Yo aprecio todo lo que usted ha hecho bajo la dirección del Padre. Para mí, sus sueños llegaron en un momento muy importante de mi vida. El hecho de que Dios lo escogió para hablar a individuos como yo mediante sus sueños llegó como una noticia maravillosa. Si elegimos escucharlo, Él hablará con nosotros. Para mí, también significa que Él no es sordo a nuestras oraciones y que todavía está con nosotros hoy, cuando nuestro carácter como cristianos ha sido tan degradado. Siempre es mejor escuchar a nuestro Padre, incluso si es para decirnos que no lo estamos haciendo tan bien.
Siento gratitud y alabo a nuestro Señor que eligió hablar con nosotros en estas últimas horas. Gracias a sus sueños, nunca me he sentido tan cerca a Dios. He podido ver mis defectos de carácter y mis equivocaciones. Sus sueños han humillado mi corazón para buscar más de Él. He estado hablando mucho con Dios y permitiendo que el Espíritu Santo entre en mi corazón y mi mente. Él me ha mostrado tanto, y ha abierto mis ojos a la decadencia de este mundo y a mi propia perdición si no actuaba a tiempo.
En conclusión, a mi modo de ver, donde el enemigo nos empuja a “revolcarnos en el barro con los cerdos” para rebajarnos a nuestros más viles deseos, Nuestro Padre, Nuestro Creador, Nuestro Salvador, Nuestro Redentor nos glorifica. Gloria, gloria, gloria al Señor y sólo a Él.