La caída y el arrepentimiento de Ernie Knoll
- Introducción
- Los profetas son humanos
- Abraham le miente a Faraón y a Abimelec
- Jacob engaña a su padre
- El engaño de David y su pecado con Betsabé
- Pedro, ¿un cobarde apóstata?
- Moisés deshonra a Dios
- Salomón se descarría de Dios
- Jonás, el profeta desobediente
- La caída de Ernie
- El arrepentimiento de Ernie
- Conclusión del capítulo
Introducción
Conflicto y valor, p. 368
La pluma inspirada, fiel a su tarea, nos habla de los pecados que vencieron a Noé, Lot, Moisés, Abrahán, David y Salomón, y hasta nos cuenta que aun el enérgico espíritu de Elías se abatió bajo la tentación durante su terrible prueba. Están fielmente registradas la desobediencia de Jonás y la idolatría de Israel. La negación de Pedro, la aguda contienda que hubo entre Pablo y Bernabé, las flaquezas de los profetas y los apóstoles, todo queda revelado... Ante nosotros se expone la vida de los creyentes, con todos sus defectos e insensateces, que están destinados a ser una lección para todas las generaciones que los habían de seguir. Si hubiesen sido perfectos, habrían sido sobrehumanos, y nuestra naturaleza pecaminosa nos haría desesperar de llegar jamás a tal punto de excelencia. Pero al ver cómo lucharon y cayeron, cómo cobraron nuevamente ánimo y vencieron por la gracia de Dios, cobramos aliento para avanzar contra los obstáculos que la naturaleza degenerada coloca en nuestro camino.
Signs of the Times (Las Señales de los tiempos), 27 de julio de 1882
A veces puede ser necesario que el siervo de Dios justifique su propio carácter y defienda su proceder, de manera que el nombre del Señor sea glorificado, y no quede en reproche la verdad. Todos aquellos que se les trate con indiferencia o injusticia sigan el ejemplo de Samuel, teniendo cuidado de no hacer que el yo sobresalga, sino que mantengan el honor a Dios. En vez de explayarse en los agravios que ha sufrido, el ofendido debe señalar al pueblo cómo ellos han herido a Cristo en la persona de su siervo. De esa manera, muchos corazones, que serían tan duros como las piedras si se excitasen los sentimientos personales, serían llevados a la humillación y al arrepentimiento.
Este estudio no quedaría completo sin tratar la caída y el arrepentimiento de Ernie Knoll. En julio de 2009, se reveló que Ernie Knoll había recurrido a la falsedad para convencer a la gente de que su ministerio era ordenado por Dios. En noviembre de 2007, él inventó un relato en cuanto a una prostituta llamada Candace en el cual ella tuvo un encuentro con un ángel, quien le dijo que leyera los sueños de Ernie. En septiembre/octubre de 2008, Ernie inventó otro testimonio en cuanto a Candace y el Concilio del Gran Cometido, supuestamente compuesto de dirigentes inquietos de la iglesia que no veían nada malo en los sueños. Todo esto fue hecho debido a la oposición a los sueños y la falta de fe de que Dios cuidaría su propio ministerio.
Estas falsedades hicieron que muchos concluyesen que no era posible que los sueños de Ernie tuviesen su origen en Dios. Sin embargo, tal como veremos, no les faltaron errores a muchos profetas bíblicos.
Los profetas son humanos
Dice Dios:
Romanos 3:23
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.
Realidad
Tal como nosotros, los profetas son capaces de pecar. A menudo creemos equivocadamente que un profeta jamás pecará, y si lo hace, es prueba de que no es un profeta. Sin embargo, la Biblia muestra repetidas veces que hombres tales como Moisés, David, Abraham, Jacob, Jonás y Pedro luchaban contra el pecado tal como nosotros. Esto no significa que pueden ser excusados, porque no hay excusa por el pecado, pero sí muestra que con frecuencia nuestras expectativas de un profeta son mayores de lo que deberían ser. Las ilustraciones que aparecen a continuación son algunas de las que podemos leer en la Biblia.
Abraham le mienta a Faraón y a Abimelec
Dice Dios:
Patriarcas y profetas, p. 123
Durante su estada en Egipto, Abrahán dio evidencias de que no estaba libre de la imperfección y la debilidad humanas. Al ocultar el hecho de que Sara era su esposa, reveló desconfianza en el amparo divino, una falta de esa fe y ese valor elevadísimos tan noble y frecuentemente manifestados en su vida. Sara era una "mujer hermosa de vista," y Abrahán no dudó de que los egipcios de piel obscura codiciarían a la hermosa extranjera, y que para conseguirla, no tendrían escrúpulos en matar a su esposo. Razonó que no mentía al presentar a Sara como su hermana; pues ella era hija de su padre, aunque no de su madre. Pero este ocultamiento de la verdadera relación que existía entre ellos era un engaño. Ningún desvío de la estricta integridad puede merecer la aprobación de Dios. A causa de la falta de fe de Abrahán, Sara se vio en gran peligro. El rey de Egipto, habiendo oído hablar de su belleza, la hizo llevar a su palacio, pensando hacerla su esposa. Pero el Señor, en su gran misericordia, protegió a Sara, enviando plagas sobre la familia real. Por este medio supo el monarca la verdad del asunto, e indignado por el engaño de que había sido objeto, devolvió su esposa a Abrahán reprendiéndole así: "¿Qué es esto que has hecho conmigo?
Génesis 20:3-7
Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente? ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto. Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases. Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devuelves, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos.
Realidad
En ambas ocasiones, Abraham recurrió al engaño.
Resumen
Abraham no confió en el poder de Dios para salvar su vida. Por falta de fe, decidió tomar el asunto en sus propias manos. Razonó que su engaño no era pecado, porque sólo era la mitad de una mentira. Nos sorprende que no hizo esto sólo una vez, sino en dos ocasiones distintas.
Conclusión
Aun después de que Abraham mintió, Dios lo llamó profeta y no se registra que Dios le haya reprendido por su engaño.
Jacob engaña a su padre
Dice Dios:
El Cristo triunfante, p. 88
Jacob pensó obtener la primogenitura y sus beneficios mediante el engaño, pero se chasqueó.
La Historia de la redención, p. 90
Rebeca estaba al tanto de que Isaac prefería a Esaú, y se satisfizo con la idea de que la persuasión no lo haría cambiar de propósito. En lugar de confiar en Dios, en cuyas manos están todos los acontecimientos de la vida, manifestó su falta de fe al convencer a Jacob de que había que engañar a su padre. La conducta del joven en este asunto no recibió la aprobación de Dios. Rebeca y Jacob debieran haber esperado que el Señor llevara a cabo sus propósitos a su manera y a su tiempo, en lugar de tratar de cumplir la profecía valiéndose de una mentira.
Patriarcas y profetas, p. 178
Apenas Esaú se puso en camino para cumplir su encargo, empezó Rebeca a realizar su intención. Refirió a Jacob lo que había sucedido, y le apremió con la necesidad de obrar en seguida, para impedir que la bendición se diera definitiva e irrevocablemente a Esaú. Le aseguró que si obedecía sus instrucciones obtendría la bendición, como Dios lo había prometido. Jacob no consintió en seguida en apoyar el plan que ella propuso. La idea de engañar a su padre le causaba mucha aflicción. Le parecía que tal pecado le traería una maldición más bien que bendición. Pero sus escrúpulos fueron vencidos y procedió a hacer lo que le sugería su madre. No era su intención pronunciar una mentira directa, pero cuando estuvo ante su padre, le pareció que había ido demasiado lejos para poder retroceder, y valiéndose de un engaño obtuvo la codiciada bendición.
Realidad
Jacob le mintió a su padre.
Resumen
Jacob pensó que si mentía a su padre y obtenía la primogenitura por medio del engaño y la falsedad, que estaba cumpliendo la palabra de Dios.
Conclusión
La intención de Jacob era buena, pero le faltó fe en Dios y puso su confianza en el razonamiento humano. Una vez que había colocado sus pies en la senda del engaño, le pareció que no podía retroceder.
El engaño de David y su pecado con Betsabé
Dice Dios:
Patriarcas y profetas, pp. 746-747
David y sus hombres no habían tomado parte en la batalla entre Saúl y los filisteos, a pesar de que habían acompañado a los filisteos al campo de batalla. Mientras los dos ejércitos se preparaban para el combate, el hijo de Isaí se encontró en una situación de suma perplejidad. Se esperaba que lidiara en favor de los filisteos...
Se le hizo entender a David que había errado el camino. Hubiera sido mucho mejor para él hallar refugio en las poderosas fortalezas de las montañas de Dios que entre los enemigos declarados de Jehová y de su pueblo. Pero el Señor, en su gran misericordia, no castigó este error de su siervo ni le dejó solo en su angustia y perplejidad; pues aunque David, al perder su confianza en el poder divino, había vacilado y se había desviado del sendero de la integridad estricta, seguía teniendo en su corazón el propósito de ser fiel a Dios. Mientras que Satanás y su hueste estaban activos y ayudaban a los adversarios de Dios y de Israel a hacer planes contra un rey que había abandonado a Dios, los ángeles del Señor obraban para librar a David del peligro en que había caído. Los mensajeros celestiales movieron a los príncipes filisteos a que protestaran contra la presencia de David y de su fuerza junto al ejército en el conflicto que se avecinaba.
Achis se vio así obligado a ceder, y llamando a David, le dijo: "Vive Jehová, que tú has sido recto, y que me ha parecido bien tu salida y entrada en el campo conmigo, y que ninguna cosa mala he hallado en ti desde el día que viniste a mí hasta hoy: mas en los ojos de los príncipes no agradas. Vuélvete pues, y vete en paz; y no hagas lo malo en los ojos de los príncipes de los Filisteos."
David, temiendo traicionar sus verdaderos sentimientos, contestó: "¿Qué he hecho? ¿qué has hallado en tu siervo desde el día que estoy contigo hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?"
La contestación de Achis debió causar al corazón de David un estremecimiento de vergüenza y remordimiento al recordarle cuán indignos de un siervo de Jehová eran los engaños hasta los cuales se había rebajado. "Yo sé que tú eres bueno en mis ojos, como un ángel de Dios—le dijo Achis;—mas los príncipes de los Filisteos han dicho: No venga con nosotros a la batalla. Levántate pues de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y levantándoos de mañana, luego al amanecer partíos." Así quedó rota la trampa en que David se había enredado, y él se vio libre.
Ibíd., p. 777
Todo esfuerzo de David para ocultar su culpabilidad resultó fútil. Se había entregado al poder de Satanás; el peligro le rodeaba; la deshonra, que es más amarga que la muerte, le esperaba. No había sino una manera de escapar, y en su desesperación se apresuró a agregar un asesinato a su adulterio. El que había logrado la destrucción de Saúl, trataba ahora de llevar a David también a la ruina. Aunque las tentaciones eran distintas, ambas se asemejaban en cuanto a conducir a la transgresión de la ley de Dios. David pensó que si Urías era muerto por la mano de los enemigos en el campo de batalla, la culpa de su muerte no podría atribuirse a las maquinaciones del rey; Betsabé quedaría libre para ser la esposa de David; las sospechas se eludirían y se mantendría el honor real.
Spiritual Gifts (Dones espirituales) tomo 4A, p. 86
A la vista de Dios, su delito en el caso de Urías y Betsabé fue atroz. Un Dios justo e imparcial no aprobó ni excusó estos pecados de David, sino que envió reprensión y una denuncia seria por Natán, su profeta, la cual demuestra en vivos colores su grave delito. David había sido cegado de su tremendo desvío de Dios. Él había excusado su propio proceder pecaminoso, hasta que, a sus propios ojos, sus caminos eran aceptables. Un paso equivocado había preparado el camino para otro, hasta que sus pecados exigieron una reprensión de Dios a través de Natán. [Trad.]
Realidad
En una ocasión, David recurrió al engaño y en otro, al adulterio y el asesinato.
Resumen
Por falta de fe, David, como tantos antes de él, recurrió al engaño porque peligraba su vida. Pero peor que esto, tomó la esposa de un hombre e hizo matar a su esposo en batalla. Entonces, excusó su proceder pecaminoso hasta que creyó que lo que había hecho era "aceptable."
Conclusión
Aunque David era un mensajero escogido de Dios (véase Los Hechos de los apóstoles, p. 459), se soltó de la mano de Dios y cayó en el pecado. Sin embargo, Dios conocía su corazón y, aunque había cometido pecados tan atroces, fue perdonado. El arrepentimiento de David quizá sea el mejor conocido de la Biblia (véase el Salmo 51). Muestra que Dios puede perdonar cualquier pecado, no importa cuán serio sea, y que el arrepentimiento genuino es posible, aunque el pecador se arrepienta después de que su pecado sea revelado. Una vez que se descubre el pecado, es difícil para muchos creer que el pecador se ha arrepentido genuinamente. ¿Será que cada vez que un padre descubre que su hijo o hija ha pecado, y ese hijo pide perdón, que no es cierto que se haya arrepentido sinceramente? Recordemos que David no confesó su pecado hasta que el profeta Natán se lo reveló. ¿Será posible que Dios escogió a Ernie para ser su mensajero porque él serviría de ejemplo a todos en cuanto a las lecciones de arrepentimiento y perdón, debido a que su ministerio es el mensaje de Elías para hoy?
Pedro, ¿un cobarde apóstata?
Dice Dios:
El Deseado de todas las gentes, p. 659
La atención fue atraída a él por segunda vez, y se le volvió a acusar de ser seguidor de Jesús. Declaró ahora con juramento: "No conozco al hombre." Le fue dada otra oportunidad. Transcurrió una hora, y uno de los criados del sumo sacerdote, pariente cercano del hombre a quien Pedro había cortado una oreja, le preguntó: "¿No te vi yo en el huerto con él?" "Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres Galileo, y tu habla es semejante." Al oír esto, Pedro se enfureció. Los discípulos de Jesús eran conocidos por la pureza de su lenguaje, y a fin de engañar plenamente a los que le interrogaban y justificar la actitud que había asumido, Pedro negó ahora a su Maestro con maldiciones y juramentos. El gallo volvió a cantar. Pedro lo oyó entonces, y recordó las palabras de Jesús: "Antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces." Marcos 14:30
Ibíd., p. 659
[Pedro] Reflexionó con horror en su propia ingratitud, su falsedad, su perjurio.
A fin de conocerle, p. 182
Cuando fue puesto a prueba, Pedro pecó grandemente. Al negar al Maestro que había amado y servido, se convirtió en un cobarde apóstata. Pero su Señor no lo desdeñó; lo perdonó generosamente... Por lo tanto, recordando sus propias debilidades y fracasos, podía ser paciente con sus hermanos en sus faltas y errores; recordando el paciente amor de Cristo hacia él, que le proporcionó otra oportunidad de dar frutos de buenas obras, podía ser más conciliador con los que erraban...
El Comentario bíblico adventista, tomo 5, p. 1152
Algunos afirman que si un alma tropieza y cae, nunca puede recuperar su posición, pero el caso que tenemos ante nosotros contradice esto. Antes de su negación, Cristo dijo a Pedro: "Tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos". Al confiarle la mayordomía de las almas por quienes había dado su vida, Cristo dio a Pedro la más firme evidencia de su confianza en su restauración. Y se le encargó que alimentara no sólo a las ovejas sino también a los corderos: una obra más amplia y más delicada que la que hasta entonces le había sido asignada. No sólo se le dijo que presentara la palabra de vida a otros, sino que debía ser un pastor de la grey.
Realidad
Pedro negó a su Señor con maldiciones y juramentos y recurrió a la mentira y el perjurio.
Resumen
En un momento de debilidad, Pedro perdió su fe y se convirtió en un apóstata cobarde. Negó a su Señor después de declarar que jamás lo abandonaría.
Conclusión
Pedro no podía excusar su engaño, porque había sido llamado a cumplir un cargo que "era el más importante al cual hubiesen sido llamados alguna vez los seres humanos..." El Deseado de todas las gentes, p. 258. Sin embargo, aun después de haber negado al Señor tres veces, Pedro fue perdonado. "Pero su Señor no lo desdeñó; lo perdonó generosamente... Recordando el paciente amor de Cristo hacia él, que le proporcionó otra oportunidad de dar frutos de buenas obras, podía ser más conciliador con los que erraban..." A fin de conocerle, p. 182
Moisés deshonra a Dios
Dice Dios:
Conflicto y valor, p. 82
Primeramente se ocupó en tratar de ganar el favor de su propio pueblo haciéndole justicia. Mató a un egipcio que oprimía a uno de sus hermanos. Al hacer esto, manifestó el espíritu de aquel que es homicida desde el principio, y probó que no era digno de representar al Dios de misericordia, amor y ternura. Su primer intento se convirtió en un fracaso miserable. Como muchos otros, inmediatamente perdió su confianza en Dios y dio la espalda a la obra que se le había encomendado. Huyó de la ira del Faraón. Llegó a la conclusión de que a causa de su error, su pecado de tomar la vida del egipcio, Dios no le permitiría tener parte alguna en la obra de liberar a su pueblo de su cruel esclavitud. Pero el Señor permitió que sucedieran estas cosas para poder enseñarle la bondad, benevolencia y paciencia que todo obrero del Señor necesita tener...
Patriarcas y profetas, p. 441
El agua brotó en abundancia para satisfacer a la hueste. Pero se había cometido un gran agravio. Moisés había hablado, movido por la irritación; sus palabras expresaban la pasión humana más bien que una santa indignación porque Dios había sido deshonrado. ... Evidenció su falta de paciencia y de dominio propio. Así dio al pueblo oportunidad de dudar de que sus procedimientos anteriores hubieran sido dirigidos por Dios, y de excusar sus propios pecados. Tanto Moisés como los hijos de Israel habían ofendido a Dios. Su conducta, dijeron ellos, había merecido desde un principio crítica y censura. Ahora habían encontrado el pretexto que deseaban para rechazar todas las reprensiones que Dios les había mandado por medio de su siervo.
Moisés demostró que desconfiaba de Dios. "¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?" preguntó él, como si el Señor no fuera a cumplir lo que había prometido. "No creísteis en mí, para santificarme en ojos de Israel," dijo el Señor a los dos hermanos. Cuando el agua dejó de fluir y al oír las murmuraciones y la rebelión del pueblo, vaciló la fe de ambos en el cumplimiento de las promesas de Dios. ...
... Abrumado por la continua murmuración y rebelión del pueblo, Moisés perdió de vista a su Ayudador Omnipotente, y sin la fuerza divina se le dejó manchar su foja de servicios por una manifestación de debilidad humana. El hombre que hubiera podido conservarse puro, firme y desinteresado hasta el final de su obra, fue vencido por último. Dios quedó deshonrado ante la congregación de Israel, cuando debió ser engrandecido y ensalzado.
Realidad
Moisés asesinó a un egipcio, pensando que estaba sirviendo a Dios. Entonces, perdió su confianza en Dios y en la obra que se le había encomendado. Hacia el fin de su vida, nuevamente pecó Moisés al tomar para sí la gloria de Dios.
Resumen
En el gran plan de la providencia de Dios, permitió que Moisés asesinara al egipcio para que pudiera aprender lecciones valiosas para dirigir a su pueblo. Satanás había querido desanimarlo y así estorbar el gran plan de Dios de liberar a Israel de la esclavitud. Más tarde, al borde de la Tierra Prometida, Moisés desconfió de Dios y en un momento débil cometió un pecado que no parece tan serio, pero en realidad era peor que su primer pecado. Al tomar para sí la gloria y perder su paciencia, Moisés les dio a los rebeldes hijos de Israel un motivo para creer que él no había sido el escogido de Dios. Eso es precisamente lo que el diablo había deseado lograr.
Conclusión
Aunque en ambas situaciones Moisés pecó contra Dios, Dios no lo abandonó, porque conocía el corazón de Moisés. Éste es un punto importante. Lo que distinguió a los que cayeron en el pecado y fueron perdonados de los que cayeron en el pecado y murieron, era la condición de sus corazones.
Salomón se descarría de Dios
Dice Dios:
Profetas y reyes, p. 36
Pero después de un amanecer muy promisorio, su vida quedó obscurecida por la apostasía. La historia registra el triste hecho de que el que había sido llamado Jedidyá, "Amado de Jehová" (2 Samuel 12:25), el que había sido honrado por Dios con manifestaciones de favor divino tan notables que su sabiduría e integridad le dieron fama mundial; el que había inducido a otros a loar al Dios de Israel, se desvió del culto de Jehová para postrarse ante los ídolos de los paganos.
Ibíd., p. 39
Tan gradual fue la apostasía de Salomón que antes de que él se diera cuenta de ello, se había extraviado lejos de Dios. Casi imperceptiblemente comenzó a confiar cada vez menos en la dirección y bendición divinas, y cada vez más en su propia fuerza. Poco a poco fue rehusando a Dios la obediencia inquebrantable que debía hacer de Israel un pueblo peculiar, y conformándose cada vez más estrechamente a las costumbres de las naciones circundantes.
Realidad
Salomón se unió a las filas del culto pagano y llevó a Israel a la apostasía.
Resumen
Salomón comenzó como un siervo humilde de Dios, al cual se le había dado mucha sabiduría. Sin embargo, lentamente se apartó de Dios y, antes de darse cuenta, había caído en la apostasía y la rebelión abierta.
Conclusión
Pocos en la Biblia pueden igualar la caída de Salomón en la desobediencia. Sin embargo, después de caer tan profundamente en el pecado, Dios aceptó a Salomón cuando decidió arrepentirse al final de su vida.
Jonás, el profeta desobediente
Dice Dios:
Profetas y reyes, p. 199
Mientras el profeta pensaba en las dificultades e imposibilidades aparentes de lo que se le había encargado, se sintió tentado a poner en duda la prudencia del llamamiento. Desde un punto de vista humano, parecía que nada pudiera ganarse proclamando un mensaje tal en aquella ciudad orgullosa. Se olvidó por el momento de que el Dios a quien servía era omnisciente y omnipotente. Mientras vacilaba y seguía dudando, Satanás le abrumó de desaliento...
El encargo que había recibido imponía a Jonás una pesada responsabilidad; pero el que le había ordenado que fuese podía sostener a su siervo y concederle éxito. Si el profeta hubiese obedecido sin vacilación, se habría ahorrado muchas experiencias amargas, y habría recibido abundantes bendiciones. Sin embargo, el Señor no abandonó a Jonás en su hora de desesperación. Mediante una serie de pruebas y providencias extrañas, debía revivir la confianza del profeta en Dios y en su poder infinito para salvar.
Realidad
Jonás desobedeció la voz de Dios y trató de huir hacia la dirección contraria.
Resumen
Jonás constituye uno de los pocos ejemplos bíblicos donde aprendemos de un profeta que eligió desobedecer a Dios a sabiendas y vivió para relatar su historia. A él se le confió una gran responsabilidad, pero por falta de fe fue guiado a la desobediencia.
Conclusión
Aunque Jonás desobedeció a Dios, las buenas noticias son que Dios no lo abandonó a causa de su desobediencia. Esto muestra que Dios puede usar a un profeta que ha caído en el pecado. Alabado sea Dios, también muestra que nos puede usar a todos nosotros, a pesar de que hayamos pecado seriamente.
La caída de Ernie
Dice Dios:
Proverbios 24:16
Porque siete veces se cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos se hundirán en la desgracia.
De los sueños de Ernie:
Dos autos, 12 de marzo de 2010
Al dar la vuelta a una esquina, vemos un bloqueo militar. Nos señalan que nos detengamos y un soldado se acerca y ordena que yo me baje del auto. Al bajar, veo que estoy parado en un lodazal. Trato de limpiar el lodo, pero no se quita. El soldado me entrega un trapo, pero cuando lo uso, mis zapatos se ensucian aún más y ahora también tienen grasa. Vuelvo a entrar al auto y el soldado nos dice que hemos venido por un camino equivocado, que debíamos haber tomado el otro camino. Dice que éste no es el camino correcto y que debemos regresar. Ahora nuestro conductor se inclina hacia adelante, mira al soldado y le dice que alce la barrera porque vamos a seguir adelante, debido a que ése es el camino que debemos tomar.
Ibíd.
Me doy cuenta que cada paso que tomo en el pavimento duro es más suave que el anterior. El Heraldo me dice que habrá cosas ocultadas de mi vista que me harán tropezar y caer. Miro hacia abajo por sólo un instante y noto que mi pie derecho cae y penetra el pavimento, el cual ahora está duro. Al tropezar y caer, mi mano se zafa de la mano del Heraldo. Caigo rodando cuesta abajo hacia la derecha y quedo sumergido en lo profundo de un río fangoso. El agua tiene una capa dura y eso me obliga a nadar más lejos para poder salir del agua. Nado cerca del fondo del río y entonces nado entre dos columnas grandes de cemento. Apenas puedo pasar entre ellas y en ese instante recuerdo la nube y como se parecía a Jesús. Oro en mi mente que Jesús nuevamente extienda su mano y me ayude. Al pasar por el sitio estrecho, agarro el fondo de una escalera y siento que una mano se aferra a la mía. Tiene una fuerza que no soy capaz de describir. Siento que me saca rápidamente de la profundidad de las aguas y me coloca suavemente sobre un muelle. Me doy vuelta y veo a Jesús parado ahí. Me llama por mi nombre celestial y empezamos a caminar juntos. Me dice que hay un sitio donde desea llevarme.
En el corazón de Jesús, 12 de septiembre de 2009
El Heraldo me explica lo siguiente. "He esperado para regresar, pero como antes, tenía que esperar hasta que se me volviera a enviar. Vengo como un mensajero. Estoy aquí para mostrarte muchas cosas que debes mostrar a todos. Yo sé que deseabas confirmación de lo que estaba pasando. Observé cuando Satanás comenzó a engañarte. Él compartió contigo grandes verdades en algunos de tus sueños privados, no publicados, pero en toda la verdad siembre había un poquito de error. Observé cuando él te engañó más y más. Tú estabas convencido de que eran instrucciones del Padre de toda la verdad, pero observé mientras recibías instrucciones del padre de todas las mentiras. Nuestro Padre lo pudiera haber impedido, pero Él permite que pasen cosas cuando sabe que son para la mejora de todos. Recuerda que Él conoce desde el principio hasta el fin. Él ya sabía que Satanás te iba a engañar. Él ya sabía que muchas de tus amistades cercanas te abandonarían. Él ya sabía que atravesarías solo un tiempo de desolación completa. Él ya sabía que tendrías que caminar a través del desierto. Él ya sabía que pasarías por tu propio Jardín del Getsemaní. Él ya sabía que muchos te descartarían como mensajero, pero eso también era una prueba para ver si la podrías vencer. Nuestro Padre permitió que esto pasara porque Él ya sabía el resultado. Dios sí odia el pecado, pero ama al pecador. Él te ama. ¿Recuerdas tu primer sueño cuando estabas reclinado a la mesa? Se te dijo que el Gran Anfitrión hubiera hecho todo lo necesario para tenerte allí."
Cómo sucedió la caída de Ernie Knoll
- El hecho que tantos no aceptaban los mensajes que se le pedía que diese al pueblo de Dios, Ernie quedó afectado emocionalmente.
- Las declaraciones falsas escritas en contra de él también lo preocupaban.
- En vez de llevar estos asuntos a Dios, Ernie se desanimó.
- A su desánimo produjo una falta de fe.
- Como resultado, Ernie inventó el testimonio de Candace.
- Mientras Ernie inventaba la historia, notó que las palabras fluían fácilmente. Eso le hizo creer que Dios lo había inspirado a escribirla, como una parábola.
- Una vez que colocó el testimonio en el internet, Ernie se arrepintió de haberlo hecho, pero no sabía cómo salir de la situación.
- Entonces, Ernie comenzó a rogarle a Dios que no le diera más sueños, porque se sentía indigno.
- Con el paso del tiempo, Ernie comenzó a justificarse que Dios le estaba inspirando a escribir acerca de Candace.
- Cuando aumentó la oposición a los sueños y comenzaron a aparecer sitios en el interner en contra de los sueños, Ernie inventó el Concilio de la Gran Comisión.
- Durante algunos meses antes que se descubriera el asunto, Ernie había estado enviando correos electrónicos a amigos y a la junta del ministerio como si él fuese Candace, pidiéndoles que orasen por Ernie porque Satanás lo estaba atacando a él y a Becky (su esposa).
Realidad
Ernie permitió que el desánimo y las palabras de otros se interpusieran entre él y Dios. Recurrió a la mentira y el engaño para tratar de probar que los mensajes que estaba recibiendo eran de Dios.
Resumen
Tal como ocurrió con los profetas de antaño, el diablo encontró una debilidad en Ernie que pudo manipular y así causar que Ernie cayera. Hay parecidos especiales entre la caída de Ernie y la de Jacob y David. Éstos incluyen:
Jacob | Ernie
|
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Jacob creyó que Dios le había prometido la primogenitura. | Ernie creyó que Dios lo había llamado a ser un mensajero. |
Por temor de perder la primogenitura, Jacob tomó la situación en sus propias manos para obtenerla. | Ernie razonó que si inventaba a Candace, eso promovería los sueños. |
Jacob debería haber creído la promesa de Dios, pero se interpuso su debilidad humana. | Ernie debería haber confiado en Dios, pero se interpuso su debilidad humana. |
Al principio, a Jacob no le agradó la idea de engañar a su padre, pero con todo y eso, cumplió con las sugerencias de su madre. | Mientras Ernie creaba la historia de Candace, se convenció de que Dios lo estaba guiando a hacerlo. |
No era la intención de Jacob pronunciar una mentira directa, pero una vez que comenzó, no halló cómo escaparse. | No era el plan de Ernie engañar a nadie. Pero, una vez que comenzó, no halló una salida. |
Para leer los detalles de la caída de Jacob, véase Patriarcas y profetas, p. 178 y Spiritual Gifts (Dones espirituales), tomo 3, p. 115. |
David | Ernie |
---|---|
Satanás guió a David a cometer adulterio con Betsabé. | Satanás engañó a Ernie para que inventara a Candace. |
Para evitar la deshonra, David se hundió más profundamente en el pecado cuando mandó a matar al esposo de Betsabé. | Para probar que la historia de Candace era verdad, Ernie no se detuvo con Candace, sino que inventó el Concilio de la Gran Comisión. |
En vez de arrepentirse, David comenzó a excusar su pecado hasta que, a sus ojos, sus caminos le parecieron admisibles. | Aunque Ernie sabía que había hecho mal, también sentía que Dios lo había guiado en lo que había hecho. |
Un paso mal dado preparó el camino para el siguiente. | Un paso mal dado guió a Ernie a tomar otro. |
David sólo confesó su pecado cuando el profeta Natán se enfrentó con él. | Ernie sólo confesó su pecado cuando la junta de su ministerio le mostró las pruebas de que había pecado. |
Para leer los detalles de la caída de David, véase Patriarcas y profetas, p. 775, Conflicto y valor, p. 179, y Spiritual Gifts (Dones espirituales), tomo 4A, p. 86. |
¡Pedir a Dios protección!
Es interesante notar que el último sueño que Ernie tuvo antes de inventar a Candace fue el sueño 25, "¡Pedir a Dios protección!" En ese sueño, lo estaban torturando. Cuando se despierta, se da cuenta que está inmovilizado y no puede hablar. Fue cuando se despertó Becky y ofreció clamar en el nombre de Jesús que fue liberado. Dios le dio a Ernie una advertencia de su caída inminente, pero Ernie no reconoció la advertencia.
Conclusión
Es cosa fácil condenar a Ernie Knoll y despedirlo como mensajero divino debido a los engaños que practicó. Sin embargo, si nosotros hubiésemos vivido en los días de Abraham, Jacob, Moisés, David, Salomón, Jonás y Pedro, ¿habríamos llegado a la misma conclusión si nos hubiésemos enterado de sus pecados? En los días de Jesús, los judíos confesaban abiertamente que creían en los profetas del pasado, pero si ellos hubiesen vivido en los días de esos profetas, los habrían rechazado, porque rechazaron a Jesús, Aquél que los envió. ¿Somos parecidos hoy en día? Leemos las palabras de Moisés, David y Pedro, y creemos que vienen de Dios. Pero cuando alguien como Ernie llega y cae en los mismos pecados que ellos cometieron, muchos lo rechazan. Una vez que se reveló el pecado de Ernie, los que se apartaron no cumplieron con las instrucciones de Dios que hallamos en El Deseado de todas las gentes, páginas 407 y 408. Para obtener detalles en cuanto a este consejo, véase el Anexo C.
El arrepentimiento de Ernie
Dice Ernie:
Quizá sepan que yo he pecado contra Dios y contra su pueblo. Sin embargo, Dios ha aceptado mi arrepentimiento y ahora estoy esforzándome por ser como Cristo. Por la gracia de Dios, este ministerio continuará. Veremos que la iglesia de Dios será purificada y el trigo será separado de la paja. Su iglesia estará en pie como un faro en una colina.
Dice Dios:
1 John 1:9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda iniquidad.
Salmo 51:1-13
Ten piedad de mí, Oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis delitos. Lávame a fondo de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis delitos, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo que es malo delante de tus ojos; así que eres justo cuando sentencias, e irreprochable cuando juzgas. Mira que en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. Pero tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame y quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. Oculta tu rostro de mis pecados, y borra todas mil maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto delante de mí. No me eches de delante de ti, y no retires de mí tu santo Espíritu. Devuélveme el gozo de tu salvación, y en espíritu de nobleza afiánzame. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti.
Salmo 32:5
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah.
Del sueño de Ernie:
En el corazón de Jesús, 12 de septiembre de 2009
El Heraldo puso ambas manos sobre mis hombros y dijo, "No dejes de entender y recordar que Él ha hecho todo, y sigue haciendo todo lo que puede, para que estés en la mesa y pueda servirte." Trato de decirle cuánto lo siento y que quiero volver a decirle todos mis pecados y cuánto lo siento. Sin embargo, ésta es la primera vez que el Heraldo me interrumpe y dice, "Basta. Debes darte cuenta que nuestro Padre busca un corazón arrepentido. Él escribió en el libro de Jeremías 31:34, "Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado." Él dice que no volverá a recordar sus pecados. Él te ha perdonado, tal como se te ha mostrado en otros sueños privados. No debes sacar a relucir lo que ha pasado cuando Él ya no lo recuerda."
En el Anexo D se encuentran estos sueños privados.
Realidad
Ernie Knoll se ha arrepentido de su pecado.
Resumen
Tal como muchos de los profetas bíblicos que pecaron, se arrepintieron y fueron perdonados, Ernie Knoll se ha arrepentido de su pecado. Muchos creen que debido a su pecado, Dios no lo podrá usar más. Sin embargo, ¿quiénes somos nosotros para decidir a quién Dios puede usar y a quién no? Moisés deshonró a Dios, pero siguió siendo un mensajero de Dios. Jonás desobedeció la palabra de Dios, pero todavía fue usado para advertir a los habitantes de Nínive. Y la vida de Pedro muestra que fue llamado por Dios, gozó de las bendiciones de Dios, pero cayó en un momento de debilidad. A pesar de eso, después de confesar su pecado, se le proporcionó "otra oportunidad de dar frutos de buenas obras." A fin de conocerle, p. 182. A Pedro se le encargó "apacentar a las ovejas y corderos del rebaño." Los Hechos de los apóstoles, p. 429
Conclusión
Las buenas nuevas del evangelio son que si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos. Muchos han pensado que, debido a que Ernie confesó su pecado después de que se lo descubrió, que su confesión no era genuina, que se asemejaba a la confesión de Acán. Sin embargo, David confesó su pecado después de que se lo confrontara con él; y fue perdonado.
Conclusión del capítulo
La Biblia enseña que todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. Revela que muchos de los grandes hombres de fe a veces cayeron en el pecado. Sin embargo, aunque causaron deshonra a Dios, Él los perdonó y los usó para cumplir con sus propósitos.
Debido a la promesa del perdón y la manera como Dios guió en las vidas de los tales como Abraham, Jacob, Moisés, David, Salomón, Jonás, Pedro y todos los demás profetas que cayeron en el pecado, no vemos motivo alguno por el cual Dios no podría perdonar a Ernie Knoll y reintegrarlo como mensajero suyo.
Es cosa significativa que, aunque Ernie cayó en el pecado, Dios en su providencia preservó sus sueños para que permanecieran libres de errores. Si esos sueños no fuesen de Dios, anticiparíamos hallar el error mezclado con la verdad. Pero, ése no es el caso.
Dios siempre envía a un profeta/mensajero para advertir a su pueblo antes de que ocurran eventos importantes. Lo hizo antes del diluvio, antes de la caída de Jerusalén a los babilonios, antes del ministerio público de Cristo, antes de la destrucción de Jerusalén por los romanos, y antes de comenzar el juicio investigador. ¿No deberíamos anticipar que Dios nos enviase un mensajero hoy en día para alertarnos al regreso inminente de Jesús? Los mensajes que ha recibido Ernie Knoll para dar al pueblo de Dios incluyen un llamado al arrepentimiento, un mensaje para vivir por la fe, un mensaje de confianza en la justicia de Cristo y no en la nuestra, un mensaje de preparación para el evento más grande en la historia de este mundo.
¿Será que nosotros, como la mayoría de los que vivieron durante esos grandes eventos, también rechazaremos el mensaje que envía Dios pidiendo que nos arrepintamos y nos preparemos? La decisión es nuestra. Su ejemplo fue escrito para nuestra amonestación. ¿Será que aprenderemos de sus errores?