Ernie Knoll y el Ministerio Para Mi Pueblo
El tomo uno de la VERDAD, toda la VERDAD y solamente la VERDAD, dio respuesta detallada a los críticos de Ernie Knoll, y mostró que sus motivos por rechazar a Ernie como un mensajero de Dios, se basaban en opiniones humanas subjetivas. En este tomo, tal como se mandó en el sueño de Ernie “La Sala de Juntas”, tratamos la apostasía que existe dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. (Para leer el sueño completo, véase la introducción del tomo uno.)
La Sala de Juntas, 24 de abril de 2009
“Muestren que yo dije que no se debía apoyar el espiritismo que se halla dentro de mi iglesia. Muestren que mi iglesia está en apostasía, pero recuerden que yo purificaré mi iglesia. Muestren que no caerá, sino que permanecerá en pie y será más fuerte. Muestren las pruebas de la apostasía y la verdad que yo he escrito de la Biblia y en el Espíritu de Profecía...”
En la actualidad, los dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, están pidiendo que se lleven a cabo un reavivamiento y reforma. Esto es encomiable, pero se habla poco en cuanto a qué es lo que debemos reformar. A fin de que se lleve a cabo una verdadera reforma, es necesario llamar la atención a, y arrepentirse de, los errores que han entrado a la iglesia sigilosamente. Tal como Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg, el capítulo uno de este tomo se propone revelar claramente algo de la apostasía que existe dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Testimonios para la Iglesia, tomo 1, p. 331
También se me recordó el caso de Martín Lutero, a quien Dios preparó para que realizara una obra especial. ¡Cuánto apreciaba él el conocimiento de la verdad revelada en la Palabra de Dios! Su mente anhelaba intensamente un fundamento seguro sobre el cual edificar su esperanza de que Dios sería su Padre y el cielo su hogar. La nueva y preciosa luz que lo había iluminada desde la Palabra de Dios, tenía para él un valor incalculable, y pensaba que si lograba difundirla, podría convencer al mundo. Se expuso a la ira de una iglesia caída y fortaleció a los que con él se alimentaban de las exquisitas verdades contenidas en la Palabra de Dios. Lutero fue el instrumento elegido por Dios para arrancar las vestiduras de hipocresía de la iglesia papal y dejar en descubierto su corrupción. Alzó valerosamente su voz, y con el poder del Espíritu Santo divulgó y reprobó los pecados de los dirigentes populares. Se dieron proclamas que instaban a la gente a matarlo en el lugar donde lo encontraran; así quedó a la merced de gente supersticiosa que obedecía a la cabeza de la Iglesia Romana. Pero Lutero no estimó valiosa su vida. Sabía que no estaba seguro en ninguna parte, y sin embargo eso no le hizo temblar. La luz que había visto y de la que se había alimentado, era vida para él, y la consideraba de más valor que todos los tesoros terrenos. Sabía que esos tesoros perecerían; pero las ricas verdades abiertas a su entendimiento y que obraban en su corazón, vivirían, y si las obedecía, lo conducirían a la inmortalidad.
La iglesia de los días de Lutero rechazó el llamado a la reforma, lo mismo que la iglesia ha hecho en la mayoría de las generaciones. En vez de aceptar los mensajes del cielo, los dirigentes de la iglesia demandaron la muerte de Lutero. ¿Será diferente hoy en día, o se repetirá la historia?
El último capítulo de este tomo trata un período del ministerio de Ernie cuando él dejó de andar por la fe y, tal como les sucedió a tantos profetas de la Biblia, cayó en el pecado. Ernie no se enorgullece de ese tiempo, pero se siente muy agradecido de que tenemos un Dios misericordioso y amoroso que mira el corazón, y no ve cómo el ser humano ve. Eso nos recuerda que todos nosotros, no importa quiénes seamos, necesitamos someternos a Dios y resistir al diablo cada día.
(Nótese, por favor, que durante la preparación de la VERDAD, toda la VERDAD y solamente la VERDAD, los dos capítulos de este tomo originalmente constituían los capítulos 9 y 10. Para facilitar la lectura, se tomó la decisión de dividir el libro en dos tomos. El tomo uno contiene los capítulos 1 hasta el 8, y el tomo dos contiene los capítulos 9 y 10.)