Después de enterarse de la apostasía y el espiritismo en la Iglesia Adventista, ¿qué es lo que deben hacer los miembros?
Isaías 58:1
Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado.
Testimonios para la iglesia, tomo 5, p. 196
Así el clamor de paz y seguridad es dado por hombres que no volverán a elevar la voz como trompeta para mostrar al pueblo de Dios sus transgresiones y a la casa de Jacob sus pecados. Estos perros mudos que no querían ladrar, son los que sienten la justa venganza de un Dios ofendido. Hombres, jóvenes y niñitos, todos perecen juntos.
Ibíd., p. 175
Sacudid de vosotros el letargo espiritual. Trabajad con toda vuestra fuerza para que podáis salvar vuestras propias almas y las de otros. Ahora no es el tiempo de decir “paz y seguridad”. Para dar este mensaje no se necesitan oradores elocuentes. Ha de proclamarse la verdad en toda su punzante severidad. Se necesitan hombres de acción, hombres que trabajen con energía dedicada e inagotable en favor de la purificación de la iglesia y la amonestación del mundo.
La Educación, p. 90
Necesitan aprender a reprender con amor, a herir para sanar, a amonestar con palabras de esperanza.
El Conflicto de los Siglos, p. 152
A esto respondió el reformador: “El evangelio de Cristo no puede ser predicado sin escándalo .... ¿Cómo es posible que el temor o aprensión de los peligros me desprenda del Señor y de su Palabra divina, que es la única verdad? ¡No; antes daré mi cuerpo, mi sangre y mi vida!”.
Primeros Escritos, pp. 269-270
Vi que algunos, con fe robusta y gritos acongojados, clamaban ante Dios. Estaban pálidos y sus rostros demostraban la profunda ansiedad resultante de su lucha interna. Gruesas gotas de sudor bañaban su frente; pero con todo, su aspecto manifestaba firmeza y gravedad. De cuando en cuando brillaba en sus semblantes la señal de la aprobación de Dios, y después volvían a quedar en severa, grave y anhelante actitud.
Los ángeles malos los rodeaban, oprimiéndolos con tinieblas para ocultarles la vista de Jesús y para que sus ojos se fijaran en la obscuridad que los rodeaba, a fin de inducirlos a desconfiar de Dios y murmurar contra él. Su única salvaguardia consistía en mantener los ojos alzados al cielo, pues los ángeles de Dios estaban encargados del pueblo escogido y, mientras que la ponzoñosa atmósfera de los malos ángeles circundaba y oprimía a las ansiosas almas, los ángeles celestiales batían sin cesar las alas para disipar las densas tinieblas.
De cuando en cuando Jesús enviaba un rayo de luz a los que angustiosamente oraban, para iluminar su rostro y alentar su corazón. Vi que algunos no participaban en esta obra de acongojada demanda, sino que se mostraban indiferentes y negligentes, sin cuidarse de resistir a las tinieblas que los envolvían, y éstas los encerraban como una nube densa. Los ángeles de Dios se apartaron de ellos y acudieron en auxilio de los que anhelosamente oraban. Vi ángeles de Dios que se apresuraban a auxiliar a cuantos se empeñaban en resistir con todas sus fuerzas a los ángeles malos y procuraban ayudarse a sí mismos invocando perseverantemente a Dios. Pero nada hicieron sus ángeles por quienes no procuraban ayudarse a sí mismos, y los perdí de vista.
Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el testimonio directo que exige el consejo que el Testigo fiel dio a la iglesia de Laodicea. Moverá este consejo el corazón de quien lo reciba y le inducirá a exaltar el estandarte y a difundir la recta verdad. Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios.
Dios busca a quienes “clamen a voz en cuello” de la apostasía en la Iglesia ASD. Sin embargo, a los que lo hacen y enfatizan la ley de Dios, se los acusa de ser criticones, sentenciosos, negativos, legalistas, etc. Nos acordamos de una analogía, en la cual alguien grita a media noche a sus vecinos, que su casa se está quemando. Si los que viven en la casa ardiente le dicen al vecino que se calle, y se vuelven a dormir, no vivirán para ver la luz del día siguiente. Algunos dicen que no debemos preocuparnos por la apostasía, que las cosas no andan tan mal, y que debemos dejar que Dios se encargue de ella. Si eso fuera verdad, Dios hubiera hecho algo desde hace mucho tiempo. Dios nos tendrá por responsables si no decimos ni hacemos nada en cuanto a esta crisis. Es el mismo principio de alzar la voz cuando lleguen las leyes dominicales. Claro está, que hoy en día hay miembros que no creen que habrá leyes dominicales. La Palabra de Dios nos dice lo que debemos hacer en esta situación desesperada. En las citas siguientes, vemos que se repite la historia.
Battle Creek Letters (Cartas a Battle Creek), p. 79
Pocos pueden ver el significado de la apostasía actual. Pero el Señor ha alzado la cortina y me ha mostrado su significado, y el resultado que tendrá si se la permite continuar. Ahora debemos alzar nuestras voces y dar la advertencia. [Trad.]
Mensajes Selectos, tomo 1, pp. 227-229
Prosigue la batalla. . . . ¿Dónde están sus centinelas? ¿Están encima de la alta torre, dando la señal de peligro, o permiten que pase el peligro sin ser advertido?
¿Quedarán en silencio los hombres de nuestras instituciones, permitiendo que se propaguen engaños insidiosos para la ruina de las almas? . . . ¿No es tiempo de que nos preguntemos a nosotros mismos: ¿permitiremos que el adversario nos induzca a renunciar a la obra de proclamar la verdad?
Se demanda acción vigilante. La indiferencia y la pereza darán como resultado la pérdida de la religión personal y del cielo.
Testimonios para la Iglesia, tomo 3, p. 311
¡Qué engaño asombroso y qué terrible ceguedad habían cubierto a Israel como un oscuro manto! Esta ceguera y apostasía no los habían rodeado repentinamente; habían descendido gradualmente sobre ellos al no prestar atención al mensaje de reprensión y advertencia que el Señor les había enviado a causa de su orgullo y sus pecados. Y ahora, en esta terrible crisis, en la presencia de los sacerdotes idólatras y el rey apóstata, permanecían neutrales. Si Dios aborrece un pecado más que otro, del cual su pueblo es culpable, es el de no hacer nada en caso de una emergencia. La indiferencia y la neutralidad en una crisis religiosa son consideradas por Dios como un grave delito, igual al peor tipo de hostilidad contra Dios.
The Review and Herald (La Revista Adventista), 12 de diciembre de 1893
La salvación de los pecadores exige que cada cristiano actúe su parte y ponga cierta medida de fuerza positiva…. Es necesario dar la palabra a tiempo y fuera de tiempo. Satanás está obrando a través de sus agentes; ¿acaso no deben los soldados de Cristo ejercer una influencia positiva para salvar a las almas que andan por el camino ancho que va hacia la muerte? [Trad.]
El Otro Poder, p. 174
Mantengan el mensaje de advertencia de la verdad delante de la gente; porque el fin está cerca. Proclamen a viva voz y no se preocupen. Algunos no prestarán atención, pero otros se arrepentirán y se convertirán.
In Heavenly Places (En los Lugares Celestiales), p. 328
Ha llegado la hora de adquirir fuerzas de la Fuente de toda la fuerza, de clamar a voz en cuello sin detenernos, de rechazar las nubes de la oscuridad, para que sea revelada la luz del cielo. [Trad.]
Spiritual Gifts (Los Dones Espirituales), tomo 2, pp. 283-284
Algunos se rehúyen del testimonio viviente. No deben rehuirse las verdades cortantes. Para alcanzar los corazones ahora, es necesario tener algo más que teorías. Se necesita el testimonio conmovedor para alarmar y despertar; eso agitará a los sujetos del enemigo, y entonces las almas sinceras serán guiadas a una decisión a favor de la verdad. Ha habido, y todavía hay, una disposición de parte de algunos de que todo funcione tranquilamente. Ellos no ven la necesidad del testimonio recto.
En la iglesia existen pecados que Dios odia, pero apenas se los toca por temor de hacerse enemigos. En la iglesia ha surgido oposición al testimonio fiel. Algunos no lo soportan. Desean que se les digan cosas suaves. Y si se tocan los pecados de individuos, se quejan de severidad y simpatizan con los que andan mal. Tal como le preguntó Acab a Elías, ¿“Eres tú el que alborotas a Israel”?, están listos a considerar con duda y sospecha a los que pronuncian el testimonio fiel, y como Acab, pasan por alto el mal que ha impuesto la necesidad de la reprobación y la reprensión. Cuando la iglesia se aparta de Dios, desprecia el testimonio fiel, y se queja de severidad y dureza. Es una prueba triste del estado tibio de la iglesia. [Trad.]
Mensajes Selectos, tomo 1, pp. 239-240
Poco después de que envié los testimonios acerca de los esfuerzos del enemigo para socavar el fundamento de nuestra fe mediante la diseminación de teorías engañosas, leí un incidente acerca de un barco que hizo frente a un iceberg en una neblina. Dormí poco durante varias noches. Me parecía estar aplastada como un carro bajo las gavillas. Una noche fue presentada claramente una escena delante de mí. Navegaba un barco en medio de una densa neblina. De pronto el vigía exclamó: “¡Iceberg a la vista!” Allí, como una elevada torre por encima del barco, estaba un gigantesco iceberg. Una voz autorizada exclamó: “¡Hazle frente!” No hubo un momento de vacilación. Se demandaba acción instantánea. El maquinista dio marcha a todo vapor y el timonel dirigió el barco directamente contra el iceberg. Con un crujido golpeó el témpano. Hubo una terrible sacudida, y el iceberg se rompió en muchos pedazos que cayeron sobre la cubierta con un estruendo semejante al trueno. Los pasajeros fueron violentamente sacudidos por la fuerza de la colisión, pero no se perdieron vidas. El navío se dañó, pero no sin remedio. Rebotó por el contacto, temblando de proa a popa como una criatura viviente. Entonces siguió adelante en su camino.
Bien sabía yo el significado de esta visión. Había recibido mis órdenes. Había oído las palabras, como una voz de nuestro Capitán: “¡Hazle frente!” Sabía cuál era mi deber y que no había un momento que perder. Había llegado el tiempo de una acción decidida. Sin demora, debía obedecer la orden: “¡Hazle frente!”
La Iglesia ASD está en una crisis, y la mayoría de sus miembros no hace nada. Algunos dicen que no ven ningún problema donde ellos están. ¿Es ésa una buena excusa para pasarlo por alto en otra parte y seguir tranquilamente en su pequeña esfera del mundo? Dicen algunos que debido a que el trigo y la cizaña crecen juntos en la iglesia, no hay necesidad de clamar a voz en cuello. ¿Se han olvidado de la excusa de Caín cuando le preguntó a Dios si acaso él era guarda de su hermano?
Servicio Cristiano, p. 19
Hermanos y hermanas en la fe, ¿surge en vuestro corazón la pregunta, “¿Soy yo guarda de mi hermano?” Si pretendéis ser hijos de Dios, sois guardas de vuestros hermanos. El Señor tiene a la iglesia por responsable de las almas de aquéllos que podrían ser los medios de salvación.
Conducción del Niño, pp. 219-220
Aquéllos que no tienen suficiente valor para reprender el mal, o que por indolencia o falta de interés no hacen esfuerzos fervientes para purificar la familia o la iglesia de Dios, son considerados responsables del mal que resulte de su descuido del deber. Somos tan responsables de los males que hubiéramos podido impedir en otros por el ejercicio de la autoridad paternal o pastoral, como si hubiésemos cometido los tales hechos nosotros mismos.
Hay tantos que han presentado excusas por no decir nada de la apostasía, que los que no están santificados han estado, y están, apoderándose de nuestras iglesias, escuelas, hospitales, publicaciones, comunicaciones y, peor de todo, de la administración, mientras que la mayoría permanece en silencio. Trágicamente, éste es un problema mundial.
Joel 2:17
Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?
Efesios 5:11-12
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
Manuscript Releases (Manuscritos), tomo 16, p. 3
Cada cristiano es un portaestandarte de los principios de la justicia. No debe rebajarse el estandarte, ni tolerarse ningún movimiento equivocado. El enemigo sembró la cizaña en el trigo mientras dormían los hombres. La condición dormida y desprevenida de los siervos de Dios es lo que los implica en la culpabilidad con los demás. La única manera de evitar ser un vigilante infiel, es vigilar y no permitir que continúen los males que pueden ser arrestados. El apoyar con nuestro silencio una obra de la cual Dios no aprueba, es instigar la obra de Satanás, y eso resulta en la pérdida de almas. Nadie debiera descansar, hasta que haya hecho todo lo que le es posible para contrarrestar el mal. [Trad.]
Ibíd., tomo 2, pp. 230-231
Al aproximarse el fin, los testimonios de los siervos de Dios serán más decididos y más poderosos, brillando la luz de la verdad sobre los sistemas del error y la opresión que por tanto tiempo han gozado de la supremacía. El Señor nos ha enviado mensajes para este tiempo que establezcan el cristianismo sobre un fundamento eterno, y todos los que creen la verdad presente deben ponerse en pie, no sobre su propia sabiduría, sino la de Dios, y levantar los fundamentos de muchas generaciones. Éstos quedarán registrados en los libros del cielo como reparadores de portillos y restauradores de calzadas para habitar. Ante la oposición más encarnizada, debemos ensalzar la verdad; porque es verdad. Dios está obrando sobre las mentes humanas; el hombre no está trabajando solo. [Trad.]
The Bible Echo (El Eco Bíblico), 23 de abril de 1894
El amor de los unos por los otros no debe manifestarse con alabanzas y halagos, sino con la verdadera fidelidad. El amor de Cristo nos llevará a vigilar por las almas; y si vemos a una en peligro, se lo diremos muy clara y bondadosamente, aun a riesgo de su desagrado. La religión de Cristo no debe ser controlada por el impulso. Debemos orar mucho, y apoyarnos completamente en Dios. Debemos mantener la verdad con firmeza y en toda justicia, pero al decir la verdad con fidelidad, debemos decirla con amor, tal como aparece en Jesús. [Trad.]
Manuscript Releases (Manuscritos), tomo 16, p. 114
Cuando Dios habla a los hombres, ordenándoles a llevar su mensaje al pueblo, eso significa algo. A los que se les manda a llevar un mensaje, deben ir adelante, aunque aparezcan obstáculos amenazadores en el camino. Aquéllos que conocen la verdad, pero colocan obstáculos en el camino para que la luz no le llegue al pueblo, tendrán que arreglar cuentas con Dios que no les agradará enfrentar. Dios se encarga de su propia obra, y, ¡ay del hombre que extienda su mano hacia el arca de Dios! [Trad.]
Muchos han acusado a los que claman a voz en cuello de ser como los que se describen a continuación. Esto es lo desea Satanás. En realidad, se refiere a los que están derribando las columnas de la fe ASD, las creencias históricas que, desde los primeros días, han formado parte de la Iglesia ASD. Describe perfectamente a los emergentes.
Consejos para la Iglesia, p. 438
Los que se ponen a proclamar un mensaje bajo su propia responsabilidad individual; los que, al par que aseveran ser enseñados y conducidos por Dios, se dedican especialmente a derribar lo que Dios ha estado edificando durante años, no están haciendo la voluntad de Dios. Sépase que estos hombres están de parte del gran engañador. No les creáis.
Testimonios para la Iglesia, tomo 3, p. 289
Aquéllos a quienes Dios ha escogido para una obra importante siempre han sido recibidos con desconfianza y sospechas. Antiguamente, cuando Elías fue enviado con un mensaje de Dios al pueblo, no prestaron atención a la advertencia. Pensaron que él era innecesariamente severo. Hasta pensaron que debía haber perdido el juicio porque los denunciaba a ellos, el pueblo favorecido de Dios, como pecadores, y sus delitos como de un carácter tan grave que los juicios de Dios se levantarían contra ellos. Satanás y su hueste siempre se han unido contra aquéllos que llevan el mensaje de amonestación y que reprenden los pecados. Los no consagrados también se unirán con el adversario de las almas para hacer tan difícil como sea posible el trabajo de los fieles siervos de Dios.
Los que claman a voz en cuello gozan de buena compañía—de Elías, Jesús y otros. Sin embargo, los que no aprenden a clamar ahora, cuando la apostasía corre desenfrenadamente por nuestra iglesia amada, cuando llegue la hora del gran clamor, permanecerán en silencio.
Testimonios para la Iglesia, tomo 3, p. 296
En el caso del pecado de Acán, Dios dijo a Josué: “Ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros” Josué 7:12. ¿Cómo se compara este caso con la conducta seguida por los que no quieren alzar la voz contra el pecado y el mal, sino que siempre simpatizan con aquellos que perturban el campamento de Israel con sus pecados? Dios dijo a Josué: “No podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros” vers. 13. Pronunció el castigo que debía seguir a la transgresión de su pacto.
Muchos adventistas dicen que no estamos en los últimos días. Ellos mismos son los que no son vigilantes fieles sobre la muralla. Esas palabras precisas muestran que sí estamos en los últimos días. No sólo se encuentran las pruebas en las calamidades mundiales, sino en los pensamientos y hechos de la mayoría en la iglesia, los que no claman a voz en cuello, excepto cuando están en una fiesta, y “. . . el siervo malo dice en su corazón: Mi señor tarda en venir” (Mateo 24:48).
Special Testimonies for Ministers and Workers (Testimonios Especiales para Ministros y Obreros), No. 6, p. 11
Elevo mi voz de amonestación contra la mezcla en nuestras instituciones de elementos mundanos con creyentes; tenemos que dar la voz de alarma. Si se colocan en nuestras instituciones a ciertas personas en puestos de confianza, las elevamos inmediatamente a la categoría de educadores. Se enseña a todos a solicitar instrucción de esas personas, lo que constituye una trampa para los incautos, que de esta manera confunden sus ideas en cuanto a la justicia y la verdad. Escuchan a esas personas carentes de respeto por la verdad, manifestar desprecio o hablar desdeñosamente de ella, en vez de considerársela firmemente como verdad sagrada. . . . Y cuando los hombres que ocupan los puestos más responsables no distinguen entre los que sirven a Dios y los que no le sirven, dan pruebas que su primera consideración no es la gloria de Dios; por lo tanto, todo su cuerpo está lleno de tinieblas. [Trad.]
The Ellen G. White 1888 Materials (Los Materiales de Elena G. de White sobre el 1888), p. 953
Ahora alzo mi voz en advertencia; porque estáis en peligro. El pueblo debe saber cuándo el peligro los amenaza; no se lo debe dejar en las tinieblas. [Trad.]
Ezequiel 3:17-21
Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma.
Servicio Cristiano, pp. 98-100
¡Despertaos! La batalla prosigue. La verdad y el error se acercan a su final conflicto. Marchemos bajo la bandera ensangrentada del Príncipe Emmanuel, y luchemos la buena batalla de la fe, para lograr honores eternos; porque la verdad triunfará, y nosotros hemos de ser más que victoriosos por Aquel que nos amó. Las preciosas horas del tiempo de gracia están terminando. Asegurémonos la vida eterna, para que podamos glorificar a nuestro Padre celestial, y ser los medios para salvar a las almas por las cuales Cristo murió. …
Nos acercamos al fin de la historia de la tierra. Tenemos delante de nosotros una gran obra: la tarea final de dar el último mensaje de amonestación a un mundo pecaminoso. Hay hombres que serán tomados de detrás del arado, de la viña y de diversos otros tipos de trabajo, y enviados por el Señor para dar este mensaje al mundo.
Haced resonar la alarma por toda la longitud y anchura de la tierra. Decid a la gente que el día del Señor está cerca y se apresura grandemente. No quede nadie sin amonestación. Podríamos estar en lugar de las pobres almas que yerran. Podríamos haber sido colocados entre los bárbaros. De acuerdo con la verdad que hemos recibido en mayor medida que los demás, somos deudores para impartírsela.
No tenemos tiempo que perder. El fin está cerca. El viajar de lugar en lugar para difundir la verdad quedará pronto rodeado de peligros a diestra y siniestra. Se pondrá todo obstáculo en el camino de los mensajeros del Señor, para que no puedan hacer lo que les es posible hacer ahora. Debemos mirar bien de frente nuestra obra y avanzar tan rápidamente como sea posible en una guerra agresiva. Por la luz que Dios me ha dado, sé que las potestades de las tinieblas están obrando con intensa energía desde abajo, y con paso furtivo Satanás está avanzando para sorprender a los que duermen ahora, como un lobo que se apodera de su presa. Tenemos amonestaciones que podemos dar ahora, una obra que podemos hacer ahora; pero pronto ello será más difícil de lo que podemos imaginarnos. Dios nos ayude a mantenernos donde brilla la luz, a obrar con nuestros ojos fijos en Jesús nuestro Caudillo, y a avanzar paciente y perseverantemente hasta ganar la victoria.
El pueblo de Dios debe unirse a una voz para “preparar el camino del Rey”, abandonando todos los pecados y purificando la iglesia de todos los que siguen destruyéndola.
Isaías 40:3-4
Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
Recibiréis Poder, p. 252
No debemos estar satisfechos porque el mensaje de advertencia se presentó una vez. Hay que presentarlo una y otra vez.
Los Hechos de los Apóstoles, p. 74
Solamente en la medida en que estuvieran unidos con Cristo, podían esperar los discípulos que los acompañara el poder del Espíritu Santo y la cooperación de los ángeles del cielo. Con la ayuda de estos agentes divinos, podrían presentar ante el mundo un frente unido, y obtener la victoria en la lucha que estaban obligados a sostener incesantemente contra las potestades de las tinieblas. Mientras continuaran trabajando unidos, los mensajeros celestiales irían delante de ellos abriendo el camino; los corazones serían preparados para la recepción de la verdad y muchos serían ganados para Cristo. Mientras permanecieran unidos, la iglesia avanzaría “hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden.” Cantares 6:10. Nada podría detener su progreso. Avanzando de victoria en victoria, cumpliría gloriosamente su divina misión de proclamar el Evangelio al mundo.
Mientras Dios lo quiera, eso es lo que el Ministerio Para Mi Pueblo seguirá haciendo.
Spiritual Gifts (Dones Espirituales), tomo 2, pp. 284-285
Mientras tenga Dios una iglesia, Él tendrá aquéllos que clamarán a voz en cuello sin detenerse, aquéllos que serán instrumentos suyos para reprender el egoísmo y los pecados, y no rehúyan declarar todos los consejos de Dios, ya sea que los hombres los escuchen o los rechacen. Vi que se levantarían individuos en contra de los testimonios fieles. No les conviene a sus sentimientos naturales. Preferirían que se les digan cosas suaves, y que a sus oídos se les proclame la paz. Veo que la iglesia está en una condición más peligrosa de lo que jamás ha estado. Son pocos los que conocen la religión por experiencia. Pronto deberá venir el zarandeo para purificar a la iglesia.
Dejad que la verdad corte. Se me ha mostrado que la razón por la cual los ministros no tienen más éxito es que temen lastimar los sentimientos, temen no ser corteses, rebajan el estandarte de la verdad y esconden, si fuera posible, los puntos característicos de nuestra fe. Vi que Dios no podía dar éxito a los tales. La verdad debe hacerse directa, y debe instarse la necesidad de tomar una decisión. Mientras los pastores falsos claman, Paz, y predican cosas suaves, los siervos de Dios deben clamar a voz en cuello sin detenerse, y dejar los resultados con Dios. [Trad.]
Loma Linda Messages (Mensajes para Loma Linda), 15 de julio de 1904
… Debemos clamar a voz en cuello sin detenernos, para que nuestro silencio no se lo entienda por consentimiento. Ha llegado el momento cuando cada uno debe estar en pie en su sitio y en su heredad, listo para llamar pecado al pecado y justicia a la justicia. [Trad.]
Testimonios para la Iglesia, tomo 3, p. 295
¿Quiénes siguen el consejo de Dios en este tiempo? ¿Son los que excusan virtualmente los yerros de entre el profeso pueblo de Dios, y quienes murmuran en su corazón, si no abiertamente, contra los que quisieran reprender el pecado? ¿Son aquellos que se les oponen y simpatizan con los que contemporizan con el mal? No, en verdad. A menos que se arrepientan, y dejen la obra satánica de oprimir a los que tienen la preocupación de la obra, y de dar la mano a los pecadores de Sion, nunca recibirán el sello de la aprobación de Dios. Caerán en la destrucción general de los impíos, representada por la obra de los hombres que llevaban armas. Nótese esto con cuidado: Los que reciban la marca pura de la verdad, desarrollada en ellos por el poder del Espíritu Santo y representada por el sello del hombre vestido de lino, son los que “gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen” en la iglesia. Su amor por la pureza y el honor y la gloria de Dios es tal, y tienen una visión tan clara del carácter excesivamente pecaminoso del pecado, que se los representa agonizando, suspirando y llorando. Léase el capítulo noveno de Ezequiel.
Ibíd., tomo 5, p. 195
La levadura de la piedad no ha perdido todo su poder. En el tiempo en que son mayores el peligro y la depresión de la iglesia, el pequeño grupo que se mantiene en la luz estará suspirando y clamando por las abominaciones que se cometen en la tierra. Pero sus oraciones ascenderán más especialmente en favor de la iglesia, porque sus miembros están obrando a la manera del mundo.
Testimonies on Sabbath School Work (Testimonios sobre la Obra de la Escuela Sabática), p. 56
El Señor levantará a hombres que lleven el mensaje de la verdad al mundo y a su pueblo. Si los que ocupan puestos responsables no siguen adelante conforme a las providencias que Dios presenta, y llevan un mensaje apropiado para este tiempo, las palabras de advertencia serán dadas a otros que sean fieles a su cometido. Aun cristianos jóvenes serán escogidos para “clamar a voz en cuello sin detenerse”. [Trad.]
Los Hechos de los Apóstoles, p. 403
Con el desprecio creciente hacia la ley de Dios, existe una marcada aversión a la religión, un aumento de orgullo, amor a los placeres, desobediencia a los padres e indulgencia propia; y dondequiera se preguntan ansiosamente los pensadores: ¿Qué puede hacerse para corregir esos males alarmantes? La respuesta la hallamos en la exhortación de Pablo a Timoteo: “Predica la Palabra.”
The Review and Herald (La Revista Adventista), 26 de noviembre de 1861
El pueblo de Dios será examinado y probado. El testimonio fiel y directo debe actuar un papel importante en esta obra. En estos días de peligro y oscuridad, ¿quién puede ponerse en pie y pronunciar toda la verdad? Multitudes de maestros profetizan cosas suaves. En la condición actual del profeso pueblo de Dios, ellos no ven ningún motivo especial para alarmarse. El pueblo está dormido, y los maestros están dormidos. Claman, Paz, paz, y la multitud que escucha sus palabras está tranquila. Esto aumenta la necesidad de maestros fieles que lleven el testimonio fiel y directo. [Trad.]
Clamar a voz en cuello también significa vivir una vida piadosa.
General Conference Daily Bulletin (Boletín Diario de la Asociación General), 2 marzo 1899
Dios requiere que las cosas se pongan en orden. Dios llama a hombres que sean decididamente fieles. No tiene lugar en una situación de emergencia para hombres de dos caras. Quiere a hombres capaces de colocar las manos en una tarea y decir: “Esto no está de acuerdo con la voluntad de Dios”. Esa forma lamentable de tratar los errores es lo que Dios ha condenado. . . . Cuando comience la obra de buscar a Dios de todo corazón, se verán muchas confesiones que ahora están sepultadas. En este momento no creo que es mi deber confesar de parte de los que deberían hacer una confesión, no general, sino clara y definida, y de esa manera purificar las instituciones del Señor de la profanación que les ha sobrecaído. [Trad.]
Nadie está “morando en Cristo” cuando está “celebrando” y emergiendo”.
The Review and Herald (La Revista Adventista), 24 de septiembre de 1908
El mensaje que debo llevar es que el pueblo de Dios debe alcanzar una norma mucho más alta. Ruego a todos a prestar atención a esta advertencia. No me atrevo a dejar de “clamar a voz en cuello” ni a “detenerme” ni a dejar de mostrarle al pueblo de Dios “su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”. Es hora que todos comprendamos nuestra verdadera posición, y que demos pruebas, en nuestros caracteres justos, que poseemos la verdad. [Trad.]
En los Lugares Celestiales, p. 301
Hay muchas cosas erróneas que permitimos que pasen inadvertidas cuando con nuestra piadosa conversación podríamos establecer un ejemplo de bien hacer, que podría ser un constante reproche para los perversos. No podemos permitir que nuestro ejemplo parezca que sanciona la maldad. Hay un cielo que ganar y un infierno que evitar.
Testimonios para la Iglesia, tomo 3, p. 281
No es suficiente el simple hecho de profesar creer la verdad. Todos los soldados de la cruz de Cristo se obligan virtualmente a entrar en la cruzada contra el adversario de las almas, a condenar lo malo y sostener la justicia. Pero el mensaje del Testigo Fiel revela el hecho de que nuestro pueblo está sumido en un terrible engaño, que impone la necesidad de amonestarlo para que interrumpa su sueño espiritual y se levante a cumplir una acción decidida.
¿Está usted despierto? Si lo está, seguirá a Cristo, y clamará a voz en cuello”, “sin detenerse,” y mostrará al pueblo de Dios “su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”.