La carta a Watson
En el Cápitulo 1, aparecen citas que muestran que Elena de White usó sus propios diezmos para sostener a individuos que no eran empleados de la iglesia. Este anexo contiene la carta que Elena de White le escribió al pastor G.F. Watson, el presidente de la Asociación de Colorado. Presenta varios puntos importantes sobre el tema del diezmo.
Spalding and Magan Collection (Colección Spalding y Magan), pp. 215-216
El uso del diezmo
Mountain View, Calif., 22 de enero de 1905
Pastor Watson:
Mi hermano, deseo decirle, Tenga cuidado sobre lo que hace. Usted no está actuando sabiamente. Cuánto menos usted diga en cuanto al diezmo que se le ha dado al campo más necesitado y desalentador del mundo, más sensato será.
Hace años que me ha sido presentado que yo debía tomar mi diezmo para ayudar a los ministros blancos y de color que habían sido descuidados y que no recibían suficiente para sostener debidamente a sus familias. Cuando se me llamó la atención a los ministros ancianos, blancos o negros, fue mi deber especial investigar cuáles eran sus necesidades y suplirlas. Ésa debía ser mi labor especial, y lo he hecho en varios casos. Nadie debe hacer notorio el hecho de que en casos especiales, el diezmo se usa de esa manera.
En cuanto a la obra para los de color en el sur, ese campo ha sido, y sigue siendo, robado de los medios que deberían suplir a los obreros de ese campo. Si ha habido casos cuando nuestras hermanas han utilizado sus diezmos para sostener a los pastores que trabajan a favor del pueblo de color en el sur, cada cual, si es sabio, guarde silencio.
Yo misma he utilizado mis diezmos para los casos más necesitados que llegan a mi atención. Se me ha instruido que debo hacer eso; y como el dinero no se retiene del alfolí del Seños, no es un asunto para comentar; porque requerirá que yo haga saber estos asuntos, cosa que no deseo hacer, porque no es lo mejor.
Se me han presentado algunos casos por años, y yo he suplido sus necesidades del diezmo, tal como Dios me instruyó que debiera hacer. Y, si cualquier persona me dijese, Hermana White, ¿podría usted enviar mis diezmos donde usted sepa que haya más necesidad? les diré, Sí, lo haré; y lo he hecho. Alabo a esas hermanas que han colocado sus diezmos donde más falta hacen para ayudar a hacer una obra que no se ha hecho; y si se hace conocer este asunto, creará un conocimiento que sería mejor dejar como está. No deseo dar publicidad a esta obra que el Señor ha pedido que yo y otros hagamos.
Le envío ese asunto para que usted no cometa un error. Las circunstancias cambian los casos. Yo no recomendaría que nadie adopte la costumbre de recoger los diezmos. Pero desde hace años, de vez en cuando hay personas que han perdido confianza en el uso del diezmo que me lo han puesto en mis manos, y me han dicho que si yo no lo recibía, ellos mismos se lo harían llegar a los familiares del pastor más necesitado que pudiesen encontrar. Yo he recibido el dinero, les he dado un recibo, y les dije cómo fue usado.
Le escribo esto para que usted se mantenga tranquilo y no se alborote ni dé publicidad a este asunto, para que muchos más no sigan su ejemplo.
(Firmado) Elena G. de White
La Realidad
- En este caso, Elena de White y otros estaban sosteniendo a ministros ordenados en el sur y no, como algunos han supuesto, a ministros de sostén propio.
- Los oficiales de la asociación no estaban complacidos que los individuos estaban enviando sus diezmos a obreros en el sur.
- Dios instruyó a Elena de White que hiciese llegar sus propios diezmos a los que habían sido descuidados. Esto se hizo durante años.
- Elena de White señala que sus diezmos "no fueron retenidos del alfolí del Señor."
- Elena de White se complacía en enviar los diezmos de otras personas a los obreros del sur.
- Elena de White alabó a los individuos por enviar sus diezmos a donde más falta hacía.
- Esta obra fue designada por Dios.
- Durante varios años, los individuos que habían perdido confianza en cómo las asociaciones consignaban el diezmo, se lo daban a Elena de White para los obreros en el sur del país.
- Las circunstancias alteran los casos.
La carta a Watson vs. la Asociación
La Asociación |
La carta a Watson |
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La asociación dice que debemos devolver nuestros diezmos a nuestra iglesia local. | La carta a Watson muestra que podemos devolver nuestros diezmos a cualquier división u obrero evangélico que haya sido descuidado. |
La asociación dice que no hay excepciones a sus reglamentos sobre el diezmo. | La carta a Watson dice que las circunstancias pueden cambiar los casos. |
La asociación dice que si hemos perdido confianza en los dirigentes o en la manera cómo se están usando nuestros diezmos, aún así debemos devolverlos a nuestra iglesia local de la asociación. | La carta a Watson muestra que si hemos perdido confianza en los que designan el uso de nuestros diezmos, es aceptable enviarlos a otra parte, donde se los use correctamente. |
La asociación dice que, debido a que Elena de White era una profetiza, era aceptable que ella utilizara sus propios diezmos. | La carta a Watson muestra que Dios dirigió a otras personas a utilizar sus propios diezmos. |
Las circunstancias cambian los casos
Un punto importante que la carta a Watson revela es el comentario de Elena de White que, "Las circunstancias cambian los casos." Tanto el descuido de los obreros del sur y la malversación de los diezmos de parte de la asociaciones constituían razones válidas para un cambio de circunstancias. Éste es un principio bíblico, tal como aparece en los versículos que siguen a continuación:
2 Reyes 4:42-44
"Vino entonces un hombre de Baalsalisa, el cual trajo al varón de Dios [Eliseo] panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su saco. Y él dijo: Da a la gente para que coma. Y respondió su sirviente: ¿Cómo pondré eso delante de cien hombres? Pero él volvió a decir: Da a la gente para que coma, porque así ha dicho Jehová: Comerán, y sobrará. Entonces lo puso delante de ellos, y comieron, y les sobró, conforme a la palabra de Jehová."
Las primicias debían ser dadas a los sacerdotes (Levítico 23:10; Deuteronomio 18:1-4). Sin embargo, en esta ocasión las primicias fueron dadas al profeta Eliseo, quien no era un levita. Un motivo por el cual esto puede haber ocurrido es porque todos los sacerdotes habían huido a Judá (2 Crónicas 11:13-14). Las circunstancias pueden cambiar los casos.
En otro ejemplo, Elena de White dice, "Hay casos excepcionales, cuando la pobreza es tan grande que para obtener el más humilde sitio de culto, puede ser necesario apropiarse del diezmo. Pero ese sitio no es ni Battle Creek ni Oakland." Manuscript Releases (Manuscritos), tomo 1, p. 191. Queda muy claro de los escritos de Elena de White que ella confirmaba que el diezmo solamente se debía usar para sostener a los ministros del evangelio (Gospel Workers (Obreros evangélicos), p. 227). Sin embargo, bajo circunstancias severas, esto puede cambiar.