por favor, entiende esto: Dios mandó que después de la crucifixión de Jesús, ya no debían sacrificar animales ni seres humanos en un altar.
“Hay muchos ejemplos de individuos a quienes se les pidió proceder por un sendero con un rumbo que ellos no eligieron. Sin embargo, ellos obedecieron las instrucciones de Dios. Como en el pasado, algunas de estas cosas serán presentadas para probar la fe y la obediencia de otros. No se les asignará a todos una prueba extrema, pero Dios probará a los individuos para demostrar su valía. Dos ejemplos incluyen a Isaías, a quien se le pidió andar desnudo, y a Oseas, quien debía vivir en adulterio. No les pidió lo mismo a todos.
El Guía sigue diciendo, “Los que critican el sendero donde algunos han sido colocados deben considerar el caso de Elías. Él pidió que hubiese una sequía que duró tres años y medio. Esto provocó una gran hambruna y sufrimiento, y muchos murieron de hambre. Esto se hizo a una nación entera. Elías aun mandó a asesinar a centenares de sacerdotes y quemó vivos más de cien guardias del rey. Es por eso por lo que los enemigos de Elías lo llamaban fanático y lo consideraban intolerante a la religión. No obstante, después de todo eso y más, ¿dónde está él ahora? Elías, alguien que sabía quién era, ahora está en el cielo”.
Meditemos en lo siguiente que fue dado para instruirnos y para ayudarnos a comprender el relato que aparece en 1 Reyes 18:38-40.
Tan arraigada y generalizada era la apostasía que sólo mediante juicios terribles podrían cumplirse los propósitos de Dios para Israel.
Fue entonces que Elías fue enviado al pueblo de Israel como el mensajero escogido de Dios. The Review and Herald, agosto 14, 1913
Mientras Elías veía a Israel hundirse cada vez más en la idolatría, su alma se angustiaba y se despertó su indignación… Con angustia en el alma rogaba a Dios que detuviese en su impía carrera al pueblo una vez favorecido, que le enviase castigos si era necesario, para inducirlo a ver lo que realmente significaba su separación del Cielo. Anhelaba verlo inducido al arrepentimiento antes de llegar en su mal proceder al punto de provocar tanto al Señor que lo destruyese por completo.
La oración de Elías fue contestada. Las súplicas, reprensiones y amonestaciones que habían sido repetidas a menudo no habían inducido a Israel a arrepentirse. Había llegado el momento en que Dios debía hablarles por medio de los castigos. Profetas y reyes, p. 87
El Guía inclina la cabeza y todo queda en silencio. Después de un momento, alza la vista y me sonríe. Comienza a decirme que no hace tanto tiempo que recibí un mensaje que debía compartir con muchos. Era un mensaje para preparar a todos para una gran guerra que se avecina. Eran instrucciones para unirse en una fe, unirse en una verdad, juntarse y unirse como un solo pueblo, unirse como el pueblo de Dios: su iglesia.
Sigue diciendo, “Sin embargo hay, y siempre habrá, los que siguen a Satanás. Hay quienes ni siquiera saben que siguen a Satanás, porque están cegados. Pero, hay una manera de probar a los que siguen a Satanás. Estaba escrito en el letrero del marco vacío. El nombre de cada uno que supera el sendero en el cual ha sido colocado y completa la tarea que se le dio aparecerá en el marco, porque de ese individuo emana la cualidad que enseña el letrero. Ése no será el caso de los que caminan con Satanás. El mensaje, ‘Casas de Marfil’, presenta un ejemplo de algunos que viven juntos. De ellos no emana el amor. El amor no existe en esas casas llenas de acusaciones y críticas”.
El Guía me mira sin decir nada. Es como si me diera tiempo para meditar de lo que acaba de decir. Un momento más tarde, alza la mano derecha y señala hacia algo que parece una pantalla grande en la pared del pasillo. Comienzo a leer lo siguiente de un mensaje que recibí el 3 de enero, 2016, titulado, “El Memorial Universal”.
En mi sueño estoy caminando con el ángel guía por los montes Apalaches en el otoño. Me llama por mi nombre celestial y dice que una gran batalla con muchas facetas pronto le sobrevendrá al mundo. Para algunos la batalla será mental; para otros será física. Para algunos será ambas cosas: una batalla física y mental. Me explica que muchos son controlados por poderes demoníacos, y ni siquiera se dan cuenta de ello. Muchos creen que, con sólo pedir un escudo protector, Dios los protegerá. Sin embargo, Él requiere que cada uno haga su parte. Cada individuo debe elegir no permitir que Satanás y sus demonios ocupen sus mentes. Entonces, cuando pidan protección, Dios los protegerá.
Nos detenemos, y cuando el guía extiende su mano, veo a una persona que cree que camina con Dios. Esa persona ora, clama la sangre de Jesús, y mantiene un buen régimen alimenticio. Sin embargo, esa persona permite que Satanás tenga acceso a su mente. Por lo tanto, no ha entregado su voluntad a Dios completamente.
Me enfatiza el guía que, aunque no se le permita a Satanás causar daño físico a alguien, él todavía puede tener a esa persona agarrada firmemente. Se me muestra que esta persona en particular es alguien a quien Dios ha llamado para realizar una obra importante para Él. Le ha dado pruebas sencillas para que demuestre su cometido, pero ha seguido fracasando. El Padre le ha dado una prueba cada vez más fácil. Sin embargo, al permitir que Satanás penetre su mente muy hábilmente, esa persona no ha comprendido que los demonios lo controlan.
Se me da a entender que Jesús, el amor, del amor de los amores que abandonó su trono en el cielo por ese individuo, ama a esa persona de una manera que nadie es capaz de comprender. Pero, a menos que esa persona aprenda a amarle a Él, Jesús se sentirá desolado. ¿Seremos capaces de comprender eso? Él nos ama a cada uno de nosotros, y lo único que pide es que lo amemos a Él.
A este individuo en particular se le ha asignado tarea tras tarea, pero en ninguna ocasión ha llegado a la línea de meta. Para ayudarlo, la marca le ha sido colocada cada vez más cerca, tan cerca, que él casi no tendría que mover el pie para tomar un paso. Lo único que tendría que hacer es inclinarse hacia adelante. Pero ese individuo ha fracasado una y otra vez.
Pienso como Jesús sólo nos pide que lo amemos. ¿Acaso podría ser más fácil? Pienso en lo que dijo el Padre, “Cuando veo a mi Hijo, te veo a ti. Cuando te veo a ti, veo a mi Hijo”. Recibir el Regalo perfecto y completo y no apreciarlo es inconcebible.
El guía rompe el silencio y dice:
“El amor es paciente; el amor es amable. El amor nunca es celoso. El amor nunca es orgulloso. El amor nunca es egoísta. El amor nunca lleva al enojo. El amor es gentil. El amor perdona. El amor nunca halla felicidad en hacer el mal. El amor siempre se alegra con la verdad. El amor dura para siempre. Las cosas pueden llegar a su fin, pero de las tres cosas que siempre perdurarán, la fe, la esperanza y el amor, la más grande es el amor.
Jesús es la Fe. El Espíritu Santo es la Esperanza. Dios el Padre es el Amor, la fuente de todo el amor. De la Fe, la Esperanza y el Amor, ¡el Padre es el más grande! Y Jesús, ¡Cristo Jesús es el Amor del Amor de los Amores”!
Me dirijo al guía y le pregunto cómo un individuo cómo éste debe pedir ayuda si ni siquiera sabe que lo controlan los demonios. Aun los que conocen a esta persona no sabían que la controlaban los demonios. El guía sigue con la explicación que la instrucción ya ha sido dada. Tantas personas leen los mensajes en mis sueños y creen que acaban de leer una historia agradable. Sin embargo, estos mensajes no son relatos agradables para sentirse bien, sino mensajes de instrucción. Son instrucciones para ayudarnos a cada uno a prepararnos para nuestra propia batalla personal.
Todos deben leer y estudiar los mensajes y aplicarlos personalmente. Podremos estar preparados sólo tras mucho estudio. Por ejemplo, un estudio profundo y cabal del mensaje, “En Cuanto a los Ángeles” puede contestar preguntas para el día de hoy. A través del estudio, podemos conocer y comprender la cantidad de niveles que hay en el sueño “Un Canto y una Oración”. Debemos comparar los mensajes con la Biblia, como también con el Espíritu de Profecía, tal como le fue mostrado a Elena de White. No debemos recibir sólo una sensación agradable. Debemos estudiar y estudiar, y cuando terminemos, debemos estudiar aún más. Nuestra vida depende de ello.
[Fin de la selección]
Estando todavía parados en el pasillo, el Guía mira hacia mi derecha, y oigo otra voz conocida que pronuncia mi nombre celestial. Miro por encima de mi hombro derecho y veo a Perceivous atravesando la pared. Me sonríe y dice que debe mostrarme algo, y que debemos ir a cierto lugar para entenderlo más claramente.
Al instante, estamos en un salón muy grande, pero no tocamos el piso. Hay muchísimos ángeles presentes. En distintas partes del salón grande veo querubines y serafines. Cantan, “Santo, Santo, Santo es el Padre.” Sobre una gran plataforma de muchos niveles en el centro del salón hay tres tronos muy elevados.
Perceivous se para delante de mí, me toma de las manos y comienza a explicar. “Lo que te voy a mostrar es el trono donde se sienta el Padre de todos—el trono de nuestro Creador. Aun así, lo que ves es una representación. Si vieras al Padre en tu naturaleza caída, serías consumido”.
Se me muestra lo que veo, porque ésa es la única manera que puedo entender. Me dice Perceivous que vuelva a mirar el trono. Veo una figura que se asemeja a mi figura. Pero también es como una tremenda fuente roja de agua que emite un sentimiento de amor que no se puede entender. También veo una voz que habla a través de mis ojos, como si fueran los oídos de una catarata con muchas corrientes. Debo explicarlo mejor. Veo muchas cataratas; sin embargo, oigo su voz a través de mis ojos. Miro sus ojos, los cuales arden con un intenso fuego rojo, y sé que no es un fuego de destrucción, sino el fuego de un amor que jamás podrá ser contenido. Sus ojos emiten un gran amor saludable. Me siento atraído a Él, porque el amor es tan arrollador.
Perceivous explica algo que debo entender. Aunque el mayor amor de Dios es por los que creó a su propia imagen, Él ama mucho a su iglesia. Se ha escrito tanto en cuanto a su iglesia. Se ha dado mucha información detallada en cuando a la manera correcta de adorar. Se nos han dado a los ángeles como un ejemplo. Hay que recordar que, en la presencia de Dios, los querubines flotan en el aire y reverentemente inclinan sus cabezas ocultadas. Los serafines también flotan en el aire con dos alas, y con las otras cuatro alas cubren sus rostros y sus pies. Estos ángeles cantan con reverencia, “Santo, Santo, Santo”. Ellos no gritan, ni bailan, ni aplauden, sino que muestran respeto y reverencia.
Para asegurarse de tener mi plena atención, Perceivous pronuncia mi nombre celestial. Me dice que mire a la representación del rostro del Padre. Cuando lo hago, lo veo mirando hacia abajo, como si viera un edificio compuesto de la organización Adventista del Séptimo Día, con los edificios de sus asociaciones e iglesias. Sus ojos arden con una ira intensa. Mientras sigo observando, cierra los ojos y lágrimas rojas ardientes caen a raudales por sus mejillas y corren a lo largo de su cuerpo hasta el pie de su trono. Parece que caen cataratas por los escalones de su trono. Con los ojos todavía cerrados, aparta su rostro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que tanto había amado.
Ahora oigo una voz conocida que retumba como si estuviera en un auditorio grande. Ahora, Dios habla con palabras modernas lo que escribió en el libro de Números. “Jehová habló a Moisés diciendo, Habla a Aarón y a sus hijos diciéndoles que digan esto a los hijos de Israel:
Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.”
Perceivous me vuelve a llamar por mi nombre celestial para que aparte mi atención de lo que acabo de oír. Me dice que ahora es lo contrario de la instrucción que acabo de oír. Debe entenderse que Dios ha apartado su rostro de “Israel”, la organización Adventista del Séptimo Día.11
Ahora podría escribirse así:Jehová ya no te bendecirá ni te guardará;
Jehová ya no hará resplandecer sobre ti su rostro ni tendrá de ti misericordia; porque este día tropezarás y caerás en la oscuridad;
Jehová encubrirá y esconderá su rostro de ti, y ya no tendrás paz.
Y mi nombre ya no será puesto sobre la organización Adventista del Séptimo Día, porque ya no bendeciré esta organización apóstata que mora en las profundidades de la apostasía.
Vuelve a cambiar mi sueño y me encuentro en una iglesia Adventista del Séptimo Día al estilo antiguo. Es en algún momento en las décadas 1940 ó 1950. Estoy sentado tranquilamente mientras escucho un culto muy reverente. El mensaje se trata de “La gran esperanza bendita” que todos tenemos en el regreso de Jesús. Se trata de cómo examinar y preparar nuestros corazones mediante el arrepentimiento. Se trata de lo que tenemos que hacer para prepararnos para su regreso inminente. Se trata del gran sacrificio que Jesús hizo a favor de cada uno de nosotros.
Miro alrededor y veo que hay muchos ángeles parados muy respetuosamente debido a la reverencia de este culto sagrado. Mientras sigo mirando alrededor, veo que este edificio que fue construido para ser una casa sagrada de culto. La viga de madera en el techo, los travesaños de madera conectados a la viga, e incluso el color de la pintura en las paredes habla de la santidad de este templo de adoración. Veo al frente una mesa de la Cena del Señor con una tela muy adornada que cuelga de izquierda a derecha. Encima de esa tela hay un soporte de madera en el cual yace una Biblia blanca muy grande. Al frente de la mesa de la Cena del Señor veo las siguientes palabras grabadas en oro: “HACED ESTO EN MEMORIA DE MÍ.” Esta iglesia toma en serio la importancia de participar en la “la Cena del Señor y el Rito de Humildad”.
Termina el mensaje y cantan un himno. La congregación no se da cuenta de que los ángeles se unieron a ellos para cantar el himno. Pienso cuán escasos son los himnos sagrados hoy en día. Sé que termina el culto y que fue un gran mensaje para animar a cada miembro a seguir adelante la semana siguiente.
Luego, noto que, al terminar el culto, los presentes permanecen sentados en silencio. Entonces, se escucha suave música sacra y el pastor y los ancianos bajan de la plataforma y salen por el pasillo. Los diáconos van al frente de la iglesia para despedir cada fila, y los miembros salen en silencio, respetando el santuario sagrado. Nadie habla hasta después de salir del santuario. Ninguno de los presentes es consciente de que los ángeles ocultan sus rostros mientras cantan suavemente un himno de respeto que se le ofrece a Dios.
Ahora, el tiempo avanza, y nuevamente estoy en esta misma iglesia. Estoy presente para observar un culto que se lleva a cabo en el año 2020. Inmediatamente, me doy cuenta de que ningún ángel de Dios está presente. Ya no está la mesa de la Cena del Señor con la Biblia encima, y me pregunto por qué la sacaron de la iglesia. Pienso en la importancia de la mesa y lo que representa. Pienso en las palabras que estaban grabadas en el frente.
Ahora, el culto divino no usa himnos, sino muchos cantos casi coreados, con palabras repetidas y acompañadas de palmadas. Muchos se levantan para bailar en el encerado y brillante piso de madera donde había estado la mesa de la Cena del Señor. ¿Será que han olvidado hacer eso “EN MEMORIA DE MÍ”? Me pregunto por qué ya no ven la importancia del Rito de Humildad. ¿Habrán olvidado la importancia de Jesús en ese aposento alto, humildemente lavando los pies de cada uno de sus discípulos? ¿Será que han olvidado la Cena del Señor, cuando el pan que comieron y el jugo de uva que bebieron representaban el cuerpo y la sangre de Jesús en la cruz?
Ahora veo que muchos agitan las manos sobre sus cabezas, mientras que otros dan palmadas al ritmo de la banda en la plataforma. Vuelvo a mirar para ver si al menos un ángel santo de Dios está presente. No veo a ninguno. Me levanto y me voy.
Unas horas más tarde, regreso a la misma iglesia. Noto que ahora está vacía; reina el silencio. Entro y para mi consternación, veo una iglesia muy sucia, llena de restos, basura, polvo, café derramado, gaseosas, migas de pastelitos y otras clases de bocadillos descartados en los bancos y en el piso. Aunque es sábado, tengo ansias de limpiarla. Me angustia ver lo que han dejado después de llevar a cabo un repugnante espectáculo en la iglesia. Es un sitio impío que horroriza a Dios y tiene que ser purificado.12
Mi mente reflexiona que éste debería ser un santuario sagrado para adorar a Dios. Debería ser un sitio santo, lleno de ángeles celestiales, así como es alrededor del trono de Dios. Allá los ángeles cantan, “Santo, Santo, Santo”, cubren sus rostros y sus cuerpos y se elevan del piso para evitar profanar un lugar sagrado.
Estando todavía dentro de la iglesia, junto a los bancos, de repente noto que sale humo de una pared. Agarro una manguera y comienzo a rociar la pared. Unos segundos más tarde, veo que todas las vigas expuestas del techo están ardiendo. Miro fijamente las vigas con su enorme tamaño. Entonces siento una fuerte impresión de la importancia de conocer las dimensiones de las paredes y las vigas.

Noto que la viga central va desde la parte posterior de la iglesia hasta el frente. Sé que esa viga fue hecha de un árbol muy alto y toda fue tallada a mano. Para preparar esa inmensa viga fue necesario trabajar muchas horas con hachas, sierras y otras herramientas manuales especiales. Me sorprende el soporte que ha dado como el apoyo fundamental de lo que una vez fue una iglesia santa. Sé que cada viga de soporte fue secada, teñida en un tono claro y barnizada.
Las paredes de esta iglesia miden 12 pies de alto en cada lado. En la parte superior de ambas paredes hay 12 vigas más pequeñas que sirven de soporte. Cada viga está a 12 pies de la siguiente, y a la izquierda y derecha todas están conectadas a la viga central. Cuando calculé el ancho de las paredes y el tamaño de cada viga, me di cuenta de que el santuario medía por lo menos 156 pies de largo.
Me pregunto por qué recibí una fuerte impresión que debía prestar mucha atención a la altura de las paredes. Ya sabía que cada viga medía 2 pies de ancho en los cuatro lados. Entonces, pienso en la altura de las paredes en ambos lados. Cada pared mide 12 pies de alto. Entonces, fui impresionado a añadir el tamaño de las paredes al largo de la iglesia. Al sumar 156 a las dos paredes de 12 pies, el resultado dio 180 pies. Me pregunté por qué eso sería significativo.
Mientras miro ese techo estupendo, recuerdo las palabras del sueño “Firmes en la Verdad”, que decía afírmate “sobre la madera, porque la madera es la verdad”. En el pasado, las vigas de madera habrían “sostenido” las palabras pronunciadas en verdad—tantos mensajes presentados que habían sido inspirados por el Espíritu Santo. Ahora, las vigas muestran un deterioro notable.
Sabiendo que debía prestar mucha atención a las medidas que había observado en las dimensiones del techo, me detengo a pensar en lo que se me está mostrando. Me han dicho muchas veces que, si profundizamos, hay cosas en cada mensaje que podemos aprender. Nada ocurre por casualidad, porque Dios siempre planea con anticipación. Pienso en lo que se está mostrando que requiere más investigación.
El Guía me mira, sonríe y dice, “Se te ha mostrado algo que requiere un estudio profundo. Hay cosas que otros pueden aprender de las dimensiones que notaste. Aquí hay algo para ayudar el entendimiento.
Al instante, pienso en los 156 pies, el largo de la viga central, los 12 pies de altura de la pared al lado derecho y los 12 pies de altura de la pared del lado izquierdo. Esas tres medidas dan 180. ¿Se nos estará mostrando que debemos ir 180 grados de la dirección en que vamos? ¿Un cambio de izquierda a derecha? ¿Un cambio de norte a sur? ¿Un cambio del oeste al este? ¿Un cambio hacia lo contrario de las actuales prácticas, cultos y manejo de la iglesia?
Comienzo a pensar de la viga de la iglesia, un solo trozo de madera maciza que medía 156 pies de largo. Esa viga de madera maciza, de una sola pieza, medía 156 pies de largo. Me pregunto por qué el número 156 será tan importante. Inmediatamente, pienso que estamos a fines de septiembre de 2019. Cuando resto 156 de 2019, me da 1863. Entonces me doy cuenta de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue organizada en mayo de 1863.
Sé que las dos paredes a la izquierda y la derecha, cada una 12 pies de alto, suman 24. Cuando resto 24 de 2019, me da 1995. ¿Qué ocurrió ese año? La División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día pidió permiso para ordenar a mujeres en su territorio, y se tomaría un voto en la reunión de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día que se celebró en Holanda.
Si sumamos las dimensiones, 156 + 12 + 12, el resultado es 180. Ese número se representa como un giro para tomar otro rumbo. Si vas hacia la izquierda y das una vuelta de 180 grados, irás hacia la derecha. Si estás pecando y pides perdón, darías un giro de 180 grados.
Si un niño tiene suficiente edad para comprender la buena instrucción de un padre, pero rehúsa obedecer, merece ser castigado. Si Dios manda que no se ordenen mujeres ni que haya homosexualismo, entonces, es lógico que Dios va a castigar.13
Entonces, oigo una voz decir, “Iglesias como ésta ya no son casas de culto de Dios”. Luego, noto que el ángel Guía está detrás de mí. Pronuncia mi nombre celestial y dice, “Este edificio una vez fue una gran casa de culto, pero ahora no es sino un edificio de iniquidad, y ya no hace falta”. Él toma mi mano derecha y dice que tenemos que salir de ahí inmediatamente. Atravesamos rápidamente las paredes y nos paramos afuera. Me dice que me fije en el techo.
El ángel Guía y yo nos elevamos al aire. Desde ese punto de vista, veo lo que puedo describir como si alguien sostuviese un recipiente de líquido ardiente y lo derramase por todo el techo, envolviéndolo en llamas.
Ahora el Guía me dice que recuerde y entienda que cuando los israelitas vagaban por el desierto, ellos no tenían un edificio donde adorar. Ellos adoraban en grupos. Algunos se reunían dentro de una tienda. No existía una tienda donde millones de personas pudieran reunirse. Es lo mismo hoy que en aquel entonces. Una tienda es simplemente una tienda. Una iglesia es simplemente un edificio. Los individuos son la iglesia. Entonces, en mi mente oigo una voz clara pero silenciosa que dice:
“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18:20
Entiendo plenamente que la iglesia de Dios no es una tienda ni un edificio. La iglesia de Dios es su pueblo que lo ama y guarda sus mandamientos. Esas personas son su iglesia,14
y dondequiera que se reúnen para adorar, ese lugar llega a ser un sitio santo, aunque sólo haya uno o dos presentes. En ese sitio los ángeles cubrirán sus rostros y cantarán “Santo, Santo, Santo”.Me dice el Guía lo importante que es, incluso si sólo una persona se arrodilla en oración, canta un himno sagrado o medita algo espiritual. Ese lugar también se convierte en un lugar de culto. Incluso si uno o más se encuentran debajo de un árbol o en una casa mientras adoran, ese lugar se convierte en un sitio sagrado. Es la iglesia de Dios.
El Guía calla. Luego, hablando muy suavemente, me dice que ahora mismo en la tierra, y también de aquí en adelante, muchos no podrán adorar en una iglesia con otros creyentes. Él explica que mientras esta enfermedad como una gran serpiente se mueve sobre la tierra, a las iglesias públicas se les exige cancelar todas las reuniones y cultos de adoración con la esperanza de detener el movimiento de la gran enfermedad. Muchos adorarán solos. Muchos adorarán con sólo algunos miembros de su familia. En este tiempo es cuando cada uno debe llenarse de ánimo;
‘Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos’. [Mateo 18:20]
Esta promesa es para los que están solos o con sólo algunos miembros de la familia; sin embargo, no estarán solos, porque muchos ángeles se unirán a ellos. ¡Si ese solitario sentado en una silla leyendo su Biblia pudiera escuchar el himno de coros de ángeles que están presentes para adorar! Desde su trono en el cielo, Dios también ve a ese adorador solitario.
Mirando hacia abajo desde el aire, me asombra que hace sólo segundos el ángel Guía me tomó de la mano y salimos inmediatamente. Ahora estamos muy alto observando cómo el líquido ardiente destruye la iglesia entera. En cosa de segundos, toda la madera, el metal, el cableado, el asfalto, la gravilla—todo lo que se usó en la construcción—se consume.
Cuando descendemos, sólo quedan cenizas que se dispersan rápidamente, y lo único que se ve es la tierra que estaba debajo de los cimientos de la iglesia. La tierra desnuda revela que cavaron una zanja profunda y sacaron mucha tierra para tener dónde colocar los grandes cimientos. Los que construyeron esta iglesia podrían haber dicho orgullosamente que tenía cimientos firmes. Ahora, lo único que queda es una zanja que muestra la tierra quemada por el calor intenso. Ya no quedan cimientos.15
El ángel Guía baja la vista, y me doy cuenta de que se siente atribulado a causa de la seriedad de lo que debe decirme. Dice que Dios ha visto cómo su iglesia escogida va por su propio camino. Ya no sigue el rumbo que Él estableció. Un ejemplo es lo que Dios ha dicho en cuanto a su gran desagrado por la ordenación de mujeres. Sin embargo, le han hecho caso omiso y las ordenaciones continúan.
De repente, veo al ángel Anunciador, a Perceivous y al Heraldo, acompañados por una gran multitud de ángeles. Perceivous habla y dice que el Padre celestial está muy atribulado por la aceptación de mujeres que sirven como pastoras, cuando Él estrictamente lo prohíbe.
Luego, el ángel Anunciador explica que hay otra cosa que Dios ha prohibido y le provoca mucha ira. Entonces, se acerca el Heraldo y se para frente a mí. Me dice que lo que voy a escribir ahora no son sus palabras en calidad de mensajero (del Heraldo) ni mis palabras (de Ernesto) en calidad de mensajero. Los que tengan un problema con lo que escribo ahora deben entender que viene de los labios de Dios.
Explica el Heraldo que debemos preguntar por qué el edificio de la iglesia fue destruido. Ya se ha explicado que Dios mandó que sólo un hombre debe servir como pastor. Eso no incluye a una mujer a quien se le hizo una reasignación de género para convertirse en hombre. Los que sirven como pastores sólo deben ser hombres que tengan el ADN masculino recibido al nacer. Sin embargo, hay otro asunto involucrado.
El Heraldo pausa un momento, alza la vista y me vuelve a mirar. Su rostro tiene una mirada severa mientras explica que Dios ha dicho mucho en cuanto al tema de la homosexualidad. Sin embargo, los dirigentes de “la iglesia” quieren tomarse de la mano con el resto del mundo en la aceptación de esta práctica degradante e impía. Temen declarar valientemente que esa práctica no es de Dios. Quieren estar de acuerdo con el resto del mundo que lo acepta como un rasgo normal de la personalidad.
El Heraldo baja la cabeza, como si estuviera contemplando algo. Noto que Perceivous, el ángel Anunciador y el Guía están parados en silencio. El Heraldo alza la cabeza, y me mira con los ojos como diciendo, “Escucha muy atentamente”. Alza la mano derecha y, de los restos de los cimientos quemados, aparece un fulgor con palabras adentro que se hacen visibles lentamente. Noto que Perceivous, el ángel Anunciador y el Guía bajan sus cabezas, como mostrando pleno respeto por lo que se está por decir. Mientras miro las palabras brillantemente iluminadas, escucho al Heraldo leerlas.
El pecado es corrupto por naturaleza. Un hombre infectado con su mortífera lepra puede comunicar la corrupción a miles. … Muchos no se atreven a condenar la iniquidad, no sea que debido a ello sacrifiquen su puesto o su popularidad. Y algunos consideran que no es caritativo reprender el pecado. El siervo de Dios... está bajo la solemne obligación de presentar la Palabra del Señor, sin temor o favoritismo. Debe dar al pecado el nombre que le corresponde... Hijos e Hijas de Dios, p. 216
Esas palabras brillantemente iluminadas permanecen visibles. Ahora, el Heraldo dice, “Las siguientes palabras importantes muestran cómo se siente Dios.
‘El Señor … no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento’. 2 Pedro 3:9; ‘… Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos…’. Ezequiel 33:11; ‘Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador’. Profetas y Reyes, p. 62”
Mientras estoy ahí parado meditando sobre las palabras iluminadas, como también lo que el Heraldo acaba de compartir, pienso que Dios el Padre puede detener la destrucción de una ciudad en particular. Él puede detener las manos de los ángeles destructores, para que muchos tengan la oportunidad de arrepentirse y volver a Él. Ahí en el pecado están sus propios hijos e hijas. Él no quiere que ninguna perezca en la muerte final del pecado, sino que todos se arrepientan y libremente reciban la vida eterna.
El Heraldo continúa, interrumpiendo así mis pensamientos. “Los dirigentes de ‘la iglesia’ tienen de la mano a los líderes mundiales que aceptan abiertamente algo que Dios no estableció como una norma en el huerto de Edén. Ellos no se atienen al ideal de que Dios creó al hombre y junto a él colocó a una mujer, para que pudiesen ser fructíferos y se multiplicasen. Al contrario, ‘la iglesia’ coloca a homosexuales en puestos de liderazgo y espera que todos acepten su impío estilo de vida simplemente porque así son. ‘La iglesia’ se deja llevar fácilmente por las prácticas de otras organizaciones similares que practican ese estilo de vida con mucho ORGULLO.
“El problema es que la sociedad se deja intimidar hasta aceptar un pecado abierto de los que desean llevar un estilo de vida gay, lesbiano, transgénero o transexual. Dios no aprueba obligar la inclusión abierta de personas transgénero o con inconformidad de género en nombre de la diversidad. Dios odia que se obligue a la sociedad a aceptar como normal a los que eligen un estilo de vida pecaminoso y viven en pecado abierto. Ellos obligan a ajustarse a su norma a los que se atreven a estar de parte de la verdad. Sepan que Dios no aprueba del uso de la fuerza. Debo recordar a todos la razón por la cual Sodoma fue destruida con fuego.”
El Heraldo hace una pausa, y luego me dice que todos han olvidado, o quieren olvidar, por qué fue destruida con fuego el área de Sodoma y Gomorra. ¿Por qué fueron destruidos esos lugares con un fuego tan intenso que hoy en día es difícil hallar los restos?
El Heraldo sigue diciendo que el Padre celestial observa cómo el mundo y sus líderes aceptan abiertamente las costumbres de la homosexualidad. Él observa cómo los grupos se unen para declarar que, si alguien no está de acuerdo con su estilo de vida, eso constituye un crimen de odio. Algunos afirman que debido a que son hermafroditas, se les deben ciertos derechos y privilegios. El movimiento insiste que todos deben ceder a sus demandas.16
Por ahora, Dios controla su ira contra los hombres que se presentan en los brazos de otro hombre, queriendo vivir sus vidas caminando juntos. Él también observa esto en las mujeres. Dios está airado cuando ve a uno que nace varón, y entonces ese varón afirma tener problemas de género, a pesar de que tiene el privilegio de procrear. Dios está airado cuando las que nacen hembras no aceptan su género. Dios está airado al observar cómo crece la aceptación abierta de los individuos transgénero y ambiguos.
El Heraldo baja la vista y guarda silencio unos momentos, dándome tiempo para contemplar lo que acaba de decir. Después de lo que parece un corto tiempo de silencio completo, el Heraldo alza la cabeza lentamente. Tiene un aspecto severo, porque conoce la veracidad de lo que está por compartir.
El Heraldo termina diciendo que se está enviando un mensaje a este mundo. Se debe entender que los que eligen un estilo de vida equivocado y esperan ser aceptados, recibirán la condenación de Dios. Él derramará sobre ellos su ira abiertamente y con mucha fuerza. Dios destruirá a los que transgreden sus leyes y sus mandamientos, tal como destruyó a los habitantes de Sodoma y Gomorra. Será una señal para los que desean restaurar los “derechos humanos” de los que fueron destruidos en la ciudad de Sodoma. Será una señal para el mundo y sus líderes cuando vean la ira y la repugnancia de Dios. Será una señal para todos los que han aceptado lo que Dios ha dicho no se debe hacer.
De repente, todos los ángeles se arrodillan. El Heraldo se arrodilla sobre una rodilla y baja la cabeza. Reina el silencio. Entonces, oigo una voz que he oído y conozco de antes. Es la gran voz del que se sienta en su trono en el cielo. Su voz suena como un gran trueno con un poder inconcebible. También es la voz de una gran catarata, de una corriente suave y de un chorrito de agua. Ahora oigo la voz de Dios el Creador, el que habla cualquier cosa a la existencia. Es la voz del que se arrodilló junto a la corriente y formó un ser creado a su imagen que recibió el propio aliento de Dios.
La voz de Dios declara que, mientras sale el sol en una mañana que Él elija, y como un ladrón en la noche, Él derramará su ira sobre una ciudad que fue mencionada anteriormente en el sueño, “¿Sabes Quién Eres?” Esa ciudad recibirá una gota pequeña de su ira en contra de los que pisotean sus leyes y sus mandamientos. Entonces, el mundo sabrá que Él es Dios y el Creador de ellos. Como ocurrió en la destrucción de Sodoma, una ciudad elegida será destruida para que el mundo lo observe. Entonces, los que temen hablar contra esa abominación abierta de pecado verán su castigo por aceptar un pecado que claramente va en contra de lo que Dios ha establecido. Que tambalee la tierra con las catástrofes a causa de la destrucción de una ciudad.
Todo queda en silencio y el Heraldo rápidamente se pone de pie. Con el rostro serio dice, “Esto es muy importante. Habrá mucha destrucción a causa de la aceptación abierta de parte de los líderes mundiales de la agenda de los individuos transgénero, las lesbianas, los gais y los bisexuales. Eso mostrará a la tierra los errores de su decisión de transgredir las leyes de Dios establecidas en el huerto de Edén al principio de toda la creación”.
El Heraldo hace una pausa y luego expresa que es muy decepcionante ver que las principales iglesias mundiales han adoptado la creencia de que este pecado abierto debe ser aceptado como una práctica normal. Él dice que hay que darse cuenta de que “la iglesia” y muchos ministerios temen tomar una postura valiente y rehusar la presión de los grupos que afirman que rechazar su estilo de vida constituye un crimen motivado por el odio. Como resultado de su aceptación, ellos verán el odio e ira de Dios.
EL Heraldo hace una pausa y alza la vista, como si estuviera recibiendo instrucciones. Me vuelve a mirar, se da vuelta y le pide al ángel Guía que venga. Al instante, el Guía se para frente al Heraldo. Con muy pocas palabras en un idioma que no entiendo, el Heraldo le da instrucciones al Guía. Entonces, el Guía se me acerca y pide mi mano, porque se le ha mandado a llevarme a cierto lugar para ayudarme a entender. Le extiendo mi mano y al principio ascendemos lentamente. Me dice que muy pronto regresaré adonde el Heraldo continuará con lo que se le mandó a decirme. Se le ha pedido mostrarme algo que será comprendido claramente. En parte es simbólico para el entendimiento, pero lo que ya ha ocurrido es literal. Dice el Guía que debo observar y registrar los eventos que han ocurrido.
Tomando mi mano firmemente en la suya, el Guía mira hacia arriba y varios ángeles que se destacan por su velocidad se acercan y forman un círculo alrededor de nosotros. Casi estamos dentro de una bola de ángeles que se destacan por su velocidad. Ahora ascendemos lejos sobre la tierra, e inmediatamente estamos moviéndonos muy rápidamente alrededor del planeta en sentido contrario a las agujas del reloj. Sé que, en realidad, lo que veo y lo que hacemos es simbólico. Se me está mostrando que estamos viajando hacia atrás en la historia de la tierra. Pronto disminuimos la velocidad y salimos del interior del círculo de ángeles.
Ahora descendemos, pero permanecemos en el aire. Me recuerda el Guía que no seremos vistos, pero veremos todo. Me indica que debo mirar fijamente las puertas principales de una ciudad abajo. Sé que ésta es una ciudad bíblica de hace mucho tiempo. Observo que dos ángeles descienden rápidamente y toman una forma humana. Los veo acercarse a las puertas de la ciudad cerca del anochecer. Un hombre vestido con una túnica monótona se acerca a los dos extraños. Me acerco para escuchar su conversación.
Después de saludarlos, el hombre insiste que ellos vayan a su casa para cenar. Ellos rehúsan y dicen que desean pasar la noche afuera, en la plaza del pueblo. Veo que muchos otros hombres de la ciudad toman nota de los dos “hombres” muy guapos que acaban de llegar. Sin embargo, el primer hombre convence a los dos hombres, que en realidad son ángeles, a ir a su casa.
Ellos entran y se les prepara una comida. Después de cenar, preparan un lugar donde los dos ángeles disfrazados de hombres puedan descansar durante la noche. Sin embargo, un grupo muy grande de hombres de varias edades se ha reunido afuera de la casa. Golpean la puerta y le dicen al dueño de la casa que la abra. Luego exigen que los dos “hombres” sean enviados afuera. Con lujuria carnal desean estar con esos dos. El dueño de la casa quita el cerrojo interior y abre la puerta. Sale y pide a la turba que se vaya, porque los dos “hombres” son sus huéspedes. La turba se acerca aún más al dueño de la casa cuando, de repente, su puerta se abre y los dos “hombres” lo meten en la casa y trancan la puerta.
Luego, uno de los “hombres” pronuncia una palabra. Veo lo que llamaría un destello brillante, pero no me afecta. De repente, ninguno de los hombres afuera puede ver. Todos también pierden su sentido de equilibrio y de dirección, y les es difícil saber lo que está arriba o abajo. En vez de hablar, comienzan a gemir. Los dos “hombres” hablan con el dueño de la casa, con su esposa y sus dos hijas. Ahora los toman de la mano, abren la puerta y rápidamente salen por las puertas de la ciudad.
El dueño de la casa es Lot; huye de Sodoma con su esposa y dos hijas. Cuando el sol comienza a salir, miro hacia la ciudad y veo algo parecido a mi sueño de la destrucción de Nashville. Observo dos inmensas bolas de fuego que emiten un rugido profundo mientras se acercan lentamente desde dos direcciones distintas. La ciudad todavía está dormida tras una noche de gran maldad moral. Al acercarse cada bola de fuego, observo que se transforman en algo que parece un líquido espeso y gelatinoso. Miro directamente hacia Sodoma, donde había visto a los dos ángeles sacar a Lot y a su familia. Pero, ahora veo un área grande en el cielo desde donde observo caer lentamente algo que parece una gran catarata dorada, muy caliente, llena de bolas de azufre ardiente.
Ahora, el ángel Guía me llama por mi nombre celestial y dice que lo que acabo de observar volverá a suceder, a causa de los que andan abiertamente con orgullo y transgreden las leyes y mandamientos de Dios. Me dice el Guía que observe atentamente los que reciben la ira de su Creador. Me dice que lo que se me ha mostrado sucederá. Con palabras claras para todos debo documentar lo que les espera a los que se juntan llenos de orgullo. Ellos se darán cuenta de que Dios hará lo que ha dicho que va a hacer. Los que se lucen y caminan como uno, recibirán una pequeña porción de la ira de Dios. La ira de Dios fue derramada sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra y otras ciudades en el área. Si Dios halló que esas ciudades eran abominables y quedó justificado en su destrucción, ¿no quedará justificado al destruir a los que pisotean y hacen caso omiso de sus leyes y mandamientos? ¿No quedará Dios justificado ante el universo cuando muestre su ira en contra de los que se oponen a Él y a sus leyes?
El ángel Guía pausa y me dice que los que serán consumidos y destruidos serán resucitados para recibir el juicio final de Dios. Estarán de pie juntos para recibir el juicio final de Dios, tal como eligieron pararse juntos como uno en el pecado. Sufrirán una muerte horrible no una vez, sino dos veces.
Nuevamente, el Guía pausa. Me dice que debe llevarme al lugar donde el que yo llamo el Heraldo me estaba enseñando. Regreso adonde el ángel Anunciador, Perceivous y el Heraldo están con un sinnúmero de ángeles. El Heraldo se acerca y me llama por mi nombre celestial. Comienza de nuevo donde había quedado.
Al comenzar el año 2020, muchos dijeron que sería el año de ver claramente, tal como 20/20 se refiere a alguien con buena vista. Éste es el año cuando los ojos verán claramente cuando la ira de Dios sea derramada sobre esta tierra.
El Heraldo pausa un momento, entonces explica. “Hace dos años te fue dado un mensaje de lo que va a suceder. Se te explicó que todo se cumple en el tiempo del Padre celestial. Se me ha mandado a recordar a todos lo que fue dicho hace dos años. En ese sueño, el ángel Guía te mostró lo que el Padre celestial ha planeado para los que han elegido vivir una vida rebelde. He aquí lo que documentaste, que servirá como un recordatorio para todos.
Selección del sueño, “¿Sabes Quién Eres?” de enero 3, 2018:

Ahora nos detenemos puntualmente en un sitio preciso. Sé y entiendo dónde estamos. Lo que no sé es cuándo estamos ahí. Entiendo que el viaje no fue cosa de horas, días ni semanas, sino que fue un tiempo fijo e intencional.
Ahora estamos muy alto en el aire sobre Nashville, Tennessee. Estamos mirando hacia una ciudad donde la gente está dormida espiritualmente. Se ocupan de sus planes y rutinas diarias, inconscientes de lo que está por ocurrir.17
Hacia el este de la ciudad noto que hay un cuerpo grande de agua. Directamente al frente del agua hay un aeropuerto grande. Miro hacia el norte, y veo un río que serpentea alrededor de la ciudad. El Guía, el ángel Anunciador y Perceivous se paran junto a mí. Reina el silencio, y todos nosotros miramos hacia abajo. Dice el ángel Anunciador, “Lo que vas a ver ahora va a suceder. La mensajera de Dios recibió un mensaje del Padre celestial, pero ella no tuvo la oportunidad de presenciar esto. Sin embargo, tú sí lo verás. No temas; no sufrirás ningún daño”.
Perceivous se me acerca y toma mis dos manos. Pronuncia mi nombre celestial con una voz que verdaderamente es angelical, y me dice que el Padre aguarda mi pedido. La miro y pienso, “Pero ¿qué de su pueblo”? Ella coloca una mano detrás de su espalda y saca un libro. El libro se abre, y ella lee en voz alta lo que Jesús le dijo a su mensajera, Elena de White, que escribiese.
Aquellos que demuestran por sus acciones que no hacen ningún esfuerzo para distinguir entre lo sagrado y lo profano han de saber que, a menos que se arrepientan, los juicios de Dios caerán sobre ellos. Estos juicios podrán dilatarse, pero vendrán. [énfasis añadido] Si debido a que vuestras propias mentes no están despejadas ni ennoblecidas predisponéis otras mentes hacia el mal, Dios os pedirá que rindáis cuenta. Él preguntará: “¿Por qué hicisteis la obra del diablo cuando debisteis haber estado haciendo una buena obra para el Maestro?”
En el gran día del ajuste final de cuentas, el siervo infiel se enfrentará con el resultado de su infidelidad. Testimonios para la iglesia, tomo 8, p. 102
Me dice Perceivous que los juicios de Dios deben caer. Me vuelve a preguntar, “¿Cómo te llamas”? Miro al Guía, al ángel Anunciador, y entonces vuelvo a mirar a Perceivous. Entonces ella pregunta, “¿Quién eres”? La miro lleno de preguntas, pero no digo nada.
Vuelvo a mirar hacia Nashville. Pienso, “¿Quién soy yo para que se me pida invocar al Padre para que Él destruya”? Me dice Perceivous, “Acuérdate de Eliseo. Dios, a través del Santo Espíritu, lo mandó a pedir que salieran osas del bosque. Debía aplicarse un castigo ejemplar a los que se atrevieron a insultar a uno llamado por Dios para servir como mensajero. Insultar a un mensajero de Dios es insultar al Padre celestial. A Eliseo se le mandó a pedir que viniesen osas para destruir a los niños que se burlaban de él. Date cuenta de que 42 niños fueron aniquilados. No todos los niños se burlaban de Eliseo; sólo algunos participaron. Sin embargo, eso no impidió que Dios hiciese un ejemplar para todos. Cuando varios insultaron al mensajero de Dios, los otros también recibieron la ira divina.”
Sé muy bien a quién sirvo. Me esfuerzo por ser fiel y veraz al cumplir su voluntad. Vuelvo a mirar al cuerpo de agua hacia el este, al aeropuerto grande, al centro de la ciudad lleno de gente, al río que serpentea alrededor de la ciudad, y por primera vez hablo en voz alta. Me oigo decir, “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, no sea hecha mi voluntad, sino la suya”.
Desde el norte, pero debajo de donde estamos ubicados, veo aparecer una bola roja y anaranjada de fuego candente y comienza a dirigirse lentamente hacia el sur. Su trayectoria me recuerda a un avión grande a punto de aterrizar. Detrás tiene una cola, no de humo ni de vapor, sino de algún tipo de energía que no puedo describir. La bola produce un estruendo profundo, y parece moverse muy lentamente. Pasa muy bajo sobre el río, siguiendo una trayectoria hacia el sur y rumbo al centro de la ciudad. Al moverse, veo que todo lo que está en su camino queda destruido—derribado e incinerado. Ningún edificio, puente o estructura es capaz de afectar su trayectoria, su velocidad ni su rumbo. Sigue adelante, imparable e inmutable. Observo esa bola de fuego moverse lentamente. Creo que esa ciudad y los que están allí han tenido muchos minutos de aviso. Pienso en las alarmas que habrán sonado. ¿Cuál preparación habrá hecho cada uno, ya que pronto perecerá?
Me doy vuelta y miro hacia el este, hacia el gran cuerpo de agua. Veo otra bola de fuego roja y anaranjada que se mueve hacia el oeste, hacia el aeropuerto. Nuevamente, miro alrededor y veo muchas otras bolas de fuego rojas y anaranjadas. Son más pequeñas, y se dirigen a muchas partes distintas. Casi simultáneamente, veo que las primeras dos bolas grandes de fuego golpean la tierra. La que venía de norte a sur cae a tierra a un ángulo ligero. Simultáneamente, la bola de fuego del este cae justo al borde del gran cuerpo de agua. Mientras esta bola de fuego produce un gran surco de destrucción, atraviesa el aeropuerto y lentamente se dirige hacia el oeste. Entonces, las dos bolas de fuego chocan, estrellándose en un sitio preciso en la parte sur de Nashville.
Este acontecimiento no es una coincidencia. Una mano poderosa en el cielo guía esas dos bolas de fuego. Al chocar, despiden una onda de choque que destroza el área. Inmediatamente, sigue al choque un infierno abrasador que consume todo instantáneamente. El calor y el fuego son tan intensos que de los puentes de concreto (hormigón), las carreteras, los vehículos, los edificios, y aun la tierra baldía, no quedan más que cenizas. Las aguas del río y también del cuerpo de agua al este se precipitan a través de la tierra arada. La nube de vapor es inmensa, y eleva la temperatura tremendamente. Desde la altura donde me encuentro, siento la onda de choque y presencio la destrucción. Me dirijo a los ángeles y digo que los juicios de Dios son justos. Puesto que ciertos individuos rehúsan servir como deben, ¿hasta cuándo tendremos que seguir en este sendero?
Miro a Perceivous, quien llora. Entiendo que ella conocía a cada individuo personalmente, y siente el dolor y la angustia en lo profundo de su corazón. Sé que en ella hay un amor que no puedo explicar. Sin embargo, su rostro muestra paciencia, porque ella sabe que los caminos de Dios siempre son justos y correctos.
Al verla llorar, pienso en las lágrimas por tantas personas cuyas vidas acaban de terminar, hasta que sean resucitadas para enfrentar el juicio. Ella me mira y dice que Elena de White, otra mensajera de Dios escribió acerca de este evento. Entonces comparte lo siguiente:
Cuando estuve en Nashville, había estado hablando a la gente, y durante la noche hubo una inmensa bola de fuego que bajó directo del cielo y se asentó en Nashville. De esa bola salían llamas de fuego como flechas; las casas se consumían; las casas tambaleaban y caían. Algunos de nuestro pueblo estaban parados ahí. “Es tal como esperábamos,” decían, “nosotros lo anticipábamos.” Otros se retorcían las manos en agonía y clamaban a Dios pidiendo misericordia. “Ustedes lo sabían”, decían, “¡ustedes sabían que esto vendría, y jamás nos dijeron una palabra para advertirnos!” Parecían casi querer despedazarlos al pensar que ellos nunca se lo habían dicho, ni les habían advertido. Manuscript Release 188: Sermón en Mountain View, California, enero 21, 1905.
[Fin de la selección]
Es importante notar que, a Elena de White, una mensajera de Dios, le fue mostrada la destrucción de Nashville. Ella recibió el mensaje hace 115 años. Nadie puede decir que no se le advirtió. Nadie puede decir que no tenía ninguna idea de la ira venidera de Dios por la transgresión del pecado. Todo el universo ha visto y sabe que Dios ha dado suficiente tiempo y abundantes advertencias.
Me dice el Heraldo que algunos dirán que no se les advirtió de lo que iba a suceder. Sin embargo, Dios dejó en claro que todos podrían saber lo que iba a hacer. La ignorancia con respecto a lo que se muestra no equivale a perdón. Los que han elegido su estilo de vida recibirán sus juicios.
El Heraldo señala hacia abajo, y del suelo sube una enorme pared de diamante, perfectamente plana. En ella, estas palabras están profundamente grabadas.
Y que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Romanos 1:25-27
Dice el Heraldo, “Lo que Dios mandó que se escribiera presenta claramente la clase de relación que se espera que los seres humanos tengan, bien sean hombres o mujeres”.
Nuevamente, el Heraldo señala hacia la pared, y se me muestran estas palabras:
No te echarás con varón como con mujer; es abominación. Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros… Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hicieren serán cortadas de entre su pueblo. Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo Jehová vuestro Dios. Levítico 18:22, 26, 29-30
Dice el Heraldo que queda muy claro que la vida y el alma de todos los que sigan un estilo de vida homosexual, ya sean gay, lesbiana, transexual o hermafrodita, serán cortados. Nunca entrarán por las puertas del cielo.
Nuevamente señalando hacia la pared, se me muestra lo siguiente:
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo. Efesios 4:17-20
El Heraldo me dice que hay quienes dirán que nacieron de esa manera, y que este estilo de vida es genético, y que ellos no pidieron ser así. Pero Dios ha dicho claramente que ellos han elegido ese estilo de vida a causa de la vanidad en sus propias mentes. Esos individuos han aceptado la directiva de Satanás para creer y desear ese estilo de vida.
Entonces, el Heraldo me muestra:
Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre. Levítico 20:13
Es evidente que para Dios es una abominación que un hombre tenga relaciones sexuales con otro hombre. Ellos cosecharán el destino de la muerte. Está escrito que:
El matrimonio … fue una de las primeras dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó Adán consigo al salir del paraíso. Patriarcas y profetas, p. 27
Sigue diciendo el Heraldo, “Sólo los heterosexuales pueden obedecer el mandato de Dios de ser ‘fructíferos’ y multiplicarse. Aceptar la mentira de que la homosexualidad es genética y no un pecado, es como decir que Dios no tiene el poder de cambiar a los pecadores. El poder transformador del evangelio no puede cambiar a alguien que se niega a reconocer el pecado como pecado. La santificación incluye la transformación. Dios puede salvar y cambiar hasta lo sumo los que acuden a Él, y eso incluye a los homosexuales. Los que creen que Dios no espera que los homosexuales cambien en realidad están diciendo que Él no puede cambiarlos. Eso insinúa que Él no es omnipotente. Si Él no es omnipotente, ¡no es verdaderamente Dios! Y este engaño que empequeñece a Dios es precisamente lo que Satanás desea que la gente acepte”.
El Heraldo baja la vista y pausa. Luego, se da vuelta y vuelve a mirar la pared, para darme tiempo para releer las palabras y meditar de los detalles. Me doy cuenta de que la pared no es una superficie suave, porque es un diamante, una sustancia muy dura, difícil de grabar. Simboliza una manera permanente de escribir algo que nunca será cambiado. Cuando el Heraldo se vuelve hacia mí, la pared se hunde lentamente al suelo. Me dice que me fije en la importancia de lo que me va a decir.
“Se cometen pecados graves mediante un estilo de vida incorrecto que los gobiernos del mundo han forzado a través del sistema judicial. Ha sido aceptado en las iglesias, las escuelas, los hogares y demás. Estos pecados son aceptados mediante la presión del grupo. Muchos afirman que no es algo elegido, sino la manera como nacen los individuos.
“Es triste cuando el único hijo de un padre anuncia a la familia que es homosexual. El padre se ve obligado a aceptar este anuncio como si fuera algo normal. Sin embargo, ese padre sabe que eso pondrá fin a su linaje familiar. Su hijo y otro hombre jamás podrán procrear un nieto.
“Siguiendo la idea de la aceptación forzada del pecado abierto, debemos preguntarnos en cuanto a la aceptación de otros dos ejemplos. Se espera que la homosexualidad sea aceptada como una existencia mental normal. Eso contradice el hecho que Dios ha dicho claramente que su gracia no justifica esa elección. Por lo tanto, ¿sería aceptable lo siguiente?
“¿Deberíamos aceptar a los asesinos en serie, porque nos dicen que así nacieron? ¿Sería aceptable darles la bienvenida a nuestras escuelas, iglesias, y hogares, darles palmaditas en la espalda y hacerlos nuestros amigos? ¿Sería aceptable permitirles entrar en las aulas infantiles, en los cuartos para niños en la iglesia, en los parques infantiles o en sus dormitorios? Usted dirá, ‘Oh, pero eso sería asesinato’. Sin embargo, se nos dice que no debemos hacer nada en contra de esos individuos, porque eso constituiría un crimen de odio. Cada uno debe preguntar: Si Dios no acepta la práctica de la homosexualidad, ¿por qué es que tantos la aceptan abiertamente como algo ‘normal’? Sin embargo, ¡es algo ofensivo a Dios y va en contra de sus mandamientos”!
El Heraldo pausa un momento para que yo reflexione sobre lo que me dijo. Entonces, él comienza con otro ejemplo. “Usemos también el ejemplo de un cleptómano, alguien con una incapacidad recurrente de resistir los impulsos de robar cosas. Es un trastorno mental serio. Pero, si alguien padece de cleptomanía, ¿sería malo detenerlo? ¿Sería un crimen de odio arrestarlo por robar? Al fin de cuentas, nació con un trastorno cerebral genético.
“Siguiendo ese hilo de ‘la aceptación’, ¿aceptaríamos que individuos con este trastorno entren a una tienda de comestibles, llenen dos carritos con comestibles y salgan por la puerta principal afirmando, ‘Soy cleptómano. Si me detienen, los demandaré por crimen de odio. No puedo evitarlo, ¡así nací!’
“Ese mismo individuo también podría ir a un gran almacén local y llenar un carrito con ropa y electrodomésticos. Entonces, podría salir por la puerta principal y nadie lo molestaría, porque es miembro titular de la organización cleptómana. Como su bandera, los cleptómanos podrían desplegar un ladrón enmascarado. No pueden usar el arco iris, porque ya está siendo usado. Sin embargo, podrían robarlo, debido a que sufren de un trastorno cerebral.
“Pero ¿por qué detenernos ahí? Si sufres del trastorno mental de la cleptomanía, eres una persona de mucho éxito. Ve a un concesionario de automóviles, entra, selecciona el auto que deseas y al salir manejando tu auto nuevo diles que eres un cleptómano. Y no olvides seleccionar una hermosa casa grande. La mereces, porque sufres de un trastorno mental. No es culpa tuya, porque así naciste”.
El Heraldo pausa, y luego repite que sólo los heterosexuales pueden obedecer el mandato de Dios de ser ‘fructíferos’ y multiplicarse. Aceptar la mentira de que la homosexualidad es genética, y no un pecado, es como decir que Dios no tiene el poder de cambiar a los pecadores.18
El poder transformador del evangelio no puede cambiar a alguien que rehúsa reconocer que el pecado es algo malo. La santificación incluye una transformación. Dios puede salvar y cambiar hasta lo sumo a los que acuden a Él, y eso incluye a los homosexuales. Los que creen que Dios no espera que los homosexuales cambien están diciendo que Él no puede cambiar a cualquiera. Eso insinúa que Él no es omnipotente. Si Él no es omnipotente, ¡no es verdaderamente Dios! Y este engaño que rebaja a Dios es precisamente lo que Satanás quiere que la gente acepte”.El Heraldo está muy callado y solemne, luego dice que Dios ha esperado, pero no puede esperar más. “En el mensaje ‘¿Sabes quién eres?’ se te mostró la ilustración de agua siendo retirada de un lago.” Señala hacia adelante y dice, “Ahora, déjame mostrártelo de una manera distinta”.
Miro adelante y veo la tierra rotando, como si yo estuviera en el espacio mirando hacia abajo. Veo un gran haz de luz que fluye desde la tierra hacia arriba, como si le estuviera sacando energía. Eso representa el Espíritu Santo, el Consolador enviado por Jesús. Veo que el Espíritu Santo está siendo retirado de la tierra. Una vez que sea retirado, está escrito que el que esté limpio siga limpio, y el que esté sucio siga sucio.19
Dios ha esperado, pero no va a esperar más. El tiempo ha llegado, y todo el cielo está atareado. Éste es el año de ver claramente. Las señales se ven claramente. El bamboleo de la tierra es un resultado de la remoción del Espíritu Santo.20En este momento, el Heraldo me dice que mire hacia el oriente. Aunque está a una distancia muy lejana, puedo ver como si estuviera allí; sin embargo, estoy en casa. Veo una ciudad que aguarda la ira de Dios. Entonces noto la forma de un individuo que camina en esa ciudad. Sé que ese individuo alto y majestuoso es la Verdad. Él es muy alto, como si se elevara sobre las copas de los árboles y los edificios. En la mano izquierda tiene una tableta muy grande. En la mano derecha tiene un cálamo elegantísimo. En la parte superior de la tableta están inscritas las palabras, “LA VERDAD”. Mientras la Verdad observa la ciudad, constantemente registra las cosas que no concuerdan con lo que él fue creado para compartir—la verdad. Hay quienes caminan con "la lengua afuera para saborear cada sabor". Eso no concuerda con todo lo que el Creador desea.
Entonces, el Heraldo dice, “Voy a compartir contigo una escena simbólica que se te mostró anteriormente en un sueño. Cuatro ángeles que se destacan por su fuerza sostienen algo que parece una vela grande. Detrás de ella hay cosas que continuamente golpean la vela, tratando de atravesarla. Entiende que, a pesar de que los cuatro ángeles nunca se cansan de sostener la vela, con el tiempo se ha deteriorado mucho.
Me dice el Heraldo que observe con mucha atención lo que ocurre ahora, porque es muy importante. Veo que la Verdad alza la mano derecha y pide que se libere una gota muy pequeña de ira. Veo que la gota se escapa de detrás de la vela, y entonces cae sobre la ciudad malvada, tal como ocurrió en Sodoma. La gota gira y se mueve como un tornado. Sin embargo, se asemeja y mueve como una lengua lamiendo el suelo, los árboles, los edificios y las carreteras. Me pregunto por qué veo este tornado como una lengua. Lame la ciudad como una persona muy hambrienta disfruta de un aperitivo antes de la comida principal. Se mueve lentamente mientras babea sobre ladrillos y otras piezas de construcción, devorando muchos edificios y gente.
Miro hacia atrás a la Verdad y lo observo escribir lo siguiente en su tableta, donde están inscritas las palabras, “LA VERDAD”: “Los que andan con apetito por el pecado serán alimentados con una sopa”.
El Heraldo me dice que siga mirando. Sin embargo, me dice que recuerde lo que acabo de ver que la Verdad registró en su tableta, “Los que andan con apetito por el pecado serán alimentados con una sopa”. Estas palabras serán entendidas.
Todavía en el oriente, miro hacia otra área y noto que varios ángeles muy grandes descienden a un gran bosque. La cantidad de árboles que hay allí forman un gran dosel. Luego, veo que los ángeles se separan hacia muchas partes. En la mano izquierda tienen algo que parece un gran recipiente de mantequilla. En la mano derecha tienen un inmenso cuchillo para untar. Cada uno comienza a untar “la mantequilla” sobre un acre de árboles, como si fuera una tajada de pan. Ahora noto que hay muchos ángeles untando “la mantequilla” sobre muchos acres de árboles. Cuando terminan de untar “la mantequilla”, los ángeles se van y ascienden.
Entonces, noto que la Verdad camina al bosque de los árboles “untados”. Pone la mano sobre su tableta y registra estas palabras: “A éstos se les dijo que debían pararse sobre la madera, pero no lo hicieron. La madera es la verdad, y ellos eligieron pararse juntos en el pecado. Éstos no merecen ni un árbol sobre el cual pararse, porque rehusaron aceptar a Jesús, quien es la Verdad, y fue sacrificado sobre un madero. La madera es la verdad”.
Ahora la Verdad alza la mano, y de la vela sale una pequeña llamita parpadeante. Veo que cae encima de los árboles untados. Al instante, un fuego enorme arde, brillante y muy caliente.
Dice el Heraldo que debe mostrarme algo que debo comprender plenamente. Vuelvo a mirar hacia la ciudad donde sé que, en el tiempo de Dios, su ira será derramada sin medida. Cuando miro, en un área muy grande afuera veo una olla gigantesca. Debajo hay una fuente de calor que calentará el contenido de la olla: zanahorias, papas pequeñas y redondas, apio, cebollas, guisantes, arvejas, maíz, y muchos tomates, todo picado y preparado. Luego, se le añade agua a la olla y entonces una gran cantidad de distintos vinagres: vinagre de arroz, vinagre de vino tinto, vinagre de malta y vinagre balsámico. Ahora es una olla de sopa amarga. La llama comienza a calentar la sopa, y cuando está lista, veo mucha gente haciendo cola. Cada individuo tiene en una mano un pequeño tazón para sopa y en la otra, una cuchara sopera. Todos están muy emocionados y ansiosos de recibir su tazón de sopa. Cada uno tiene mucha hambre y deseos de comer. Después que cada uno recibe un cucharón de sopa, le añaden a su tazón una cucharada de letras del alfabeto.
El Heraldo me dice que es sumamente importante memorizar las letras. Entonces, debo escribir las letras exactamente como aparecen cuando las colocan en cada tazón de sopa amarga de letras. Noto que las letras en cada tazón siempre son las mismas.
EESLIOJATCOLIEMCMUJASTVIEARULSTIECCAILROAS
Pronto la última persona ha recibido un tazón de sopa. Cada uno tiene el estómago lleno, pero hinchado. Se me dice que ahora sus estómagos se pudrirán. Se me dice que esta vez se me mostrará algo que muchos van a pasar por alto en cuanto a la importancia de las letras. En el tazón, esas letras no tienen sentido. Me recuerda que Dios colocará más en cada mensaje para los que desean estudiar y entender más.
El Heraldo extiende la mano, toma una letra a la vez y la coloca en el orden debido. Me dice que estas letras forman diez palabras importantes. Cuando termina, veo estas palabras claramente:
SE SIRVE LA JUSTICIA TAL COMO LA JUSTICIA LO MERECE
El Heraldo guarda silencio, como para permitir que yo contemple todo lo que he visto. Después de un corto tiempo de silencio me dice, “Nuevamente, debo mostrarte algo. Dios ha dicho que destruirá el pecado y los pecadores”.
Me pide que le haga el favor de acompañarlo para permitirme entender. Al instante, estoy parado junto a muchos otros sobre el muro de la Ciudad Santa, mirando a los perdidos abajo, los que eligieron a Satanás y no a Jesús. Junto a mí, muchos lloran y sollozan al ver a un cónyuge, a padres, hijos, familiares o amistades a punto de recibir su juicio.
Algunos sobre el muro están viendo a los que los torturaron y les quitaron la vida. Aun siendo mártires, defendieron el nombre y el honor de Jesús. Ellos saben que los que están viendo van a ser destruidos, porque ellos no serían felices en el cielo. Sería una eternidad de desdicha. ¿Cómo podría alguien vivir para siempre reacio a defender las leyes que Dios estableció en el principio? Si rehusaron cumplir con sus leyes durante su corta vida, no las obedecerían en el cielo. Fue dicho muy claramente, “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Pero, los que están allá abajo no aman a Jesús. Eligieron servir al yo, y no a Dios.
Mirando hacia abajo, me doy cuenta de que un grupo muy grande de individuos ha sido separado del resto. Me dicen que son los que eligieron un estilo de vida que se les dijo no debían llevar. Componen ese grupo los que eligieron ser gay, lesbiana, transexual, hermafrodita o ambiguo. Ésa fue la vida que cada uno eligió. Ridiculizaron y castigaron a los que les mostraron su error. Usaron la presión de grupo para ser abiertos con respecto a sus decisiones de relación. Afirmaron crímenes de odio en contra de la humanidad. Muchos otros permanecieron en silencio y no mencionaron que vivían en pecado abierto. Ahora se paran juntos. Los que fueron llamados de la tumba salen tal cual eran cuando murieron.
Al mirar ese grupo, los veo de pie con los brazos extendidos e incapaces de mover los pies. Parecen señalar hacia adelante, acusando a otros de odiarlos y no aceptarlos porque “así son”. Siguen siendo rebeldes. Aun señalan los supuestos errores del Dios que los va a destruir. Sin embargo, Jesús extendió sus brazos voluntariamente para ser crucificado en una cruz.
Ellos han tomado una decisión permanente a favor de lo que han elegido. Eligieron esta tierra. No eligieron afirmarse sobre la madera, porque la madera es la verdad. La madera es la Palabra de Dios. Su Palabra es la verdad. La Verdad observa y atestigua la veracidad y la validez de las decisiones de Dios. La Verdad atestigua que Dios es bueno y justo en sus decisiones.
Las palabras siguientes aparecen en una pared masiva donde todos los reunidos pueden leerlas. Me sorprende que aun los ciegos pueden leer las palabras. Lo escrito consiste en las palabras de Jesús escritas en el Espíritu de Profecía.
La verdad miró desde el cielo a los hijos de los hombres, pero no halló ningún reflejo de sí misma; porque las tinieblas cubrían la tierra y oscuridad las naciones. Si había de ser disipada la oscuridad del error que escondía la gloria de Dios de los ojos de los hombres, la luz de la verdad debería brillar en medio de las tinieblas morales del mundo. En los concilios de Dios fue decretado que el Hijo unigénito de Dios debía abandonar su alto mando en el cielo, revestir su divinidad con la humanidad, y venir a este mundo. Ningún esplendor externo debería acompañar sus pasos, salvo el de virtud, misericordia, bondad y verdad; porque Él debería representar al mundo los atributos del carácter de Dios. Pero el mundo, no acostumbrado a contemplar la verdad, se apartó de la luz a la oscuridad del error; porque el error era más a su gusto pervertido que la verdad. The Review and Herald, agosto 6, 1895
Entiendo que la Verdad había visto las escenas de la humanidad andando en tinieblas, en vez de elegir andar en el sendero de la luz de Dios. El hombre andaba en la degradación del pecado en una tierra oscura. La Verdad fue testigo de la decisión de que Jesús, el Hijo de Dios, fuera enviado a salvar a los que estaban en tinieblas. Mediante la venida de Jesús, el mundo recibiría luz. Él vivió el verdadero carácter de Dios. La Verdad vio que lo único que el pecador necesitaba era aceptar a Jesús, la luz y el verdadero ejemplo.21
Siendo el reflejo del carácter de Dios, y mediante su sacrificio en la cruz, Él traería la luz a este mundo. Sin embargo, veo reunidos aquí a tantos que eligieron andar en las tinieblas, y no en la luz que se les ofreció gratuitamente. Ellos abiertamente eligieron rechazar los mandamientos e instrucciones de Dios.Aquí están los que eligieron su propio camino. Aquí están los que afirmaban un “crimen de odio” contra los que se oponían a su vida de pecado abierto. Aquí están los que se burlaron de las leyes de Dios y las transgredieron. Aquí están los que tuvieron la oportunidad de cambiar su conducta. De sus brazos abiertos ahora cuelga el mismísimo manto que Jesús alegremente hubiera colocado sobre sus hombros. A sus pies está la corona que Él hubiera colocado en sus cabezas, llamándolos su hermano o hermana.
También están en este grupo los que no concordaron con ese estilo de vida, pero no dijeron que estaba mal. Cedieron a la presión de grupo. Sin embargo, Dios los tiene por responsables.
Junto con este grupo muy grande hay otros que han sido resucitados para recibir su juicio. Aquí están los que fueron destruidos en Sodoma y Gomorra. Aquí están los que se juntaron, mostrando su relación abierta con orgullo y arrogancia.
Me doy vuelta y miro hacia el muro. Se me hace ver que aquí están los que verán el derramamiento de los juicios de Dios. Oigo al Heraldo pronunciar una palabra, y aparece junto a mí un ángel que se destaca por su velocidad. Sí que debo ir rápidamente entre el grupo inmenso encima del muro, pero también a lo largo de la ciudad. Entiendo que se me va a mostrar algo muy rápidamente.
El ángel que se destaca por su velocidad extiende la mano. La tomo y siento que él garra la mía firmemente. Inmediatamente, nos movemos entre esa gran muchedumbre de los santos reunidos en el muro, como también en el suelo y en los atrios del cielo. Mientras viajamos, nos movemos sin ser vistos. Parece que vamos a cámara lenta, pero en realidad nos movemos muy velozmente. Al movernos, se me hace saber de algunos que habían llevado un estilo de vida errado, pero eligieron desligarse del compañero o compañera del mismo género y se aferraron de la mano de Jesús. Escucharon la voz tierna del Espíritu Santo. Fueron simbólicamente ante el trono de Dios. Los que vieron a un pecador arrepentido decidir nunca más volver a su camino antiguo se regocijaron con lágrimas de alegría.22
Mientras sigo viajando, se me muestran muchos individuos que decidieron arrepentirse ante al Padre celestial. Muchos en el muro miran a alguien que permaneció inconmovible en su estilo de vida errado. Miran hacia abajo mientras las lágrimas corren por sus mejillas, sabiendo que pronto la vida de esa persona será destruida para siempre. En el suelo, en las calles, y en los atrios del cielo, hay individuos arrodillados y llorando mucho. Lloran por las personas que ellos conocían personalmente, cuyas vidas ahora serán cortadas para siempre, porque continuaron en el pecado. Al mirar la escena allá abajo, veo a tantos que rechazaron a Jesús y eligieron seguir a Satanás.
Entonces, veo una gran muchedumbre que eligió seguir transgrediendo los Diez Mandamientos de Dios. Luego veo sus leyes escritas en el cielo, para que todos las vean. Ahora saben por qué fueron hallados indignos. Cada uno tiene quemados en la memoria de sus ojos los pecados que cometió. Gracias al gran sacrificio de Jesús, cada uno recibió la oportunidad de acercarse al trono de Dios para arrepentirse de sus errores y pedir perdón. Ahora cada uno sabe cuáles de las siguientes leyes es culpable de haber quebrantado.
- Hacer un dios de alguien o algo, en vez de el único Dios verdadero.
- Hacer o formar una imagen o ídolo para adorar, en vez de adorar al que se inclinó y formó a cada uno a su propia imagen.
- Tomar el nombre de Dios o de Jesús en vano, al usarlo con indiferencia o para jurar, sin darse cuenta de que cuando alguien pronuncia el nombre de Jesús, cada ángel a lo largo del universo repite ese nombre maravilloso.
- Olvidar de acordarse que el sábado, el séptimo día de la semana, es el día escogido por Dios para el descanso. Cedieron abiertamente a la presión de grupo al guardar como santo otro día.
- No honrar al padre o madre en el Señor.
- Matar a alguien, bien sea con un arma o con palabras.
- Transgredir abiertamente la sagrada unión de la institución del matrimonio.
- Vivir cada día como un ladrón.
- Hablar ideas falsas, no testificar en verdad, chismear y ser taimado.
- Desear tener el esposo, la esposa o las pertenencias de otro.
Ahora veo reunidos a los que tienen un gran parecido a nuestro Creador. Pero también hay muchos que fueron hablados a la existencia. Allí, con los seres humanos, están Satanás y todos los ángeles que decidieron seguirlo. Ninguno es capaz de moverse mientras espera la ira de Dios.
Ahora, me doy vuelta para ver a Jesús sentado muy alto en su trono. Me alegro con lágrimas de gozo al darme cuenta de que Él ahora es el Rey Jesús. Por encima de Él hay un tremendo arco iris. Entonces, recuerdo que después de destruir la tierra con un diluvio a causa del pecado, Él colocó un arco iris en el cielo como una promesa de nunca más destruir la tierra con agua.
Pienso en los que llevaron un estilo de vida gay y lesbiana, los que eligieron el arco iris como su símbolo y muy sutilmente lo colocaron en todas partes como señal abierta de haber elegido una vida de pecado. Muchos sabían que era incorrecto, pero temían las reacciones públicas de los que vivían ese estilo de vida, quienes los acusarían de cometer crímenes de odio.
Cuando vuelvo a alzar la vista hacia Jesús, lo veo alzar la mano—esa mano que permitió que fuese clavada a una cruz, para que todos pudiesen vivir eternamente, libres del pecado.23
Lo único que Jesús pedía era que los seres humanos se amasen los unos a los otros, y guardasen sus mandamientos como señal de su amor hacia Él. Ahora, Él alza la mano, y mediante nuestro Padre, pide que se derrame fuego sobre los que no amaron al que era, es y siempre será el Amor del Amor de los Amores. Él no posee poder propio, porque lo renunció cuando se quitó el manto y la corona y los colocó sobre su trono. Me detengo para pensar que allí en su trono está el Rey Jesús—el Rey del universo y mi Hermano.Luego, se me permite estar cerca de la muchedumbre de aquellos que eligieron el estilo de vida incorrecto o eligieron no hablar en contra de él, tales como los dirigentes de las iglesias y pastores de todas partes del mundo.24
Al compararlos a Adán y Eva, quienes eran perfectamente simétricos, me horroriza ver cuánto todos se han degradado a causa del pecado. Estoy ahí para observar y reportar la manera cómo ambos grupos serán destruidos por haber transgredido la ley de Dios.25 Está escrito, “Si me amáis, guardad mis mandamientos”.Sé que no sufriré ningún daño mientras observo y camino libremente. Estoy a salvo de la ira de Dios, no como los que están de pie con los brazos extendidos, incapaces de moverse. Una mano invisible ha colgado sobre sus brazos ese gran tesoro—el mismísimo manto que Jesús hubiese colocado sobre los hombros de cada merecedor. Aun los ángeles se hubieran sentido honrados de poder colocar ese manto sobre sus hombros. Jesús hubiera colocado una corona sobre cada cabeza, y los hubiera llamado sus hermanos. Ahora, a sus pies está la corona que cada uno hubiera vestido si hubiera sido un hijo y un príncipe de Dios.
Cuando miro hacia arriba, me sorprende ver vertiendo del cielo una sustancia ardiente y candente, como un jarabe transparente. Noto que sólo cae sobre esta gran multitud, porque su destrucción es diferente de todos los demás.
Miro a los otros que están separados de este grupo. Son los ladrones, los mentirosos, los asesinos, los adúlteros, y los que codiciaron las pertenencias de sus vecinos. Un fuego distinto los consume rápidamente.
Miro hacia atrás para observar lo que les pasa a los del grupo estilo de vida. Ellos son destruidos igual que los sodomitas, no como los otros que rehusaron guardar los mandamientos de Dios. Entiendo que debo observar atentamente lo que les ocurre a los que eligieron ese estilo de vida. Están de pie con los brazos extendidos y las palmas hacia adentro. Pareciera que están acusando a otros y afirmando que su comportamiento no es su culpa. Ahora veo caer lentamente un líquido espeso sobre este grupo que está parado sin poder moverse.
El líquido derrite la ropa que llevan puesta, y también los mantos que habían sido colocados sobre sus brazos. Las coronas hermosas se derriten. Cuando el líquido toca la carne y comienza la quema, se oyen gritos de dolor intenso de los que deben sufrir por su flagrante desprecio de las instrucciones de Dios. Se les obliga a soportar más por haber obligado a otros a aceptar su pecado abierto. Sin poder moverse, cada uno sufre un dolor espantoso. Por haber deseado grandemente la carne de pecado, grande será su destrucción.26
Ahí están los que gritan en gran agonía. Siguen parados por lo que parece mucho tiempo, mientras su carne se derrite lentamente de sus huesos. Después de bastante tiempo, su piel y sus órganos corporales quedan destruidos. Sólo queda el esqueleto; sin embargo, cada uno sigue en pie, todavía vivo. Todavía queda algo que no se entiende plenamente que el Creador otorgó cuando sopló vida a esa forma creada del barro.
Ahora, los esqueletos de los desobedientes comienzan a fusionarse en cada articulación del cuerpo, y arden lentamente por mucho tiempo. A pesar de que no hay órganos, ni piel, ni pulmones, ni voz, oigo terribles gritos ensordecedores que continúan, a causa del dolor extremo y atroz. Por voluntad propia eligieron hacer caso omiso de la promesa solemne de Dios de destruir a los desobedientes.27
Me pregunto por qué deben arder por mucho tiempo y ser destruidos los que fueron hallados culpables de ansiar a una persona de su propio género para formar una unión antinatural. Entiendo que este grupo está compuesto de los que obligaron a otros a aceptar su pecado, y de esa manera hicieron que esas personas pecaran. Los asesinos, los ladrones, los mentirosos, los adúlteros, etc. arden porque cada uno eligió pecar.
Después de mucho tiempo, lo único que queda de ellos es el aliento que cada uno recibió—la vida dada por el Creador. Todavía en pie está la forma de cada uno, algo que parece luz y energía. Para Dios, es la parte más dolorosa de destruir, porque en realidad es una parte de sí mismo.
El Padre celestial observa con lágrimas en los ojos cada uno de los que fueron sus hijos, de quienes debe despedirse para siempre. No aceptaron sus leyes, las cuales son la esencia de su amor. Dios sabe que ellos no serían felices con Él en el cielo. Pienso en los que crucificaron a su Hijo, porque transgredieron sus leyes. Sin embargo, Jesús era inocente, porque nunca quebrantó las leyes de su Padre celestial.
Con mucha agonía el Padre observó la destrucción final de cada uno que le ofendió. Sin embargo, deseaba abrazar a cada uno, porque los amaba entrañablemente. Observaba mientras cada uno era consumido lentamente. Él sintió su dolor. Para mí, es difícil comprender plenamente lo que ocurrió. Creo que los gritos que escuché de cada uno cuando no tenían voz, eran en realidad los alaridos de su Creador. Ni siquiera podemos comenzar a entender lo que Él va a sufrir cuando sean destruidos tantos que fueron hechos a su imagen y recibieron su propio aliento. Cada uno era parte de sí mismo. Nadie puede comprender el tremendo dolor y angustia que Él, la fuente de todo amor soportará al poner fin para siempre a las vidas de los que tanto ha amado.
Ahora, vuelvo a elevarme y me paro encima del muro. Sé que estoy aquí para observar y documentar todo lo que veo. Sin embargo, dondequiera que miro, es un día de mucho llanto. Abajo, y consumidos en el fuego, estaban los que eran hermanos, hermanas, madres, padres, tíos, tías, abuelos, esposos, esposas, vecinos, compañeros de trabajo o simplemente amigos de toda la vida.
Vi la destrucción de la incontable multitud en ese estilo de vida. Fueron consumidos porque no se acataron a las instrucciones morales establecidas en el cielo y escritas en los mandamientos de Dios. No eligieron a Jesús cuando Él dijo, “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Todos los que no aman a Jesús serán destruidos. Dios cumple sus promesas.
Ahora veo que los únicos seres que quedan son Satanás y sus ángeles. Pasará mucho tiempo hasta que finalmente todos sean consumidos. Luego, la tierra entera y todo lo que está dentro del velo negro será destruido. Es entonces cuando la Tierra Nueva será creada. Mientras me muevo lentamente entre todos los que están en el muro, medito de todo lo que he observado.
Después de mucho tiempo, el Heraldo dice que debe mostrarme otra cosa. Como muchas veces antes, pide mi mano derecha, y nos levantamos del suelo. Al ascender lentamente, me dice que hablamos anteriormente en este sueño que este año 2020 lo llaman el año de ver claramente. Me dice, “También hablamos de que aun nosotros los ángeles, los que aguardamos instrucciones en los atrios celestiales, vemos las cosas que ocurren.
“Hemos hablado antes de mirar las señales de lo que ocurre en la tierra este año. Éste es el año de ver claramente las cosas que ahora suceden casi todos los días. Debido a que este sueño comenzó el 4 de enero de este año, debe entenderse que se te ha pedido escribir cada noche y cada mañana. Has sufrido la falta de sueño.”
Eso me recuerda lo que escribió Elena de White:
El Señor me ha presentado muchas cosas que debo escribir. Uso mi pluma tarde y temprano; y, sin embargo, parece que sólo puedo comenzar a escribir los asuntos que deben ser grabados en las mentes del pueblo de Dios. Manuscript Releases, tomo 18, p. 177
El Heraldo sigue diciendo, “Y ahora nos aproximamos al final del último día del primer mes del año de ver claramente—2020. Ya se ha visto mucho durante este mes. Muchos han sufrido una gran enfermedad que vagará por el mundo, más allá de las fronteras nacionales, e incluso cruzará mares. Continuará intensificándose, y enviará a muchos a sus tumbas. Se propaga rápidamente de una persona a otra, y afecta todas las razas y edades. Esta enfermedad hace que la gente busque productos que pronto no estarán disponibles. Los estantes de las tiendas comenzarán a vaciarse de artículos necesarios. Esta enfermedad no sólo afectará los cuerpos humanos, sino que también devastará las economías del mundo. Leyes mundiales incluirán cierres forzosos, incluso de iglesias grandes, y el cese de muchas actividades diarias. Durante este año de ver claramente, se verán claramente los resultados de una enfermedad mundial que afectará profundamente al mundo entero”.
El Heraldo hace una pausa breve para dejarme pensar en el efecto que esta enfermedad tendrá en todos los que han sido creados a la imagen de Dios. Entonces habla con voz suave, pero muy seria. “Aquellos que han seguido a Satanás, haciendo culto el domingo en vez del sábado, las ‘ovejas ciegas’ que han buscado a Jesús, el gran Pastor, y han seguido pautas de adoración que Dios no estableció, necesitan tener los ojos bien abiertos durante este año de ver claramente.28
Si muchos no pueden asistir a la iglesia y se ven obligados a adorar solos, dejando que cada uno busque a Dios por su cuenta, será evidente que el Espíritu Santo está siendo retirado de la tierra.“Durante este tiempo, Satanás no estará quieto y pasivo. Él cegará a la mayoría y los guiará hacia la ignorancia y el rechazo de las leyes de Dios. Los obligará a deshonrar a Dios y quebrantar sus diez mandamientos, especialmente el cuarto. Rápidamente, Satanás tratará de obligar a todos los que pueda a reservar un día para adorar a Dios. Sin embargo, no será el día que Dios ha dicho que hay que ‘recordar’ y santificar. Muchos adorarán a Dios en un día que Él ha dicho que no adoren. Si Dios no se hace presente el domingo, lunes, martes, miércoles, jueves ni viernes, ¿a quién están adorando? Dios estableció que el séptimo día, el sábado, debe ser recordado como su día de reposo. Si Satanás establece el domingo, o cualquier otro día para la adoración, ¿a quién están adorando?”
El Heraldo pausa y luego dice, “Entiende que el séptimo día, el sábado, se pronuncia de una manera parecida en varios idiomas.29
El hecho que algunos calendarios muestren el lunes como el primer día de la semana y el domingo como el séptimo, no cambia el verdadero nombre histórico. Aun los paganos llamaban el domingo el día del sol. El sábado era y sigue siendo el día de reposo de Dios. Entiende que hoy en día, muchos no respetan, y ni siquiera toman en cuenta, los Diez Mandamientos de Dios.“En tanto que esta enfermedad se mueve sobre la tierra, los seres humanos hechos a la imagen de Dios no se dan cuenta que obligar la inmoralidad, mediante la aceptación gubernamental del movimiento de estilos de vida, va en contra de lo que dice Dios. No ven que ésa es la causa raíz de la enfermedad que Dios está permitiendo vagar por la tierra. Rehúsan admitir que el origen de su enfermedad inmoral es la desobediencia a la voluntad y Palabra de Dios.”
Ahora, el Heraldo y yo nos elevamos una gran distancia de la superficie de la tierra. Veo la tierra girar lentamente, y mientras lo hace, veo que una parte se oscurece sin luz del sol y la otra parte brilla con luz solar.
Me dice el Heraldo, “Solamente en el área que puedes ver iluminada por el sol, hay sitios donde se han registrado en este año de ver claramente cosas que han penetrado la gran vela sostenida por los cuatro ángeles. Observa también que parece que sube agua de la tierra. Esto simboliza que el Espíritu Santo está siendo retirado de la tierra”.30
El Heraldo me mira directamente, sonríe y dice, “La Verdad ha andado en la superficie de todo el mundo, no sólo en el área iluminada, sino también en la oscura. Mientras el Espíritu Santo está siendo retirado, la Verdad sigue notando la falta de interés y el rechazo de los santos mandamientos de Dios de parte de los que no se atienen a ellos. Recuerda que esas leyes fueron grabadas después de que la Verdad fue hablada a la existencia”.
Señalando hacia la tierra, el Heraldo me dice que la Verdad camina allí día y noche, y observa cosas que no son santas y van en contra de lo que la Verdad fue creada para hacer. La Verdad debe hablar en contra de esas cosas para defender el honor y la integridad de Dios. La Verdad debe solicitar los juicios de Dios para mostrar a los que han pedido una visión perfecta sus castigos sobre los impíos. Durante este año de ver claramente, es más patente que la Verdad, la cual anda por el mundo, alzará su mano para pedir que una gota pequeña de la ira de Dios traspase la vela.
El Heraldo sigue diciendo, “Este mismo mes [enero], mientras te esforzabas por preparar este mensaje, sólo un poco de los juicios de Dios han caído a causa de su ira. Observa la isla de Puerto Rico. La Verdad ha escuchado a una que se llama a sí misma una profetisa de Dios, pero sus mensajes contienen errores. La Verdad alzó la mano y traspasando esa vela, ángeles que llevan lanzas largas descendieron sobre esa isla. Esos ángeles arrojaron sus lanzas al suelo y las movieron ligeramente de un lado a otro. La isla ha sufrido devastación muchas veces, y todo ha sido causado por una que sirve a Satanás y habla de parte de él”.
El Heraldo calla y luego continúa. “Hace dos años se dio un ejemplo de los que dicen ser mensajeros de Dios. Se te mostró una mujer en Puerto Rico que quiere servir de mensajera, pero ella no es uno de los mensajeros de Dios. Sus sueños no son de Dios, sino que la motiva su esposo, quien la convence a escribir y hablar como si ella recibiese mensajes de Dios. Satanás le está presentando errores. El huracán María fue un resultado de sus enseñanzas falsas”.
Dice el Heraldo que Satanás sigue usando a esa persona. Se le dijo que dejara de publicar sus mensajes falsos, porque no son de Dios ni son para el pueblo de Dios. Luego, me dice que vuelva a compartir su nombre. Es Daisy Escalante. El Heraldo pausa y me dice que mientras registro estas palabras, el calendario muestra que todavía estamos a principios de enero. Luego añade, “Dios le ha mandado a Daisy que cese, pero ella se niega”. En lo que registras y escribes estas palabras, muchos terremotos se sienten en la isla de Puerto Rico a causa de la ira de Dios.”
El Heraldo enfatiza que la Verdad ha viajado y en todas partes ha visto las leyes de Dios pisoteadas. En ciertos lugares, la Verdad ha alzado la mano y pedido que se derrame una pequeña porción de la ira de Dios. Dice el Heraldo que tome nota de Louisiana, Alabama, Tennessee, Mississippi, Georgia y otros lugares en el sur de los Estados Unidos de Norteamérica. Me dice que la Verdad viajó a esa área y vio mucha recriminación contra Dios. También anduvo por los pasillos en las casas de marfil y halló a los que quebrantan las leyes de Dios, incluso el undécimo mandamiento establecido por Jesús. Antes de dejar esta tierra, dijo, “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”. [Juan 13:34] Entonces, una vez más la Verdad alzó la mano y pidió otra gota pequeña de la ira de Dios, todo por la terquedad que ronda por los pasillos de las casas de marfil.
Dice el Heraldo que observe el continente de Australia, el cual yace en tinieblas espirituales, tal como se halla en oscuridad cuando la tierra se aleja del sol. Los incendios que devastaron ese continente fueron alimentados por ángeles de Dios. Fueron enviados para destruir a causa de la decisión de sus dirigentes de burlarse de las leyes de Dios. Sus dirigentes apoyan la instrucción de Satanás de hacer que la homosexualidad sea una práctica aceptada. Tomaron el voto de legalizar el matrimonio del mismo sexo, y otorgaron asociación doméstica a parejas del mismo sexo. Sin embargo, Dios creó y bendijo una unión entre un hombre y una mujer. Su Palabra habla en contra de las uniones con el mismo sexo. Él ha hablado claramente que debe destruir a los que destruyen sus leyes. Ellos serán consumidos por fuego. Muchos citan el cambio climático como la razón de los incendios de Australia. Muchos se reúnen para pedir controles para salvar la tierra de la destrucción. ¿Acaso no son conscientes de que Dios debe destruir esta tierra maldecida por el pecado?31
El Heraldo pausa un momento. Entonces, sigue diciéndome que la Verdad viaja a muchos lugares y le disgusta el camino falso que muchos han elegido. Nuevamente, la Verdad alza la mano y pide que una gota pequeña se haga paso a través de la vela rasgada y hecha jirones. La evidencia se ve en muchos lugares de frío extremo y nieve, y en otros lugares, incendios destructivos. Dios permite que desciendan ángeles a la superficie de la tierra para causar terremotos alrededor del mundo. Los volcanes se elevan y vomitan las entrañas de la tierra. Esto ilustra perfectamente el enfado de Dios por lo que los dirigentes aceptan y como ellos hacen caso omiso de sus leyes morales.
El Heraldo me mira y dice que día y noche la Verdad ronda por la tierra. Mientras el Espíritu Santo se retira de la tierra, aun los ciegos pueden ver que la ira de Dios se derrama sobre la faz de la tierra.
Ahora, el Heraldo guarda silencio. En silencio observamos la tierra girando lentamente mientras veo caer por toda la tierra pequeñas gotitas de la ira de Dios. Veo terremotos, incendios, inundaciones, frío extremo, intensas nevadas, volcanes, tornados, huracanes y tsunamis que destruyen vidas y suceden en gran parte de la tierra. Es la ira de Dios sobre un mundo que pisotea su Palabra. Pienso en todo esto que sucede sólo en el primer mes de lo que se llama el año de ver claramente. Todavía quedan once meses del año. Con todo lo que he observado en las primeras semanas, ¿cómo podrá esta tierra perdurar?
El Heraldo guarda silencio. Después de un rato levanta la vista; su aspecto es muy solemne. Habla con una voz suave, casi retraída. Entiendo que está a punto de decirme algo de lo que hay que esperar muy pronto. Con todo lo que se me ha presentado y todo lo que se me ha dicho y mostrado, me pregunto cómo las cosas podrían empeorar.
El Heraldo aparta la vista y vuelve a mirarme. Comienza a explicar que, a pesar de que todo lo que se me ha mostrado y registrado ha ocurrido apenas en las primeras semanas de este año de ver claramente, no se presta a tención a las leyes de Dios.
El Heraldo sigue diciendo, “He hablado de una enfermedad que, al principio se moverá lentamente, pero pronto será como un gran tornado que se esparce rápidamente por todo el mundo. Muchos ya no tendrán el don de la respiración que el Creador les dio. El número de los cuerpos muertos será tan grande que será difícil deshacerse de ellos. Pronto, los muertos serán apilados como madera.” Cuando miro, el calendario revela un año muy nuevo.
Él explica lo siguiente: Además del gran número de muertos, los líderes darán a los vivos instrucciones para ayudar a detener la propagación de la enfermedad. Se ordenará que la mayoría permanezca en casa, viviendo solos o con los miembros íntimos de la familia. Eso podría significar no tener empleo, lo que podría hacer que no se satisfagan las necesidades básicas, como pagar el alquiler, tener servicios públicos y comprar alimentos. Esto provocará una tragedia económica mundial.
Pronto, los estantes en las tiendas quedarán vacíos. Los artículos básicos no estarán disponibles. Guiados por Satanás, la humanidad acaparará cualquier cosa que encuentre. Los que se les mande a recluirse en casa ya no podrán asistir a la iglesia ni reunirse para adorar en grupo. Cuando estén en público, se pedirá que todos mantengan cierta distancia de los demás.
El Heraldo enfatiza que los que engañan a otros o desatienden las leyes de Dios sufrirán. Mientras esta enfermedad se esparce por la tierra como se mueve el viento, la mayoría no prestará mucha atención a la gran cantidad de otras señales que Dios ha hecho ver muy claramente este año. Por los confines de la tierra continuará sucediendo muchos terremotos, tornados, volcanes, huracanes, inundaciones, nieve, hielo, calor extremo e insectos que pululan. Tantos son ciegos ante todos esos eventos que están ocurriendo. Y repito, es sólo el comienzo de este año.
El Heraldo vuelve a guardar silencio. Es un tiempo para que yo medite de todo lo que me ha dicho y lo que he observado sólo en las primeras semanas de este año. Pienso de la gran cantidad de desastres “naturales” en todo el mundo. Pienso en las tiendas llenas de compradores y los estantes vacíos. Pienso en que se nos ha dicho que, si somos fieles, se nos proporcionará nuestro pan y agua.
El Heraldo vuelve a hablar y me dice que la voz de la Verdad nunca debe callar. Cuando la Verdad ve y reconoce un mal, la Verdad habla abiertamente de los males cometidos. La Verdad alza la mano en el nombre del Creador y pide ira para destruir lo malo.
En silencio miro al Heraldo, y muchos pensamientos fluyen por mi mente. Entonces, le digo que he visto con lágrimas a los que diariamente desatienden a Dios. Sin embargo, Él es un Dios compasivo y de gran amor.
El Heraldo sonríe, con una mirada de quien sabe que Dios es justo y compasivo. Me dice que las leyes de Dios, establecidas aun antes de la creación de los ángeles, muestran gran amor y orden, y si se obedecen, mantendrán perfecta paz y armonía en todo el cielo. Es necesario que los seres humanos, creados a la imagen del Creador, guarden sus leyes y los principios que fueron establecidos.
De repente, estamos atravesando una pared y entrando en un aula grande y muy iluminada. Voy a un pupitre y me siento. El Heraldo va hacia el frente y señala hacia una pared que crece a un gran tamaño. Veo formarse algo que parece una pantalla grande. En la parte inferior de la pantalla y moviéndose hacia arriba leo lo siguiente.
Antes que se creara la tierra existía la ley de Dios. Los ángeles se rigen por sus principios y, para que este mundo esté en armonía con el cielo, el hombre también debe obedecer los estatutos divinos. …
… [L]os principios de justicia expuestos en el Decálogo son tan inmutables como el trono eterno. No se ha suprimido un mandamiento, ni una jota o una tilde se ha cambiado. Estos principios que se comunicaron a los hombres en el paraíso como la ley suprema de la vida existirán sin sombra de cambio en el paraíso restaurado. Cuando el Edén vuelva a florecer en la tierra, la ley de amor dada por Dios será obedecida por todos debajo del sol.
“Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos”. “Fieles son todos sus mandamientos; afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud”. “Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los has establecido”. [Salmo 119:89; 11:7-8; 119:152] El Discurso Maestro de Jesucristo, pp. 47-48
El Heraldo baja la mano y las palabras desaparecen. Luego me dice que, tristemente, muchos dirán que la destrucción es un acto de la naturaleza y no de Dios, porque Él es un Dios de amor. Los seres humanos prefieren poner excusas. Después de un terremoto o tornado hablan de volver a sembrar y edificar. Dirán que juntos pueden comenzar de nuevo.
Lamentablemente, algunos que son codiciosos pedirán fondos para ayudar a los que se encuentran en aflicción. Hay ejemplos de avaricia monetaria para ayudar a los damnificados por los incendios en Australia y suministros de ayuda ocultados y no utilizados en Puerto Rico. ¿Cuánto más se ha desperdiciado a causa de la codicia? A menos que los individuos avarientos pidan perdón a Dios, los cuatro ángeles soltarán la vela, y su ira será liberada en gran medida a las personas que merecen el castigo. Puede haber una demora en sus juicios, pero sucederán. La gran enfermedad inhalada por todo el mundo hace que muchos traten de adivinar cómo comenzó. ¿Se ha dado cuenta alguien de cómo la mayoría de la humanidad hace caso omiso de las leyes de Dios, los mandamientos que Él creó al principio de todo?
El Heraldo pausa, y dice que nadie puede decir que no hubo advertencia. Todo lo que se ve y se verá es evidencia de las advertencias. No obstante, hacen caso omiso de los profetas y las profecías. Muchos rechazan a los mensajeros y se quejan de ellos, en vez de prestar atención a los mensajes.32
Nuevamente el Heraldo alza la mano y leo lo siguiente:
Estamos en el umbral de grandes y solemnes acontecimientos. Las profecías se están cumpliendo. Una historia extraordinaria y memorable se está registrando en los libros del cielo. Todo en nuestro mundo está en agitación. Hay guerras y rumores de guerra. Las naciones están airadas y ha llegado el tiempo en que deben ser juzgados los muertos. Los acontecimientos están cambiando para no demorar la llegada del día de Dios, que se vendrá prestamente. Queda, por así decirlo, solamente un momento de tiempo. Pero, aunque ya se levanta nación contra nación, y reino contra reino, no existe todavía una conflagración general. Los cuatro vientos serán retenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Entonces las potencias de la tierra dispondrán sus fuerzas para la última gran batalla.
Satanás está ocupado diligentemente en la preparación de sus planes para el postrer gran conflicto, cuando todos definirán sus posiciones. Testimonios para la Iglesia, tomo 6, p. 23
El Heraldo baja la mano y todo desaparece. Luego, explica que el siguiente mensaje, el cual incluye una parte de lo que acaba de mostrar, se presenta como una pauta para un pueblo que guarda la ley de Dios. Ahora, aparece lo siguiente:
Estamos en el umbral de grandes y solemnes acontecimientos. Las profecías se están cumpliendo. Una historia extraordinaria y memorable se está registrando en los libros del cielo. Todo en nuestro mundo está en agitación… Queda, por así decirlo, solamente un momento de tiempo…
Satanás está ocupado diligentemente en la preparación de sus planes para el postrer gran conflicto, cuando todos definirán sus posiciones…
En su ceguera, los seres humanos se jactan de haber alcanzado extraordinarios progresos y asombrosos conocimientos; pero su culpabilidad íntima y depravación son manifiestas para el ojo de la Omnisciencia. Los guardianes celestiales ven la tierra llena de violencia y crimen. Se obtienen riquezas mediante toda suerte de robos, no sólo a los hombres sino también a Dios. La gente emplea los recursos divinos para satisfacer su egoísmo; usa todo lo que puedan obtener para servir a su codicia. La avaricia y la sensualidad prevalecen, y se valoran positivamente los atributos del primer engañador… están imbuidos de su espíritu.
Pero la nube de la ira justiciera los cubre y encierra los elementos que destruyeron a Sodoma. Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pp. 23, 24
Dice el Heraldo que, en este año de ver claramente, es muy evidente que el hombre es diligente en ignorar las leyes de Dios. La avaricia es el dios del hombre. Prevalece toda clase de avaricia y placer físico. Todos los elementos de la repugnancia de Dios cuelgan como esmog sobre la faz de la tierra, y aún no ha derramado su ira como lo hizo con Sodoma.
El Heraldo cierra los ojos y baja la vista. Me pregunto si estará en comunión con Dios. ¿Estará recibiendo otros mensajes instantáneamente? Él levanta la cabeza lentamente, abre los ojos y sonríe con una mirada de tremenda paciencia. Se endereza, y es como si quisiera demostrar la gran fuerza con la que fue creado. Luego me pide que tome su mano para poder mostrarme algo. Le alzo mi mano, porque de repente él es mucho más alto, y junto a él parezco un niñito. Mira hacia abajo, sonríe y dice que le complace llevarme de nuevo a lo que se me mostró anteriormente.
El Heraldo continúa diciendo que en 2014 yo recibí un mensaje llamado “Dios Está Airado”. Me dice que parte de ese sueño debe ser añadida a este sueño para que pueda ser repasada. Es para documentar lo que se advirtió hace casi seis años. Sigue diciendo, “Es bueno recordar que para Dios un día es como mil años, pero en algunos casos, seis años son como un solo día. Por lo tanto, piensa en esto como un mensaje dado hace seis días. Tendrás un día de descanso, y entonces, todo quedará completo por una semana. Muchos no entenderán esto, pero para unos poquitos quedará muy claro. Sepan los que no entienden que Dios no los ama menos que a los que entienden.
Lo que importa es que cada uno comprenda plenamente de qué se trata este mensaje parcial.
DIOS ESTÁ AIRADO
7 de junio de 2014
Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Romanos 12:19
La gloria de Aquel que es amor los destruye. El Deseado de Todas las Gentes, p. 712
[Interrupción en el sueño]
En mi sueño, el ángel guía está de pie detrás de mí. Tiene la mano izquierda sobre mi hombro derecho, y con el brazo derecho señala hacia el cielo. Pronuncia mi nombre celestial y dice que me fije en el cielo, que se ve negro o gris, y a veces morado oscuro. De vez en cuando, un rayo amarillo y brillante corre por el cielo, seguido por un tremendo rugido de truenos. El guía sigue diciendo que Dios es amor y muy paciente, pero su paciencia tiene fin. Me explica que Dios está airado con lo que está pasando en esta tierra.

Me dice el ángel que me va a mostrar ciertas cosas para ilustrar más claramente la ira de Dios. Ahora veo un volcán muy grande que no entra en erupción con una tremenda explosión, sino que la lava simplemente fluye de una fisura. La lava se ve candente, y el aire alrededor está contaminado. Dice el guía que así deberíamos percibir la ira de Dios por las cosas que ve en esta tierra.

El ángel señala hacia otra dirección, y veo un gran cuerpo de agua que representa una laguna, un lago o un mar. El agua está hirviendo, no sólo en la superficie, sino hasta el mismo fondo. El vapor que suelta es tan caliente, que hasta parece estar hirviendo. Dice el ángel que ésta es otra manera de describir la ira de Dios.

Entonces, el guía señala hacia otra dirección. Veo una carretera de concreto. En vez de ser dura, está hirviendo. Se abren burbujas grandes en la superficie de la carretera, la cual parece estar derretida. Me dice el ángel que vuelva a mirar, y veo una carretera negra, de alquitrán. Ésta también se calienta, y veo burbujas en la superficie. El ángel repite que ésta es otra manera de mostrar la ira de Dios.
Nuevamente el guía señala hacia el cielo, y me dice que mire hacia arriba y comprenda. Veo algo que sé son las ondas sonoras de un video que se está tocando, bien sea en uno de los cultos apóstatas Adventistas del Séptimo Día, o en una de muchas transmisiones que ellos presentan. En vez de mostrar un video reverente, como una película de la naturaleza, es simplemente entretenimiento. Me dice que me fije en los instrumentos y en la manera cómo los individuos actúan. Hemos de saber que estas cosas llenan de ira al Padre celestial. Sentado sobre su trono santo, Él merece un culto divino y sagrado.
Me dice el guía que vuelva a mirar. Ahora veo lo que sólo puedo describir como varios tipos de ondas sonoras que se desplazan por el cielo. De repente, puedo oír toda la música a la vez. Sin embargo, soy capaz de distinguir cada clase de onda sonora. Me explica el ángel que esto es una representación de la mayoría de los programas de radio y televisión Adventistas del Séptimo Día. Con voz chasqueada me dice que, aunque éstos afirman que están haciendo la obra de Dios, no siempre son reverentes.
El guía explica que en los atrios celestiales se ve un modelo para el culto sagrado. En la Biblia, el Espíritu de Profecía y el Ministerio Para Mi Pueblo se han compartido suficientes ejemplos. A los oídos de Dios, ¿es sagrada la música que se está presentando, o es simplemente agradable para los que desean escucharla? ¿Es música sacra para adorar al Padre celestial, o es para entretener?
El ángel comparte que hay otras cosas que aíran a Dios. Comenzamos a caminar y me dice que los protestantes, incluso los Adventistas del Séptimo Día, están aceptando el estandarte de las mujeres que sirven como ancianas y pastoras ordenadas. En el Jardín del Edén, Adán fue instituido como el sacerdote de la familia, y ese papel fue transmitido sólo a sus hijos varones. Dios nunca mandó a ordenar a ninguna mujer para que sirviese de sacerdotisa; por lo tanto, no se debe hacer. Es un engaño de Satanás. Los protestantes ya han dejado de promover los ideales sobre los cuales sus iglesias fueron fundadas. Caín, Abel, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Leví y su descendencia sacerdotal, todos ofrecieron sacrificios, pero nunca les fue dado a las mujeres servir como sacerdotisas, ni oficiar en los cultos del santuario, ni ahora en las iglesias. Dios no es el único que llama a individuos al ministerio. Satanás lo hace también, para descarriar la iglesia y confundir los miembros.
Entonces, el guía dice que me fije en el contraste entre los protestantes y los católicos. Los protestantes, incluso los adventistas, antes adoraban con reverencia, pero la mayoría ya no lo hace. A pesar de que la Iglesia Católica es la falsificación satánica de la iglesia de Dios, es interesante notar que la mayoría de sus miembros todavía celebra cultos reverentes. No hay música rock con tambores ni guitarras amplificadas, no actúan cantantes de alabanza, no menean las manos ni hacen bailes de alabanza, y no se habla en voz alta ni se corre dentro del santuario.
Ahora el ángel me hace una pregunta muy específica: “¿Ordena la Iglesia Católica a mujeres como sacerdotisas”? No, no lo hace. Es más, la Biblia no menciona a ninguna sacerdotisa. Los protestantes solían protestar, pero ahora celebran cultos de adoración irreverentes y ordenan a mujeres como pastoras. Satanás ha traído una concesión sutil para rebajar las normas altas y cambiar las doctrinas. Esto ha guiado a la gente por su camino, un camino que va en dirección contraria al cielo. Y Dios está airado.
Entonces, el guía habla de cómo los dirigentes y pastores están presionando para que sean aceptados los que eligen un estilo de vida homosexual, a pesar de que es inmoral y una abominación a los ojos de Dios. Bien sean hombres o mujeres los que practiquen ese estilo de vida, esa elección no es el diseño de Dios, y nunca debe ser aceptada en ninguna situación ni en ninguna circunstancia. Él enfatiza que en el Jardín del Edén el Padre celestial hizo muy claro que Él había diseñado el matrimonio para que sólo fuese entre un hombre y una mujer. El diseño maligno de hombres con hombres y mujeres con mujeres es un plan de Satanás. Nunca debe aceptarse ese estilo de vida, aunque sea considerado correcto social o políticamente, porque es un crimen vil en contra de la segunda institución que Dios instituyó durante la semana de la creación de la tierra.
Ahora el guía me presenta una ilustración de la naturaleza de cómo Dios tiene lo masculino y lo femenino en casi todo. Cuando levanta el brazo, veo distintas clases de animales, cada uno creado para aparear y reproducir. Me muestra una representación de Adán en el Jardín del Edén. Él se da cuenta de que cada animal tiene su pareja. El ángel me muestra que Dios creó y diseñó a Eva para ser la pareja de Adán. Me explica que el Creador no creó otro hombre para Adán, y que hasta en la naturaleza existe un equilibrio correcto.
Entonces, el ángel guía ilustra que la electricidad tiene componentes positivos y negativos. La tierra tiene un polo positivo y otro negativo. Si no existiesen los polos opuestos, la tierra no pudiese girar sobre su axis. Dios nunca tuvo la intención de que dos negativos o dos positivos funcionasen juntos. Ése nunca fue su diseño en ninguna parte del universo. Entonces, veo que el ángel tiene una linterna en la mano. La linterna produce luz porque sus baterías tienen un polo positivo y otro negativo. Él explica que dos polos positivos, o dos negativos, no producen ninguna luz. Sin los opuestos, sólo hay oscuridad.
Comprendo que en toda la naturaleza de Dios existe un equilibrio entre lo negativo y lo positivo. Los relámpagos resultan de una descarga eléctrica que se produce para balancear las diferencias entre las cargas negativas y positivas en una nube. A veces, la carga ocurre entre la nube y la tierra, o puede suceder entre dos nubes. Es más, no podría haber trueno sin relámpagos.
El ángel guía coloca una mano sobre mi hombro y dice que en el sueño “El Fin” ya se me mostró que la homosexualidad no es genética. El Heraldo dijo lo siguiente:
Entonces el Creador ordenó que esos dos [Adán y Eva] en su unión matrimonial, por medio de la santa institución del matrimonio, fueran fructíferos y se multiplicaran. Ellos debían poblar la tierra. Ellos no fueron creados con la composición genética de un hombre y un hombre ni de una mujer y una mujer para que viviesen en esa santa unión, ni para tener una relación sexual. El Gran Fundador creó una unión perfecta entre un hombre y una mujer, entre un esposo y una esposa en la santidad que Él llamó matrimonio. Él nunca creó una composición genética que resultase en una vida homosexual. Aquéllos que han escogido ese camino no lo han escogido debido a un rasgo heredado ni un desorden genético. Nada de eso está relacionado con el maravilloso diseño del Gran Creador. Aquéllos que viven ese estilo de vida, la viven debido a lo que ellos han elegido. No es a través de lo que fue creado. Aquéllos que ocupan puestos de consejería que no ayudaron a corregir a los que viven ese estilo de vida, aquéllos que los aprobaron y les hablaron cosas suaves y blandas, rendirán cuentas al Gran Juez.
El ángel guía sigue explicando que la homosexualidad es una elección que la gracia de Dios no cubre. ¿Deberíamos aceptar a los asesinos en serie, porque se nos dice que nacieron así? ¿Sería admisible darles la bienvenida a nuestras iglesias, darles palmaditas en la espalda y señalarles hacia donde se encuentran los salones para los niños? No se debe aceptar la práctica de la homosexualidad. Dios está airado por esta aceptación.
[Interrupción en el sueño]
Vuelve a cambiar mi sueño y me encuentro en un lugar donde un televisor está prendido. En el mismo sitio hay muchas computadoras y artefactos con conexiones inalámbricas que muestran distintos tipos de comunicaciones. De repente, todos esos aparatos muestran a un hombre o una mujer que anuncia que van a suspender todos los programas para dar un boletín informativo especial. Una anunciadora comienza a hablar de un evento, pero no sé a cuál evento se refiere. Sin embargo, después de describir detalladamente lo que ocurrió, menciona, “La organización de la Iglesia Adventista del Séptimo Día...”. Dice que presentarán más informes y videos tan pronto como los tengan disponibles.
Ahora veo en el cielo una representación de algo que parece un volcán invertido. Rápidamente echa algo que parece un líquido puro, espeso y dorado. Sé que estoy observando el cumplimiento de lo que Dios le reveló a Elena de White sobre la toma de los cuerpos, que fue mencionada en mi sueño, “Eventos Finales y la Primera Cena”. Es a causa de su indignación que Él derrama su ira, descrita en Ezequiel 9, y eso prueba que Dios sí mata. En su ira justificada, Dios destruirá a los que pisotean sus leyes y sus mandatos. Él purificará su iglesia. Él es un Dios de promesas.
Se me recuerda que muchos han tenido la oportunidad de creer antes de llegar la evidencia. Pienso en los que recibieron la oportunidad de dar para la obra de Dios. Serán confiscadas las posesiones de muchos que pudiesen haber dado lo que les sobraba, pero se aferraron egoístamente a sus bienes.
Los que sobrevivan la gran purificación también tendrán que sobrevivir la gran prueba que seguirá. Pasarán por un gran zarandeo que sacará a muchos de la iglesia verdadera de Dios, y ellos tomarán su lugar junto a los otros que recibirán la ira del día de juicio de Dios. Muchos que antes se enorgullecían de ser Adventistas del Séptimo Día, rápidamente abandonarán ese nombre. Muchos que se aferraron a grandes posesiones, que pudieran haber sido usadas para apresurar el regreso de Cristo, echarán maldiciones a sus tesoros.
Ahora se me hace escuchar otros datos importantes que todos deben saber. Es como si una voz dice, “Mirad hacia el occidente para [ver] la merecida recompensa de los pecadores. La salvación sólo viene del oriente. Lo que viene del occidente no es la salvación de Dios, sino su ira y su destrucción. Vuestra salvación no viene del occidente, sino de las nubes del oriente. Se os da esta advertencia, y se os otorga un plazo que termina en el tiempo de los tres repiques. Será durante el silencio del tiempo después del repique de las tres campanas”. El ángel compartió estos versículos de Jeremías 19:1-3: “Así dijo Jehová: Ve y compra una vasija de barro de alfarero, y lleva contigo de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes; y saldrás al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te hablaré. Dirás, pues: Oíd la palabra de Jehová, oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalén. Así dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a todo el que lo oiga, le retiñan los oídos”.
Inmediatamente recuerdo el himno, “It Is No Secret What God Can Do” (No es un secreto lo que Dios puede hacer).
Las campanas del tiempo repican las nuevas que otro día pasó.
Alguien resbaló y cayó. ¿Fuiste tú?
Puedes haber anhelado nuevas fuerzas para renovar tu valor.
No te desanimes; tengo nuevas para ti.
No es un secreto lo que Dios puede hacer.
Lo que ha hecho por otros, hará por ti;
Con los brazos abiertos te perdonará.
No es un secreto lo que Dios puede hacer.
Nunca andarás solo, porque no hay noche en su luz.
Siempre te sentirás como en casa, no importa por dónde vagues.
Con Dios a tu lado, no hay fuerza que pueda vencerte.
Acepta su promesa; no huyas ni te escondas de Él.
No es un secreto lo que Dios puede hacer.
Lo que ha hecho por otros, hará por ti;
Con los brazos abiertos te perdonará.
No es un secreto lo que Dios puede hacer.a
Nuevamente se me hace recordar el sueño “Eventos Finales y la Primera Cena”, en el cual Jesús señaló hacia el cielo azul oscuro y me mandó a registrar estas palabras para que todos las leyesen. Cada palabra era un dorado oscuro con bordes blancos brillantes.
Benditos Sean Aquéllos
que Creen Antes de que
Aumenten las Pruebas
Ahora el sueño ocurre en otro sitio, donde se me muestra una representación para ayudarme a comprender algo. No lo veo literalmente. Sé que estoy de pie en el cielo. Frente a mí hay tres tronos muy majestuosos. Sé que aun los tronos son santos. Alrededor de los tronos hay muchos, y muchos más que muchos, ángeles, cada uno a la espera de cumplir con un pedido, listo para servir. El Padre celestial está sentado en el trono del centro. Si en mi estado actual en esta tierra yo en realidad viese al Padre, sé que sería consumido. Jesús se sienta a la derecha del trono del Padre. El Espíritu Santo se sienta al lado izquierdo del trono del Padre. Él posee un cuerpo físico, tangible; sin embargo, puede estar en todas partes simultáneamente. Ahora parece que sé que las tres campanas representan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, sentados delante de mí. Aunque Ellos son tres Personas distintas, son como uno, y de una manera individual declaran el repique de una campana.
Mi mente vuelve a pensar cuántas veces Jesús ha dicho, “¿Hallaré fe cuando regrese?” Sin embargo, Él ha dicho que serán bendecidos los que creen antes de que aumenten las pruebas. Pienso en esas palabras una y otra vez. Si tuviésemos pruebas para todo, no habría necesidad de la fe. Me doy cuenta de que lo que Jesús dijo también pudiera ser dicho de una manera distinta: Malditos sean los que no creen aun después de habérseles mostrado las pruebas.
Ahora el Heraldo viene y se para delante de mí. Nuevamente me llama por mi nombre y comparte lo siguiente: Son manifiestas las señales del fin. Mira lo que está pasando en la naturaleza. El Espíritu Santo se está apartando de la tierra. Hasta los elementos parecen estar en conflicto entre sí. Los corazones y mentes de los hombres sólo van hacia la maldad. Es necesario hacer una gran obra, pero se llevará a cabo durante un tiempo muy difícil. Hacen falta fondos para terminar la obra de Dios. Pastores están siendo llamados, pero ellos necesitan los medios para poder servir. La organización Adventista del Séptimo Día está a punto de ser purificada. Cada uno debe ir al Padre en oración, y pedir que el Espíritu Santo le revele qué es lo que puede dar. No coloquéis vuestro tesoro en esta tierra, donde será consumido. Colocadlo en el cielo, para que otros puedan oír lo que sus pastores deben enseñar.
Nuevamente cambia mi sueño. Ahora se me presenta un mensaje para concluir esta recopilación de sueños. En este sueño, se me hace entender que después de que los justos hayan ocupado el cielo durante 1000 años, Jesús destruirá todo lo malo por el poder del Padre celestial. Toda la tierra será destruida, hasta su mismo centro. Aun será destruido el sitio donde Jesús colocará los pies para aplanar el Monte de los Olivos en una gran llanura para recibir la Ciudad Santa. En este sueño, vuelvo a ver lo que vi anteriormente en el sueño, “La Tierra Nueva”, cuando serán destruidos los planetas que nos rodean. Ahora veo por primera vez en este sueño, que todo lo que se encuentra dentro de nuestro “pozo del abismo” lleno de pecado, incluso nuestra galaxia, será destruido.
Antes de ese evento, todos los impíos recibirán su juicio. Entonces, mientras Jesús esté sentado en su trono, muy alto por encima de la Ciudad Santa, por medio del poder del Padre hará caer fuego sobre los impíos, los cuales estarán congregados alrededor de la Ciudad Santa. Todos serán destruidos completamente, incluyendo Satanás y sus ángeles malignos. Después de que hayan sido destruidos, las llamas purificadoras seguirán ardiendo y quemarán la tierra, hasta que no quede nada. Las llamas consumirán el primer cielo hasta que desaparezca del universo el último rastro de pecado. Entonces, Jesús mandará que haya un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primero habrá sido destruido en el fuego purificador. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron”. Apocalipsis 21:1.
Aunque todo lo malo habrá sido consumido, será una ocasión de mucha tristeza, porque muchos verán la destrucción de ciertos familiares o miembros de iglesia, amistades o conocidos. Incluirá a los que se opusieron a los mensajes de Dios para los últimos días, y rechazaron el don de la vida eterna de Dios. En todas partes veo a Jesús consolando a los santos. Él está literalmente enjugando las lágrimas de sus ojos. Los redimidos serán testigos del amor inconmensurable de Jesús.
Entonces, oigo a Jesús decir, “Hagamos un cielo nuevo y una tierra nueva”, y los redimidos gritan alegres, “¡Aleluya”! Al mirar hacia el gran vacío brillante del espacio donde estaba el “pozo del abismo”, sé que lejos, muy lejos, hay una infinidad de galaxias con seres que no han caído y que han observado estos eventos finales. Ellos saben que jamás volverán a ver semejantes eventos. Nunca más habrá muerte ni destrucción. Nunca más habrá planetas pecaminosos que habrá que crear de nuevo.
Al volver a mirar hacia el espacio, veo algo que parece dos manos invisibles que le dan forma a un planeta enorme, que yo sé será la tierra nueva. No soy capaz de comprender su tamaño, y sé que ningún planeta creado alcanzará el tamaño de la tierra nueva. Siempre será el más grande del universo, y Dios siempre morará allí con los redimidos. La Ciudad Santa y los hogares de los salvados siempre estarán allí.
Se me hace saber que toda la luz que hay por todo el universo no es nada en comparación con la luz del trono de Dios. Esa luz brilla por igual en todo el universo a una distancia de billones multiplicados por billones de billones y billones de billones de años luz. La luz de su amor fluye desde su trono, brillando eternamente y en todas partes con el mismo fulgor.
Entonces, veo la semana de la creación en seis días literales. Veo la creación de todo lo que caminará, volará o nadará en la tierra nueva. Todo será creado nuevo otra vez, excepto que el hombre no será creado el sexto día. En ese grande y glorioso sexto día, uno que Jesús ha anhelado tanto tiempo, de una vez Él abrirá las doce puertas de la Ciudad Santa, y los redimidos saldrán hacia la tierra nueva. Se oirá la voz de Jesús diciéndoles a todos que edifiquen hogares y disfruten de su tierra nueva. Pienso en el primer hogar de Adán y Eva, donde Dios les dijo que fuesen fructíferos y se multiplicasen. En la tierra nueva, será como decir, “Dividid y ocupad”.
Sé que todas las lágrimas serán enjugadas. Sé que cualquier dolor físico o mental experimentado en esta tierra será olvidado. Sin embargo, sé que los salvados nunca olvidarán que ellos sufrieron a causa de la verdad y por salvar a otros. Y lo más importante es que los redimidos siempre recordarán el precio que pagó Jesús para salvarlos. Sé que siempre tendremos que enseñar a otros de Jesús y lo que hizo por nosotros. Comprendo que no podríamos contarles a los seres recién creados de Jesús si no recordásemos por qué hizo lo que hizo por nosotros. Es cierto que olvidaremos las cosas, pero siempre recordaremos el ‘por qué’.
En el sueño, Becky y yo hemos estado de pie juntos sobre la muralla de la Ciudad Santa, observando la nueva creación. Siempre estaremos juntos, porque eso es lo que queremos. Jesús se acerca y nos llama por nuestros nombres celestiales. Es difícil comprender, pero como antes se me hace saber que nuestros nombres son sinónimos, pero a la vez son únicos. Seremos dos individuos distintos, pero se nos llamará de la misma manera.
Nos dice Jesús que Él sabe que hay un lugar que nosotros queremos construir. Pero, no será nuestro, sino que será un sitio especial para todos los redimidos. Nos dice que vayamos, y que ha asignado a un grupo grande de ángeles para ayudarnos con la construcción. Nos dice que Él también estará con nosotros para ayudarnos, y que espera con anticipación lo que vamos a diseñar. Sé que el ‘vamos’ se refiere a lo que Jesús, Becky y yo diseñaremos.
Entonces, Becky y yo nos miramos y en vez de salir caminando, volamos juntos rápidamente. Ambos sabemos lo que buscamos. El sitio que queremos debe tener una colina muy grande de fondo. Al mirar desde la colina, debe haber una gran planicie y un valle. A lo lejos debe haber una catarata majestuosa que llena un hermoso lago.
Después de buscar por muchas partes, encontramos un lugar que sabemos será perfecto. Tiene una colina grande con árboles y un riachuelo que baja de ella. El riachuelo sigue bajando por la colina hasta el valle y a lo largo de una gran planicie llena de flores. Más allá se ve una catarata que forma un lago grande y hermoso. Ambos sabemos que éste es el lugar donde vamos a construir. Así que Becky y yo le decimos a Jesús y a los ángeles asistentes que éste es el sitio donde deseamos construir. Jesús contesta, “Así sea”.
Me dirijo a Jesús y le digo que, debido a que fluye tanta agua de la colina grande y frondosa, le pido que detenga el agua por un rato. Jesús levanta su mano, y con una palabra, el agua deja de fluir. Becky y yo comenzamos a trabajar. Los dos sabemos cómo todo debe ser. Aunque pensamos y trabajamos como uno, cada uno tiene sus propios pensamientos e ideas. Cuando sugerimos nuestras ideas el uno al otro, estamos de acuerdo.
A continuación, comenzamos a preparar el terreno donde queremos que se ubique esta enorme mansión campestre. Sabemos que éste será un sitio adonde los redimidos podrán venir para caminar, descansar y contemplar lo que Jesús hizo por cada uno de ellos. Los habitantes de otros mundos también vendrán aquí para visitar y conversar con los redimidos. Este lugar será un testamento eterno del amor increíble de nuestro Salvador.
Becky y yo sabemos que la mansión debe ser hecha de un material transparente, para que todos puedan ver claramente desde adentro la belleza que hay afuera. Jesús, el Gran Creador, da un paso hacia adelante y nos dice con una sonrisa que Él sabe precisamente lo que necesitamos. Nos pide que notemos el agua transparente que siempre fluye.
Jesús extiende su mano siempre creadora y ante nosotros aparecen muchos, pero muchos montones de lo que sé es agua cuajada. Cada plancha de agua transparente y cristalina es gruesa, larga y ancha. Dentro de la plancha, el agua se mueve; sin embargo, la plancha mantiene su forma. Cuando se coloca una plancha junto a otra, ambas se unen como una sola, de manera que nunca se ven junturas. Nos reímos porque no sólo podemos caminar sobre ellas, sino que también podríamos atravesarlas, si quisiéramos hacerlo. Debido a que cada plancha se puede doblar, le podemos dar la forma que queramos. Si una plancha es demasiado larga, podemos cortarla con la mano. Si es demasiado corta, podemos estirarla hasta el largo deseado, y la plancha nunca pierde su grosor.
Como a los ángeles les encanta ayudar, disfrutan de poder ayudarnos con la construcción. Su naturaleza es de ser serviciales. Becky y yo hablamos con Jesús constantemente sobre cómo queremos que sea la mansión. Entonces, parece que Jesús al instante coloca las ideas en las mentes de los ángeles, y ellos rápidamente ayudan a colocar los cimientos y construir ese sitio enorme. Tiene muchas, pero muchas habitaciones. El tamaño de la mansión y el terreno que ocupa son demasiado grandes para describirlos. Desde cada habitación siempre se verá un panorama, no importa dónde esté la persona dentro de la mansión. El Gran Creador perfecciona el diseño.
El piso de la mansión no tiene junturas; es suave y compuesto de planchas amarillas, rojas y azules. Cuando alguien camina por el piso, se convierte en muchos colores distintos, que son un recordatorio constante del gran arco iris sobre el trono del Rey del Universo.
Una vez construidas las paredes, cada habitación se llena de muebles formados de las mismas planchas flexibles, los cuales se conforman al tamaño de la persona. Cuando los ángeles terminan de construir el techo, todos contemplamos ese lugar que siempre recordará a todos de Jesús. Nos recuerda que Él es el agua viva. Este lugar está compuesto de agua viva sostenida por el Creador. Él habló, y el agua se formó.
A la izquierda de la mansión, diseñamos una zanja grande, revestida de planchas largas del agua cuajada. Las planchas protegerán la tierra cuando el agua comience a fluir de la colina a la zanja. Los ángeles ayudan a cavar la zanja y, nuevamente, no hay junturas.
Entonces, Becky y yo le contamos a Jesús nuestra idea de formar paredes verticales de agua cuajada para hacer un acuario muy grande, muchos kilómetros de largo. Jesús está de acuerdo. Le decimos que quisiéramos tener en el acuario plantas y arrecifes nuevos y diferentes. Esas creaciones nuevas serán únicas, porque no habrá otras semejantes en todo el universo. Becky y yo tenemos otra petición; Jesús está de acuerdo y crea criaturas nuevas para el acuario.
Junto al acuario se forman y colocan bancas para descansar mientras se observan las creaciones. Entonces, le decimos a Jesús que quisiéramos tener túneles debajo del acuario, también formados del agua cuajada, para que la gente pueda caminar por ahí y obtener una perspectiva distinta del mundo debajo del mar. Un individuo aun podría atravesar las paredes del acuario para nadar con las criaturas, o volar por el aire y hacer clavados en el acuario.
Frente a la mansión, formamos una acera que baja hacia el valle. Está hecha del mismo material como el piso de la mansión. Becky siembra un árbol frente a la entrada que al crecer forma dos troncos, uno en cada lado de la acera. Ella les da forma a las ramas del árbol, haciéndolas crecer junto a la acera para formar un pasaje abovedado que enmarca la catarata en el valle. El árbol produce hojas y flores de diversos colores, y una variedad de frutos cuelga de sus ramas.
Cuando terminamos de construir la mansión y la arquitectura del paisaje, multitudes vienen a visitar, aun desde los sitios más apartados del universo. Mientras ellos discuten y contemplan lo que el Salvador hizo por los seres humanos y por qué lo hizo, quedan asombrados por la profundidad del amor del amor de los amores. Gracias a ese amor, ellos desean seguir compartiéndolo con otros, diciéndoles, “Déjame contarte de Jesús”.
Esa mansión no es sólo para Becky y para mí, sino para todos los fieles. Es un lugar para caminar de la mano con Jesús. Es un lugar para recordar las cicatrices en su frente, en sus manos, pies y costado. Tal como se me mostró en el sueño, “Sentados Junto a un Riachuelo”, es un lugar para sentarse junto a un riachuelo, al lado de Jesús, y acariciar los peces con los pies. [Fin del sueño]
Ahora me doy cuenta de que cuando estuve sentado ahí junto al riachuelo, fue la primera vez que se me mostraron los redimidos que, si son fieles, podrán participar en el diseño y construcción del Monumento Universal. Es un monumento creado para Jesús, quien sacrificó todo por ellos. Es un lugar donde visitantes de todo el universo irán para aprender de lo que Jesús hizo, no sólo para los redimidos, sino para todos en el universo. Todos tendrán un universo seguro donde vivir para siempre.
Las palabras restantes del sueño suben, hasta que la pantalla queda vacía; luego simplemente se derrite en el piso.
El Heraldo viene hacia mí y pide mi mano. Como antes, al instante estamos en el pasillo largo. Permanecemos parados ahí un tiempito. Reina el silencio. Después de bajar la cabeza, como si estuviera contemplando, el Heraldo la alza. Luego dice, “Muchos necesitan saber quién cada uno es”.
El Heraldo explica diciendo, “Dios está muy airado con los que pisotean sus leyes. Está airado con los que hacen caso omiso de lo que Él instituyó. Dios no hace amenazas vanas. Nosotros los ángeles y otros seres del vasto universo, los que comparecemos ante su presencia y caminamos por los pasillos de su santo reino, sabemos con certeza que Él desatará su ira sobre los que ya no caminan ni hablan con Él. El día que envíe un ángel con una copa de su ira será un día de tremenda destrucción”.
Nuevamente, el Heraldo y yo estamos parados en el pasillo, y reina el silencio. Es una oportunidad para reflexionar de todo lo que se ha mostrado. Sin embargo, sé que el Heraldo tiene más que debe mostrarme.
El Heraldo enfatiza que se me pidió servir como un mensajero y compartir los mensajes que me serían dados. He recibido muchos mensajes que han sido publicados. Muchos otros han sido mensajes privados de instrucción para individuos que deben permanecer inéditos. Sin embargo, en todos los mensajes que he compartido, hay mucho que no se ha entendido. Hay que darse cuenta de que éstos son “Mensajes de Dios Para Su Pueblo”. No todos aceptarán estos mensajes, pero su pueblo los aceptará.
El Heraldo extiende la mano y, cuando la tomo, me encuentro nuevamente en el aula de clases. Como antes, me siento en un pupitre. El Heraldo se para al frente del aula. Detrás de él hay una pared muy especial que muestra lo que él dice. Llamándome por mi nombre celestial, señala hacia la pared, como para estar seguro de tener mi plena atención. Me doy cuenta de que debo prestar mucha atención a lo que me muestra y me dice, porque es muy importante.
El Heraldo comienza: “El pueblo de Dios necesita repasar los sueños siguientes:
La Gran Prueba
El Pastor Mayor de Edad
El Fin
Eventos Finales y la Primera Cena
Los mensajes en esos sueños ayudarán al pueblo de Dios a distinguir entre los engaños de Satanás y los verdaderos milagros que obrarán los fieles seguidores de Dios. En este año de ver claramente, es necesario ver y entender claramente todas las señales que se están dando. Cada uno necesita depender de Dios y no de otros. Gracias a los mensajes que han sido dados, ninguno debe ser engañado. Repasaremos algunos puntos muy importantes mencionados en esos sueños”.
Mientras habla en Heraldo, aparece el siguiente resumen en la pared.
- Satanás personifica a Cristo.
- El sueño “La Gran Prueba” presenta cómo Satanás personificará a Cristo y engañará a la mayoría del mundo.
- Los reporteros transmitirán al mundo la aparición de Satanás.
- Él proclamará que el domingo es el día cuando los seres humanos deben adorarlo.
- Recordad que Satanás es un ser creado que se rebeló contra Dios.
- El propósito de todas sus obras es confundir y engañar.
- Satanás y sus ángeles obrarán ‘milagros’ para ‘ayudar’ al mundo.
- Él irá a los hospitales y quitará las enfermedades que ha causado.
- Debido a que él no puede crear, como restaurar partes del cuerpo que faltan, esos pacientes no son ‘sanados’.
- Él no puede dar a los humanos poder para obrar milagros.
- Aparenta cultivar alimentos para dar a los hambrientos.
- Satanás hará parecer que los humanos pueden volar. Dios creó ángeles perfectos. Pero uno de ellos, Lucero, se rebeló, y convenció a una tercera parte de los ángeles a seguirlo. Ahora lo conocemos como Satanás, y llamamos demonios a los ángeles que lo siguen. Sin embargo, ellos todavía conservan las tremendas cualidades y poderes que recibieron de Dios cuando fueron creados. Algunos se destacan por su velocidad, su fuerza, su inteligencia, y más. Esos demonios están engañando a la gente, y una de las cosas que harán es mantener a individuos en el aire y hacer que parezca que esas personas pueden volar.33
- Los seguidores humanos de Satanás nunca tendrán el poder de volar por sí solos.
- Todas las obras de Satanás son hechas mediante el engaño y la magia.
El Heraldo pausa, dándome tiempo para asimilar esta información. Luego dice, “Te fue mostrado que se ha permitido que caigan algunas gotas de los juicios de Dios. Juicios fuertes también caerán sobre su iglesia, porque los dirigentes han desobedecido sus instrucciones”.
Ahora, lo siguiente aparece en el pizarrón blanco:
- En el huerto de Edén, Eva desconfió de lo que dijo Dios, y eligió creer a la serpiente, que era Satanás disfrazado.
- El pecado de Eva produjo el dolor del parto, una condición permanente extendida a todas las que serían madres en el futuro.
- Su castigo incluyó una degradación, que permanentemente rebajó la posición de la mujer en la sociedad.34
- Tal como se le dijo a Eva que debía obedecer y someterse a Adán, sus descendientes no debían ocupar puestos de liderazgo masculino, como el de pastor o anciano de iglesia.
- Los dirigentes adventistas del séptimo día han descartado las amenazas de Dios y rehusado cumplir con sus instrucciones.
- Dios los castigará por:
- Ungir a mujeres como ancianas de iglesia y permitirles ser pastoras,
- Aceptar a homosexuales activos como miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y
- Permitir que homosexuales activos ocupen puestos en la iglesia.
Ahora, el Heraldo se detiene para explicar que la destrucción que caerá sobre Nashville está relacionada con el movimiento homosexual.35
Esa destrucción no es el castigo prometido a los dirigentes e iglesias adventistas del séptimo día. Entonces dice, “Lo que te voy a decir ahora es sumamente importante”.- El pueblo de Dios necesita estar espiritualmente despierto para discernir los engaños de Satanás.
- Estudiad el contraste entre las curaciones fingidas y las verdaderas curaciones descritas en el sueño, “El Pastor Mayor de Edad”.
- Notad lo siguiente enfatizado en el sueño “El Pastor Mayor de Edad”.
- El culto de adoración se lleva a cabo con reverencia,
- Dios el Padre y Jesús se hacen presentes y
- Las oraciones del pastor de Dios traen curaciones a varios, incluso a un ciego, a una mujer poseída de demonios, a un sordo, y piernas nuevas para un hombre con amputaciones.
- A diferencia de cómo los ángeles de Satanás transportan a sus seguidores, Dios habilitará a su pueblo para viajar instantáneamente, como transportó a Felipe para hacer su obra (Hechos 8:26-40).
- El pueblo de Dios necesita estar alerta a estas señales, y entender que ya han comenzado los eventos finales, los cuales provocarán el caos mundial y traerán el regreso de Jesús.
Ahora el Heraldo pide que vaya con él para cambiar de pensamientos y de paisaje, porque la destrucción es angustiosa. Siempre se debe proporcionar esperanza a quienes la ansían.
Extiende la mano e instantáneamente estamos en una pastura desde donde se ve muy a lo lejos un gran valle con un bosque. Nos rodea una gran variedad de flores silvestres. Del valle abajo sube una brisa cálida, que trae los maravillosos aromas de las flores silvestres. Se oye un gran coro de aves cantoras.
El Heraldo me mira y dice, “Sería lindo sentarnos para poder tratar muchas cosas importantes”. Mirándolo, le digo que estoy de acuerdo y le pido que nos haga uno de esos bancos tan cómodos. Él sonríe y pregunta, “¿Quién eres, precisamente?” Me llama por mi nombre celestial y vuelve a preguntarme. “¿Ya has olvidado todo lo que se te ha mostrado? Para los ángeles es un gran honor simplemente tocar tu manto y colocarlo sobre tus hombros. También es un honor para los ángeles tocar tu corona y colocarla en tu cabeza”.
El Heraldo sigue diciendo, “Primeramente, es imperativo entender claramente que cuando Jesús vivió en la tierra, Él vivió cada día tal como cada uno de ustedes puede vivir. Recuerda que Jesús era tan humano como tú. Él eligió vivir en comunión constante con su Padre. Como alguien sin pecado, Él siempre eligió lo bueno. Por ejemplo, ya que éste es un sueño y lo que se te muestra es literal o simbólico, digamos que ahora tú estás sin pecado ante Dios. Estás en comunión constante con tu Padre. Entiendes plenamente que todo lo que haces es mediante el Padre.
“Mientras Jesús anduvo por la tierra como tú ahora, ¿acaso no habló de recipientes de agua que era necesario que fueran recipientes de jugo de uva para una fiesta de bodas? ¿No añadió Él una bendición especial a la unión de ese hombre y esa mujer con un regalo del jugo de uva más perfecto y de máxima calidad? ¿Acaso no sanó a los enfermos, a los ciegos y los sordos? ¿No curó al leproso? ¿Recuerdas cómo Él caminó sobre el agua para reunirse con sus discípulos? ¿Recuerdas cómo llamó a Lázaro de la tumba después de que él había estado muerto cuatro días?
“Tanto Jesús como tú se parecen a Adán, quien fue formado del lodo en el huerto de Edén. Jesús fue a la tierra sin manto ni corona real. Sobre su trono en el cielo Él dejó su corona, su manto y todos sus poderes. Todo lo que Jesús hizo en esta tierra, y todo lo que hace ahora lo hace mediante el Padre. Jesús vivió sin pecado. Tú y muchos otros os esforzáis por vivir sin pecado. Cuando logréis eso, y sólo entonces, podréis hacer lo que hizo Jesús.36
“Sin embargo, para que puedas entender más claramente quién es cada uno de ustedes, y creer que todos tus pecados han sido borrados del libro de la vida, y que ante tu Padre celestial estás sin pecado, extiende tu mano. Sabiendo que eres un hermano de Jesús, y que tu aliento viene directamente del Creador, entiende que en este sueño lo que haces ahora es simbólico para que todos entiendan quién es cada uno”.
Mientras el Heraldo había estado hablando, yo lo escuchaba atentamente y pensaba en lo que decía. Ahora, llamándome por mi nombre celestial, el Heraldo me dice que extienda mi mano y forme lugares donde podamos sentarnos. Extiendo mi mano izquierda hacia el suelo, mientras que extiendo mi mano derecha hacia arriba, como si me aferrase a la mano del Padre celestial. Mentalmente, imagino dos sillones muy grandes e intrincados, hechos de agua y entrelazados con esas flores silvestres que me rodean. Una base de madera, hecha de las raíces del bosque del valle, forma la base de los sillones, y sirve de mecedora. Debajo y al frente de cada sillón hay una pieza que se extiende hacia afuera para reclinarse y soportar los pies. Sirve de mecedora o de sillón reclinable.
Al frente y entre los sillones hay una mesa hecha de agua. Del centro de la mesa sube una fuentecita de agua, y hay dos hermosas copas, también hechas de agua. El que tenga sed puede simplemente llenar una copa con el agua siempre fresca que sube de la fuente.
Nos sentamos meciéndonos silenciosamente un rato. Después de un tiempito, el Heraldo me mira y con una amplia sonrisa dice que yo he recibido la creatividad de mi Padre celestial. Él mira hacia la colina llena de flores que desciende y termina abajo en el bosque espeso del valle. Inclinándose hacia atrás, mientras el reposapiés le soporta los pies, el Heraldo dice, “Yo podría acostumbrarme a esto”. Sentado, coloca las manos detrás de su cabeza, disfrutando del magnífico paisaje.
Después de un tiempo muy breve, el Heraldo me mira y dice que todavía hay mucho que debo ver y documentar. Se endereza y se para. Luego, extiende la mano y la mesa de agua se aparta de nosotros y se convierte en una pared que puede exhibir palabras. Su silla vuelve a ser un campo de flores. Mi silla se convierte en un pupitre pequeño. De repente, todo cambia y volvemos al aula blanca y yo estoy sentado en un pupitre. Me dice el Heraldo que, aunque comencé a recibir partes de este sueño en el otoño de 2019, dediqué el mes de enero a la preparación de todo lo que he compartido hasta ahora en este sueño. Dice que, al comenzar el mes de febrero, todavía falta mucho por preparar.
El Heraldo camina hacia la pared y me dice que es importante tomar pasos cada día para fortalecerse espiritualmente. En tanto que el Espíritu Santo está siendo retirado de la tierra, es urgente aumentar grandemente nuestra conexión con el Padre. Para cada uno es muy importante preguntar, “¿Sabemos quiénes somos”?
El Heraldo pausa, me llama por mi nombre celestial y dice, “Lo que te acabo de decir es muy importante. Lo que te voy a decir ahora es igualmente importante. Presta mucha atención a lo que ahora te muestro y digo.
“Cada día, cuando cada uno pide más protección de los ángeles, Dios los envía para ayudar si es su voluntad. Cada uno debe entender cuán especial es el honor y el privilegio de poder hablar directamente con el Padre celestial. Todo se debe a lo que hizo Jesús, no sólo a favor de los ángeles, sino en forma especial a favor de cada uno de vosotros”.
Explica el Heraldo algo simbólico acerca de los ángeles y los seres de otros planetas que esperan hasta que el Padre les hable. Los de la tierra que deciden creer en Jesús y en su sacrificio, tienen el privilegio en cualquier momento de hablar directamente con el Padre.
El Heraldo sigue diciendo, “Escucha con mucha atención, para que esto se entienda muy claramente, aunque es simbólico. Los ángeles y los seres que fueron hablados a la existencia tienen que esperar para hablar con el Padre. Pero, cuando uno de vosotros clama su santo y sagrado nombre, Él alza la mano y todos se hacen a un lado mientras ese individuo es ‘acompañado hasta el frente de la fila’. Él lo sienta en su rodilla y lo aferra a su pecho. Para cada uno de vosotros hay mucho amor y un vínculo fuerte. Cuando uno de vosotros llora y clama su nombre, Él manda un sinnúmero de ángeles para estar a vuestro lado. Cuando uno llora y se siente solo, lo rodea un brazo invisible y poco reconocido”.
En este momento dice el Heraldo que va a compartir información importante sobre el tema de la oración. Lo va a incluir para que cada individuo lo estudie. Comienza explicando que, debido a que Jesús entregó su vida en esta tierra, todos tienen el privilegio de hablar directamente con el Padre celestial en cualquier momento. El libro de Apocalipsis menciona los escritos y testimonios de Cristo Jesús.
Pregunta el Heraldo, “¿Qué son los testimonios de Jesús?” Señala hacia la pared y aparece lo siguiente de Apocalipsis 1.
1:1 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
1:2 que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
1:3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
El Heraldo baja el brazo y dice que tal como está escrito, hay que entender y aceptar que el Espíritu de Profecía es el testimonio de Jesús. Su propósito es enseñar y mostrar las cosas que pronto ocurrirán y se cumplirán. Conforme a lo que escribió el apóstol Juan, mostrará las cosas que él vio. Debe entenderse que los que creen, oyen y guardan estas cosas serán bendecidos. Ahora, la pared nuevamente queda en blanco.
El Heraldo alza el brazo y las preguntas que hace, junto con las respuestas aparecen como palabras grabadas en la pared, de esta manera:
1. ¿Es la oración verdaderamente muy importante para mi salvación?
La idea de que la oración no es esencial es una de las astucias de las que con mayor éxito se vale Satanás para destruir a las almas. La oración es una comunión con Dios, fuente de la sabiduría, fuerza, dicha y paz. Conducción del niño, p. 490
Bien sabe Satanás que todos aquellos a quienes pueda inducir a descuidar la oración y el estudio de las Sagradas Escrituras serán vencidos por sus ataques. De aquí que invente cuanta estratagema le es posible para tener las mentes distraídas. Siempre ha habido una categoría de personas que profesan santidad, y que, en lugar de procurar crecer en el conocimiento de la verdad, hacen consistir su religión en buscar alguna falta en el carácter de aquellos con quienes no están de acuerdo. El Conflicto de los siglos, p. 510
2. ¿Por qué me siento triste u oprimido si estoy esforzándome por vivir una vida cristiana?
Las tinieblas del malo encierran a aquellos que descuidan la oración. Las tentaciones secretas del enemigo los incitan al pecado; y todo porque ellos no se valen del privilegio de orar que Dios les ha concedido en la cita divina a la oración. ¿Por qué los hijos e hijas de Dios han de ser tan remisos para orar, cuando la oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia? Sin oración incesante y vigilancia diligente corremos el riesgo de volvernos indiferentes y de desviarnos del sendero recto. El Camino a Cristo, p. 95
3. ¿Por qué es tan importante la oración privada?
Debemos orar en el círculo de nuestra familia; y sobre todo no descuidar la oración privada, porque ella es la vida del alma. El Camino a Cristo, p. 98
4. ¿Por qué es tan importante que yo ore cuando soy tentado y oprimido por Satanás y sus demonios?
Satanás no puede soportar que se apele a su poderoso rival, pues teme y tiembla ante su fuerza y majestad [la de Cristo]. Toda la hueste de Satanás tiembla al sonido de la oración ferviente... Y cuando los ángeles todopoderosos, vestidos con la panoplia del cielo, acuden en ayuda del alma desfalleciente, perseguida, Satanás y su hueste retroceden, pues saben bien que su batalla está perdida. Mensajes para los jóvenes, p. 51
5. ¿Qué significa orar sin cesar?
Se necesita ahora mucha oración. Cristo ordena: “Orad sin cesar”; esto es, mantened la mente dirigida a Dios, fuente de todo poder y eficiencia. Testimonios para los ministros, p. 511
6. ¿Por qué debo orar sin cesar?
La fuerza adquirida por la oración a Dios nos preparará para nuestros deberes cotidianos. Las tentaciones a que estamos diariamente expuestos hacen de la oración una necesidad. A fin de ser mantenidos por el poder de Dios mediante la fe, los deseos de la mente debieran ascender continuamente en oración silenciosa. Cuando estamos rodeados por influencias destinadas a apartarnos de Dios, nuestras peticiones de ayuda y fuerza deben ser incansables. A menos que así sea, nunca tendremos éxito en quebrantar el orgullo y en vencer el poder que nos tienta a cometer excesos pecaminosos que nos apartan del Salvador. Mensajes para los jóvenes, p. 246
7. ¿Doy por sentado la oración?
Son pocos los que aprecian o aprovechan debidamente el precioso privilegio de la oración. Debemos ir a Jesús y contarle todas nuestras necesidades. Podemos presentarle nuestras pequeñas cuitas y perplejidades, como también nuestras dificultades mayores. Debemos llevar al Señor en oración cualquier cosa que se suscite para perturbarnos o angustiarnos. Cuando sintamos que necesitamos la presencia de Cristo a cada paso, Satanás tendrá poca oportunidad de introducir sus tentaciones. Su estudiado esfuerzo consiste en apartarnos de nuestro mejor Amigo, el que más simpatiza con nosotros. A nadie, fuera de Jesús, debiéramos hacer confidente nuestro. Podemos comunicarle con seguridad todo lo que está en nuestro corazón. Testimonios para la iglesia, tomo 5, p. 187
8. ¿Por qué debo orar cada día?
Orando diariamente a Dios, recibirán de él sabiduría y gracia para soportar el conflicto y las severas realidades de la vida y salir victoriosos. Sólo se puede conservar la fidelidad y la serenidad de la mente mediante la vigilancia y la oración. Mensajes para los jóvenes, p. 78
9. Puesto que fui llamado, ¿seré salvado automáticamente y alistado para el cielo?
No se gana la victoria sin mucha oración ferviente, sin humillar el yo a cada paso. Nuestra voluntad no ha de verse forzada a cooperar con los agentes divinos; debe someterse de buen grado. El Discurso maestro de Jesucristo, p. 120
10. ¿Cómo puedo perder mi conexión con Dios?
Si se descuida el ejercicio de la oración, o se dedica a orar esporádicamente, de vez en cuando, cuando se lo considera conveniente, entonces se perderá la conexión con Dios. La vida cristiana se volverá seca y las facultades espirituales no tendrán ya vitalidad. La experiencia religiosa perderá su salud y vigor. La Oración, pp. 31-32
11. ¿Qué ocurre cuando no oro?
Sin oración incesante y vigilancia diligente corremos el riesgo de volvernos indiferentes y de desviarnos del sendero recto. Nuestro adversario procura constantemente obstruir el camino al propiciatorio, para que no obtengamos, mediante fervientes súplicas y fe, gracia y poder para resistir la tentación. El Camino a Cristo, p. 95
12. ¿Espera Dios que esté orando de rodillas todo el tiempo?
Cultivad la costumbre de conversar con el Salvador cuando estéis solos, cuando andéis o estéis ocupados en vuestro trabajo cotidiano. Elévese el corazón de continuo en silenciosa petición de ayuda, de luz, de fuerza, de conocimiento. Sea cada respiración una oración. La Temperancia, p. 120
Siempre está abierta la vía de acceso al trono de Dios. No siempre podemos orar de rodillas, pero nuestras peticiones silenciosas pueden ascender constantemente hacia Dios a fin de solicitar poder y dirección. Cuando seamos tentados, como lo seremos, podemos correr hacia el lugar secreto del Altísimo. Sus brazos eternos nos sostendrán. Consejos sobre la salud, p. 359
13. ¿Y si no tengo ganas de orar?
Oremos mucho más cuanto menos sintamos la inclinación de tener comunión con Jesús. Si así lo hacemos, quebraremos las trampas de Satanás, desaparecerán las nubes de oscuridad, y gozaremos de la dulce presencia de Jesús. Exaltad a Jesús, p. 366
14. ¿Estamos en un punto crítico de la historia en el que yo debería tomar mucho más seriamente la oración y mi camino espiritual?
Si los que están empeñados en la lucha no están bien despiertos, ni son fervientes, ni vigilantes, ni oran por sabiduría, ni velan en oración, … Satanás resulta vencedor, cuando podría haber sido derrotado por los ejércitos del Señor… Los fieles centinelas de Dios no deben dar ninguna ventaja a los poderes del mal. Comentarios de Elena G. de White, p. 316
El Heraldo pausa mientras alzo la vista a la pared, que ahora es muy alta. Me dice que Dios provee mucho para que todos descubran al estudiar. Entonces, señala hacia la pared y pregunta, “¿Cuántas preguntas y respuestas nos ha pedido Dios que repasemos”? Le contesto que son 14. Él responde, “En tanto que estudiamos, te voy a ayudar a revelar uno de muchos aspectos que Dios incluye. Permíteme ilustrar los 14 puntos para que todos entiendan claramente cuánto el Padre anhela pasar tiempo con cada uno de vosotros, conforme lo muestra el sueño, ‘Sentado Junto a los Pies Cerca del Trono de Dios’. Él ansía que llegue el día cuando pueda caminar con cada uno por un sendero en un bosque, o en una playa de arena blanca, o sentarse junto a un riachuelo o disfrutar de una catarata”.
Luego, el Heraldo señala hacia la pared. Veo que se forman 7 casillas, colocadas a igual distancia una de la otra, de izquierda a derecha. Debajo de esa hilera, él forma otras 7 de la misma manera. Encima de la primera casilla, coloca la palabra DOMINGO. Siguiendo por toda la hilera, coloca el nombre del día de la semana correspondiente, terminando con el SÁBADO sobre la séptima casilla. Entonces, me mira y sonríe, como si estuviera revelando el secreto de un gran rompecabezas. Ahora coloca el nombre de cada día sobre cada casilla en la segunda hilera. Me vuelve a mirar y dice, “Ahora tenemos que llenar cada casilla”. Comienza con el DOMINGO y coloca la pregunta y la respuesta en la primera casilla. Repite lo mismo con cada casilla, terminando con la casilla número 14 que dice SÁBADO.
Continúa el Heraldo: “Cada día es un estudio, tiempo para meditar de los aspectos de la oración, y tiempo para orar. Toma nota de algo especial que aparece en las casillas para los días 7 y 14. Para el día 7, se hace la pregunta, ‘¿Doy por sentado la oración’? Recuerda que en el huerto de Edén, Dios disfrutaba mucho de las conversaciones con Adán y Eva durante sus caminatas los sábados. Permíteme preguntar algo. ¿Dan por sentado muchos esos sábados especiales, cuando Dios está esperando para conversar y escuchar a cada uno, aun cuando le cuenten sus pequeñas inquietudes y problemas mayores? O, ¿tendrá Él que caminar sin ellos? No importa lo que os moleste o preocupe, llevadlo al Señor en oración. Ahora, toma nota de otro aspecto para el sábado. No dejes que nadie sea tu confidente, sólo Jesús. En Él puedes confiar sin peligro todo lo que está en tu corazón.
“En el día 14, se hace la pregunta, ‘¿Estamos en un punto crítico de la historia en el que yo debería tomar mucho más seriamente la oración y mi camino espiritual?’ En esta segunda pregunta para el sábado debes entender que Dios tiene muchos deseos de caminar con su pueblo los sábados. Para estar a salvo de Satanás y su guerra, tenéis que estar muy despiertos, ser sinceros y vigilantes, orando y caminando junto a Dios.
“Hay un estudio excelente para cada uno que desee investigar. Una vez terminada la segunda semana, seguid dedicando tiempo cada día a la oración, especialmente los sábados. Dios disfruta y atesora profundamente esas caminatas en comunión con vosotros”.
Ahora el Heraldo señala hacia la pared, como para despejarla. Él enfatiza, “En estos momentos en la historia de la tierra, la oración es de vital importancia para todos. Las señales de ver claramente ya han establecido que todos están a punto de presenciar ese evento bendito de la venida de Jesús en toda su gloria. Es mediante la oración constante que cada uno estará preparado para la batalla que está por delante. Cada uno debe entender que la caminata más importante que hará será con Jesús. Es mediante esa caminata y la oración constante que cada uno podrá estar preparado. Cada uno tendrá que soportar mucho, pero podréis tener éxito si camináis con los ojos puestos en Jesús. No permitáis que la negatividad de otros destruya la comunión que tenéis con vuestro Creador”.
Me dice el Heraldo que debe mostrarme como recordatorio algo que me fue mostrado antes en el sueño titulado, “En el Corazón de Jesús”. Vuelve a señalar hacia la pared y veo las siguientes palabras.
Estamos en el tiempo del zarandeo final. El Gran Artesano pronto terminará de zarandear y avanzará a la parte siguiente del proyecto. Ustedes tienen este tiempo de zarandeo para darse cuenta de que pueden ser piedras artificiales, huecas, o pueden someterse al horno.
Esto puede resultar en que se descubran sus imperfecciones o pecados ocultados. Sin embargo, por medio de sus manos, Él puede usarlos para hacer su obra. Se te mostró que muchos de los que se apartaron, regresarán. Depende de cada uno escuchar esa voz tenue, no sólo a los familiares, amigos o dirigentes de la iglesia. Recuerda lo que está escrito en Amós 3:3:
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?
Aquéllos que no estén de acuerdo contigo andarán por su propio camino. Esto también se aplica a su caminar con el Padre. Depende de ellos decidir cuál camino tomarán. Recuerda que tú debes dar los mensajes y no te debe preocupar lo que otros digan de ti ni de los mensajes que compartas. Cada uno se presentará ante el Juez de todos los jueces y recibirá su propio fallo. La Tierra está en los últimos momentos de su existencia pecaminosa. Todo el universo está absorto observando los últimos movimientos rápidos. Satanás, el engañador de todos, está haciendo lo que puede para engañar. Te fue dicho que no dejaras que nadie te engañara. Has visto cuán fácil es ser engañado. Después de seis mil años de pecado, a Satanás le es muy fácil engañar hasta los escogidos. Eva era perfecta física y mentalmente cuando fue engañada por la serpiente. ¿No te das cuenta cuán degenerada está la última generación? Sin embargo, esta última generación quedará en pie ante Dios sin pecado. Eso quiere decir que no pecarán más. Comparecerán con los registros depurados de pecados conocidos y olvidados. …
Nuestro Padre busca sólo el tipo genuino que no se va a desmoronar bajo presión, el tipo que no pretende con su exterior ni trata de ser algo que no es. Busca el tipo que no se pinta para parecer como desean ser vistos. Después de cernir y zarandear minuciosamente, tras una separación y selección minuciosa, después de colocar a cada uno en un horno para quitarle las impurezas e imperfecciones, una vez que cada uno ha permitido que se le amolde o cuadre para encajar bien, lo que queda es una escena de amor y perfección.” El Artesano me lleva donde pueda ver la obra de arte terminada. Miro al Artesano y entonces al Heraldo, el cual dice, “Recuerda que te dije que hay un estudio maravilloso de Jesús y el Jardín de Getsemaní.” Al mirar a la obra de arte, me doy cuenta de que lo que veo está compuesto de miles de piedras. Cada una tiene un color y tamaño distinto. Juntas como una sola cosa, forman una escena hermosísima. Entonces el Heraldo le dice al Artesano que es necesario yo comprenda cuántas piedras fueron utilizadas para crear esa obra de arte. El Artesano responde, “144,000”.
Nadie piense que puede obtener la seguridad del amor de Dios sin hacer un esfuerzo fervoroso de su parte. Cuando a la mente se le ha permitido morar sólo en cosas terrenales, es cosa difícil cambiar los hábitos de los pensamientos. Con demasiada frecuencia, lo que los ojos ven y los oídos oyen llama la atención y absorbe el interés. Pero si algún día entramos a la ciudad de Dios y vemos a Cristo en su gloria, debemos acostumbrarnos aquí a contemplarlo con el ojo de la fe. Las palabras y el carácter de Cristo deben constituir el tema frecuente de nuestros pensamientos y nuestra conversación; y cada día algún tiempo debe ser dedicado especialmente a la oración y la meditación de los temas sagrados. The Review and Herald, 3 mayo 1881.
El Heraldo mueve la mano y las palabras desaparecen; baja la mano y al instante regresamos al campo de flores, mirando hacia el bosque lejano. La pared que había sido una mesa de agua vuelve a ser un campo de flores. Me pide que me ponga de pie, porque quiere llevarme a cierto lugar. Me paro y veo que mi sillón vuelve al campo de flores. Entonces, el Heraldo y yo lentamente nos alzamos lentamente del suelo. Me explica que muchas veces se me muestra algo simbólico. A veces, se me muestra en un sueño cómo puedo ver al Padre. Es importante entender que, por ahora, a causa del pecado, ver al Padre me destruiría. Por lo tanto, se me lo muestra de una manera que pueda entender. Es lo mismo en cuanto a Jesús. A veces se me lo muestra caminando a mi lado o con otra persona en esta tierra pecaminosa. Pero, debe entenderse que Él no pisará esta tierra hasta que regrese a destruirla, y con ella el pecado. También hay ocasiones cuando se me da un mensaje para tener mejor entendimiento.
Una vez que el Heraldo y yo nos elevamos bastante, miro hacia atrás y veo la tierra girando lentamente. Entonces, veo que varios ángeles llegan adonde estamos. Dice el Heraldo que dentro de este mensaje mucho se ha mostrado en cuanto a quién es cada uno de nosotros. Ya se ha establecido claramente que somos distintos y fuimos creados distintos de todos los demás seres en el universo.
El Heraldo revela que el ángel que yo llamo el Guía ha sido enviado por un motivo muy especial, y veo que hay varios ángeles acompañándolo. Muchos otros ángeles se han reunido. Algunos forman un coro, y otros sostienen trompetas o algo que parece grandes cestas de flores.
El ángel Guía se acerca y me llama por mi nombre celestial. Dice, “Se me ha mandado a llevarte a un lugar muy especial. Tal como explicó el Heraldo, mucho de lo que se te muestra debe entenderse como algo simbólico”. Extiende la mano y comenzamos a movernos muy rápidamente. Todo está oscuro, porque estamos en la misma galaxia donde está la tierra. Ahora, los ángeles que tienen trompetas tocan una fanfarria, como si anunciaran algo, y veo que varios ángeles llegan rápidamente de la izquierda y la derecha. Para iluminar la oscuridad, cada uno parece llevar un farol al extremo de una vara larga, y se reúnen delante de nosotros para iluminar la oscuridad. Al mirar detrás de nosotros veo un séquito innumerable de ángeles. Todos nos movemos muy rápidamente a través de un vasto espacio oscuro.
De repente, atravesamos el mismo velo negro que he visto en mis sueños. Entonces, rápidamente salimos de la oscuridad de nuestra galaxia. Ahora, los ángeles con los faroles forman un círculo que parece luces festivas. Este desfile de ángeles continúa por una gran distancia. No sé cuán lejos ni cuánto tiempo pasa antes de notar que por delante hay un vasto y brillante vacío en el espacio. Pienso que cuando veo un gran campo vacío en la tierra, me imagino que allí se podría construir una casa con muchos árboles, o plantar una huerta frutal, o hacer un estanque grande. Pero lo que estoy viendo aquí, en el espacio, es simplemente una extensión de fulgor.
Ahora, nos detenemos, e inmediatamente me pregunto por qué me han llevado a ese lugar para ver la nada. El ángel Guía me mira y dice, “Debes pensar en quién eres. Piensa en lo que podría ser, no en lo que no ves”. Ahora, los ángeles alzan sus trompetas y tocan una tremenda fanfarria para anunciar un evento. Luego, veo por primera vez un gran conjunto de ángeles que alza a sus labios un instrumento musical distinto. Tiene cierto parecido a la trompeta, y viene en distintos tamaños. Ahora, esos ángeles presentan un soneto maravilloso. Mientras tocan, el coro comienza a cantar.
Ahora me pregunto cómo es posible oír todo esto en el vacío del espacio. De repente, oigo una voz conocida contestar, “Porque así fuiste creado para pensar, y debido a quién eres”. Me doy vuelta y veo llegar a Perceivous con el ángel Anunciador y un sinnúmero de otros ángeles. Todos sonríen y parecen estar emocionados. Perceivous sonríe y dice, “En la vasta expansión del espacio es donde disfrutamos observar lo que ocurre. En un momento entenderás más de lo que quiero decir”.
Se acerca el ángel Anunciador y todos los ángeles bajan sus trompetas. Entonces, él alza la suya y comienza a tocar una fanfarria. Ahora, todos los ángeles que tienen trompetas alzan las suyas. La tremenda fanfarria que tocan me suena conocida. Mientras lo hacen, miro lejos hacia la derecha y veo que se acerca un fulgor.
Los ángeles con las cestas de flores se separan rápidamente en dos grupos. Muchos se paran directamente frente a mí; otros se van hacia la extrema derecha. El ángel Guía me manda a quedarme parado donde estoy y observar atentamente. Veo que ambos grupos de ángeles se mueven lentamente mientras colocan pétalos de flores por todo el ‘suelo’ (no sé cómo explicar esto) del espacio donde estoy parado; sin embargo, no hay suelo. Ambos grupos de ángeles siguen moviéndose lentamente, el uno hacia el otro, formando una V invertida muy amplia. El grupo que está frente a mí se acerca al otro grupo, y simultáneamente va hacia la derecha. El grupo a la distancia se me acerca, pero se mueve más bien hacia la izquierda. En tanto que cada grupo forma una pasarela de pétalos de flores, pronto se encuentran y juntos forman un gran cuadrado que parece una plataforma. Los ángeles que tienen los faroles se paran en las esquinas de la pasarela cuadrada y floreada. El resto de los ángeles forma una hilera a cada lado de la pasarela que se aleja de mí, así como la pasarela que se dirige hacia mí. Los ángeles del coro se reúnen cerca de la base de la V invertida.
Miro hacia el extremo derecho y veo que el fulgor que se aproxima está muy cerca al otro lado de la pasarela de la V invertida. Mientras me fijo en la luz brillante, llega rápidamente al otro extremo de la pasarela llena de flores. Ahora veo que es una nube blanca muy brillante donde Jesús está sentado en su trono. Cuando Él se para, el ángel Anunciador toca una nueva fanfarria más apropiada para Jesús. Él viste un manto hermosísimo y una corona muy brillante y difícil de describir, porque no hay otra como ésa. Pienso que ambas cosas son muy apropiadas, porque Él es el Rey Jesús. Él desciende por los escalones frente a su trono. Muchos ángeles lo atienden. Mientras Él desciende por los escalones, varios sostienen su manto. Se dirige hacia la pasarela llena de pétalos de flores, luego se da vuelta y habla con varios ángeles que tienen algo en las manos. Ellos rápidamente salen y vienen directamente hacia mí.
Perceivous se inclina hacia mí y susurra, “Recuerda que todo lo que vas a ver y escuchar es simbólico. Es importante que sepas quién eres y entiendas lo que se te va a mostrar”. Varios ángeles se me acercan rápidamente. Uno de ellos me dice, “Es un gran privilegio y honor para nosotros, los que hemos sido enviados para colocar este manto sobre tus hombros y esta corona sobre tu cabeza. ¿Nos das permiso”? Me siento pasmado y muy indigno. Me pregunto por qué esto me está sucediendo. Soy simplemente un viejo que recibe sueños y los comparte, tal como se me ha indicado.
Luego, los ángeles que tienen los faroles muy brillantes se ponen en fila en la pasarela de flores. Los faroles iluminan un rincón lejano y muy iluminado de un área remota del espacio. El ángel Anunciador alza su trompeta y toca una fanfarria especial. Al instante, todos los ángeles con trompetas y los ángeles con los distintos instrumentos comienzan a tocar un soneto maravilloso. Mientras tocan, el gran coro de ángeles canta.
Ahora, Jesús baja de la nube a la pasarela cubierta de flores. Perceivous me susurra que vaya al camino floreado y camine hacia Jesús. Cuando lo hago, noto que mis pies se hunden en los ricos pétalos rojos que son tan suaves para caminar como las alfombras de felpa. Mientras sigo caminando, algunos de los pétalos se pegan a mis tobillos, y un aroma maravilloso emana de ellos.
Mientras sigo, miro a Jesús, cuyo rostro sonriente irradia felicidad. Empiezo a llorar y me pregunto cómo podría estar tan feliz de verme. Al mismo tiempo, me siento abrumado de gozo, porque hace mucho que no lo veo. Sé que nos encontraremos al mismo tiempo y subiremos a la plataforma cubierta de pétalos de flores. Al ascender, instintivamente quiero envolverlo en mis brazos.
Cuando finalmente Jesús y yo nos encontramos, me quito el manto y la corona y los pongo a sus pies. Todavía llorando, le digo que no soy digno de vestirlos, porque soy un pecador. Sin embargo, Él se inclina y enjuga las lágrimas de mi rostro. Me envuelve en ese abrazo que he extrañado tanto. Sus manos grandes me atraen y sostienen.
Ahora, Jesús coloca sus manos sobre mis hombros y comienza a decirme que yo tuve una madre que me cuidó a medida que crecía. Me alimentó, bañó, recogió cuando me caía, enjugó mis lágrimas, me ayudó a sanar cuando estaba enfermo, me enseñó muchas cosas, jugó conmigo, y más. Entonces, Jesús dice que mi madre tuvo una madre, y esa madre hizo lo mismo por mi madre cuando ella era pequeña. Jesús sonríe y dice que esa madre tuvo una madre, y que la madre de esa madre tuvo una madre. Termina diciendo que eso progresó hasta el principio con Eva, la primera madre. Entonces, Jesús pausa un momento y dice, “Yo tuve una madre. Ella me cuidó. Ella me alimentó, me bañó, me ayudó a sanar cuando estaba enfermo. Cuando me caía, ella me recogía y enjugaba mis lágrimas cuando me lastimaba”.
Luego, Jesús explica, “Eso quiere decir que tú y yo tenemos la misma madre. Mi madre es igual a la tuya. Eso nos hace hermanos”. Se agacha, recoge mi manto y lo pone sobre mis hombros. Se vuelve a agachar, recoge mi corona, la coloca sobre mi cabeza y dice, “Eres mi hermano. ¡Eso es lo que eres! Tú y yo tenemos dentro de nosotros el mismo aliento que recibieron nuestra madre y nuestro padre en el huerto de Edén. Ni tú ni yo fuimos hablados a la existencia. Somos el resultado de un aliento muy especial que fue soplado a una forma de barro junto a la corriente en el huerto de Edén”.
Me detengo a pensar que Jesús no sólo es mi Hermano, sino que también es mi Creador. Él es el mismo que alentó a esa forma de barro junto a la corriente en el huerto de Edén.
Ahora, Jesús coloca sus manos en ambos lados de mi cara, acerca mi frente a sus labios y me besa en la frente. Entonces dice, “Sí, pero Yo dejé mi manto y mi corona en mi trono, y fui a la tierra para convertirme en tu Hermano”. Me vuelve a estrechar en un abrazo, y siento su mano en mi espalda. Mientras me abraza, me dice que hay algo muy importante que quiere mostrarme.
De pie en la plataforma cubierta de flores, Él señala hacia afuera y a cierta distancia de nosotros sube una pantalla. Él explica, “Hace dos años que recibiste instrucción sobre quién es cada uno de vosotros. Hace dos años que se dio instrucción en el sueño que titulaste, ‘¿Sabes Quién Eres?’. Sin embargo, es muy triste que para muchos todavía es difícil entender quién es cada uno y lo que cada uno es capaz de hacer”.
Mientras Jesús señala hacia la pantalla, dice que estas palabras de ese sueño ya me fueron mostradas, y se me dijo que las escribiera.
“Cuando mi Hijo estaba sentado junto a mí, estaba dotado de todo, tal como YO SOY. Jesús es mi Hijo, pero no como un hijo procreado. Yo no lo cree a Él, ni pronuncié palabras para darle existencia. Jesús ES. Cuando Él se quitó su manto y su corona, fue a la tierra y de buena voluntad se convirtió en un ser creado—vacío y carente de todos sus poderes. Todo lo que Él hizo—caminar sobre el agua, curar enfermos, hacer jugo de agua, detener tormentas y ordenar la huida de demonios—todo eso Jesús me pidió que hiciera. Él es vuestro Ejemplo. Esto permite que mis fieles obren los mismos milagros que obró mi Hijo, cuando sea mi voluntad”.
Entonces, Jesús dice que le pidió a su mensajera que registrara estas palabras.
Comentarios de Elena G. de White, p. 291
Ridiculizaron las invitaciones de la misericordia, negaron la divinidad de Jesucristo y se mofaron de la idea de que hubiera existido antes de que tomara la naturaleza humana. Pero los harapientos jirones del razonamiento humano resultarán ser tan sólo como cuerdas de arena en el gran día de Dios.
Palabras de vida del gran Maestro, p. 268
Cuando la voluntad del hombre coopera con la voluntad de Dios, llega a ser omnipotente. Cualquier cosa que debe hacerse por orden suya, puede llevarse a cabo con su fuerza. Todos sus mandatos son habilitaciones.
Jesús me mira y dice, “Somos hermanos. Ambos podemos rastrear nuestro origen a la misma madre en el huerto de Edén. Ambos tenemos una naturaleza humana. Ni tú ni Yo podemos hacer nada, a menos que nuestro Padre celestial lo permita. Pero, como viste, sus mandatos son habilitaciones”.
Mientras escucho a Jesús, y sabiendo que estoy en un sueño, recuerdo que hace apenas unos momentos me dijo que iba a llevarme a un lugar muy especial. Ahora, Jesús me recuerda que el Heraldo explicó que mucho de lo que se me muestra debe entenderse de una manera simbólica. Jesús señala hacia la inmensidad vacía del espacio y dice, “Aquí hay una gran área vacía donde no existe nada. No obstante, de la nada aquí puede haber cualquier cosa”. Se da vuelta para estar frente a mí y dice, “Recuerda que debe entenderse claramente que tú y Yo sólo podemos hacer lo que nuestro Padre celestial nos permite hacer”.
Pienso que para muchos va a ser difícil entender lo que se está mostrando. Cuando ya no haya pecado, todos obedecerán las leyes de Dios. Los que han sido creados a la imagen de Dios seguirán las órdenes de su Creador. Le servirán, plenamente conformes con cualquier cosa que Él mande, y Él los habilitará grandemente.
Jesús vuelve a señalar hacia la inmensidad del espacio que está delante de nosotros, y dice, “Si se nos pide, mediante la habilitación del Padre, que creemos algo en su nombre, ¿qué crearíamos”?
Mientras miro a Jesús, pienso que Él es el Creador, pero se hizo humano como nosotros. Sin embargo, Él nunca pecó, porque se mantuvo en comunión constante con su Padre celestial.37
Pienso de tanto que hizo cuando estuvo en esta tierra. Convirtió agua en un jugo de uva perfecto. Tocó a un ciego, y le dio la vista. Resucitó a Lázaro de los muertos. Caminó sobre el agua. Hizo todo eso y muchísimo más. Mientras lo miro, estoy pensando que éste es el Rey; éste es el Rey Jesús. ¿Quién soy yo para ser digno de estar parado aquí con Él?Jesús se da vuelta, me abraza y comienza a llorar. Pregunta, “¿Quién eres? Eres mi hermanito menor. Por ti Yo di todo—todo lo que tenía y todo lo que era—sólo por ti. ¿Quién eres ahora? Eres mi hermano. Cuando el pecado ya no exista, verás que serás llamado un príncipe. Como el Rey que soy, cada uno de aquellos por los cuales entregué todo, servirán como príncipes por todo el universo”. Me quedo allí un rato, mientras sus brazos me rodean. Pienso cuánto necesito esto, y sé que cada uno que camina por un sendero difícil necesita sentir su abrazo. Todavía en sus brazos, recuerdo el sueño, “¿Sabes Quién Eres?” cuando el Padre dijo que muchos van a necesitar hablar con Jesús, ya que todos están allí gracias a Él. Como si cada palabra estuviese iluminada en una pared de agua, lo siguiente me viene a la mente.
El Padre sigue, “Jesús es como cada uno de vosotros, sus hermanos. Por ahora, con sus brazos Él sólo puede rodear a uno a la vez”. El Padre me mira, sonríe y sigue diciendo, “Si en este sitio muy especial Él pasase el día de mañana con sólo un individuo, lo invalidaría como el Amor del Amor de los Amores. ¿Creéis que sería justo que Adán caminase y hablase con Jesús, mientras el resto simplemente los observa”?
Al instante, el Padre hace que un individuo sea llevado a su lado. Él dice, “¿Qué diremos de este hermano? Él sirvió y adoró a Satanás, pero abandonó todo y eligió seguir a Jesús. ¿Dónde estaría el amor si este individuo estuviese al lado de Jesús, conversando con Él todo el día, mientras todos los miran”?
Ahora el Padre alza la mano y junto a Él aparece otra persona. “Este individuo es uno de ‘los que son’, y tiene un número notable en la frente. Cuando lo veo, veo a mi Hijo. Lo acepto a través de mi Hijo. ¿Cómo sería si este individuo conversase con Jesús todo el día, mientras el resto de vosotros sólo los miraseis”?
Entonces el Padre trae a otra persona para estar de pie junto a Él, y dice, “He aquí un individuo que fue torturado por no rendir culto como se le mandó. Él soportó muchísimo dolor por amor a Jesús y rehusar adorar al engañador. ¿Cómo sería para el resto de vosotros permanecer sentados todo el día viendo a estos dos con sus brazos alrededor del otro”?
Ahora el Padre señala a la inmensa multitud y dice, “He aquí los que no pueden ser contados. Sólo estamos aquí durante el sábado. ¿Cuán justo sería si sólo uno fuese escogido”?
Entonces, el Padre pregunta en cuanto a la posibilidad de que Penny sea la única persona que camine de la mano con Jesús. Ella es la persona mencionada en el sueño “El Monumento Universal”, y cuyo nombre es el de una moneda sin valor. El Padre concluye diciendo, “Todos los que estáis aquí sois joyas preciosas—los tesoros de mi Hijo. Éstos son los que Él muestra al universo y afirma que son suyos, por la sangre que Él vertió”.
El Padre se dirige a Jesús y dice, “Hijo mío, no estás dotado de poderes. Tú sólo andas como los que son semejantes a ti. En tu trono, en el gran salón del trono yacen tu manto y tu corona. No se han movido desde el día cuando te los quitaste y los colocaste allí. Cada día tú caminas y te mueves como los seres humanos. ¿Acaso puede alguno de ellos transportarse instantáneamente desde un mar hasta el otro? ¿Puede alguno de ellos alzar en alto una cesta y lograr que provea una cantidad inagotable de alimentos? ¿Puede alguno de ellos tomar una piedra y convertirla en pan? ¿Puede alguno de ellos hacer que brote un chorro interminable de agua de una gran montaña de piedra con sólo tocarla”?
Veo que el Padre sonríe y dice, “Me conocen como la Fuente de todo amor, y a ti te llaman el Amor del Amor de los Amores. Yo también SOY Todopoderoso. Mediante mi poder, estarás con cada uno, todos a la misma vez. Deja que cada uno individualmente te abrace. Cuando los salvados caigan a tus pies, aceptarás sus besos. Toma la mano del que quiere conversar contigo. Deja que otros simplemente se sienten en tu regazo y recuesten la cabeza en tu pecho. Siéntate a las mesas preparadas y aliméntalos. Toca donde una vez sintieron dolor. Mece a los que desean ser cargados. Éstos son tuyos. Has pagado en su totalidad un precio inmenso por cada uno. Ve a estar con todos los redimidos a la misma vez, y Yo estaré contigo también. Juntos estaremos con los que son nuestros”.
Observando ahí parado, por mis mejillas corren lágrimas de alegría. Me doy cuenta de que el Guía ya no me tiene de la mano, sino que me ha rodeado con sus brazos y me sostiene mientras tiemblo. Veo que Jesús se para junto a uno, pero también lo veo con muchos. Cada uno está enfocado en Jesús.
Jesús y yo seguimos abrazados, todavía parados en la plataforma cubierta de flores. Siento el calor de sus brazos mientras me abraza. Estamos viendo un área inmensa del espacio vacío. En ese momento tan precioso escucho al Heraldo cantar una nota.
Los ángeles comienzan a tocar sus instrumentos, y entonces Jesús y yo nos volteamos hacia el coro de ángeles mientras comienzan a cantar. Ellos tocan y cantan este himno de corazón, porque saben quién es Jesús y lo que Él ha hecho.
Oh alma cansada y turbada,
perdida en la oscuridad;
hay luz al mirar al Maestro,
quien vida abundante dará.
Fija tus ojos en Cristo,
tan llenos de gracia y amor,
y lo terrenal sin valor será
a la luz del glorioso Señor.
Cuando termina la música, Jesús y yo nos volvemos a abrazar. Él dice, “Hay algo que quiero que veas y hagas. Entiende que cuando el pecado ya no exista, Él nos pedirá cumplir tareas y nos habilitará para hacer su voluntad. Aquí, delante de nosotros, hay un vacío con nada.” Ahora Jesús habla y ante mis ojos aparece un brillo que se convierte en una galaxia. Dentro de esa galaxia hay muchos planetas. En esos planetas hay plantas, aves y otros animales, pero aun más importante, hay nuevas formas de vida que aguardan aprender de Jesús y cómo Él es su Creador.
De repente, a mi lado aparece Perceivous quien me susurra al oído. “¿Recuerdas que te dije que todos estábamos aquí para disfrutar de algo? Para ti sería como ver el nacimiento de un hijo o una hija. Los ángeles acaban de disfrutar el nacimiento de una nueva galaxia”.
Ahora, Jesús se vuelve hacia mí y dice, “Debo decirte que nuestro Padre celestial ha mandado que tú cumplas con la tarea de hablar, y Él te habilitará para hacer lo que Él ha mandado”. Miro a Jesús y digo, “Yo no soy un creador. Soy un pecador. No tengo ‘un número’ en mi frente. No he recibido un manto y una corona ni las ‘llaves’ a una mansión celestial”.
Jesús pone sus manos sobre mis hombros y luego toma mis manos. Me dice, “Recuerda que esto es un sueño. Recuerda exactamente quién eres. Se te pide que simplemente crees. Yo te serví de ejemplo. Tal como yo viví sin pecado, tú también puedes. Tal como yo caminé sobre el agua, tú también puedes. Tal como hablé y la vida apareció, tú también puedes.” Jesús hace una pausa breve y me sonríe. Luego dice, “Debes saber que esto no se trata de ti. Se trata de cada uno que debe entender quién es”.
Me doy vuelta y le digo a Jesús que, si se me permite hacerlo, quiero crear algo, pero no será para mí, sino que será un testamento a la verdad de nuestro Creador. Le digo que yo sé que en la Tierra Nueva va a haber un Monumento Universal, y que será un monumento para todos de lo que hizo Jesús. Será un recordatorio eterno para todos los que visiten desde los confines del universo para aprender del Rey Jesús.
Señalo hacia el inmenso vacío del espacio y mando: “¡Ilumínese esta área grandemente, y todos los que vengan a este faro brillante observen y aprendan del testamento a la verdad de nuestro Creador! Aumente grandemente el tamaño de esta área del universo.
“Haya muy adentro de esta inmensidad tres grupos distintos de constelaciones. Sea compuesto cada grupo de otras siete constelaciones, cada una en la forma del símbolo del infinito. Júntense esas veintiuna constelaciones en una bola gigantesca con la forma claramente definida del símbolo del infinito.
“Sea su movimiento fluido, siempre moviéndose en una uniformidad perfecta. Haya galaxias dentro de cada constelación que se muevan siguiendo la forma del símbolo del infinito.
“En el interior de las galaxias, muévanse constantemente los planetas en la forma del símbolo del infinito. Muévanse todos juntos perfectamente sincronizados. En los planetas, haya vida conforme el Padre celestial lo permita.
“Colóquese una bóveda transparente encima y alrededor de todo lo mencionado aquí, y márquesela para que sea un recordatorio a todos de la Fuente de todo Amor, del Amor del Amor de los Amores, y del Gran Consolador. Sea este lugar un monumento al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Juntos son el Creador”.
Jesús me mira con una sonrisa y dice, “El que llamas el Heraldo dijo que has heredado la creatividad del Padre. Lo que has pedido es una tarea fácil para Él”. El Heraldo señala hacia la inmensidad del espacio. Ante nosotros, de la nada, veo aparecer todo lo que mencioné, pero mucho mejor.
Jesús mueve su mano sobre la enorme bóveda que abarca todo lo que fue hablado a la existencia. Dice, “Esta creación siempre existirá como un monumento a la Verdad. La Verdad existe porque el Padre habla la esencia de la verdad. Las manos de la Verdad tienen la escritura para todo lo que aparece aquí”.
Cuando oigo a Jesús pronunciar una palabra, el Heraldo se me acerca y toma mi mano. Entonces, al instante estamos en el espacio sideral, mirando hacia la tierra mientras gira lentamente.
Tal como menciona el sueño, “Dios Está Airado”, se me da a entender que después de que los justos hayan ocupado el cielo por mil años, Jesús destruirá todo lo malo mediante el poder del Padre celestial. Debido a que Jesús eligió venir a esta tierra, todo lo que hace ahora y siempre lo podrá hacer sólo mediante su Padre celestial. Éste es el motivo por el cual Jesús se llama el Amor del Amor de los Amores.
Me dice el Heraldo que pronto esta tierra dejará de girar. Pronto, Jesús alzará su mano y del cielo caerá fuego, el cual consumirá la tierra y todo lo que está dentro del velo negro. Se entenderá el motivo de la destrucción cuando termine el tiempo de enseñanza.
Mientras el Heraldo y yo miramos la tierra que gira lentamente, él alza la mano y veo lo siguiente en una pantalla.
Él [Cristo] lleva al cielo una humanidad santificada, y siempre conservará la humanidad, como ella hubiera sido si el hombre nunca hubiese violado la ley de Dios. Manuscrito 156, octubre 26, 1903
El Heraldo baja la mano, y la pantalla desparece. El Heraldo sigue, “Ahora comienzas el tercer mes de preparación de los mensajes. Desde que comenzaste, ha habido muchos terremotos, muchos incendios que han destruido casas y tierras, mucha inundación y mucho frío con tormentas de nieve. Ha habido volcanes e informes de volcanes inminentes. Durante el gran tornado que ocurrió en Nashville, Tennessee, hubo pérdida de vidas.
“Además de todos estos desastres, hay una gran enfermedad que se está llevando la vida de muchos en varias partes del mundo. Eso debe ser visto como un símbolo de la gran enfermedad moral y espiritual de individuos pervertidos y corrompidos alrededor del mundo.38
En los estantes de las tiendas faltan muchos productos. Se habla mucho y se toman precauciones para detener esta enfermedad. Los gobiernos del mundo se esfuerzan por controlar esa pandemia. Los medios de comunicación están inundados con discusiones de este tema”.Ahora, el Heraldo me informa que, aunque casi he terminado este sueño, todavía tengo más que compartir. Me dice, “Como se te dijo anteriormente, los que lean el sueño no sabrán cuántas pruebas sufriste, cuántas noches fuiste despertado, cuántos días largos dedicaste a escribir, cuántas correcciones tuviste que hacer, ni los atentados de Satanás contra ti. En cada ocasión, a él y a sus ángeles se les recordó que tú eres un siervo de Dios.
“Has soportado muchos días y noches con pocas horas de sueño. Todo el cielo conoce el horario que hay que cumplir. Todo el cielo está a la espera de los próximos meses. En las salas y los atrios del cielo muchos ángeles están ocupados con los preparativos para los últimos grandes momentos. Alabamos a Dios, quien gobierna desde su trono en el cielo, porque pronto enviará una señal clara a los que guardan las leyes humanas de esta tierra y pisotean en gran manera las leyes de Dios”.
El Heraldo coloca sus manos sobre mis hombros y me dice que este sueño causará una gran conmoción en aquellos que han instalado sus propias leyes. Sin embargo, los que expresan desprecio por los mensajes pronto tomarán su último aliento. Dios ha dicho que los que ocupan puestos de autoridad, pero no se declaran en contra de la degradación moral que sigue en aumento, serán tomados por responsables. Él ha dicho que los que orgullosamente forman parte del movimiento estilos de vida, el cual claramente va en contra de las leyes establecidas por Dios, también tendrán que rendirle cuentas. Algunos de ellos verán la destrucción de la cual Él ha hablado muchas veces. La destrucción que se lleve a cabo afectará el mundo entero.
Mientras las manos del Heraldo se mantienen sobre mis hombros, él dice, “Recuerda que eres un mensajero. Sencillamente prepara este mensaje y entrégalo. Cuando el mensaje es entregado y entendido, no eres el culpable. Eres un mensajero que da una advertencia, como otros profetas en la Biblia. Como era entonces, es hoy. La mayoría de la gente, especialmente los dirigentes, hace caso omiso de los mensajes de Dios hasta que es demasiado tarde”.
El Heraldo pausa, sonríe y dice, “Este mensaje llegará a más individuos de los que crees. Recuerda quién eres. Recuerda que sirves de mensajero. Todo lo que se ha escrito no consiste en tus palabras, sino lo que Dios ha mandado que se escriba. Hay que entender que no deben quejarse de ti, porque tu responsabilidad es parecida a la del cartero que entrega las cartas. Los que tengan un problema con los mensajes en las cartas deben llevarlo al que envió los mensajes—a su Creador, el que les dio el aliento”.
El Heraldo vuelva a pausar y luego me dice, “Desde donde estás, fija tu vista hacia el oriente. Con cada aliento observa cuando Dios derrame su ira sobre los que han pisoteado sus palabras y se han burlado de ellas. Cuando Dios libere su ira, grande será la quema y la destrucción instantánea. Junto con la enfermedad que anda por el mundo, la tierra se moverá y convulsionará con terremotos, inundaciones, incendios, nieve y temperaturas heladas, tornados y huracanes.
“Esos eventos demostrarán la ira de Dios sobre una tierra llena de pecado. La tierra tambaleará bajo el impacto de su poder. De Nashville sólo quedará un hueco en la tierra. Recuérdese que esa ciudad recibirá la ira de Dios a causa de las decisiones que sus habitantes están tomando. Continúan caminando en oscuridad moral y espiritual, en vez de seguir los preceptos sagrados de Dios. Será como en los días de Sodoma. El mundo entero está enfermo, porque es un mundo lleno de pecado.
“Cada uno que acepte la salvación, con pleno entendimiento de quién es, debe recordar que, si es la voluntad de Dios, podrá hablar, y un cómodo sillón reclinable de agua, flores y raíces se elevaría para servirle. O, quizás ese individuo quiera decirle a Jesús que desea crear una gran constelación sumamente complicada, compuesta de muchas otras constelaciones. Entonces, se formaría con una sola palabra, y se le diría que nada es demasiado difícil para el Creador. Mientras te esfuerzas por imitar a Jesús, permite que estos ejemplos te animen a ser un vencedor, al mantenerte en comunión constante con tu Padre celestial”.
El Heraldo vuelve a mirar hacia la tierra que gira lentamente y dice, “¿Recuerdas cuando nos sentamos en una colina cuesta abajo alfombrada de flores y disfrutamos mirando un gran bosque a lo lejos? ¿Recuerdas cuando mandaste que la tierra nos preparase un lugar donde sentarnos para disfrutar del paisaje en el valle? Recuerdo que nos mecimos juntos mientras contemplábamos el hermoso paisaje”.
El Heraldo me mira, y esta vez señala hacia la tierra que gira. Me explica, “Allá abajo están los que ya no caminan con Dios. Allá abajo hay pocos que se comunican constantemente con su Creador. Allá abajo están los que ya no quieren observar las leyes de Dios, porque han elegido hacer sus propias leyes y legislar lo que ellos creen es lo mejor para sí mismos y para todos los demás.
“Di a los que captan la importancia de mantener una comunicación constante con Dios, que es importante prepararse para la batalla espiritual que se intensifica. Entended quiénes sois. No temáis, porque Jesús ha preparado el camino. Él ha provisto su armadura y espada espiritual que derrotarán al enemigo. Cada uno puede ir a la batalla plenamente protegido, y seguro de derrotar a los malvados. Cada uno es y será un príncipe del Rey celestial”.
Luego, el Heraldo comparte lo siguiente. “Todavía hay más que debes incluir en este sueño. Todavía falta mucho por hacer, porque una gran obra está por delante. Ya no queda tiempo para sentarse y recostarse. En el sueño titulado, ‘Mucho por Hacer’, lo último que se te mandó a hacer fue, ‘Cuéntales tu historia y lo que Jesús dijo. Entonces hay que comenzar. Tenemos mucho que hacer y poco tiempo.’ Estas palabras todavía se aplican ahora. Todavía tenemos mucho que hacer y queda muy poco tiempo. A pesar de todo lo que se ha explicado en este mensaje, muchos todavía no van a entender quiénes son”.
Para que yo tenga tiempo para entender lo que dijo el Heraldo, él guarda silencio mientras observa la tierra girando. Vuelvo a pensar de todo lo que se me ha pedido preparar durante los últimos dos meses. Pienso que día tras día dormí solo unas horas antes de escuchar una voz suave que me indicaba que me despertara y continuara con los mensajes. Mientras escribía, las palabras constantemente me eran llevadas a la memoria. Recibía correcciones y datos adicionales que debían ser añadidos, como también cuáles notas debía incluir al pie de página.
El Heraldo comienza de nuevo. “Hace varios meses se te pidió dar un mensaje privado a alguien, y lo hiciste. Ahora, debes compartirlo en este sueño. Algunos que lo lean sabrán, mediante el Espíritu Santo, que también está destinado para ellos. Cuando compartas el mensaje, debes asignar el género y cambiar el nombre”.
Mientras veo la tierra girar, oigo que alguien llama mi nombre celestial. Sé que es la voz del ángel Guía. Cuando alzo la vista, lo veo descender rápidamente, como si hubiese sido enviado sólo para hablar conmigo. Al acercarse a mí dice, “Debo llevarte inmediatamente a un lugar. Te lo explicaré mientras viajamos. ¿Me das tu mano derecha”?
El Guía toma mi mano y ascendemos inmediatamente. Me explica que seremos escoltados a un lugar para que yo documente lo que vea, pero aún más importante, lo que oiga. Me explica que lo que voy a observar es para ayudarme a entender más tarde. Se me va a mostrar una imagen del Padre celestial de cierta manera para permitirme reportar lo que observo. No dudo del lugar adonde vamos el Guía y yo, pero dudo de lo que me explica. Él me asegura diciendo, “No debes temer, porque no te pasará nada. Recibirás instrucción en partes pequeñas, y luego se te dirá cuándo y cómo debes compartir esto”.
Miro hacia abajo y noto que estamos descendiendo a la cima de una gran montaña de granito. Partes de esta montaña podrían ser usadas donde hace falta mucho granito para construir. Luego, el Guía me dice que hemos llegado temprano. Sonriendo, le digo que entiendo que nos apuramos para poder esperar. Él me sonríe y dice, “La paciencia es un gran rasgo del carácter”.
Después de varios segundos dice, “No te verán, pero verás y escucharás todo. Prepara las cosas que veas y oigas. Cuando llegue el momento oportuno, recibirás más instrucciones”.
Miro el cielo azul vivo. Sopla una brisa cómoda y suave, y el aire es muy fresco. Cuando miro hacia la derecha, noto que del este viene muy rápidamente una nube blanca, muy pequeña. Me doy vuelta para mirar la nube de frente, a medida que se hace más grande, más blanca y brillante al acercarse a la montaña donde estoy parado. Cuando llega muy cerca adonde estoy, disminuye su velocidad y se acerca al suelo. Partes de la nube fluyen hacia abajo donde estoy. Durante todo esto, reina el silencio.
Ahora veo descender de la nube a varios ángeles con trompetas. Forman una hilera y se paran en un ángulo hacia la izquierda y hacia la derecha, siempre mirando hacia la gran nube blanca. Cuando alzan sus trompetas y tocan, como anunciando a alguien importante, veo a alguien que parece ser una persona mayor de edad que baja lentamente por algo que parece una rampa. En este sueño he decidido decir que es una mujer. Sé que ella no me puede ver. La siguen muchos otros ángeles. Ella camina lentamente, como si tuviera cierta dificultad. Pienso que ella debe ser muy importante.
La observo mientras camina alrededor de la cima de la montaña. Ella no ve a los ángeles ni nota la nube en la que vino. Ni siquiera oyó la gran fanfarria que tocaron los ángeles para anunciar su llegada. Parece ser alguien que sólo se ve a sí misma y se siente sola. Su rostro muestra estrés, como alguien que en la batalla se ha juzgado a sí misma un fracaso constante. Me pregunto quién es y por qué tiene ese aspecto, teniendo tantos ángeles acompañándola. Dice el Guía que lo que estoy viendo es como ella se siente ahora mismo.
Entonces, miro hacia arriba y veo un fulgor muy grande que baja del cielo. La luz contiene la forma de un hombre a medida que desciende rápidamente y se para frente a la mujer. Ella mira la luz e inmediatamente se asusta. Una voz que inmediatamente reconozco comienza a hablar con la mujer. Le dice, “No tienes qué temer, porque YO SOY el que es y siempre seré el YO SOY. Pedí que te trajeran aquí porque he escuchado a tu corazón clamar a mí”. Él extiende las manos, toma las de ella y le dice: "Esto es semejante a la ocasión cuando hablé con Moisés, quien tenía una discapacidad física. Él sirvió con su discapacidad y venció mucho para llegar a ser alguien que sirvió en gran manera. Cuando Moisés se paró delante de mí, le mandé a quitarse los zapatos, porque el suelo sobre el cual estaba parado era santo. Como sucedió con Moisés, la tierra en la que estás parada es santa. Quítate los zapatos, porque profanan este lugar. Tú eres una de las que son mi obra maestra de la creación”. Me doy cuenta de que en este comentario Dios el Padre muestra que, al crear al hombre, al otorgarle el aliento que sopló a la tierra, todos los seres humanos son la obra maestra de la creación de Dios, porque han sido creados a su imagen.
Luego, el Padre celestial le dice que deben acomodarse. Mira al granito y habla. La piedra se alza y se forma en una silla grande y redonda. Él dice, “Antes de sentarnos, hay que formarla para que sea más cómoda para ti”. Él habla y, encima del granito aparece madera que se amolda para ser cómoda cuando alguien se siente. La madera no es solo tableros, sino madera adornada y creativamente diseñada que se forma en una silla. Él sonríe y dice, “Necesitamos una cosa más. El asiento debe hacerse más suave, con la temperatura adecuada, ni demasiado caliente ni demasiado fría”. Él habla, y un cojín de agua se forma encima de la madera.
El Padre continúa diciendo, “Siempre debemos colocarnos sobre una base sólida. Se ha dicho que la madera es la verdad. Mi Hijo demostró la verdad cuando fue crucificado sobre el madero. Es muy importante entender que mi Hijo no vino a la tierra como una deidad con grandes poderes, sino como un hombre, creado como tú fuiste creada. Él hizo mucho con sólo la palabra, pero sus palabras fueron mandadas mediante mi nombre. El agua se refiere al Espíritu Santo, el Gran Consolador. Él siempre está contigo”.
Ahora, el Padre le dice que seis mil años de pecado han traído enfermedad y sufrimiento a sus creaciones. Sonriéndole añade, “Tal como Moisés sufrió de defectos físicos, Yo puedo usarte para hacer aun las cosas más sencillas”. Mientras ella permanece parada y avergonzada, Él le pregunta, “¿Por qué sientes vergüenza?” Después de una pausa corta mientras ella lo piensa, Él sonríe y le dice, “Sentémonos y hablemos”. Cuando Él habla, ambos flotan desde su posición de pie y descienden para sentarse dentro de la silla redonda. Nuevamente sonriéndole, le dice, “Sería agradable remojar nuestros pies en agua tibia”. De repente, de la base de la silla fluye agua y comienza a burbujear. Mientras sonríe, se recuesta y dice, “Esto se siente bien”.
La mujer se sienta turbada y con los brazos cruzados. Su Padre celestial sonríe y con mucha paciencia le brinda gran paz y consuelo con sus palabras. Entonces saca, como de su pecho, una almohada transparente en forma de corazón. Por todo el borde hay algo que parece una cuenta [chaquira, mostacilla] de color rojo vivo cosida en la almohada. Le dice que tome la almohada, que es como el corazón de Él, y la sostenga junto a su pecho. Ella toma la almohada y se aferra a ella fuertemente. Él se inclina hacia adelante, le sonríe y dice, “Mi hija, anhelo que llegue el día cuando podamos sentarnos y hablar cara a cara.” Hace una pausa y vuelve a hablar. “Sientes que no caminas a mi lado. Es verdad; no camino a tu lado. Te llevo cargada. Lleno de alegría, te acurruco en mis brazos. Veo en tu corazón a una que Yo creé, y espero con ansias el momento cuando ya no te agobie la aflicción”.
Luego, el Padre toma las manos de ella y le explica lo siguiente. “Eres mi querida Betania. [Usé este nombre, porque no debo usar el nombre verdadero.] No sabes quién eres. Satanás sabe muy bien quién eres, y tú permites que él te atormente. Quiero que sepas algo muy importante: Eres mi hija. Eres la hermana de mi Hijo. ¿Por qué crees que podría preocuparme menos por ti que por Mi hijo? ¿Por qué crees que te amaría menos que a mi Hijo? Tal como mi Hijo, Jesús, ordenó a Satanás que lo dejara cuando fue tentado en el desierto, debes hacer lo mismo—ordenar que las fuerzas demoníacas se vayan. Mi querida Betania, habla en alta voz con mucha confianza, sabiendo que sostienes mi corazón junto al tuyo. Ordena que se vayan los que tratan de oprimir y deprimirte. Grandes son las cosas que puedes hacer al pronunciar una orden sencilla”.
El Padre sigue diciendo, “Eres humana, como era Jesús. Sin embargo, Él habló, y los que estaban muertos volvieron a vivir. Muchos tenían hambre y necesitaban comida. Él habló, y de sus labios brotaron palabras que resultaron en peces y pan para alimentar a una gran multitud. De jarros llenos de agua salió jugo de uva para una boda. Los ciegos recibieron la vista. Muchos que habían perdido parte de su carne a causa de la lepra fueron sanados y restaurados. A muchos que no podían hablar ni oír se les dio nuevamente la habilidad. Salieron demonios de muchos que estaban poseídos, y esos individuos quedaron libres de la opresión. Satanás te oprime, porque él no quiere que sepas quién eres. Betania, tú eres mi hija amada. Debes entender quién eres. Satanás sabe muy bien quién eres, y tú le permites atormentarte. Debes saber una cosa muy importante: Eres hija mía. Eres la hermana de mi Hijo. ¿Por qué dejas que pase por tu mente que Yo me preocuparía menos por ti que por Mi hijo? ¿Por qué piensas que te amaría menos de lo que amo a mi Hijo?
“Dices que estás llena de celos, y que te encolerizas cuando recuerdas problemas del pasado. He enviado mensajes diciendo que esos defectos deben ser eliminados del carácter. Dije que os recordaría esas ocasiones para que cada uno pida perdón”.
El Padre le dice que Él mandó que estas palabras fueran escritas y registradas para ayudar a fortalecer la vida espiritual de su pueblo. Señala hacia el lado de la silla redonda y leo estas palabras:
Todos los que traten de ocultar o excusar sus pecados, y permitan que permanezcan en los libros del cielo inconfesos y sin perdón, serán vencidos por Satanás. Cuanto más elevada sea su profesión, y cuanto más honorable sea la posición que ocupen, tanto más grave será su conducta ante los ojos de Dios, y tanto más seguro será el triunfo del gran adversario. Conflicto y Valor, p. 69
El Espíritu Santo, el Consolador, el que Jesús dijo que enviaría al mundo, es el que transforma nuestro carácter a la imagen de Cristo; y cuando esto se realiza reflejamos, como un espejo, la gloria del Señor. Es decir, que el carácter de quien así contempla a Cristo es tan semejante al de él, que quien lo observe ve el carácter de Cristo brillando como en un espejo. Sin que lo notemos, somos cambiados día tras día de nuestros caminos y voluntad, a los caminos y voluntad de Cristo, en la hermosura de su carácter. Así crecemos en Cristo e inconscientemente reflejamos su imagen. En los lugares celestiales, p. 339
Ahora el Padre declara: “Cuando veo un corazón sincero y arrepentido, puedo perdonar, y entonces lo olvido. De la misma manera, tú necesitas perdonar y luego olvidar. El dejar a un lado esas cosas, te permitirá vivir en paz. Nunca te concentres en ti misma. Al contrario, concéntrate en otros y lo que puedes hacer para ayudarlos.
“Tú, mi hija, la que sostiene mi corazón: Clámame como tu Padre y manda en el nombre de Jesús. Con la autoridad de quién eres, ordena que Satanás y sus ángeles demoníacos te dejen en paz. Entonces, manda a los ángeles que han sido enviados para proteger y servirte. No los ves, pero siempre están ahí. Si ellos aguardan instrucciones de Jesús, ¿por qué crees que no esperan recibir una orden de tus labios? ¿Quién eres? ¡Eres la hermana de mi Hijo! ¡Eres mi hija, mi querida Betania”!
Ahora, el Padre señala hacia la derecha y dice, “Déjame mostrarte quién eres”. Al instante, aparece una escena de video en el área a la izquierda de ella y a la derecha de Él. La escena es después de la creación de la tierra nueva. Betania llega a los atrios celestiales con un aire de autoridad que inspira respeto. Habla y camina como la princesa que ella es. Observo que ella invita a varios miles de ángeles que la acompañen y, con mucho gozo, se ofrecen para seguirla. Salen en una nube enorme y viajan rápidamente a un planeta lejano en alguna parte del universo. Varios ángeles con trompetas y ángeles que se destacan por su velocidad se adelantan para hacer los preparativos para la visita. Cuando llegan, explican a los seres recién creados que pronto llegará una hija del Padre celestial con un mensaje para ellos. Los ángeles les dicen que hagan los preparativos para ella. Lo hacen alegremente, y luego aguardan la llegada de Betania.
Pronto veo a los seres mirando hacia arriba en tanto que se acerca a su planeta la nube blanca. Suenan las trompetas, y el aire se llena de emoción. En tanto que el Padre y Betania miran la escena de lo que podría pasar en el futuro, escucho al Padre decir, “Si eres fiel, irás a contarles quién es Jesús y que eres su hermana. ¡Les dirás quién eres! Cuando leas y releas mi mensaje, ‘¿Sabes Quién Eres?’, entenderás esto plenamente. Tu tarea consistirá en crear lugares para educar a seres que viven en todo el universo, como también a los seres que serán creados. Cuando compartas, hablarás, y del suelo surgirá una estructura que será un testamento para todos de quién es mi Hijo y todo lo que renunció para ser tu Hermano. Los seres aprenderán que Jesús es su Salvador, gracias a todo lo que hizo en la tierra”.
Después de despertar y antes de continuar la preparación de este sueño, entiendo para quién es este sueño. Está destinado para aquellos que mantienen una comunión constante con su Padre celestial. Es para los que se atienen a las leyes y reglamentos que Él estableció en el cielo inmediatamente después de hablar a la Verdad a la existencia, y antes de que fueran creados los ángeles. Es para aquellos que son amados más de lo que saben. Ellos harán cosas grandes y tremendas cuando comprendan plenamente quiénes son. En las palabras del Padre, ¡son sus hijos amados!
Cuando comienzo a documentar más de este sueño, recuerdo y entiendo lo que se me acaba de mostrar. Termina el mensaje anterior y comienza el siguiente.
Oigo la voz del Guía pronunciar mi nombre celestial. Todavía estoy parado en la cima de la montaña grande. Además de las piedras de granito, veo el lugar especial que el Padre celestial creó para su visita personal con la que llamé Betania. Me dice el Guía que muchos no entenderán todo lo que ha sido incluido en la preparación de este sueño. Me explica que dentro de este sueño hay muchos mensajes. Los que lean y relean este mensaje hallarán nuevas percepciones. Hay mucho por descubrir con un estudio profundo. Aquellos que lean rápidamente perderán mucho de lo que Dios ha compartido.
El Guía extiende la mano, y de la cima de la gran montaña de granito sube granito sólido que se convierte en un banco muy intrincado hecho de agua. Llamándome por mi nombre celestial, el Guía me mira y dice, “Este banco se formó del granito mediante el poder del Padre”. El Guía va hacia el banco y me pide que me siente con él. Comienza diciendo, “Pronto se cumplirán tres meses desde que comenzaste a escribir el sueño. Debido a que es muy largo, hay mucho que se debe entender. Los que lo lean no sabrán todo lo que ha ocurrido durante la instrucción y la preparación. Los que fueron despachados del trono del Padre hicieron muchos viajes de ida y vuelta. Ellos te dijeron lo que debías escribir y lo que debías corregir.” El Guía me mira, sonríe, y dice, “Algunos han acumulado muchas millas aéreas”.
Sigue diciendo el Guía, “Comenzarás a preparar el principio de la última parte de este sueño con un corazón lleno de gozo. Debe terminar como comenzó. Sin embargo, el final de este sueño incluirá luz nueva. Recordarás que te dije que, si te mandan a caminar por un sendero y es de día, tu camino estaría bien iluminado. Pero, si se te pide caminar por el mismo sendero en la oscuridad de la noche, vas a querer tener una linterna con baterías nuevas. Si piensas andar por un sendero largo y oscuro, obtendrás baterías nuevas para tu linterna, porque vas a querer tener una linterna muy brillante. Para poder ver y evitar tropezar con muchos obstáculos, necesitas una luz nueva. Esta parte del sueño mostrará algo que será visto como nueva luz. Los individuos que no acepten ni crean esta luz nueva, tropezarán a causa de sus ideas preconcebidas. Al caminar juntos por este sendero, es importante que el camino esté bien alumbrado, para que todo pueda ser visto y entendido. En este sueño, el Padre ha decidido presentar algo nuevo. Él quiere que todos entiendan que Él es el Creador, y que no hay límites a su sabiduría y poder creativo. Él seguirá creando eternamente. Recuerda que Él nunca crea simplemente para crear. Todo lo que Él hace es perfecto y planeado hasta el final”.
De repente, oigo mi nombre celestial y, cuando alzo la vista, veo que el cielo se ilumina, porque desciende un sinnúmero de ángeles. Entre ellos reconozco a Perceivous y el ángel Anunciador, y me pregunto por qué tantos ángeles han sido enviados.
Ahora, Perceivous me pide que la acompañe al aula de clases, porque allí hay mucho que mostrarme. Extiendo mi mano y nuevamente me encuentro en el salón conocido, sentado en el pupitre. Al frente está la pared donde aparecen cosas. Ella dice, “Te fue dicho que este sueño va a terminar tal como comenzó. Se me mandó a comenzar a mostrarte el primero de varios ejemplos para ayudar a todos a entender.” Ella extiende la mano y señala hacia la pared. “Si te acuerdas, hace casi tres meses que este sueño comenzó como sigue”.
Al entrar por una puerta abierta, inmediatamente vi a una joven sentada en una cama. Estaba llorando, y tenía las rodillas y las piernas dobladas junto a su cuerpo.
Junto a ella, varios ángeles estaban de pie y algunos estaban sentados en la cama junto a ella. Algunos de los ángeles parados habían abierto sus alas, cubriéndola como un dosel. Otros la cubrían con sus manos y brazos para consolarla. Ella no se daba cuenta de que los ángeles estaban allí, ni que deseaban prestarle ayuda. Se me dice que tampoco sabía que lloraban con ella.
Como si entendiera que ése era un momento de sosiego solemne, pregunté qué pasaba. Todos los ángeles me miraron mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Entonces me di cuenta de que muchos de los ángeles sentados junto a ella eran Perceivous. Al instante, sentí un remordimiento frío. Miré a Perceivous, quien tenía mi mano derecha en la suya. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Ella me sonrió y dijo, “¡Muchos todavía no saben quiénes son! Ella había concebido y un niño había comenzado a crecer en su matriz de la vida. Sin embargo, a causa del pecado, el bebé dejó de vivir. Todavía es necesario entender que un bebé no es simplemente un bebé. Es preciso entender la importancia de cada bebé”.
Perceivous sigue diciendo, “Tan pronto como cada uno de vosotros comienza la vida, recibe una gran herencia. Sois hijos directos del Padre mismo. Podéis ser un príncipe o una princesa. Cada uno de vosotros debe entender la importancia de cada óvulo, el cual, cuando es fertilizado, se convierte en el individuo que cada uno es. Hablaremos más de eso más adelante.
“Pero, primeramente, entiende que, para el Padre, cada uno que nace es importante. También necesitas entender más claramente la importancia de cada uno que nace, pero no recibe la oportunidad de vivir más allá del primer aliento.” Ella pregunta si recuerdo lo siguiente que se me mostró en el sueño, “Un Niño Llamado Promesa”. La pared muestra esto:
Veo a la joven pareja durante el servicio fúnebre. Veo cuando colocan el pequeño ataúd en la tierra. El pastor dice que ese pequeñito duerme hasta el día glorioso cuando Jesús descienda del cielo y llame a los suyos a despertar. Él llamará a los inocentes a levantarse para ser colocados nuevamente en los brazos de sus madres fieles.
“Sin embargo, en el cielo, ¿qué de las mujeres que concibieron, pero sufrieron un aborto espontáneo?
“¿Qué de las mujeres que llevaron dentro de sí una vida por nueve meses, tal como Dios diseñó, que sufrieron el gran dolor, pero el recién nacido, creado a la imagen de Dios, murió pronto después de nacer?
“¿Qué de las madres que perdieron un hijo durante los primeros años?
“¿Qué de las mujeres que nunca fueron madres, pero tenían una naturaleza cuidadora”?
Perceivous sigue diciendo, “Sabe que muchos inocentes yacen dormidos en la tierra. A causa del pecado, muchos no llegaron al día de su nacimiento. Algunos murieron mientras todavía crecían en la matriz. Otros fueron sacados del vientre por ser el resultado de un embarazo forzado, o a causa de la falta de madurez de la pareja o por falta de integridad espiritual. En cualquier caso, esos inocentes le pertenecen a Dios y están cubiertos con ‘la cobija blanca de la inocencia’”.
Perceivous sonríe y dice, “Esto provee otro vistazo a la maravillosa verdad de cómo los seres humanos están cubiertos con la justicia de Cristo. Dios considera que ningún niño antes de la edad de responsabilidad, incluso los bebés abortados por un médico y los abortados espontáneamente, ha sido rebelde ni ha desobedecido a sabiendas sus mandamientos. Por lo tanto, el manto de la justicia de Cristo será colocado sobre ellos, y Dios les dará la bienvenida a su reino. Aunque heredáis la tendencia hacia el pecado, el pecado original no existe; no hay tal cosa. No nacéis en pecado; vosotros elegís pecar u obedecer.
“Lo que te explico ahora es de una manera que todos entiendan mejor la logística y dinámica del gran plan de Dios. Él cumplirá una promesa de devolver cada niño a los brazos de una madre que espera.”
Después de un momento de silencio, Perceivous dice, “Debo enseñarte más en cuanto a los inocentes. Vas a ver que son dos grupos. El primer grupo está compuesto de los que respiraron por primera vez como recién nacidos. Algunos han vivido sólo unos segundos; otros, varios años. Sin embargo, están enumerados entre los que no han alcanzado a la edad de responsabilidad.
“Más adelante hablaremos con más tiempo del segundo grupo, compuesto de los que recibieron la chispa de la vida, pero nunca completaron su crecimiento para llegar a ser un niño que nace. Ésos incluyen los que saldrán de la superficie de la tierra como una bolita de luz. Nunca tuvieron la oportunidad de desarrollarse, salir de la matriz o respirar.”
Perceivous dice que, por ahora, concentraremos nuestros pensamientos en el primer grupo, los que nacieron y los que murieron antes de alcanzar la edad de responsabilidad. Me dice, “Recordarás que al comienzo de este mensaje estábamos en la sala de parto de un hospital, observando a una mujer y su esposo que estaban a punto de ser padres. Muchos alrededor de la futura madre estaban ocupados con sus tareas asignadas. Un momento después, todos oímos el sonido de un recién nacido llorando fuertemente. Un bebé acababa de nacer. El médico dijo que iba a cortar el cordón umbilical. La enfermera asistente le entregó al médico un instrumento quirúrgico. De repente, todo quedó en silencio, y los ayudantes inmediatamente llevaron al recién nacido a una mesa. El niño murió momentos después de nacer. Viste a la madre acostada en la cama de parto y su esposo junto a ella. Viste a la enfermera acercarse y explicar que el niño murió a causa de complicaciones. Recordarás que yo, en calidad de muchas, estaba parada alrededor de la madre. Las piernas del esposo flaquearon y él cayó al suelo, incapaz de permanecer en pie.
“Entonces, se te mostró la escena de un accidente. Viste a una joven madre manejando su auto, y sus cuatro hijitos la acompañaban. Eran un niñito y otros tres pequeñitos; el menor de todos era un bebé. Los cuatro niños murieron. Viste en ese accidente a muchos ángeles con las manos a su lado. Se les había ordenado no ayudar, sino bajar las manos que siempre ayudaban y no brindar protección. Viste que todos esos ángeles derramaban lágrimas”.
Perceivous explica la importancia de la vida, aun de un niño pequeño que perece en un accidente. Cada uno le pertenece al Padre celestial, a cuya vista son algo valioso. Me dice Perceivous que, en tanto que los individuos observan los eventos actuales, notarán cuántos inocentes han ido al descanso. Durante este año de ver claramente, muchos tomarán su último aliento. Son los que se enfermaron gravemente o no sobrevivieron un accidente. Otros experimentaron una inundación catastrófica, un tornado, un huracán, y más. ¿Qué de los inocentes a lo largo de la historia, cuyas vidas fueron abreviadas a causa de las guerras o la crueldad de la humanidad?
La pared muestra lo siguiente:
Envió inmediatamente soldados a Belén con órdenes de matar a todos los niños menores de dos años. Los tranquilos hogares de la ciudad de David presenciaron aquellas escenas de horror que seis siglos antes habían sido presentadas al profeta. “Voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido: Raquel que llora sus hijos; y no quiso ser consolada, porque perecieron.” …Este acto de crueldad fue uno de los últimos que ensombrecieron el reinado de Herodes. Poco después de la matanza de los inocentes, cayó bajo esa mano que nadie puede apartar. Sufrió una muerte horrible. El Deseado de Todas las Gentes, pp. 46, 47
Sigue diciendo Perceivous, “Éste es sólo un ejemplo registrado. Incluso hoy, muchos líderes mundiales malvados han pedido el exterminio de tantos inocentes. Algunos exterminan a causa de la superpoblación, o por ser de cierto género.”
Perceivous vuelve a guardar silencio. Luego, me dice que el número de los que duermen en la tierra es grande. Comenzando con los inocentes que tomaron su primer aliento, hasta los que no alcanzaron la edad de responsabilidad, el número es grandísimo. Cada inocente que espera será llamado por la voz del que es su Salvador, el mismo que coloca sobre ellos un manto especial, porque cada uno es su inocente. El primer grupo está compuesto de los que tomaron su primer aliento y vestirán el manto de la inocencia. Dios prometió devolver cada uno a las que llevan el título de madre; pero sólo si esa madre también recibe el título de fiel, guardadora de los mandamientos, y alguien que mantuvo los preceptos divinos cerca de su corazón.
Perceivous enfatiza la importancia de conocer la promesa hecha a cada madre que ha perdido un bebé después de nacer: Si ella permanece fiel, su niño le será devuelto a sus brazos. Muchos ángeles llenos de gozo querrán ayudar a cada madre. Dice Perceivous que son muchos los pequeñitos que duermen, esperando que Jesús los llame suavemente a despertar. Una cantidad acumulada durante más de seis mil años vestirá el manto de la inocencia. Un número tremendo será presentado ante Dios, sabiendo que la sangre de Jesús es suficiente para cada uno de ellos.
Perceivous guarda silencio, luego me mira mientras sigo sentado en el pupitre. Desaparecen las palabras en la pared. Ella comienza a explicar que es necesario entender los detalles de cuando regrese Jesús y llame a los inocentes que duermen en la tierra a subir por el aire y encontrarse con Él. Cada uno lleva una marca en la frente—un símbolo especial—que indica que es un inocente.
Ella sigue diciendo, “Pero hay un segundo grupo, los que brotarán de la superficie de la tierra como una bolita de luz. Ellos nunca tuvieron la oportunidad de tomar su primer aliento fuera de la matriz. Más adelante, hablaremos de ellos con más detalle.
“Por ahora, nos concentraremos en los niños que tienen la edad suficiente para no necesitar una sala cuna. También incluye los bebés que necesitan ser alimentados de una manera que la mujer de la raza humana ya no podrá hacer; porque en el cielo no habrá hombre ni mujer, sino que todos serán como nosotros, los ángeles.39
“Habrá muchos niños cuidados por los ángeles, los cuales irán en busca de sus madres. Tal como ha sido prometido, los ángeles colocarán esos niños en los brazos de sus madres. Pero, en cuanto a las madres que perdieron un hijo acabado de nacer, ¿sería correcto colocar un niño ya crecido en los brazos de una madre, cuando eso negaría el motivo por el cual las madres fueron creadas para cuidar y criar a sus hijos? ¿Cuál sería la gran bendición de ser madre si colocasen en sus brazos su bebé como un niño ya crecido? Hay que recordar que Dios, el Creador, siempre crea después de haber planeado cuidadosamente, y entonces lo pronuncia bueno.”
Perceivous camina al lado del aula, y ahora el ángel Anunciador va hacia el frente. En tanto que él toma su lugar, desaparece todo lo que estaba escrito en la pared.
Entonces, el ángel Anunciador sonríe y me dice que todos los que han visto al Creador sacar algo de la nada han visto que todo es bueno. También es muy importante entender que Él siempre hace planes antes de crear. El sueño, “¿Sabes Quién Eres?” explicó las discusiones de la Deidad acerca de ciertos individuos que serían llamados a servir, como Enoc, Abraham, David, Elías, Isaías, Daniel, Ezequiel, Juan el Bautista, los discípulos de Cristo, Esteban y muchos otros mencionados en la Biblia. También hubo planes para que Elena de White escribiera testimonios e instrucciones, no sólo para los adventistas del séptimo día, sino también para el mundo.
Algunos fueron planeados para servir como símbolos durante los últimos días. Por ejemplo, uno ha de servir como un símbolo de Juan el Bautista para anunciar la segunda venida de Jesús, tal como Juan el Bautista, mencionado en la Biblia, anunció la primera venida de Jesús. Otros fueron planeados para servir como símbolos de la Lluvia Temprana y la Lluvia Tardía, el Alfa y el Omega, y también de la iglesia perfecta de Dios.
Hay otra persona de la cual debo contarte que fue mencionada antes de que fuesen formados los cimientos de la tierra. Ella también es una llamada para servir como un símbolo. No debo compartir su nombre verdadero, pero la llamaré Divinia. Este nombre significa “amada, divina y celestial”. Ella ha sido llamada para servir al mismo fin de la historia de la tierra. Si ella es fiel, también servirá durante el nuevo comienzo, conforme al plan.
Durante su crecimiento, tenía un profundo deseo de cuidar a las madres embarazadas y sus bebés recién nacidos. Por eso, dedicó años aprendiendo cómo ser una enfermera de maternidad y partos. Entonces, trabajó preparando a las madres que estaban a punto de dar a luz. Después de nacer el niño, ella le enseñaba a la madre cómo cuidar al recién nacido. Divinia trabajó directamente con las madres y los recién nacidos mientras se formaba el vínculo afectivo. También estaba presente para consolar a las madres cuyos hijitos se dormían en los brazos de Jesús. Ella no sabía que trabajaba junto a Perceivous. Divinia dio a luz y cuidó a sus propios hijos. Sigue sirviendo como enfermera hasta el día de hoy.
Divinia quisiera tener bastante tiempo con el Creador para tratar tantas preguntas que tiene y entender lo que no entendía mientras cuidaba a los inocentes. Ella anhela sentarse para conversar con su Padre celestial de lo que ha observado y no entiende.
Ella ha hablado de su deseo de servir como alguien que ayudaría a cuidar a los pequeñitos en el cielo. Divinia entiende plenamente que tiene el privilegio de conversar directamente con su Padre celestial gracias a Jesús y su gran sacrificio. Ha dedicado horas conversando de eso en privado con su Padre celestial. Sin embargo, no sabe que Él escucha muy atentamente todos sus pensamientos y preguntas. El Padre anhela que llegue el día cuando pueda tenerla en su regazo y decirle que saque su lista de preguntas.
Divinia ha pensado de los inocentes que ni siquiera tuvieron la oportunidad de caminar o correr. Las madres de muchos de ellos no estarán en el cielo, porque Dios decidió que ellas no serían felices allá. Ellas nunca aceptaron a Jesús como su Salvador para recibir la vida eterna. En el día del juicio, esas madres sostendrán su manto en sus brazos sin hijos. Esas madres podrían haber visto a Jesús vestir a su hijo con un manto y una corona especial. Si hubiesen sido fieles, podrían haber vestido su propio manto y cargado y cuidado a su propio hijo. Después de los mil años, esos niños habrán llegado a la edad adulta y recibirán las llaves de su propia mansión.
Divinia se ha preguntado en cuanto al gran número de pequeñitos en la tumba que estarán en el cielo y vestirán una corona y un manto blanco con un borde rojo.40
Son los inocentes cubiertos con la sangre de Cristo.En oración, Divinia le ha preguntado a su Padre celestial quiénes en el cielo enseñarán y cuidarán a los niños mientras crecen. Su corazón se preocupa por ellos, porque así ella fue creada. Ella fue planeada y será llamada cuando se la necesite para cumplir cierta tarea. Todo lo que Dios planea es bueno.
Como enfermera, Divinia conversaba con el Padre al presenciar el milagro de una nueva vida, así como el final de una vida, ambos recordatorios de una promesa. Sin embargo, estaba perpleja acerca de cómo una madre alimentaría a su bebé si se lo pusieran en los brazos al entrar por las puertas del cielo.
Ahora el ángel Anunciador me recuerda de la escena del accidente, cuando la joven madre perdió a sus cuatro hijitos. ¿Podría ella cuidar a sus bebés en el cielo?
Divinia también quería saber de la gran cantidad de mujeres que anhelaban la oportunidad de ser madre, porque en la tierra no pudieron. ¿Podrían esas personas cuidar a esos bebés? Sin embargo, ella se preguntaba cómo una madre, o alguien que quisiera servir como madre, podría cuidar a un feto subdesarrollado.
El ángel Anunciador pausa unos momentos. Es como para que yo tenga tiempo para meditar de todo lo que ha explicado. Él sigue diciéndome que se me ha mostrado mucho del primer grupo. Ellos son los inocentes—los bebés, los niñitos y los que están hasta la edad de responsabilidad. Cuando regrese Jesús, ellos serán llamados de la tierra para vestir el manto de los inocentes. Para cada niñito, será un gran gozo cuando cada uno sea devuelto a su madre.
El primer grupo también incluye los que acababan de nacer, pero murieron pronto después. Todos sentirán mucho gozo al ver a los recién nacidos vestidos en su manto blanco de inocencia y colocados en los brazos de su madre. Sin embargo, hay que tomar en cuenta otras cosas con respecto a cómo los bebés serán cuidados cuando las madres ya no sean mujeres.
El ángel Anunciador pausa un momento, y luego me dice, “Recordarás que, en el sueño titulado, ‘Un Niño Llamado Promesa’, tus pies podían sentir la suavidad de la nube. Viste un sinnúmero de ángeles cargando bebés o con niñitos a su lado. Mientras las lágrimas corrían por tus mejillas, viste a ángeles acercarse a ciertas madres que habían perdido sus pequeñitos, y devolverles sus hijos. Así se cumplirá la promesa de Dios. Los ángeles cuidan a otros que esperan padres. Sin embargo, todavía tienen a su Padre celestial, y cada uno es un hijo suyo. A pesar de todo lo que se te mostró en ese sueño, debes entender más de lo que será.”
Sigue diciendo, “Es importante entender el momento del cumplimiento de esta promesa. Algunas madres recibirán el cumplimiento de la promesa de Dios, la devolución de sus hijos, cuando la nube llegue a las puertas del cielo. Sus pequeñitos serán educados en el sistema escolar del cielo”.
Ahora, el ángel Anunciador dice que debo incluir lo siguiente del sueño, “Un Niño Llamado Promesa”. Alza la mano derecha y aparece lo siguiente.
Mirando asombrado todo lo que veo, me doy cuenta de algo que no había notado antes. Ninguno de los bebés llora. Al contrario, cuando son entregados a los brazos de sus madres, cada pequeño inocente sonríe o se ríe. Al ver cumplirse la promesa de Dios, las lágrimas de gozo de las madres testifican del amor que fluye del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Ahora soy llevado a la misma pareja que vi anteriormente, cuyo bebé fue al descanso. Veo devolver a esos padres el mismo bebé que les fue quitado. ¿Por qué les fue quitado ese bebé? ¿Por qué les fue devuelto? “En el corazón de Jesús hay amor para ti, un amor puro y tierno, un amor profundo y sincero”.
Mientras la gran nube viaja hacia el cielo, veo que ángeles cuidan a bebés y niños. Sus padres no fueron salvados por su falta de fidelidad. Veo a ángeles acercarse a los salvados que no pudieron tener hijos en la tierra. Les preguntan si desean cuidar a uno o más de estos niños. A nadie se le obliga a hacerlo, porque el Padre nunca obliga. Algunos los piden por su propia cuenta. Otros recibirán niños más adelante. Todo se hará conforme al plan de Dios y a su tiempo, porque Él siempre es recto.
Ahora veo a ciertos hombres y mujeres en el cielo que en la tierra nunca se casaron, porque eran considerados indeseables. Sin embargo, anhelaban tener una familia e hijos. Ahora, ellos esperan recibir uno o más niños. Ellos no son hombres ni mujeres ni esposos, sino amigos que se unen como uno para criar a niños inocentes juntos. Les enseñan del gran amor y obra del Padre celestial, de Jesús y del Espíritu Santo.
Al mirar la nube, veo el sinnúmero de los redimidos desde el principio de la tierra. Algunos son de gran estatura; algunos no tienen padres. Sin embargo, todos tienen algo en común: Jesús es su Salvador. No tengo palabras para explicar lo que mis ojos ven, a no ser estas palabras preciosas: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. ¡Amor! Es el amor del gran YO SOY, el amor del amor de los amores que es la Fuente de todo el amor. Ellos son Amor. Aunque permanezcamos fieles, todavía somos indignos de recibir ese amor increíble, otorgado tan libremente. Gracias al gran amor de Dios, nosotros recibiremos un manto y una corona.
El Heraldo me toma de la mano e inmediatamente estoy de nuevo en el pasillo. Él espera pacientemente hasta que controle mis emociones, para que pueda seguir sirviendo. Al rato me recuerda que yo sirvo como un mensajero. Lo que se me muestra es de tal manera que todos puedan entender.
Ahora estoy con el Heraldo en calidad de observador. Él me explica que debe mostrarme un evento que ocurrirá después de pasar los 1,000 años en el cielo. La Gran Ciudad Celestial ha descendido sobre la gran planicie preparada por Jesús. Sentado en su trono muy elevado, Él está por pedir que caiga el juicio final sobre los impíos que están afuera de la Ciudad Santa. Los que han servido en el templo de los 144,000 han terminado la revisión de los registros. Los que eran bebés y niños serán los únicos que crecerán en el cielo. Los demás retienen su misma altura. En la Tierra Nueva, todos crecerán hasta llegar a la altura de Adán.
Ahora veo a los inocentes que ahora son adultos con sus coronas de luz pura. Noto que sus coronas no se parecen a las demás coronas. Cada una se ajusta perfectamente alrededor de sus frentes. Entre muchas barritas o franjas que componen la corona, rayitos de luz brillante sobresalen desde ángulos distintos. Parece el revés de la corona de espinas que Jesús llevó. Las coronas serán faros que todos podrán ver, recuerdos constantes de su inocencia, muerte y resurrección a la vida eterna. De la misma manera, aunque Jesús era inocente, Él murió y resucitó a la vida eterna.
Mientras miro a los inocentes, ahora adultos, ellos ascienden a la parte superior del muro de la ciudad. Los veo mirar con ojos inocentes e ingenuos hacia la inmensa muchedumbre de los impíos. Observo como ellos, por primera vez y con sus ojos inocentes, ven las evidencias de lo que el pecado ha causado. Miran a Satanás y a sus ángeles, y entonces, miran al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y al gran número de ángeles que no siguieron a Satanás. Ven que los impíos han perdido la gloria que el Gran Creador les otorgó cuando los creó. Miran a los perdidos, los cuales llevan las señales claras del pecado, porque siguieron a Satanás en vez de aceptar a Jesús. Los perdidos salieron de la tierra con la misma mirada pecaminosa y degradante que tenían cuando fueron colocados en la tierra.
Los inocentes miran a los redimidos y entonces a la multitud incontable de los que rehusaron aceptar el don gratuito de la vida eterna. Los inocentes entienden quién es Jesús, lo que Él abandonó, por qué vino a la tierra, por qué murió y por qué servirá como Rey del Universo. Veo que lágrimas corren por sus mejillas, porque por primera vez observan el pecado con sus propios ojos inocentes. Por primera vez ven lo que ha hecho Satanás. Veo que los consuelan los que los adoptaron.
El Heraldo me toma de la mano, e inmediatamente estoy de nuevo en el pasillo. Me dice que debe mostrarme algo más. Rápidamente pienso en tanto que me ha mostrado. ¿Cómo es posible que haya más? Él sonríe y dice, “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó.”
El ángel Anunciador queda muy callado. Se para directamente frente a mí, pero algo alejado. Veo que el ángel Guía se para a su izquierda. A la derecha, Perceivous se para al lado del ángel Anunciador. Entonces, noto que muchísimos ángeles están parados detrás de ellos. Se han reunido tantos tipos distintos de ángeles, que parece que hay una infinitud de ángeles. Un número infinito que sería sumamente difícil conocer. Hay incontables legiones de ángeles, todos con el propósito de servir.
El ángel Anunciador se acerca y con una cara solemne pregunta, Y “qué de los que nunca nacieron, por ejemplo, los embriones? ¿Qué de los que no son bebés ni niñitos que pueden ser entregados a sus madres?
El ángel Anunciador da pasos hacia atrás, y entonces se acerca Perceivous y se para cerca, frente a mí. Sonríe esa sonrisa especial que viene de la fuente del amor y la paciencia. Toma mis dos manos y lentamente comenzamos a alzarnos del suelo. Al hacerlo, todos los ángeles permanecen abajo, y luego veo un panorama abrumador de un mar inmenso de muchos tipos distintos de ángeles. Cuando miro hacia el horizonte, de izquierda a derecha, veo mucho más claramente la cantidad increíble de ángeles que sirven juntos como uno.
Le pregunto a Perceivous, ¿Por qué se me están mostrando todos estos ángeles, cuando me dijiste que hablábamos de los embriones que nunca tomaron su primer aliento”? Ella me contesta, “Fíjate en lo que te dije anteriormente. Señala hacia mi derecha y veo aparecer las siguientes palabras.
“Debo enseñarte más en cuanto a los inocentes. Vas a ver que ellos son dos grupos. El primer grupo está compuesto de los que respiraron por primera vez como recién nacidos. Algunos han vivido sólo unos segundos; otros, varios años. Sin embargo, están enumerados entre los que no han alcanzado a la edad de responsabilidad.
“Más adelante dedicaremos bastante tiempo a la discusión del segundo grupo, compuesto de los que recibieron la chispa de la vida, pero nunca completaron su crecimiento para llegar a ser un niño que nace. Ésos incluyen los que saldrán de la superficie de la tierra como una bolita de luz. Nunca tuvieron la oportunidad de desarrollarse, salir de la matriz o respirar.”
Perceivous mueve la mano, y desaparece lo que vi a mi derecha. Noto que sus especiales alas azules comienzan a extenderse, fluyendo de ella como una neblina o una tela que se mueve continuamente.
Me explica, “Al comenzar a tratar el segundo grupo, necesitamos un mayor entendimiento. Primeramente, recordarás que en el sueño, “Un Niño Llamado Promesa”, se te mostró lo siguiente”. Ella alza la mano y aparecen estas palabras en la pared.
Ahora estoy de pie en la tierra en calidad de observador. En muchos sitios, la tierra sobre la cual Satanás ha caminado está destrozada. Eso señala que el pecado se ha extendido mucho. Miro hacia arriba y veo a Jesús en el cielo. Acaba de tocar su trompeta. Tal como lo he visto anteriormente, sé que ésta es su segunda venida, una promesa que Él hizo a todos. Rápidamente recuerdo sus palabras cuando se fue de esta tierra, para preparar un lugar para su pueblo y regresar a buscarlos.
Entonces veo que, en el mundo entero, la tierra se está abriendo. Ya no puede retener a los santos donde fueron colocados, como semillas, aguardando a Jesús, el Gran Segador, que viene para recoger sus frutos. Él murió en la cruz y su sangre fue puesta en la tierra, entró en la tumba y fue resucitado para dar vida eterna a su pueblo. Ahora, al mandato de Jesús, desde las profundidades de la tierra o los mares observo despertar los justos que murieron desde el comienzo de la tierra. Sus cuerpos son hechos nuevos y perfectos, sin ninguna señal de pecado. Al mirar a los ojos de Jesús, inmediatamente tengo una sensación sobrecogedora que he recibido un cuerpo completamente nuevo.
Explica Perceivous que ese sueño mostró el momento cuando los que han pasado la edad de responsabilidad son llamados de la tumba. Mientras habla, aparece lo siguiente para que yo lea:
¿Qué pasa con los innumerables embriones?
¿Qué pasa con los que necesitan crecer en una matriz, pero no hay una matriz para ellos?
¿Qué pasa con todos los que fueron abortados?
¿Qué pasa con todos los que abortaron espontáneamente?
¿Qué pasa con todos los que no lograron crecer hasta que el embrión llegara a ser un niño, listo para tomar su primer aliento?
Perceivous vuelve a mover el brazo, y todo lo que vi desaparece. Ahora, me dice que tenemos que volver al principio para aprender lo básico. Me dice, “En el sueño, ‘Un Niño Llamado Promesa,’ hay una parte que se debe repasar. Tenemos que volver a tratar las semillas y los huevos. El Heraldo lo explicó en gran detalle.” Cuando alza la mano, veo aparecer lo siguiente en la pared.

Ahora el Heraldo me ha llevado y estoy parado en un terreno grande. Varios ángeles están junto a nosotros. Cada uno de ellos tiene una bolsa llena de semillas en las manos. El Heraldo se dirige hacia uno de los ángeles y saca un puñado de semillas de la bolsa. Me dice que esas bolsas tienen muchas semillas. Entonces comienza a explicarme que sólo son semillas. Me pregunta, “¿Son plantas? ¿Son flores? ¿Son árboles? ¿Son mazorcas? ¿Son sandías? ¿Son pimentones”? Él contesta, “No, solamente son semillas”. Se inclina y hace una pequeña hilera recta en la tierra. Entonces toma algunas semillas y las distribuye por la hilera. Tapa las semillas con la tierra junto a la hilera. Cuando nos ponemos de pie, una lluvia suave comienza a caer. Entonces, deja de llover y el sol brilla radiante. Entonces veo una luz muy brillante que baja del cielo y brilla sobre las semillas que fueron colocadas en la tierra. Al instante, distintas clases de plantas comienzan a brotar.
El Heraldo explica que todo lo que es vida viene a través del Padre, a través de Jesús y a través del Espíritu Santo. Al Heraldo se le permitió ayudar a dar vida a las plantas, a servir como un procreador. Sin embargo, él no les dio vida a las plantas, sino que simplemente colocó las semillas en la tierra, las cuidó, guio y regó. El agua es esencial para el crecimiento de las plantas. Sin ella, se marchitarán y morirán. De la misma manera, nosotros necesitamos el Espíritu Santo, representado por el agua, para que no nos marchitemos ni muramos espiritualmente. De igual importancia para el crecimiento debido de las plantas, es el sol. De la misma manera, nosotros necesitamos el Sol de justicia. Sin Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, la semilla es sólo una semilla. Dios es quien da vida a las plantas, y esa vida es suya. El Heraldo sigue diciéndome que las plantas no le pertenecen a él; le pertenecen a Dios.
Al instante me encuentro parado junto a un gallinero cercado para que otros animales no se metan. Veo muchos pollos yendo de aquí a allá. Algunos están en el área preparada para anidar. El Heraldo me dice que estas aves son gallinas. Entramos en el gallinero, y él me muestra varios huevos en uno de los nidos. Me dice que son huevos de gallina. Entonces me dice que me fije que aquí, en ese gallinero, sólo hay gallinas y huevos. Tres veces me dice que los huevos sólo son huevos.
Entonces me lleva a otro gallinero. El Heraldo dice que me fije que no sólo hay muchas gallinas, sino que también hay varios gallos. Me explica que la gallina es la hembra y el gallo es el macho. Me dice que una vez que el gallo haya fertilizado a la gallina, el huevo que ella pone ya no es simplemente un huevo. Tres veces me dice que me fije que el huevo ya no es simplemente un huevo, sino que ahora tiene vida. Dentro del huevo se encuentra algo que, con el tiempo, llegará a ser otro pollo. Cubriendo el interior de ese huevo valioso hay una membrana que mantendrá el agua necesaria para que crezca. La gallina se posará horas sobre ese huevo para calentarlo, de la misma manera como el sol calentó las plantas. Debajo de esa gallina hay una vida que será atendida y cuidada hasta el momento cuando el pollito salga del cascarón.
Entonces, el Heraldo me dice que él simplemente colocó las semillas en la tierra, las cubrió con tierra, las regó y dejó que el sol brillara sobre ellas. Sin embargo, fue el Creador quien les dio vida. La gallina y el gallo sólo hacen lo que fueron creados para hacer. La gallina no crea el huevo; ella sólo lo pone, cumpliendo con lo que fue diseñada para hacer. El gallo no crea el huevo; él simplemente lo fertiliza, cumpliendo con lo que fue diseñado para hacer. Conforme al plan del Creador, los huevos fertilizados llegan a ser pollos.
Ahora el Heraldo y yo regresamos adonde está la pareja joven que supo que iba a tener un hijo. La semilla del esposo fertilizó el huevo de la esposa; entonces, conforme al plan, el huevo fertilizado fue colocado en su matriz. En lo que pareció ser sólo momentos breves, pero en realidad fue un período de muchos meses, vemos cambiar el cuerpo de la esposa mientras lleva en su matriz a un niño que crece.
Cuando llega el día especial, la madre da a luz. Sé que ningún hombre puede comprender el gran amor que una madre puede tener por el bebé al cual ha dado a luz. Durante muchos meses, ella y el bebé han sido como una sola cosa. Se forma un vínculo aún más estrecho cuando ella comienza a alimentar y cuidar al recién nacido.
Perceivous sonríe, y entonces, muy tiernamente, con un sentimiento de mucha paz, me dice, “Hay otra parte de ese sueño que hay que repasar.” Ahora, aparece lo siguiente.
Estoy en el templo de los 144,000 y observo a una pareja que está viendo un video de alguien que no llegó al cielo. Cuando termina el video, los dos salen del templo y comienzan a hablar de lo que vieron. En la tierra, esa pareja era un matrimonio, pero en el cielo no son marido y mujer, ni varón y hembra. (Nótese, por favor, que en las partes de este sueño que presentan asuntos celestiales, usamos palabras que indican género para ayudar al entendimiento. En el cielo y en la Tierra Nueva, los humanos no tendrán las características físicas de los nombres ni de las mujeres. Sin embargo, conservarán su personalidad masculina o femenina. “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. Mateo 22:30.) Esa pareja estará junta para siempre, como los mejores amigos. Parece que sé que hace poco tiempo que están en el cielo, y que la tierra todavía no ha sido creada de nuevo.
A poca distancia de ellos está un niño de unos dos años. Yo sé que este niño había sido un varoncito que fue abortado en la tierra. Aunque fue descartado, todavía pertenecía a quien lo creó, a su Padre celestial. Ellos caminan hacia el niñito, sentado solo en la yerba. Está rodeado de mariposas, pajaritos y otros animales. El hombre se sienta junto a él y le pregunta qué está haciendo. El niño alza la vista y dice que estaba pensando que quisiera tener alguien con quien jugar. El hombre le pregunta, “¿Dónde están tus padres”? El niño contesta que él no cree que tiene padres allí. El hombre y la mujer se miran; entonces el hombre le pregunta al niñito qué le gustaría hacer. Él dice que le encantaría jugar a la pilla [perseguido]. El hombre y la mujer se ríen y dicen que no creen que él podría huir, porque ellos son mucho más grandes. Entonces, el hombre le dice al niño que les encantaría jugar con él y le preguntan si le gustaría ir con ellos. El niño sonríe ampliamente y dice que le encantaría ir con ellos. Debido a que Dios no les obligaría a aceptar al niño, ellos podrían haberlo saludado y seguido con lo que estaban haciendo. El niñito hubiera seguido esperando.
Cuando se paran, el niño mira hacia el templo y de nuevo a la pareja. Les pregunta, “Ustedes estaban adentro. Ustedes son ‘esos’, ¿cierto”? Ellos sonríen y le contestan que sí. Extendiendo la mano, el hombre lo toma de la mano derecha, la mujer de la izquierda y comienzan a caminar y conversar. Pronto llegan a la mansión de la mujer.
Jesús los acompaña. Entiendo que Jesús acompañará a cada uno de los redimidos para siempre. Mientras el hombre mira a Jesús, le pregunta si pueden tener una caja de arena grande para jugar. Jesús mira al hombre, como pensando de lo que ellos van a hacer, y contesta, “Sí, absolutamente”. Cuando el hombre, la mujer y el niño se meten en la caja grande de arena, el hombre vuelve a mirar a Jesús, y sé que quisiera pedir algo muy especial. Le pide a Jesús algunos carritos, camiones, tractores y excavadores. Jesús lo mira, como si estuviese recordando sus propios juguetes cuando era niño en la tierra. Sonríe ampliamente y vuelve a contestar, “Sí, absolutamente”.
Ahora, el hombre y el niño se sientan en la caja de arena con todos los juguetes nuevos y comienzan a jugar juntos. La mujer los mira y dice que va a traer comida para ellos y que regresa pronto. Mientras el hombre y el niño siguen jugando, el hombre le enseña cómo hacer caminos y túneles como se solía hacer en la tierra. El niño se ríe al escuchar los sonidos de motor que hace el hombre y pronto comienza a imitar los mismos sonidos.
En lo que parece ser momentos más tarde, pero en realidad caminos y túneles más tarde, la mujer regresa con un plato grande de alimentos. Extiende algo blanco y grande sobre la yerba y todos se sientan allí. Comen, conversan y se ríen. El niñito come algo que parece una inmensa cereza jugosa. Se ríen al ver el jugo correr por su carita. Mientras continúan con su fiesta, la mujer sugiere que cuando terminen de comer, pueden ir a nadar. Entonces escucho por primera vez al niño decir, “¿Me lo prometen”? La pareja se mira y entonces miran al niño. Ella le contesta, “Te lo prometemos”.
Después de comer, se levantan y la mujer instintivamente se agacha y carga al niñito. Aferrándose a ella con sus bracitos y piernitas, le dice casi en un susurro, “¿Me prometes que no me vas a soltar”? La mujer lo estrecha amorosamente, lo besa en la mejilla y le dice, “Te prometemos que nunca te dejaremos ir”. El niño cierra los ojos y recuesta su cabecita en el pecho de la mujer como para descansar, porque se siente seguro y contento.
Ahora recibo un entendimiento más profundo de que este niño que fue abortado, que fue soltado, también representa a Jesús. En algún momento en nuestras vidas, todos hemos abortado a Jesús. Ahora, Él viene a cada uno de nosotros y nos pide que le prometamos que no lo soltaremos.
Sin discutir la “adopción celestial”, el hombre y la mujer saben que deben aceptar a ese niñito en su familia. Ambos toman la decisión como uno. En su sabiduría, Dios aguardará el momento oportuno y no obligará una adopción. Ésa también será una opción. Sin embargo, los que estén dispuestos, recibirán la oportunidad maravillosa de criar a un niño en un lugar perfecto.
Observo a la familia nueva dirigirse a un riachuelo. En pocos momentos llegan y lavan el jugo de la carita de su niño. El padre le dice a su hijo que quiere enseñarle a nadar. Mirando a su padre, el niño pregunta, “¿Me lo prometes”? El padre le contesta, “Te lo prometo. Comencemos ahora mismo”. La madre se sienta en la ribera y los observa mientras nadan y juegan.
Parece que han pasado minutos, pero después de lo que podrían haber sido horas, regresan a la casa de la madre. Con lágrimas de alegría en los ojos, ella lo llama “hijo”, le dice que es su madre y le promete que él estará con ellos siempre. El hombre le dice al hijo que él es su padre y que, tal como le han prometido, él estará con ellos siempre. Le explica que, porque ellos son su madre y padre, tienen dos mansiones en la ciudad celestial para su familia. También le dicen al niño que, cuando llegue el momento oportuno, Dios hará construir una mansión para él. La madre le dice que él tiene familiares que ellos quieren que conozca. El niñito pregunta, “¿Yo tengo hermanos o hermanas”? Ella le sonríe y dice que él forma parte de una familia que siempre lo amará, y que ésa siempre será una promesa. Sin embargo, ella le enfatiza que lo más importante de todo es que primero aprenda de Jesús. El niño pregunta, “¿Quién es Jesús”? El padre contesta, “Tenemos mucho que decirte. Vayamos a la casa de tu madre para descansar un rato”.
Después de lo que parecen ser momentos, pero podría haber sido horas más tarde, los tres salen de la mansión. Oigo al padre decirle a su hijo que lo van a llevar a un sitio especial para comenzar a enseñarle de Jesús. Levanta a su hijo y lo lleva en sus brazos. La madre coloca su mano alrededor del brazo del padre. Él le dice a su hijo, “Vamos a subir. ¿Estás listo”? Su hijito pregunta, “¿Vamos a volar”? Los padres contestan, “Te lo prometemos”.
Ellos despegan y vuelan a la extensión del espacio. Hacen una pausa y miran hacia atrás, hacia el reino celestial que parece estar sostenido en el espacio por majestuosas columnas invisibles. Delante de ellos, en todas las direcciones, pueden verse muchas galaxias brillantes e iluminadas, llenas de las creaciones de Dios. El padre comienza la primera lección del niño diciendo, “En el principió creó Dios los cielos y la tierra”.
En calidad de observador, comprendo que las lecciones de este niño comienzan con la creación de la tierra y todos los eventos que ocurrieron durante la semana de la creación, concluyendo con el séptimo día sábado. Su instrucción continúa con el engaño de Eva por Satanás y la entrada del pecado; la destrucción del mundo por el diluvio; el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús; y los eventos importantes hasta su segunda venida.
Entonces veo a los tres en un planeta. Sentados en la cima y al borde de una catarata hermosa, disfrutan de un panorama magnífico. Escucho mientras ellos continúan su discusión de Jesús. Observo a los tres viajar por el universo, y su hijo llega a conocer muchos otros seres creados. Él escucha mientras sus padres les relatan acerca de Jesús y la vida de ellos en la tierra.
Sé que ha pasado tiempo, porque los veo durante momentos breves mientras el niño crece rápidamente. Mientras le enseñan diariamente, él aprende más de Jesús. No hay un sitio mejor que el cielo y todo el universo para que ese niño y otros aprendan para siempre del amor de Dios. Le dicen a su hijo que un día él va a viajar, y por toda la eternidad él compartirá con otros el amor de Jesús y el amor de los inocentes por su Salvador. Él escucha a sus padres contarle de la promesa que hizo Jesús de regresar a la tierra para hacerla nueva. Observo a ese niño pequeño crecer hasta llegar a ser un muchachito y un joven.
Ahora puedo ver que los padres y muchos otros lo miran de pie junto a Jesús durante una gran presentación. Alrededor de Jesús hay un coro de muchos ángeles. Jesús pide que venga un ángel cargador, el cual se acerca y le entrega un manto blanco y puro. En el borde del manto se ve la palabra “INOCENTE” en letras de oro puro delineadas en un rojo muy vivo. Jesús, su Salvador, toma el manto y lo coloca sobre este hombre ya crecido. Él proclama, “Es por mi sangre y la promesa de nuestro Padre celestial, que te otorgo mi manto de justicia”. Se acerca otro ángel y le entrega a Jesús una corona de luz brillante. Él toma la corona, la coloca sobre la cabeza del joven y dice, “Es por medio de la corona de espinas que yo recibí, que ahora te presento una corona de luz y vida”.
Ahora Jesús se da vuelta y llama al Padre celestial. Mientras observamos, una mansión hermosísima se construye en un sitio de la ciudad celestial que parece amplio y vacío. Todos alzan sus voces en un canto de alabanza. El joven, que fue hallado inocente, que fue desechado antes de nacer, pero fue reclamado por el Padre celestial como una joya brillante, ahora está vestido y coronado como un príncipe del reino celestial. El universo ve a este joven como uno a quien Jesús llama su hermano y quien el Padre celestial llama hijo. Es un niño llamado Promesa.
Vuelvo a mirar a Perceivous ahí parada. En tanto que las lágrimas corren por su rostro, ella sonríe ampliamente. Me dice, “Aquí vemos la verdadera naturaleza de Dios, nuestro Creador. Éste, que ahora es un joven, quien fue hallado inocente y desechado antes de nacer, sin embargo, fue reclamado por el Padre celestial como una joya brillante, ahora lo vemos vestido y coronado como un príncipe del reino celestial. El universo lo ve convertirse en alguien a quien Jesús llama, ‘hermano mío’, y a quien el Padre llama, ‘hijo mío’. Es un niño llamado Promesa.”
Perceivous enjuga las lágrimas de alegría de su rostro y dice, “Es importante repasar algo dentro de este mensaje que ocurre literalmente en las vidas de los dos que fueron unidos en matrimonio y en la tierra comenzaron sus vidas como marido y mujer. Sin embargo, por un motivo que no hay que tratar, ambos terminaron la vida que habían procreado. Esa decisión atribuló la conciencia de ambos.
“Es importante entender que, cuando esos padres lleguen al cielo, Dios no coloca inmediatamente en sus brazos a ese niño, porque es simplemente un feto. Después de llegar al cielo, esos dos sirven en el templo para los 144,000. Un día, al salir del templo, notan a un niñito en la hierba. Cuando la madre carga al niño y promete nunca volver a soltarlo, ambos se dan cuenta del vínculo especial que ella y su hijo habían iniciado en la tierra. En ese momento, la madre y el padre entienden plenamente que ella sostiene al mismísimo niño que descuidadamente habían abortado. Dios esperará hasta el momento apropiado para colocar a su niño delante de ellos. Es importante tener en cuenta que, en ese momento, ya no será un feto”.
Dice Perceivous, “Quiero que prestes mucha atención a esto. Te dije que tan pronto queda fertilizado el óvulo de la mujer, en ese momento comienza el vínculo especial entre la madre y el niño. Sin embargo, como ocurre en la vida y la muerte de todos, hasta que Jesús mande que la vida reanude, ese ser quedará como si estuviera ‘dormido’. Los que mueren y son despertados por las palabras poderosas de Jesús no sabrán cuánto tiempo descansaron en la tierra. No sabrán si ‘durmieron’ horas o miles de años. Es lo mismo con un embrión y un feto. Cuando ‘despierte’, el vínculo seguirá formándose”.
Ahora, el ángel Anunciador explica que, para lograr entender, lo que se mostrará ahora es simbólico y literal, una parte del plan perfecto de Dios para todos los que necesitarán completar su crecimiento. Al final, todo lo que Él crea es completo y bueno.
Dice el ángel Anunciador que debo volver a ver lo siguiente del sueño, “Un Niño Llamado Promesa”. Alza la mano derecha y aparece lo siguiente:
Ahora estoy de pie en la tierra en calidad de observador. En muchos sitios, la tierra sobre la cual Satanás ha caminado está destrozada. Eso señala que el pecado se ha extendido mucho. Miro hacia arriba y veo a Jesús en el cielo. Acaba de tocar su trompeta. Tal como lo he visto anteriormente, sé que ésta es su segunda venida, una promesa que Él hizo a todos. Rápidamente recuerdo sus palabras cuando se fue de esta tierra, para preparar un lugar para su pueblo y regresar a buscarlos.
Entonces veo que, en el mundo entero, la tierra se está abriendo. Ya no puede retener a los santos donde fueron colocados, como semillas, aguardando a Jesús, el Gran Segador, que viene para recoger sus frutos. Él murió en la cruz y su sangre fue puesta en la tierra, entró en la tumba y fue resucitado para dar vida eterna a su pueblo. Ahora, al mandato de Jesús, desde las profundidades de la tierra o los mares observo despertar los justos que murieron desde el comienzo de la tierra. Sus cuerpos son hechos nuevos y perfectos, sin ninguna señal de pecado. Al mirar a los ojos de Jesús, inmediatamente tengo una sensación sobrecogedora que he recibido un cuerpo completamente nuevo.
Mientras subo al aire lentamente, sé que debo darme vuelta para mirar la tierra, la cual no es otra cosa que una gran tumba de muerte. De repente, veo algo que sé es importante y debo explicar claramente. Sin embargo, sé que lo que veo es un símbolo que se me muestra de una manera que todos puedan comprender. Desde huecos pequeños en la superficie de la tierra veo algo que se asemeja a bolitas de luz brillante, pequeñas y perfectas, que rápidamente se lanzan al aire. Muy interesado, observo un sinnúmero de ángeles que desciende aún más rápidamente. Cada ángel agarra con la mano uno de esos objetos pequeños y brillantes, y con la otra mano lo cubre. Cada uno de esos objetos es uno del sinnúmero de inocentes que pertenecen al Padre celestial. El fulgor que los rodea es el manto blanco de Jesús.
El ángel Anunciador baja el brazo, y lo que leo desaparece lentamente. Me dice, “Previamente, el Guía, Perceivous y yo estuvimos parados frente a ti. Detrás de nosotros viste una cantidad inmensa de distintas clases de ángeles, todos con el propósito de servir. Recordarás lo que hablamos y los pensamientos de lo que compartimos.” Como si fuera una transcripción, leo lo siguiente:
El ángel Anunciador se acerca y, con una cara solemne, pregunta, Y “qué de los que nunca nacieron, como los embriones? ¿Qué de los que nos son infantes ni niñitos que pueden ser entregados a sus madres”?
El ángel Anunciador da pasos hacia atrás, y entonces se acerca Perceivous y se para cerca, frente a mí. Sonríe esa sonrisa especial, que viene de la fuente del amor y la paciencia. Toma mis dos manos y lentamente comenzamos a alzarnos del suelo. Al hacerlo, todos los ángeles permanecen abajo, y luego veo un panorama abrumador de un mar inmenso de muchos tipos distintos de ángeles. Cuando miro hacia el horizonte, de izquierda a derecha, veo mucho más claramente la cantidad increíble de ángeles que sirven juntos como uno.
Le pregunto a Perceivous, ¿Por qué se me están mostrando todos estos ángeles, cuando me dijiste que hablábamos de los embriones que nunca tomaron su primer aliento”? Ella me contesta, “Fíjate en lo que te dije anteriormente.”
Ahora Perceivous dice que me va a mostrar lo que me hizo saber en el sueño, “¿Sabes Quién Eres?” en cuanto a lo que ocurrirá el día cuando Jesús regrese a la tierra.
“Es algo simbólico, mostrado de una manera comprensible. Cuando mirabas la superficie de la tierra, notaste que se abrían agujeros pequeños, y algo parecido a bolitas de luz brillante, pequeñas y perfectas, se lanzaban al aire. Mientras observabas, muchos ángeles descendían rápidamente, y cada uno tomaba uno de esos pequeños objetos brillantes en la palma de la mano, y lo cubría con la otra mano. Se te mostró que cada uno de esos objetos era uno del sinnúmero de los que son inocentes y que le pertenecen al Padre celestial. El fulgor que los rodea es el manto blanco de Jesús.
“También viste que éstos no estaban en la nube, porque son llevados a alguna parte hasta que crezcan al tamaño de un bebé. Puesto que no se puede colocar un embrión o un feto en los brazos de una madre, esos que son inocentes son llevados al Padre para terminar el proceso de su creación.41 En el momento oportuno, cada uno será entregado a su madre. Muchos de ellos no tendrán padres para recibirlos, y habrá muchos que nunca fueron padres en la tierra. Los que deseen tener niños en el cielo serán bendecidos con tantos niños como deseen tener. Hasta entonces ángeles cuidarán a esos pequeños príncipes de Dios.
“Anteriormente se te mostró que habrá cuatro grupos en la nube grande. El primer grupo, el más cerca al trono de Dios, estará compuesto de los que en la tierra siguieron a Satanás más de cerca, pero lo abandonaron y siguieron a Jesús. El segundo grupo consiste en los 144,000, y el tercer grupo lo componen los mártires. En el cuarto grupo estarán los llamados la gran multitud.
“También se te mostró anteriormente del quinto grupo. Estará compuesto de un número inmenso de los inocentes. Los nombres de algunos estarán escritos en letras rojas, y ellos tendrán un borde rojo en sus mantos, porque fueron asesinados. El Padre ávidamente acepta y considera muy valiosos los que fueron abortados o murieron a manos de individuos malvados en busca de una cruel diversión, los abortados espontáneamente y los bebés prematuros que murieron al nacer. Todos ésos serán devueltos al Padre.”
Perceivous guarda silencio. Sé que éste es un momento para meditar en lo que me ha mostrado. Vuelvo a pensar en la escena cuando miré hacia la superficie de la tierra y Jesús llama a sus redimidos para que suban de debajo de la tierra. Comencé a elevarme adonde todos se encontrarán con Jesús en la nube. Desde esa distancia, nuevamente noto la inmensa cantidad de ángeles.
Recuerdo que se me mostraron bolitas perfectas de luz brillante salir rápidamente al aire de huecos pequeños en la superficie de la tierra. Luego, vi descender una gran asamblea de ángeles para interceptar las bolas de luz brillante. Cada ángel tomó uno de esos pequeños objetos brillantes en la palma de la mano y lo cubrió con la otra mano. Cada uno de esos objetos es uno del sinnúmero de inocentes que pertenecen al Padre celestial. Pienso en el gran número de ángeles, y que cada uno tiene un inocente en las manos. El número de esos pequeñitos supera en gran medida los de la gran multitud.
Ahora pienso que ésta es la razón por la cual, cuando la tierra sea hecha nueva, tendrá un tamaño tremendo. Al instante, recuerdo lo siguiente del sueño, “Dios Está Airado”.
Al volver a mirar hacia el espacio, veo algo que parece dos manos invisibles que le dan forma a un planeta enorme, que yo sé será la tierra nueva. No soy capaz de comprender su tamaño, y sé que ningún planeta creado alcanzará el tamaño de la tierra nueva. Siempre será el más grande del universo, y Dios siempre morará allí con los redimidos. La Ciudad Santa y los hogares de los salvados siempre estarán allí.
Se me hace saber que toda la luz que hay por todo el universo no es nada en comparación con la luz del trono de Dios. Esa luz brilla por igual en todo el universo a una distancia de billones multiplicados por billones de billones y billones de billones de años luz. La luz de su amor fluye desde su trono, brillando eternamente y en todas partes con el mismo fulgor.
Entonces, veo la semana de la creación en seis días literales. Veo la creación de todo lo que caminará, volará o nadará en la tierra nueva. Todo será creado nuevo otra vez, excepto que el hombre no será creado el sexto día. En ese grande y glorioso sexto día, uno que Jesús ha anhelado tanto tiempo, de una vez Él abrirá las doce puertas de la Ciudad Santa, y los redimidos saldrán hacia la tierra nueva. Se oirá la voz de Jesús diciéndoles a todos que edifiquen hogares y disfruten de su tierra nueva.35 Pienso en el primer hogar de Adán y Eva, donde Dios les dijo que fuesen fructíferos y se multiplicasen. En la tierra nueva, será como decir, “Dividid y ocupad”.
Me asombra el gran número de los inocentes y su importancia. Ahora, Perceivous rompe el silencio y dice que cada joya preciosa se entrega al Padre, y que cada una estará disponible para los padres en el momento adecuado.
Del sueño, “Un Niño Llamado Promesa”, recuerdo el ejemplo de los dos que servían en el templo de los 144,000. Recuerdo verlos salir juntos hablando de lo que acababan de ver. También sé que esos dos siempre están juntos. Al salir del templo, uno nota a una corta distancia de ellos a un niñito jugando en la hierba. Cuando se acercan a él, el hombre le pregunta al niñito dónde están sus padres. Él responde que no cree que tiene. Entonces, el hombre le pregunta al niño qué desearía hacer, y el pequeñito contesta que le gustaría jugar a pillar. La pareja se ríe, porque el niñito no podría huir, debido a la diferencia en tamaños. Cuando el hombre le pregunta al niñito si le gustaría ir con ellos, él contesta, “Sí”.
Entretanto que caminan hacia la mansión de la mujer, Jesús los acompaña. Entiendo que Él estará para siempre con cada uno de los redimidos. Cuando llegan, el hombre mira a Jesús y pide una caja grande de arena para jugar. Jesús mira al hombre, como si estuviera pensando en lo que van a hacer, y contesta, “Sí, absolutamente”. Cuando el hombre, la mujer y el niñito entran en el gran arenero, el hombre vuelve a mirar a Jesús. Sé que el hombre quiere pedir algo muy especial. Le pide a Jesús algunos carritos, camiones, tractores y excavadores. Jesús mira al hombre como si recordase sus propios juguetes cuando era niño en la tierra. Con una sonrisa muy amplia, Jesús vuelve a contestar, “Sí, absolutamente”.
Ahora, veo al hombre y el niño jugando juntos, sentados en el arenero con todos los juguetes nuevos. La mujer los mira y dice que va a traer comida y que regresará pronto. Mientras el hombre y el niño siguen jugando, el hombre le enseña al niño cómo hacer caminos y túneles, como se hacía en la tierra. El niñito se ríe al oír los sonidos de motores que hace el hombre, y rápidamente comienza a hacer los mismos sonidos.
Fuera de este sueño, estoy pensando en los rasgos de carácter del hombre y la mujer ilustrados en el ejemplo de esos dos padres. El niñito está en el arenero con el padre, quien, conforme a su propio rasgo de carácter educativo, comienza a construir caminos y puentes con los juguetes. La madre, conforme a su rasgo de carácter maternal, va a preparar alimento para su niñito y su esposo. Ésa será su primera comida juntos como familia en el cielo.
Ahora, comienzo a recordar más del sueño donde, al parecer momentos más tarde, pero en realidad caminos y túneles más tarde, la mujer regresa con un plato grande de alimentos. Extiende algo blanco y grande sobre la hierba y se sientan allí. Los veo comer, conversar y reír.
Después de comer, se levantan y la mujer instintivamente se agacha y carga al niñito. Aferrándose a ella con sus bracitos y piernitas, le dice casi en un susurro, “¿Me prometes que no me vas a soltar”? La mujer lo estrecha amorosamente, lo besa en la mejilla y le dice, “Prometemos que nunca te dejaremos ir—jamás”. El niño cierra los ojos y recuesta su cabecita en el pecho de la mujer, porque se siente seguro y contento. Noto que la mujer acurruca su cabecita junto a su pecho, mientras que las lágrimas caen por sus mejillas. Mira al que fue su esposo en la tierra, sonríe, y parece que abraza al niño aún más estrechamente que antes. Ella cumplirá su promesa de nunca soltarlo—jamás.
Se me muestra algo muy interesante que ocurre cuando colocan a un recién nacido sobre el pecho de la madre. Entiendo que ésta es una de las diferencias entre los hombres de las mujeres. Cuando colocan a un recién nacido sobre el pecho de la madre, veo una energía especial, un tipo de fulgor que nunca vi. Es una energía que parece fluir hacia el niño, como una esencia del amor más grande, un amor que sólo una madre puede tener para su niño. Aquí observo formarse un vínculo de amor entre una madre y su niño. Sé que ningún hombre puede entender el gran amor que puede tener una madre por un bebé que comienza a crecer dentro de sí misma. Durante un tiempo, la mujer y ese bebé han sido como una sola cosa. Pero, aun si se pierde o se aborta el niño, hay y siempre habrá un lazo, una conexión entre una madre y su niño. Los hombres no entienden esa conexión especial.
Ahora, esta mujer se da cuenta que ya existe un vínculo. Ella sabe quién es ese niño, un niño que ella concibió, que ella y su esposo crearon juntos. Sin embargo, tomaron una decisión insensata que ella nunca olvidó. Sé que Dios no colocó ese niño en sus brazos tan pronto llegó, sino que esperó hasta el momento oportuno. Tan pronto lo levantó y cargó, supo que ése era el niño que eligió no tener; no obstante, el vínculo se confirmó cuando él colocó su cabecita en su pecho y ella prometió nunca dejarlo ir—jamás.
Sin dudas, el hombre y la mujer saben que darán la bienvenida al niñito a su familia, y ambos toman la decisión unánimemente. En su sabiduría, Dios esperará que llegue el momento oportuno, y no obligará a nadie a aceptar niños. Será una opción, y los que la acepten recibirán la maravillosa oportunidad de criar a un niño en un lugar perfecto.
Mientras alimenta a su niñito algo que parece una inmensa cereza jugosa, recuerdo haber notado el instinto cuidador que el gran Creador le dio a la madre. Se ríen en tanto que el jugo corre por su carita. Se ha “ensuciado” al comer, y ahora ella lo va a “bañar” en la corriente.
Recuerdo haber visto a la nueva familia dirigirse hacia la corriente después de comer para lavarle la cara al niñito. A raíz del instinto cuidador masculino del padre, dado por el gran Creador, le dice a su hijo que quiere enseñarle a nadar. El niño alza la vista al padre y pregunta, “¿Me lo prometes”? Y el padre contesta, “Te lo prometo. Comencemos ahora mismo”. Sólo me puedo imaginar los pensamientos de la madre, sentada en la ribera, mirándolos nadar y jugar. Toda la vida supo que había tomado una mala decisión. Sin embargo, su niño le ha sido devuelto a sus brazos, dándole la oportunidad de amarlo y criarlo.
Con lágrimas de gozo en los ojos, lo llama “hijo”, le dice que ella es su madre y promete que él siempre estará con ellos. El hombre le dice a su hijo que él es su padre y que, tal como le han prometido, ellos siempre estarán juntos. Cuando la madre le dice al niñito que él tiene una familia que desean que él conozca, el niñito pregunta, “¿Es cierto que tengo hermanos o hermanas”? Ella le sonríe y le dice que él es parte de una familia que siempre lo va a amar, y ésa siempre será una promesa. Le enfatiza que lo más importante es que debe aprender de Jesús. Cuando el niño pregunta, “¿Quién es Jesús”?, el padre contesta, “Tenemos mucho que contarte. Vayamos a la casa de tu madre y descansemos un rato”.
Después de lo que parece minutos, pero podría haber sido horas, regresan a la casa de la madre para dormir juntos un rato. Ahora pienso cómo esta mujer, junto con su esposo, abortaron al mismo niño al cual dieron comienzo. Nunca oyeron los pasos de ese regalito que se les ofreció en la tierra. Sin embargo, ahora, en la casa de la madre en el cielo, los tres pueden descansar juntos como una familia. Ahora esa casa es un hogar. La devolución de un ser amado a los brazos de una madre y un padre es otro ejemplo del gran amor del gran Creador.
Notemos algo mencionado más arriba de cómo el niñito se sintió seguro y satisfecho al cerrar los ojos y colocar su cabeza en el pecho de su madre. Inmediatamente después de que un niño nace y se coloca en el pecho de la madre, se cumple una parte muy importante que continúa el vínculo que ya comenzó. Durante un tiempo, la madre y el bebé fueron como una sola cosa. Sin embargo, aun si hay un aborto espontáneo o inducido, hay y siempre habrá un vínculo entre una madre fiel y el niño que concibió. En comparación con la madre verdadera, la conexión con una madre sustituta no será tan fuerte. Ésta es la razón por la cual esta mujer ahora se da cuenta de que ya existe un vínculo. Ella sabe quién es ese niño, un niño que ella concibió. Es un niño que ella y su esposo procrearon juntos. Dios no colocó a ese niño en los brazos de la mujer al llegar al cielo, sino que esperó hasta el momento oportuno.
En el caso de una madre infiel que no se salva, una madre sustituta puede llenar el vacío, y el bebé sólo recordará la conexión con su nueva madre.
Vuelvo a mirar a Perceivous y le pregunto, “¿Qué del tiempo desde que un ángel recibió esa bolita de luz y sirvió como guardia de honor? En el sueño, el niño llamado Promesa puede haber tenido entre 2 y 4 años. ¿Dónde estaba ese feto que necesitaba crecer? Sé que fue llevado al Padre, pero ¿qué le pasó? ¿Cómo creció? ¿Cómo se alimentó? ¿Quién lo cuidó”? Perceivous sonríe y dice, “Recuerda que todo lo que Dios planea es bueno. Recordarás que va a haber un monumento como un testamento, y no sólo servirá como un sitio para la instrucción, sino que será un lugar donde cada ser en el universo pueda pasar tiempo de calidad especial a solas con Jesús.
“¿Recuerdas la constelación de galaxias que pediste fuese creada en la forma del símbolo infinito? Dijiste que ese lugar debía ser un monumento al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Juntos son el Creador. Ése será un lugar donde todos puedan ver mucha enseñanza acerca de la verdad de su Creador. En el centro de esa gran constelación hay un planeta donde se colocará la ley de Dios en un edificio especial. Esto muestra la importancia de los mandamientos que fueron formados desde el principio.”
Luego, me dice Perceivous, “Date cuenta de que no se ha escrito en ninguna parte que dentro de los muros del cielo habrá un sinnúmero de niños en crecimiento. Por lo tanto, voy a repasar algunas preguntas específicas que te causan dudas debido a tus observaciones. Entonces, te daré un entendimiento más cabal de nuestro Creador, recordando que todo lo que Él planea es bueno.
“¿Dónde está el pequeño embrión que necesita crecer? ¿Qué pasa después?
“¿Cómo va a crecer?
“¿Cómo va a comer?
“¿Quién lo va a cuidar?
“Primeramente, debes entender que los ángeles no pueden brindarles el cuidado que necesitan. Los ángeles saben que no podrían haber servido como sirvió Jesús. En todo el universo no hay ningún ser creado que pueda cuidar y proveer para éstos. Aun yo, diseñada y creada para servir en el cuidado de cada ser procreado, no puedo hacerlo, porque no me corresponde hacerlo. Quienes únicamente pueden dar ese servicio son las que fueron diseñadas y creadas para hacerlo—la obra maestra del Creador—la mujer de la humanidad.
“Te acordarás de que ciertos individuos son llamados a servir de maneras específicas en el momento específico cuando Dios los necesita. Fueron planeados y mencionados por nombre antes de que fuesen creados los cimientos de la tierra. Noé, Abraham y Moisés son ejemplos. Noé fue el protector de sólo unos pocos individuos en el arca. Abraham sirvió para establecer una gran nación. Moisés fue el libertador y protector de muchos en cautiverio.
“Hablamos anteriormente de Divinia. Ella también fue una que fue planeada y mencionada por nombre antes de que fuesen creados los cimientos de la tierra. Nuestro Creador sabía que ella, como muchos otros, sería llamada para servir. Ella dirigirá el gran cuidado de quienes componen el quinto grupo que parece ser una infinitud.
“En oración, Divinia conversaba frecuentemente con su Padre celestial acerca de quiénes enseñarán y cuidarán a los niños mientras crecen en el cielo. ¿Cómo y quiénes cuidarán cada uno de los que simplemente son un feto o un embrión? Su corazón se preocupa por ellos, porque ella fue creada así. Ella fue planeada y será llamada cuando Dios la necesite para cumplir cierta tarea. Todo lo que Dios planea es bueno.
“En un día cualquiera, después de trabajar un turno largo cuidando a muchos pequeñitos, Divinia iba a su casa y seguía trabajando. Preparaba la comida para su familia, lavaba la ropa y cumplía con muchas otras tareas domésticas. Sin embargo, todo ese tiempo, ella estaba en comunión constante y en plena discusión con su Padre. Los que la observaban pensaban que ella simplemente era una persona muy callada y reservada. No obstante, mentalmente estaba ocupada en plena conversación con su Creador al tratar preguntas e ideas. Lo que te muestro ahora es una ilustración simbólica y literal. Muestra cuán importante será la tarea de Divinia, y que todo lo que Dios planea es bueno.”
[Nota: La parte simbólica es la interacción entre Divinia y el Padre en un sitio que no es la tierra. La parte de los inocentes es literal.]
Perceivous continúa. “Cuando Divinia comienza a plantear una pregunta al Padre, Él alza la mano a todos los que están haciendo fila para hablar con Él. Hay una fila de ángeles y seres de otros planetas, pero Él simplemente les indica que se hagan a un lado. Manda que inmediatamente le lleven a Divinia. Luego, la carga, la pone en su regazo y la abraza fuertemente a su pecho. He aquí el vínculo de un Padre con su propia hija. Es un recuerdo del niño llamado Promesa, el cual coloca su cabeza en el pecho de la madre y al instante hay un vínculo recordado, porque ella es la madre de ese niño.
“Mientras Divinia está sentada con el Padre, tratan sus muchas preguntas sobre los inocentes. Un día, mientras Divinia planteaba muchas preguntas y le daba sus ideas y pensamientos, el Padre le dice que quiere llevarla a cierto lugar. Se para de su trono y la toma de la mano. Los dos comienzan a caminar. Todos los que observan a Divinia y al Padre sienten una gran emoción. Qué escena es ver al Padre celestial caminando de la mano con su hija.
“Inmediatamente, caminan al gran vacío del espacio. Él la mira y sonríe. Le dice que diga lo que se necesitará. Ella explica que es necesario que haya un lugar separado, un sitio especial que debe formar parte de todo lo que va a suceder durante el curso de mil años. Ella habla de que en el cielo será un tiempo para sanar, y un tiempo para volver a reunirse después de largas separaciones. Será un tiempo cuando muchos se sentarán tranquilamente bajo un árbol meditando todo lo que recuerdan. Será un tiempo cuando muchos simplemente se sentarán rodeados de los brazos de Jesús mientras conversan, lloran o se ríen.
“Divinia habla de la necesidad de un lugar inmenso de soledad tranquila, donde los pequeñitos reciban el cuidado y cariño necesarios para crecer. Debe ser un lugar donde las madres puedan realizar la característica cuidadora que Dios creó en las mujeres. Divinia menciona al Padre que faltaría una bendición si al llegar una madre a las puertas del cielo Él simplemente le entregase un niño pequeño. ¿Qué de las que nunca tuvieron la oportunidad de ser una cuidadora cariñosa?
“Ahora el Padre celestial manda que haya un gran palacio para todos los pequeños príncipes suyos en cada bola de luz. Cada uno esperará por una quien Dios diseñó para ser una cuidadora que lo sostenga junto a su pecho y forme un vínculo. El Padre mira a Divinia y le dice que ella fue diseñada para cuidar a los que van a necesitar cuidado. Él explica que ella también podrá ayudar a cuidar a tantos príncipes que crecerán hasta ser lo pue Dios planeó que fueran. Ella observará a las que vendrán a recibir uno de los inocentes que pertenecen al Padre. Ella cumplirá su propósito al servir a tantas madres que fueron diseñadas para cuidar”.
Por un momento mi mente reflexiona sobre el hecho de que Jesús va a querer estar con su propia madre, como todos los salvados. Él tendrá y mantendrá un vínculo especial con ella. Él va a querer abrazar a su madre y ser abrazado, gracias al vínculo que tuvo con ella en esta tierra.
Ahora, el Padre celestial extiende la mano e inmediatamente veo un sistema solar único. No hay otro como ése en todo el universo. Su inmensidad de espacio está coloreada en muchos tonos pastel. No hay palabras para describir la belleza de ese planeta en su galaxia, con la suave luz que lo ilumina. Todo lo que hace nuestro Padre, el gran Creador, es verdaderamente bueno. Luego pienso, no bueno, ¡sino maravilloso!
En este sueño, tengo otras preguntas a raíz de ver la creación de esa sala cuna celestial que sólo se usará temporalmente y por poco tiempo. Sin embargo, siempre existirá. El tiempo necesario para que un pequeño embrión llegue a ser un bebé o un niñito es corto. No obstante, será una gran empresa encontrar cuidadoras para cada niño. En esta nueva galaxia estarán por poco tiempo los que serán llamados de la superficie de la tierra como una bolita de luz.
Ahora oigo a Divinia mencionar que la sala cuna será un lugar donde los que comenzaron a vivir puedan crecer naturalmente. Con el tiempo, el último principito crecerá a una edad en la que pueda ser puesto en los brazos de una que se llamará “madre". Este lugar también será para las que desean ser madres, y cuidar y formar un vínculo con muchos niños. Me detengo al darme cuenta de que hay madres de la tierra que sólo pudieron tener uno o dos niños a causa de problemas físicos o restricciones legales, pero ahora tienen la oportunidad de cuidar todos los que deseen. Llenas de felicidad pueden decir a otros, “Todos éstos son mis hijos.” Pienso en Eva, la primera madre, quien vivió centenares de años, y no sólo tuvo a Caín, Abel y Set, sino posiblemente centenares de hijos.
Me doy cuenta de que hoy en día hay mujeres con la característica cuidadora que fácilmente podrían haber sido madres, pero eligieron no tener hijos. Ellas tendrán otra oportunidad de cumplir con el diseño del Creador de criar y cuidar a su propio niño. Lo único que tienen que hacer es aceptar a un niño que espera en las manos grandes y protectoras de un ángel de la guardia de honor.
Divinia sigue diciendo que cuando ese lugar ya no se use como una sala cuna, será un monumento a Jesús y a la creación de los seres humanos con el derecho de procrear varones y hembras, hijos propios de Jesús. Por toda la eternidad, se enseñará a los que viajen a ese lugar cómo los seres humanos fueron creados. Se mostrará cómo Jesús abandonó el cielo, para ser colocado en la matriz de una joven virgen, y luego nacer y vivir como uno de los que creó a su imagen. Él es el que se hizo un sacrificio para que otros pudiesen ser salvados del pecado.
Cambia mi sueño, y Perceivous me recuerda las preguntas específicas que yo había planteado:
¿Dónde está el pequeño embrión que necesita crecer? Sé que será llevado al Padre, pero ¿qué pasa después?
¿Cómo va a crecer?
¿Cómo va a comer?
¿Quién lo va a cuidar?
Dice Perceivous que Divinia puso en marcha la solución a tus preguntas. Toma mis manos y dice que es mejor ver que simplemente hablar de ello. Inmediatamente, estamos en el momento cuando todos acaban de llegar al cielo después de una semana de viaje por el universo. En el camino, todos habían disfrutado de un sábado muy alegre compartiendo tiempo juntos en el planeta especial mencionado en el sueño, “¿Sabes Quién Eres?” Lo mejor de todo fue que cada una tuvo bastante tiempo para sentarse, caminar y conversar a solas con Jesús.
Ahora, la nube llega a un punto desde donde se pueden ver las puertas del cielo. Jesús abre esas puertas y personalmente entrega a cada uno un manto y una corona. Ahora llega ese momento especial cuando los niños que les fueron quitados a sus madres son devueltos a sus brazos, como el cumplimiento de una gran promesa. Sin embargo, muchos otros niños no pueden ser colocaros en los brazos de su madre, porque ella no fue fiel a Dios. Además, no se le puede entregar a la madre un embrión o un feto hasta que esté completamente desarrollado.
Luego, Perceivous explica algo que es importante entender. La llegada al cielo ofrece un momento para elegir, porque Dios nunca obliga a nadie. A cada redimida de la tierra con la característica cuidadora, pero que nunca tuvo hijos, se le da la oportunidad de cuidar a uno o más, y así ser madre por primera vez. Las mujeres de la tierra ya no serán mujeres en el cielo con la capacidad de engendrar a un niño, porque no tendrán una matriz donde pudiese crecer un embrión. Sin embargo, se harán otros arreglos para favorecer el proceso del crecimiento.
Es difícil explicar lo que veo a continuación. Un gran número de los redimidos se prepara para salir inmediatamente del cielo. Rápidamente, pero con cuidado, colocan su manto y corona en su mansión. Muchas están emocionados a causa de su deseo de cuidar a los pequeñitos. Están paradas junto al que en la tierra fue su esposo. Muchos forman una relación instantánea, no como marido y mujer en la tierra, sino juntos como cuidadores masculinos y femeninos. Pienso por un momento en Promesa y el hecho de que tenía unos dos años antes de que sus verdaderos padres lo encontraran. Ya no era un feto. Ambos habían elegido servir en el templo de los 144,000. Alguien habría salido inmediatamente para servir como una cuidadora postparto, una madre sustituta.
Ahora Perceivous dice que vaya, porque debo ver algo para entender mejor. Inmediatamente, estamos nuevamente en la galaxia nueva que ha sido preparada. Con Perceivous, ahora veo y sigo a muchos ángeles que sostienen las bolitas de luz. Ellos descienden al suelo de un planeta muy grande, donde esperan la llegada de las que vendrán para recibir de sus manos una joya preciosísima. Para algunos, será un inocente que fue sacado a la fuerza o sacrificado mientras aún estaba en el útero. A esa madre se le devolverá lo que es de ella. Para otras, sería un bebé demasiado pequeño para estar en cualquier otro sitio que no sea esta sala cuna. Muchos otros no terminaron de crecer, a causa de un aborto espontáneo. Pero para tantas habrá los que fueron indeseados y abortados. No obstante, habrá la oportunidad de ser colocados con la madre, si ella elige aceptar lo que era suyo. Pienso del ejemplo del niño llamado Promesa, quien fue criado un corto tiempo por una madre sustituta. Luego, un ángel lo colocó en el camino de los dos que salían del templo de los 144.000, después de haber servido ese día. También hay muchas ansiosas de servir como una cuidadora postparto—una madre sustituta para uno cuya madre terrenal no fue fiel. Ningún embrión ni feto quedará sin cuidado. Cada uno de ellos simplemente esperará mientras que un ángel sostiene y protege esa joya del Padre.
En ese planeta enorme, hay ángeles por todas partes. Ellos sirven como parte de un gran número que tiene el honor de sostener en sus manos una vida que le pertenece al Padre. Cada uno de esos ángeles distintos sirve de guardia de honor. Cada uno es especial en la manera como sirve, y cada uno siempre será un guardia de honor. Cada uno sostiene un príncipe, un hijo de Dios el Padre. El recuento registrado de los reunidos allí es impactante.
Me dice Perceivous que alce la vista para ver el mayor evento de parto jamás observado. Veo a las que tienen el rasgo característico de las cuidadoras femeninas llenas de emoción y gran anticipación. Están observando la multitud de ángeles con una bolita de luz en sus manos ahuecadas. Cada ángel está radiante de felicidad. Las que tienen la característica femenina están ansiosas de tener en sus brazos una vida esperando ser cargada, cuidada y amada como sólo puede hacerlo una madre.
Al llegar al suelo, ángeles específicos automáticamente se acercan a ciertas madres para devolver a sus brazos lo que les fue quitado y dejó un vacío en su corazón. Muchos ángeles se acercan a otras, para ver si quieren aceptar el tesoro que sostienen. Puede ser una madre con experiencia o una que será madre por primera vez. Aunque ya no son mujeres, fueron creadas para servir como madres. Sé que ni los ángeles ni los seres en otros planetas pueden servir como madres. Sólo las que poseen el rasgo cuidador pueden servir a los incontables príncipes.
Veo como un ángel de la guardia de honor se acerca a una madre que perdió ese pequeño destello de vida, y ahora le ofrece esa vida que comenzó. Cuando ella extiende las manos para aceptar la bolita de luz, el ángel destapa la luz, y en ese instante ella ve formarse un bebé. Lo que hubiera tomado meses, ahora se lleva a cabo en un abrir y cerrar de ojos. Ahí, en las manos grandes de ese ángel, hay un recién nacido. Es interesante que, en tanto que un ángel está parado y sus manos cubren la luz brillante, cuando la madre acepta ese pequeño destello de vida, las alas del ángel forman un dosel privado sobre la futura madre y el niño. Cada nacimiento es un momento especial y privado. Estoy mirando a un bebé recién nacido que Dios, el gran Creador, cuidó hasta que la madre aceptó el niño, y entonces formó el bebé. Ahora, algo me vuelve rápidamente a la mente—el nacimiento de las gemelas en el sueño, “¿Sabes Quién Eres?” Recuerdo lo que fue enseñado como sigue:
Me dice el Heraldo que vuelva a mirar al reloj. Le digo que veo que han pasado 12 minutos desde el nacimiento. El Heraldo dice, “Observa atentamente y toma nota del poder asombroso de Dios. Esto es el por qué Él es el Creador.” De repente, la madre llora de dolor. Una enfermera se acerca y queda espantada por lo que ve. Corre a la puerta de la sala de partos y llama al médico para que regrese inmediatamente. El médico y las enfermeras vuelven a sus puestos alrededor de la cama de partos, y oigo al médico exclamar, “¿Cómo es esto posible?” Una de las enfermeras dice que esto es un verdadero milagro. El Heraldo dice que me fije cómo el médico y otros del personal revisan los resultados de los sonogramas y del monitor de corazón. Ellos dicen que no hubo señales de un segundo bebé. No hubo un segundo latido de corazón. Ya habían sacado la placenta. Durante el proceso del posparto, no hubo ninguna señal de que hubiese otra criatura.
El Heraldo sonríe y dice, “Para nuestro Creador no hay nada difícil; no hay nada imposible. Él habló, y al instante apareció otra criatura en la forma de una gemela idéntica.”
Cuando miro hacia arriba, veo el asombro de los que han estado observando lo que hizo el Creador. Ahí, ante todos apareció el nacimiento de otro bebé—formado instantáneamente en una matriz vacía. No hubo una placenta; sin embargo, la niña lleva la marca donde habría estado el cordón umbilical.
Nuevamente en el planeta muy grande, cuando la madre acepta la oferta de cuidar a ese niño, y mientras el ángel destapa su mano grande, de ese destello brillante de luz al instante se forma un recién nacido. Hay una marca notable donde un cordón habría estado conectado a una placenta. Es una marca que todos siempre llevarán, porque forman parte de la familia de los seres humanos procreados, hechos a la imagen de Dios. Ese niño tiene un ombligo, como la segunda gemela que nació y como todos los otros seres humanos que han nacido. ¡Nuevamente pienso qué todo lo que hace Dios es bueno!
Ahora observo mientras cada una que desea criar acepta a un niño. Algunas quieren aceptar a varios, sabiendo que tendrán mucha ayuda. Mientras cada ángel destapa una luz brillante, en su mano se forma un recién nacido. Después de que las madres han aceptado todos los niños que desean, todavía quedan muchos ángeles, parados pacientemente con una bola de luz en las manos. Ellos esperarán hasta cuando las madres terminen de criar a los niños que aceptaron y regresen para pedir más. Sin embargo, a nadie se le obliga hacerlo.
Ahora, me dirijo a Perceivous y le hago mis otras dos preguntas.
“¿Cómo creció?”
“¿Cómo comió?”
Me dice Perceivous que aquí, en este planeta sala cuna, hay todo lo que el Creador necesita que haya para permitir que cada bebé crezca hasta que pueda comer por sí solo. Dios proveerá lo que va a necesitar. Sonrío al darme cuenta de que no habrá pañales sucios. Luego, Perceivous me sonríe y dice, “Y ni una sola lágrima de un niño que esté llorando”. Entonces entiendo cómo habría sido la crianza de un niño si nunca hubiese entrado el pecado. En este planeta, ningún bebé sufrirá cólicos. Ninguna madre se esforzará para cuidar a un niño enfermo ni soportará noches de insomnio. En cambio, será una alegría criar a un niño. El nacimiento literal simplemente consistirá en un ángel de la guardia de honor que destapará la bola de luz y al instante, la madre verá a su bebé. No habrá que cortar un cordón umbilical, sin embargo, quedará un ombligo, el cual será una señal al universo de un hijo de Dios que fue procreado. Para cada madre que espera, qué gozo y privilegio será recibir de la protección de un ángel a un bebé recién nacido. Entonces, ella tendrá la oportunidad de cargar, cuidar, enseñar y amar a su niño. Pensemos en la oportunidad que tendrán las que acepten inmediatamente servir como madre de uno de los inocentes de Dios, aunque sea por un tiempo corto en comparación con toda la eternidad.
Ahora pregunto, ¿cómo comen? Perceivous señala lejos a la distancia, y veo algo que parece un velo de neblina que sirve de inmensa muralla. Ella sonríe y dice, “Las respuestas están más allá del velo, pero por ahora, sabe que los salvados de la tierra ya no tendrán la forma de un hombre o una mujer, pero mantendrán las características de su género. Dios, el Creador, permite que cada uno sirva como fue creado para servir. Divinia fue creada para desarrollar un lugar donde se pueda cuidar a los inocentes. Moisés sirvió para libertar a los esclavos hebreos. Noé sirvió para construir una gran arca. En cuanto a tu pregunta de cómo van a comer los bebés, ¿habrá algo demasiado difícil para nuestro Creador?
Mientras asciendo con Perceivous, me asombra el tamaño del planeta y el número de ángeles que esperan que las madres terminen de criar a los niños para que puedan vivir dentro de las murallas del cielo. Muchos niños serán colocados en los brazos de una madre que no se da cuenta que está recibiendo algo suyo. Sé que habrá muchos que todavía no han sido recibidos de un ángel que espera. Sin embargo, habrá mil años de tiempo durante los cuales las bolas de luz puedan recibir una madre. Medito cómo cada embrión se torna en un recién nacido que crecerá rápidamente. Pienso que es poco tiempo, en comparación con los mil años durante los cuales cada recién nacido crecerá y recibirá “las llaves” a su propia mansión.
Me detengo un momento para repasar y pensar de todo lo que se me ha mostrado en este planeta.
Pienso de todas las que son y fueron madres de un niño o más.
Pienso de las cuidadoras que tendrán una oportunidad de volver a ser madres. Pero para otras, será la primera vez, porque eligieron no ser madres cuando vivían en la tierra.
Pienso en los hombres y mujeres que eran infértiles en la tierra, aunque deseaban criar niños. Nunca pudieron ser fructíferos y reproducir. A ellos se les dará la oportunidad de simplemente aceptar a un inocente y tener el honor de ser padres por primera vez.
Algunas mujeres eligieron una carrera y estuvieron demasiado ocupadas para tener un hijo.
Algunas no tuvieron hijos porque a los ojos de los hombres ellas no eran deseables.
Algunas crecieron con una madre abusiva, por lo que decidieron no dar a luz a un niño debido a su propia experiencia.
Pienso en todas las que eligieron abortar a un niño que comenzó a vivir, o que fueron obligadas a abortar por cualquier motivo.
También pienso en las madres desilusionadas que perdieron a un niño que dejó de crecer en su vientre. Después que regrese Jesús, Dios devolverá a las madres fieles los hijos que murieron antes de alcanzar su pleno desarrollo y por algún motivo sufrieron un aborto espontáneo.
Pienso en las madres que cuidaron y ofrecieron muchas oraciones por sus hijos, pero entraron por las puertas del cielo sin ellos. Debido a que esos hijos no fueron fieles y no obedecieron las leyes de Dios en la tierra, no serán salvos ni vestirán un manto y una corona. Pienso en todas las madres que tendrán un gran deseo de criar a uno o más inocentes y verlos recibir un manto y una corona.
Creo que ése es el motivo por el cual nuestro Padre Dios es el gran Creador. Es un ejemplo para las Evas de este mundo de recibir del Padre el pleno perdón, un ejemplo de perdonar y olvidar. Todos los salvados que nacieron con el ADN de una hembra tendrán la oportunidad de aceptar y cuidar a todos los niños que deseen. Cada una podrá criar según Dios las creó, excepto que en el cielo no habrá matriz ni parto como la mujer tiene ahora en esta tierra. Qué privilegio tan grande para las que tienen una naturaleza cuidadora saber que se les dará una oportunidad de servir conforme fueron diseñadas y creadas.
Mi mente regresa al momento cuando el niñito llamado Promesa pregunta, “¿Quién es Jesús?” y el padre dijo que tenía que enseñarle muchas cosas. Todo es gracias a que Jesús dejó su trono y se convirtió en uno que nacería y llevaría la marca del humano—un ombligo. Una madre abre sus brazos para recibir a un niñito; Jesús abrió sus brazos y fue clavado a una cruz. Él murió para permitir que muchos fuesen salvados. Él sirvió al ofrecerse para tomar sobre sí los pecados del mundo. Su ofrenda no sólo cubriría a cada individuo que lo aceptara como su Salvador, sino que Jesús también cubre a todos los inocentes creados a la imagen de Dios. Recuerdo que Jesús dijo, “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. Mateo 19:14.
Aquí, en este planeta dentro de esta galaxia, habrá un lugar donde por toda la eternidad, un visitante puede venir y ver que Dios no sólo es la fuente de todo amor, sino de un amor tan profundo que incluso creará un lugar para aquellos que necesitan terminar de crecer. Será un lugar aparte de los que nacieron, vivieron y murieron. Será un lugar donde eternamente se enseñará a todos quién es el Creador y a quién creó cuando se arrodilló y dijo, “¡Hagamos al hombre a nuestra imagen”!
Ahora, el ángel Guía me llama por mi nombre celestial y dice, “Hijo de Dios tu Padre, hermano de Jesús, vocero y defensor de la verdad y el honor de Dios, del Espíritu Santo y de Cristo Jesús, el Salvador de todos a lo largo del universo, ¿me permites el honor de tomar tu mano derecha y llevarte a un lugar adonde debes ser llevado?” Lentamente, elevo mi mano derecha y digo, “Está bien”. Incrédulo con todo lo que acaba de decir el Guía y todo lo que acabo de observar, estoy pensando “¿Qué? ¿Yo? ¿Quién soy yo para merecer esto”?
El ángel Anunciador se coloca en el medio de todos los ángeles detrás de él que sostienen estandartes. Detrás de ellos hay varios ángeles con trompetas. Detrás de ellos hay muchos otros ángeles que se ubican en un sitio específico. El ángel Guía y yo nos paramos detrás de ellos. Detrás de nosotros hay muchos más ángeles.
El ángel Anunciador alza su trompeta y toca una fanfarria. Con los ángeles que se destacan por su velocidad, todos juntos como una sola cosa comenzamos a viajar muy rápidamente una gran distancia. Atravesamos la galaxia con los hermosos colores pastel. Es un lugar donde comienza nueva vida, y continuará, tal como fue prometido. Es un lugar de una promesa cumplida, y también un lugar donde la promesa se cumplirá. Este lugar rebosa de la esencia de todo amor, y donde se sustenta el Amor del Amor de los Amores.
Mucho más adelante, noto algo que parece ser el velo negro. Nos acercamos rápidamente, y pasamos del fulgor del universo a la oscuridad del espacio que absorbe la luz. Veo muchas estrellas que iluminan, como se ven en el cielo nocturno de la tierra. Viajamos rápidamente a través de la gran oscuridad del espacio.
Entonces recuerdo el comienzo de este sueño cuando entré por una puerta abierta y entré a una habitación. Inmediatamente vi a una joven sentada en una cama. La habitación era muy oscura y lúgubre. Tenía una esencia de pecado y muerte. Mi mente buscaba palabras que pudieran describir no sólo lo que veía, sino lo que experimentaba. Sólo se me ocurría que ése era un sitio muy oscuro y lúgubre.
La mujer lloraba y tenía las rodillas y las piernas dobladas junto a su cuerpo. Varios ángeles estaban de pie y algunos estaban sentados a su lado en la cama. Los ángeles que estaban parados habían abierto sus alas, cubriéndola como un dosel. Otros habían colocado sus manos y brazos sobre ella para consolarla. Ella no se daba cuenta de que los ángeles estaban allí, ni que deseaban prestarle ayuda. Pensé que ella no sabía que lloraban con ella.
Luego, veo la tierra muy a la distancia. Nos movemos muy rápidamente y luego disminuimos la velocidad a medida que nos acercamos. Mirando alrededor, recuerdo nuestros planetas. Parecen estar colgados invisiblemente en el espacio, cada uno moviéndose suavemente en el camino dónde fue colocado.
En la oscuridad, ahora veo a Jesús parado y mirando hacia la tierra desde el espacio. Oigo el sonido de las trompetas, y rápidamente me llevan para pararme al lado izquierdo de Jesús. Mientras lo miro, Él está muy callado, mirando hacia la tierra mientras gira lentamente en su órbita asignada.
Comienzo a pensar que me llevaron a ese lugar rápidamente porque ésta es la segunda venida prometida. Sin embargo, ahora veo que Él ha venido, y la gente de la tierra está tan corrompida que muy pocos están listos para recibirlo. Me recuerda el sueño, “Remordimiento o Regocijo”. En mi mente, esta parte del sueño se desarrolla vívidamente.
Entonces veo a Jesús salir de la casa. Le oigo decir que Él envió un mensaje diciendo a todos que se preparen, porque Él viene. Él dice que nos dijo que no dijéramos que Él viene pronto, porque eso da a entender que será en algún momento futuro. Nos dijo que nos alistemos, porque viene. Él dice que fue a la iglesia y no le dieron la bienvenida, porque no adoran al Padre, sino a Satanás. Él dice que fue a la pequeña iglesia-casa, pero ellos no estaban listos, al contrario, le dijeron que había llegado demasiado pronto.
Lentamente, Jesús desciende las escaleras de la casa, y se va caminando, rechazado, sin haber recibido una bienvenida, indeseado. Ahora escucho otra voz que dice, “Él dio tanto por un mundo que no lo desea a Él”. Entonces me doy cuenta de que el Heraldo está de pie junto a mí. Me llama por mi nombre celestial y explica que Jesús, el Rey de Reyes, el que tiene las llaves de la vida eterna, desea tanto estar con su pueblo cada sábado, para cantar y dar gloria al nombre del Padre celestial. Él dice que Jesús anhela el día cuando pueda echar al suelo el incensario y regresar para buscar a su pueblo. Dice que nuestro Señor, nuestro Maestro, nuestro Rey abandonó todo para salvarnos del pecado y rescatarnos de esta tierra.
Estoy parado silenciosamente junto a Jesús. Pienso que viajamos hasta acá con tanto despliegue y emoción, y cómo atravesamos una gran distancia a una tremenda velocidad. Ahora, todo es tranquilidad y solemnidad.
Jesús se da vuelta y me mira. Cuando lo hace, entiendo que estoy ahí simplemente para documentar lo que observo. No estoy ahí como alguien que se salvará. No estoy allí como uno de los 144.000. No estoy allí como uno de los perdidos. Simplemente, estoy ahí para ver y testificar en verdad.
Jesús explica que Él dijo muy claramente que cada uno debía prepararse para su regreso. Vuelve a mirar hacia la tierra y dice, “¿Recuerdas cómo te mostraron sentado en un culto divino al estilo antiguo? Comentaste cómo te sentabas en silencio escuchando un culto muy reverente. Dijiste que el tema del mensaje era, ‘La Gran Esperanza Bendita’. La bendita esperanza es mi regreso. El Espíritu Santo le dijo al predicador del día que hablara de la preparación del corazón mediante el arrepentimiento. Se trataba del gran sacrificio que hice por mi pueblo y lo que cada uno debe hacer para prepararse para mi regreso inminente.
“Entonces, la vela que ardía con tanto brillo se tornó tenue. El interés cambió al de un carnaval. Lo que había sido un tiempo sagrado para adorar se tornó en un tiempo para entretenerse. Nadie podía arrepentirse, porque quitaron los instrumentos usados para el arrepentimiento. Quitaron el tiempo para unirse en amor y pedir perdón. Quitaron la mesa de la Cena del Señor y el Rito de Humildad. Sacaron esos recordatorios; por lo tanto, olvidaron el ‘Haced esto en memoria de Mí.’ Olvidaron todo eso, y en su lugar hubo festejos y celebraciones. Durante la semana era tiempo para esforzarse por alcanzar el éxito en todo lo que deseaba el corazón. A cada uno sólo le interesaba servir al yo.”
Ahora, Jesús guarda silencio. Mira hacia adelante. Mientras lo miro, veo energía que emana de Él. Me recuerda del amor de una madre cuando sostiene a su bebé y una energía brillante de amor fluye a ese niño. Sin embargo, también veo una energía que fluye de Jesús y rodea la tierra. No es para nuestro planeta, sino para cada uno de los que está allí. Veo esa energía especial de amor en la forma de un fulgor que fluye hacia cada individuo. Es la esencia del Amor del Amor de los Amores—un amor que sólo Jesús puede tener por sus hermanos y hermanas.
Jesús me mira y sonríe. Vuelve a mirar hacia la tierra y dice, “Hay tantos a quienes se les dijo muchas veces qué debían esperar y cómo prepararse. Se les dijo que se acordaran de mí. Dije que, si verdaderamente me amaban, que guardaran mis mandamientos, los cuales fueron establecidos en los atrios del cielo.”
Jesús me vuelve a mirar y explica que Él sabe que ahora muchos están sufriendo, y que cada día muchos luchan por existir hasta que Él regrese. Él sabe que, debido a que la rotación de la tierra está en conmoción, la destrucción hace que muchos pierdan sus hogares y las comodidades que han acumulado. Jesús revela que nuestro Padre celestial ha tenido mucha paciencia. Él ha pedido que cada uno haga lo que Él manda. Sin embargo, ellos actúan como niños malcriados y desobedientes. Por eso, deben ser disciplinados mediante las aflicciones.
Luego, Jesús me dice que instrucciones fueron dadas de que me llevasen a ese lugar, porque éste es el final de este sueño. En la recepción de los mensajes, cuatro meses fueron dados para las instrucciones de lo que yo debía registrar. Entonces, se me dieron cuatro meses para preparar los mensajes. En lo que termino este sueño, el calendario muestra que estoy al final de los cuatro meses de esa preparación. Desde el tiempo cuando comencé a registrar este sueño hasta la preparación, han pasado ocho meses. Es un ejemplo del proceso de la concepción y el nacimiento, el cual toma nueve meses. Este sueño es de tan vital importancia, que se asemeja a un nacimiento prematuro, el cual puede ser causado por una madre que fuma, que usa bebidas alcohólicas y drogas dañinas, o alimentos que no deben ser ingeridos. Este mensaje es semejante a eso. Debido a lo que está sucediendo ahora, el tiempo tiene que ser acortado.
Jesús se da vuelta y mira directamente a su pueblo en la tierra. Con una voz muy suave me dice que grandes serán los sufrimientos de sus hermanos y hermanas. Nuestro Padre está muy airado a causa de la manera como hacen caso omiso de sus pedidos. Es una burla y un desprecio total de sus mandamientos. Y pensar que nuestro mundo es el único planeta en el universo que tiene seres semejantes a Dios.
Tantos hacen caso omiso del quinto mandamiento, que habla de la honra al padre y la madre. Se ve claramente que hay mucho desprecio por los ancianos. Tantos hijos colocan a sus padres ancianos en un asilo y no vuelven a visitarlos. Son olvidados por sus propios hijos, a quienes habían criado y cuidado. En cambio, emplean a trabajadores de salud para "cuidar" a esos padres. En esos lugares descubren a muchos que han muerto y simplemente han sido puestos a un lado mientras la gran enfermedad hace estragos por los asilos. ¿Dónde está el cuidado de los ancianos?
Luego están los pequeños inocentes cuyos padres los colocan en un centro de cuidado infantil, porque están ansiosos por volver a una vida "normal" en su lugar de trabajo. Sin embargo, sus niños no están recibiendo la calidad de la atención que merecen tener en el hogar. Los padres se sirven a sí mismos, y sólo les interesa la calidad de su propia vida. La excepción son aquellos padres que tienen que trabajar para sobrevivir financieramente. Es en esos centros de atención donde se propaga rápidamente la gran enfermedad. El contador que cuenta las muertes diarias gira rápidamente. ¿Dónde está el cuidado de esos pequeñitos?
Parado allí con Jesús aparece en mi mente una escena como si estuviera viendo un aviso de noticias acerca de la gran cantidad de niños que morirá como resultado de otras cepas de la gran enfermedad. Es como una capa de neblina gris sobre la superficie de la tierra. Las muertes de los niños pueden exceder el número de los que mueren en los asilos de ancianos.
En tanto que Jesús sigue observando la tierra, dice que cada día habrá señales visibles de que Dios está soltando solamente una pequeña porción de su ira.42
Cada día habrá un ejemplo de un acto de Dios en alguna forma de destrucción natural, bien sean terremotos, volcanes, huracanes, granizo, vientos fuertes, incendios, temperaturas heladas, calor extremo, inundaciones o sequías. Las infestaciones de hormigas no serán las únicas. En todos los rincones del mundo habrá algún tipo de pestilencia de insectos que se arrastran o vuelan, ya sean langostas, cucarachas u otros insectos.La enfermedad que ahora fluye sobre la tierra como el viento es para los que fueron hechos a la imagen de Dios. Es un símbolo de la enfermedad espiritual del mundo. Muchos sufrirán grandemente. Muchos habrán luchado con su último aliento. Ese aliento que el Padre celestial dio a cada uno se irá, hasta el momento cuando sea llamado para presentarse en el juicio. Las vidas de muchos otros quedarán en suspenso. Ese momento final es una oportunidad para que ellos escuchen los suaves susurros del Espíritu Santo. Sin nada que hacer más que estar separados de los demás, es un momento para buscar al que es su Creador. Dependerán completamente de Él para su sustento. La enfermedad, como una neblina negra, viajará como un viento devorando todo lo que pueda. Grandes serán los sufrimientos. Grande será la soledad.
Jesús me mira y dice que algunos entenderán. Hielo que se derrite es agua. Muchos recibirán daños permanentes al ser demasiado rápidos para tomar en las manos una sartén caliente. Sin embargo, un niño que presta atención a la instrucción de sus padres de no recoger un sartén caliente no se quemará.
Jesús sigue diciendo, “Había un granjero que salió antes de que las manecillas del reloj mostraran incluso la cercanía a la hora de la primavera. Durante la época fría del año, se apresuró a romper la tierra congelada con su arado. Luego conectó su sembradora al tractor y esparció las semillas sobre los terrones congelados de la tierra. Al día siguiente regresó a los campos y notó que había una gran cantidad de cuervos y otros pájaros negros. A lo lejos podía escuchar los sonidos de las vacas, ovejas y cabras que formaban las palabras: ‘Sembraste demasiado pronto’. El granjero tenía tanta prisa por ganar dinero que se precipitó a hacer lo que debía. Él sembró demasiado pronto.”
Jesús se da vuelta, camina para estar frente a mí y luego coloca sus manos sobre mis hombros. Con una voz severa dice, “Ahora es el momento cuando la Verdad debe rendir el servicio para el cual la Verdad fue creada. Ante cada ser creado a lo largo del universo, la Verdad debe defender el honor y la integridad de Dios, nuestro Padre. Día y noche la Verdad ha caminado sobre la tierra. La Verdad ha observado a los que tienen la semejanza de su Creador, sin embargo, son demasiado rebeldes para honrarlo mediante la obediencia a sus mandamientos. Dios, la fuente de todo amor, no ve amor en aquellos a quienes dio el soplo de vida. Es hora de que la Verdad invoque una señal para todo el mundo lleno de individuos que han apartado el rostro de Dios, su Creador. Es hora de que la Verdad alce su mano y su voz para proclamar la destrucción de una ciudad que será un ejemplo para el mundo entero. Será una destrucción que servirá como un toque de atención a un mundo que se pudre en el pecado. Debe servir como un recordatorio de la destrucción que Dios envió a Sodoma y Gomorra.
“La Verdad puede pedir destrucción, pero tal como en mi caso y todo lo que hice, la decisión queda con nuestro Padre el permitir que se dé un ejemplo. Aquellos que anuncian una bandera del arco iris sobre la ciudad de Nashville han optado no celebrar, a causa de la gran enfermedad. Sin embargo, a pesar de que han elegido un estilo de vida pecaminoso, la desocupación de la ciudad debe entenderse como un acto de amor de parte de Dios, para que aquellos que Él quiere salvar tengan la oportunidad de arrepentirse y apartarse de sus malos caminos”.
Jesús se da vuelta y vuelve mirar hacia la tierra. De acuerdo con el Padre y con voz suave, declara, “Ya es hora. Verdad, alza tu mano y manda que suelten los ángeles que sostienen las cuatro puntas de la vela que retiene la ira de Dios. La Verdad ha viajado y observado un pueblo unido en rebelión y desafío de los mandatos de Dios”.
Jesús comienza a caminar, y noto que Él está sobre lo que parece la superficie de una mesa de madera muy ancha. Va hacia el borde y mira fijamente hacia la tierra. Nuevamente, comienza a hablar de aquellos que caminan solos. Dice, “Ahora mismo hay tantos que claman a gritos mi nombre, tantos que viven solos y están obligados a distanciarse de los demás. Hay tantos que necesitan productos de tiendas cuyos estantes están vacíos. Hay tantos que no tienen dinero para comprar sus necesidades básicas. Hay tantos desempleados, tantos que no pueden pagar una vivienda que les sirva de hogar incluso por una noche, y tantos que ya no tienen una cama donde dormir. Hay tantos que luchan cada día, tantos que están enfermos o conocen a alguien que está enfermo. ¡Hay tantos que necesitan ayuda y claman mi nombre! Los amo tanto, pero ellos no me conocen. ¿Cómo pueden amarme sinceramente? Aun cuando me paro en la puerta y llamo, no responden. Los que abren la puerta preguntan quién soy”.
Entonces, Jesús comienza a hablar de un mensaje que recibí titulado, “Sentados Junto a un Riachuelo”. Dice, “Las palabras dadas suenan aún más fuertes y ciertas hoy. Recordarás que el Padre celestial hará que sucedan cosas que sacudirán los cimientos de toda la humanidad. Incluso Satanás temerá por su propia existencia, tal como sucedió durante el diluvio de Noé. El Padre quiere que cada uno de sus fieles sepa que el Consolador estará con ellos. Si ellos necesitan la ayuda de los ángeles, simplemente pueden pedirlos. Como resultado de lo que suceda, muchos irán al descanso para que no tengan que experimentar los peores días de angustia. Cuando Yo regrese, tal como he prometido, aquellos que tenían mi nombre en sus labios y en sus corazones serán llamados para encontrarse conmigo en el aire.
“Se sentarán junto a mí y nuestro Padre aquellos que permanezcan agitando un estandarte con Mi nombre, fieles a los mandamientos que establecí en el cielo y pedí que guardaran los que me aman. Los vencedores vestirán mantos blanquísimos. Ante el universo reunido, confesaré cada uno de ellos a nuestro Padre y a los ángeles.
“Pido a cada uno no desanimarse. Todas estas cosas tienen que suceder. Esto es sólo el principio. Sigan velando. Las señales de las señales están ante todos. El enfoque no debe estar en las cosas de este mundo, porque sólo es un hogar provisional para mi pueblo”.
Jesús toma mi mano derecha y caminamos cerca del borde de la mesa de madera sobre la cual estamos parados. Señala hacia la tierra y luego, tierna y suavemente, me dice que preste atención a lo que me va a decir. “Quiero que mi pueblo sepa una promesa que hago. Me pondré de pie para honrar cada una de estas palabras”. Jesús me llama por mi nombre celestial y luego me dice que comparta estas palabras.
“Cuando vaya por segunda vez, y también en el cielo, prometo recompensar a vosotros que sufrís en la tierra. A vosotros que sufrís de hambre, proveeré un banquete y personalmente llevaré la copa a vuestros labios. Personalmente curaré las heridas de vosotros que sufrís golpes y lastimaduras, y quedaréis sanos. Me sentaré junto a un riachuelo con vosotros que estáis encerrados en soledad, colocaremos nuestros pies en el agua, y juntos disfrutaremos de la eternidad. Con mi brazo rodearé a vosotros cuyos familiares se han vuelto en vuestra contra, y siempre caminaré con vosotros, porque seré vuestro Hermano y vuestra Familia. Resucitaré a vosotros que sufrís y morís por mí para que caminéis y estéis conmigo para siempre. Escribiré un nombre nuevo en los corazones de vosotros cuyos nombres son malditos y escarnecidos, y el Padre lo pronunciará por toda la eternidad”.
Estoy parado ahí de la mano de Jesús mientras miramos la tierra, un planeta donde el pecado se mueve sobre la superficie como un viento gris, polvoriento y maloliente. Miro a Jesús y me doy cuenta de que Él es la única esperanza que tiene este planeta. Las cosas que he visto y las cosas que vendrán causarán muchas dificultades a muchos. Sin embargo, el amor que tiene Jesús por cada uno no se puede comprender.
Después de un tiempo de silencio, vuelvo a oír mi nombre. Giro la cabeza hacia el extremo derecho detrás de mí y noto que Perceivous desciende. Me llama por mi nombre celestial y dice, “No estás viendo las cosas correctamente. Necesitas ver de otra manera la escena que tienes por delante. Todo se aclara. Todo se hace de manera que aun los ciegos vean claramente. Sube conmigo para que entiendas”.
Perceivous y yo comenzamos a ascender. Veo a Jesús parado sobre lo que creo es la parte superior de una mesa de madera muy grande. Mientras que Perceivous y yo ascendemos, noto que la tierra está por debajo de nosotros. El sol está detrás de nosotros. El lado de la tierra que veo está brillantemente iluminado por la parte más brillante del día.
Al subir aún más, noto que el sitio donde estábamos parados no es una mesa. Más bien es un madero muy grande, ancho y grueso. En tanto que seguimos ascendiendo, veo la tierra muy abajo y a Jesús parado sobre ese madero grande. Cuando miro hacia abajo desde el espacio me doy cuenta de que Jesús está parado sobre una inmensa cruz de madera, del tamaño de un edificio muy grande. Con el sol a nuestras espaldas, inmediatamente pienso que esa cruz, sobre la cual está parado Jesús, debería proyectar una gran sombra sobre la tierra. Sin embargo, al mirar noto que es todo lo contrario. La cruz en realidad emite una luz sumamente brillante sobre la tierra. Veo claramente que la madera es la verdad. La Verdad ilumina la tierra con la veracidad de la luz. Todo queda muy claro.
Mirando hacia abajo, veo reflejado sobre la tierra lo contrario de una sombra. Es una sombra brillante de luz que ilumina la superficie de la tierra. La parte superior de la cruz llega al Polo Norte, y la base llega hasta el Polo Sur. Al occidente está la parte izquierda de la cruz, y el oriente está a la derecha de la cruz. La iluminación sobre la superficie de la tierra es una sombra brillante de la cruz. Es un recordatorio de que Jesús sirvió como un sacrificio a favor de cada uno de nosotros. La cruz es como si Jesús extendiera sus brazos para abrazar la tierra. Es el Padre diciendo claramente que amó tanto al mundo que nos dio a Jesús, su Hijo unigénito, el cual no fue resultado de la procreación, sino un Hijo unigénito, el único Ser de su especie. Queda claro, Jesús es el Amor del Amor de los Amores.
1. | ↑ | Spiritual Gifts, tomo 1, p. 193Vi que el amo del esclavo tendría que responder por el alma de su esclavo, a quien ha mantenido en ignorancia; y todos los pecados del esclavo serán visitados sobre su amo. Dios no puede llevar al cielo al esclavo que ha sido mantenido en ignorancia y degradación, sin conocimiento de Dios ni de la Biblia, con sólo el temor del látigo de su amo, y con una posición menos elevada que las bestias de su amo. Pero un Dios compasivo hace por él lo mejor que puede hacer. Le permite ser como si nunca hubiera sido… |
2. | ↑ | El discurso maestro de Jesucristo, pp. 45, 47Antes que se creara la tierra existía la ley de Dios. Los ángeles se rigen por sus principios y, para que este mundo esté en armonía con el cielo, el hombre también debe obedecer los estatutos divinos… … los principios de justicia expuestos en el Decálogo son tan inmutables como el trono eterno. No se ha suprimido un mandamiento, ni una jota o un tilde se ha cambiado. Estos principios que se comunicaron a los hombres en el paraíso como la ley suprema de la vida existirán sin sombra de cambio en el paraíso restaurado. Cuando el Edén vuelva a florecer en la tierra, la ley de amor dada por Dios será obedecida por todos debajo del sol. El Discurso maestro de Jesucristo, p. 51 Jesús procedió entonces a mostrar a sus oyentes lo que significa observar los mandamientos de Dios, que son en sí mismos una reproducción del carácter de Cristo. |
3. | ↑ | El nombre hebreo, Gabriel, significa “Dios es mi fortaleza”. |
4. | ↑ | Salmo 33:6, 9Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca… Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió. |
5. | ↑ | Salmo 119:89Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos. Salmo 111:7-8… Fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud. |
6. | ↑ | Adán no fue hecho varón hasta que Eva fue creada. |
7. | ↑ | Si tomásemos el ADN de todas las células de tu cuerpo y las colocásemos en una hilera, punta a punta, formarían una hebra seis mil millones de millas de largo (y muy delgada). Para almacenar este material importante, las moléculas del ADN están apretadas alrededor de proteínas llamadas histonas para formar estructuras llamadas cromosomas. https://www2.le.ac.uk/projects/vgec/schoolsandcolleges/topics/dnageneschromosomes |
8. | ↑ | Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día: Comentarios de Elena G. de White, p. 14El Señor creó al hombre del polvo de la tierra. Hizo de Adán un participante de la vida y la naturaleza de Dios. Fue alentado en él el aliento del Todopoderoso, y se convirtió en un alma viviente. |
9. | ↑ | Patriarcas y Profetas, p. 122 Dios probó siempre a su pueblo en el crisol de la aflicción... Es mediante pruebas estrictas y reveladoras cómo Dios disciplina a sus siervos. Él ve que algunos tienen aptitudes que pueden usarse en el progreso de su obra, y los somete a pruebas. |
10. | ↑ | El Cristo triunfante, p. 319La historia de la Reforma enseña que la iglesia de Cristo nunca debe detenerse ni dejar de reformar. Dios está a la cabeza y le indica cómo le dijo antes a Moisés: “Que marchen.” “Di a los hijos de Israel que marchen”. La obra de Dios consiste en avanzar paso a paso con el pueblo de Dios, en medio de conflictos y pruebas, hasta alcanzar la victoria final. La historia de la iglesia nos enseña que el pueblo de Dios no debe estancarse en sus teorías de fe; por el contrario, debe prepararse para recibir nueva luz, para abrir la verdad revelada en la Palabra divina. La pasada historia del avance de la verdad en medio del error y de la oscuridad, nos demuestra que la mayoría no acaricia ni busca la verdad sagrada. Aquellos que han avanzado en la reforma, obedeciendo el mandato divino: “Que marchen”, han sido objetos de oposición, de tortura y de muerte. Y aunque las prisiones se abrieron ante ellos con su amenaza de tortura y muerte, consideraron a la verdad presente como digna de ser sostenida tenazmente y dieron sus vidas antes que sacrificar la fe. No consideraron valiosa la vida si para conservarla debían sacrificar la verdad de Dios. La verdad en nuestros días es tan importante como lo fue en los días de los mártires... |
11. | ↑ | Isaías 43:27-28Tu primer padre pecó, y tus enseñadores prevaricaron contra mí. Por tanto, yo profané los príncipes del santuario, y puse por anatema a Jacob y por oprobio a Israel. |
12. | ↑ | El Conflicto de los Siglos, p. 48De un modo casi imperceptible las costumbres del paganismo penetraron en la iglesia cristiana. El espíritu de avenencia y de transacción fue coartado por algún tiempo por las terribles persecuciones que sufriera la iglesia bajo el régimen del paganismo. Mas habiendo cesado la persecución y habiendo penetrado el cristianismo en las cortes y palacios, la iglesia dejó a un lado la humilde sencillez de Cristo y de sus apóstoles por la pompa y el orgullo de los sacerdotes y gobernantes paganos, y sustituyó los requerimientos de Dios por las teorías y tradiciones de los hombres. |
13. | ↑ | https://www.adventistarchives.org/seventh-day-adventists-on-womens-ordination-a-brief-historical-overview.pdf |
14. | ↑ | Manuscript Releases, tomo 17, pp. 81-82 Dios tiene una iglesia. No es la gran catedral, ni es el establecimiento nacional, ni son las diversas religiones; es el pueblo que ama a Dios y guarda sus mandamientos. “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” Donde está Cristo, aunque sea entre unos pocos humildes, ésa es la iglesia de Cristo; porque sólo la presencia del Alto y Sublime, el que habita la eternidad, puede constituir una iglesia. Donde están dos o tres que aman y obedecen los mandamientos de Dios, allí preside Jesús, bien sea en el lugar desolado de la tierra, en el desierto, en la ciudad, [o] encerrado en los muros de una prisión. |
15. | ↑ | Lamentaciones 4:11Cumplió Jehová su enojo, derramó el ardor de su ira; Y encendió en Sion fuego que consumió hasta sus cimientos. |
16. | ↑ | 1888 Materials, p. 995Al igual que el enemigo que se rebeló en el cielo, no les gusta escuchar, no corrigen el mal que han hecho, sino que se convierten en acusadores, declarándose mal utilizados y no apreciados. Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio, p. 137El estado de cosas existente en nuestros días es exactamente el mismo que prevaleció antes del diluvio y la destrucción de Sodoma. La disipación está aumentando en nuestro mundo… Y esa imaginación corrupta es seguida por prácticas sucias, semejantes a aquellas en las cuales se complacían los sodomitas. |
17. | ↑ | El Conflicto de los Siglos, p. 36El día menos pensado, en medio del curso rutinario de la vida, absortos los hombres en los placeres de la vida, en los negocios, en la caza al dinero, cuando los guías religiosos ensalcen el progreso y la ilustración del mundo, y los moradores de la tierra se dejen arrullar por una falsa seguridad, entonces, como ladrón que a media noche penetra en una morada sin custodia, así caerá la inesperada destrucción sobre los desprevenidos “y no escaparán”. |
18. | ↑ | El Cristo Triunfante, p. 201¿Suponen ustedes que después que Cristo ofreció su preciosa vida para redimir a los seres que él creó, habría de dejar de otorgarles suficiente poder que los capacitara para vencer por la sangre del Cordero y de la palabra de su testimonio? Él tiene poder para salvar a cada individuo. |
19. | ↑ | Apocalipsis 22:11-12El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. |
20. | ↑ | Life Sketches of James White and Ellen G. White 1888, p. 341“Luego me señalaron las cosas halagüeñas que enseñan algunos de estos transgresores de la ley de Dios. También se me mostró una luz brillante dada por Dios para guiar a todos los que desean andar por la senda de la salvación, y también para servir de advertencia al pecador para que huya de la ira de Dios y rinda obediencia voluntaria a sus requerimientos. En tanto esta luz continúe habrá esperanza; pero llegará un momento cuando cesará—cuando el que es santo permanecerá santo para siempre, y cuando el que esté sucio permanecerá sucio para siempre. Cuando Jesús se pare, cuando termine su obra en el lugar santísimo, ni un rayo más de luz será impartido al pecador. |
21. | ↑ | Ezequiel 18:23, 32¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? … convertíos, pues, y viviréis. |
22. | ↑ | Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio, p. 136En ocasión del juicio ejecutivo de Dios, ni una partícula de impureza sodomita escapará de la ira de Dios. Los que no se arrepientan y abandonen toda impureza, caerán con los impíos. Los que lleguen a ser miembros de la familia de Dios y constituyan el reino de Dios en la tierra renovada, serán seres santos, no pecadores. Véase Isaías 30:1-3, 8-16. |
23. | ↑ | Comentarios de E. G. de White, p. 469Las agonías del jardín del Getsemaní, los insultos, las burlas, los abusos amontonados sobre el amado Hijo de Dios, los horrores y la ignominia de la crucifixión, proporcionan suficientes e impresionantes demostraciones de que la justicia de Dios, cuando castiga, hace una obra completa. El hecho de que su propio Hijo, la Garantía del hombre, no fue exento, es un argumento que perdurará por toda la eternidad delante de santos y pecadores, delante del universo de Dios, para testificar de que Él no excusará al transgresor de su ley. Manuscrito 58, 1897; |
24. | ↑ | Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 222Cada paso hacia el mundo la fue alejando de Dios. |
25. | ↑ | Patriarcas y Profetas, p. 160Se nos enseña la temible y solemne lección de que mientras la misericordia de Dios tiene mucha paciencia con el transgresor, hay un límite más allá del cual los hombres no pueden seguir en sus pecados. Cuando se llega a ese límite, se retira el ofrecimiento de la gracia y comienza la ejecución del juicio. El Conflicto de los Siglos, p. 531¿Acaso podrían aquellos que han pasado su vida en rebelión contra Dios ser transportados de pronto al cielo y contemplar el alto y santo estado de perfección que allí se ve? … ¿Podrían acaso aquellos cuyos corazones están llenos de odio hacia Dios y a la verdad y a la santidad alternar con los ejércitos celestiales y unirse a sus cantos de alabanza? ¿Podrían soportar la gloria de Dios y del Cordero? No, no; años de prueba les fueron concedidos para que pudiesen formar caracteres para el cielo; pero nunca se acostumbraron a amar lo que es puro; nunca aprendieron el lenguaje del cielo, y ya es demasiado tarde. Una vida de rebelión contra Dios los ha inhabilitado para el cielo. La pureza, la santidad y la paz que reinan allí serían para ellos un tormento; la gloria de Dios, un fuego consumidor. Ansiarían huir de aquel santo lugar. Desearían que la destrucción los cubriese de la faz de Aquel que murió para redimirlos. La suerte de los malos queda determinada por la propia elección de ellos. Su exclusión del cielo es un acto de su propia voluntad y un acto de justicia y misericordia por parte de Dios. |
26. | ↑ | El Conflicto de los Siglos, p. 591Pero nadie sufrirá la ira de Dios antes que la verdad haya sido presentada a su espíritu y a su conciencia, y que la haya rechazado. |
27. | ↑ | Zacarías 14:12… la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca. El Conflicto de los Siglos, pp. 532-533Pero los que no hayan asegurado para sí el perdón, por medio del arrepentimiento y de la fe, recibirán el castigo señalado a la transgresión: “la paga del pecado”. Sufrirán un castigo de duración e intensidad diversas “según sus obras”, pero que terminará finalmente en la segunda muerte. |
28. | ↑ | Primeros Escritos, p. 37Entonces se me mostró una hueste que aullaba de agonía. Sobre sus vestiduras estaba escrito en grandes caracteres: “Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.” Pregunté acerca de quiénes formaban esta hueste. El ángel me dijo: “Estos son los que una vez guardaron el sábado y lo abandonaron.” Los oí clamar en alta voz: “Creímos en tu venida, y la proclamamos con energía.” Y mientras hablaban, sus miradas caían sobre sus vestiduras, veían lo escrito y prorrumpían en llanto. Vi que habían bebido de las aguas profundas, y hollado el residuo con los pies—pisoteado el sábado—y que por esto habían sido pesados en la balanza y hallados faltos. |
29. | ↑ | Italiano – sabato; Polaco – sobota; Búlgaro – събота; Griego – Σάββατο; Somalí – sabtu … |
30. | ↑ | The Youth’s Instructor, 30 noviembre, 1893Después de que Dios envía luz y evidencia calculada para convencer a cualquier mente racional y sin prejuicios, y no es recibida ni obedecida, más bien tratada con desprecio, resistida y rechazada, el Espíritu Santo se retira y los hombres quedan en la terquedad que han elegido. The Review and Herald, 3 septiembre, 1889A medida que se retire el poder restrictivo del Espíritu Santo, debido a la impenitencia e ingratitud de los hombres, se presenciarán cosas terribles en la tierra. |
31. | ↑ | The Review and Herald, 9 de junio 1896Cuando esta tierra maldecida por el pecado sea purificada de toda mancha del pecado; cuando el Monte de las Olivas se parta y se torne en una inmensa llanura; cuando descienda sobre él la santa ciudad de Dios, entonces la tierra que ahora llaman la Tierra Santa verdaderamente será santa. |
32. | ↑ | Mensajes Selectos, tomo 2, p. 167Estamos viviendo en los últimos días de la historia terrena, y no debe sorprendernos nada que ocurra en términos de apostasía y de negación de la verdad. La incredulidad se ha convertido ahora en un arte que los hombres ejercen para la destrucción de sus almas. Existe constantemente el peligro de la existencia de impostores entre los predicadores del púlpito, cuyas vidas contradigan las palabras que pronuncian; pero la voz de advertencia y amonestación se escuchará mientras dure el tiempo; y los que sean culpables de transacciones que nunca deberían haber realizado, cuando sean reprochados o aconsejados mediante los instrumentos señalados por el Señor, resistirán el mensaje y rehusarán ser corregidos… Oirán la palabra del Señor, pero si prefieren no prestarle atención, el Señor los hará responsables de su propia ruina. |
33. | ↑ | The Review and Herald, 25 de agosto 1885Satanás da su poder a los que lo están ayudando en sus engaños; por lo tanto, los que afirman que tienen el gran poder de Dios sólo pueden ser reconocidos por el gran detector: la ley de Jehová. |
34. | ↑ | Testimonios para la iglesia, tomo 3, p. 531Pero después del pecado de Eva, como ella fue la primera en desobedecer, el Señor le dijo que Adán dominaría sobre ella. Debía estar sujeta a su esposo, y esto era parte de la maldición. |
35. | ↑ | Eclesiastés 8:11Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. |
36. | ↑ | El Cristo triunfante, p. 55El Señor atrae a los seres humanos hacia sí para caminar con ellos, trabajar con ellos y enseñarles cómo venció cada tentación siendo humano y cómo pueden alcanzar la victoria gracias a la provisión que el Señor ha hecho. Para cada tentación hay una salida, si caminamos humildemente con Dios. Sin fe es imposible agradar a Dios... En su naturaleza caída, los seres humanos pueden hacer todo lo que Dios espera de ellos mediante la ayuda que les proporciona. Podrán caminar, trabajar y vivir por la fe en el Hijo de Dios. |
37. | ↑ | Palabras de vida del gran Maestro, p. 347Cristo ha sido un compañero diario y un amigo familiar para sus fieles seguidores. Estos han vivido en contacto íntimo, en constante comunión con Dios. Sobre ellos ha nacido la gloria del Señor. En ellos se ha reflejado la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Ahora se regocijan en los rayos no empañados de la refulgencia y gloria del Rey en su majestad. Están preparados para la comunión del cielo; pues tienen el cielo en sus corazones. |
38. | ↑ | Deuteronomio 32:5La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa. Testimonios para la iglesia, tomo 5, p. 132 En esta era degenerada se encontrarán muchos que están tan ciegos a la maldad del pecado que escogen una vida de libertinaje porque conviene a las inclinaciones naturales y perversas de su corazón. En vez de mirarse en el espejo de la ley de Dios y poner sus corazones y caracteres en conformidad con la norma de Dios, permiten que los agentes de Satanás planten la bandera en sus corazones. Los hombres corruptos creen que es más fácil malinterpretar las Escrituras para mantenerse en la iniquidad que abandonar su corrupción y pecado y ser puros de corazón y vida. |
39. | ↑ | Mensajes Selectos, tomo 1, p. 203Debieran resolver para siempre la cuestión de los casamientos y nacimientos en la tierra nueva. Ni los que serán levantados de los muertos ni los que serán trasladados sin ver la muerte se casarán o serán dados en casamiento. Serán como los ángeles de Dios, miembros de la familia real. |
40. | ↑ | Mateo 18:14Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. Life Sketches of James White and Ellen G. White (1880), p. 217 Con ellos había un gran número de pequeñitos que también tenían un borde rojo en su ropa. Éstos, dijo Jesús, son niños que fueron asesinados por mi y por la fe de sus padres. |
41. | ↑ | Salmo 139:13-16Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. |
42. | ↑ | Enfrentamiento, p. 58Si se comprendiesen plenamente todos los pecados que han acarreado la ira de Dios sobre las ciudades y las naciones, se hallaría que sus miserias y calamidades son el resultado de apetitos y pasiones desenfrenados. |
a. | ↑ | It Is No Secret What God Can Do, lyrics by Stuart Hamblen |