En el año 2012, Dios guio a mi familia y a mí al Ministerio Para Mi Pueblo, y eso me sorprendió y bendijo. [Pero], me tomó más de siete años llegar a ver el error de mis caminos y cómo Satanás me estaba atrapando en sus tinieblas. Por fin estoy libre de su control y he regresado a mi Salvador.
Como niño que creció en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, oía la Palabra de Dios todos los días. No pensaba que necesitaba una conexión íntima con Dios para que Él me ayudara. Entonces, cuando mi vida comenzó a dar un giro hacia la oscuridad, no miré hacia atrás para pedir ayuda a Jesús.
Mi vida estaba llena de corrupción y fornicación. Me dirigí a varios tipos de adicción y a la homosexualidad, y pensaba que el mundo podría ayudarme a enfrentar mis problemas. No le había pedido a mi Padre celestial ayuda para cambiar mi vida, así que tuvo un grave efecto en mí.
A principios del año 2020, Dios comenzó a obrar en mí. Sentía como si se acercara un cambio, y sabía que el Espíritu Santo estaba obrando en mí para cambiar mi manera de ser. Comencé a leer los sueños y estudiar mi Biblia con oración ferviente. Pedí que el Espíritu Santo me ayudara a abrir los ojos e impidiera que se endureciera mi corazón.
Ahora soy un hombre cambiado por nuestro Señor y Salvador Cristo Jesús. Tomó tiempo, oración y la fe de toda mi familia y amistades. Yo no quería prestar atención a los mensajes de Dios, pero ahora, cada día quiero hablar más con Él.
Cuando por fin leí el sueño “La Cobija Blanca” (después de tantos años), me mostró que Dios nunca dejó de amarme ni de luchar por mí. Ahora paso tiempo con Jesús a diario, sabiendo que Él es el ÚNICO que me ayudará en la lucha contra la gran oscuridad. Esto ha impresionado mi corazón y me ha llenado de un gran gozo.
Dios ha ayudado a dar forma a mi corazón y mente. No puedo agradecerle lo suficiente por las oraciones de muchas personas especiales que ha puesto en mi vida. Amo el Ministerio Para Mi Pueblo y mi plan es seguir sirviendo a Dios hasta que Jesús vuelva en las nubes de los cielos. Con amor, Dios les bendiga.